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Bring them to light por room304

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Notas del fanfic:

「E-B」 DIR EN GREY x Apocalyptica - Bring Them To Light (Sub Esp)

www.youtube.com/watch?v=N9S4UaMRSq4

Notas del capitulo:

No hay lemon ni nada parecido, suerte para la próxima
(╹◡╹)凸

 

Se encontraban reunidos en una de las salas de reuniones del hotel en el que se hospedaban, junto con los organizadores del evento y algunos miembros del staff. Discutían si era prudente lo que Perttu proponía: una colaboración con el vocalista de la banda con la que actualmente estaban de gira.

 

 

— Les encantará, sólo confíen en mí.

Los demás miraban al violonchelista con expresión confusa, sin comprender el por qué insistía tanto con el tema.

— No creo que sea conveniente cambiar el programa hasta ahora -comenzó el manager-. Lo mejor será que sigamos de acuerdo a lo planeado. Después, cuando tengamos tiempo, escucharemos más de sus canciones; veremos si es lo que buscamos, y si nos gusta lo invitamos. En alguna otra ocasión, hoy no.

El de cabello largo se paró al instante de su silla; golpeó con su puño la mesa que tenía al frente, la cual ponía una barrera entre la banda y los empresarios. Éstos brincaron del susto pero se aseguraron de mostrarse serenos.

— ¡No puede esperar más! La gira acabará en un abrir y cerrar de ojos... ¡Tiene que ser ya!

Si bien era cierto que ambas bandas se caracterizaban por salirse de las normas e ir más allá, aspecto por el cual se acordó hacer una gira en Norteamérica juntos, no habían pensado en ningún momento el compartir el escenario, ¡al mismo tiempo!

— ¿Por qué es tan importante para ti? -le preguntó Paavo, quien se había parado poniendo una mano en su hombro para llamar su atención, así como para calmarle.

— Es... es algo que me gustaría…

Eicca se levantó de su silla también y dando un aplauso dijo conciliador:

— Bien, decidido. Pero antes hay que pedírselo a ellos: si aceptan, Perttu, nosotros aceptamos, ¿de acuerdo?

El de cabello negro sonrió satisfecho, le asintió al más alto y salió apurado del lugar.

El baterista aún sentado en su lugar se levantó lentamente como los demás, mirando la puerta abierta por donde había salido su entusiasmado compañero.

— Sabes que lo tomó con un reto, ¿verdad? -preguntó, por si acaso no se dio cuenta.

— ¿Tu crees? Eso me temía... Oh, bueno. -respondió quitado de la pena; se encogió de hombros y se fue a paso tranquilo. - Es temprano, seguro aún están sirviendo desayunos en la cafetería...

Paavo y Mikko se miraron por un momento, luego decidieron seguirle. Ellos también tenían hambre.

 

 

 

 

 

Perttu corrió por el hotel entero, tocó en las puertas donde se hospedaban tanto el staff, así como los músicos. Nadie le abrió. Siguió con su búsqueda desesperada. No se rendiría ahora que le habían dado luz verde.

 

 

 

 

 

Apocalyptica se sorprendió al encontrarse a Dir en grey desayunando con tranquilidad en la cafetería. Se dirigieron a su mesa para sentarse con ellos.

— Hey, qué tal -saludó Paavo.

— ¡Hola! todo bien -respondió Die alegre, como siempre, con un inglés algo raro

Tanto Shinya como Kaoru sólo saludaron inclinando la cabeza.

— ¿Cómo va la resaca, amigo? -Eicca le pasó la mano por el hombro al guitarrista sentado a la mesa. Para eso tuvo que agacharse bastante, tomando en cuenta su estatura, así como acercarse mucho. Junto a Die se encontraba Shinya, quien se sintió algo incómodo por la cercanía. Se aseguró de no despegar la mirada de su plato.

— No hay resaca -rió alegre-. I'm a pro!

— Ya veo, ya veo... -soltó al guitarrista riendo, dándole unas palmaditas al tímido Shinya. Acercó una silla de una mesa vacía, para sentarse. El staff ya se había movilizado, juntando otra mesa para que no estuvieran tan apretujados.

— ¿Qué comes, Shinya? -preguntó Paavo cuando ya todos se acomodaron. Aún no se decidía que comer. Había buffet, los alimentos eran variados.

— Panqueques... -respondió en voz baja, algo cohibido pues todos le miraban. Volvió a mirar su plato y se avergonzó un poco: con la fruta, la miel, chocolates y almendras había estado intentando hacer la cara de Anpanman... No se parecía mucho pero se veía lindo. Esperaba que los demás no lo notaran.

— Deberías probar los waffles, están deliciosos -habló Kaoru.

— ¿Sí?  Yo quiero -Eicca se levantó de la silla junto al líder, y se dirigió a donde estaba la comida.

— ¡Yo también quiero! -Paavo fue detrás de él.

Mikko no necesitaba recomendaciones. Acababa de llegar a la mesa para sentarse, junto a Toshiya, con un enorme plato de cereal y frutas.

— Y, ¿dónde está Kiyo? -le preguntó al bajista.

Toshiya evitó reírse. Siempre le causaba gracia que los extranjeros llamaran Kiyo al vocalista, cuando se llamaba Kyó.

— Durmiendo -respondió con una sonrisa.

 

 

 

 

 

 

Minutos antes...

Se levantó muy temprano, gruñendo. Le fastidiaba tener que compartir la habitación con alguien para "ahorrar recursos", como había dicho Kaoru. En esa ocasión la compartía con Toshiya, a quien se le fue el sueño desde la madrugada y decidió que lo más sensato era mirar televisión, aunque no entendiera ni "p" de lo que decían. Se sentó en la cama, dirigiendo una mirada asesina al bajista atarantado.

— Apagas esa chatarra o te largas de aquí.

Toshiya le miró, sonriendo con superioridad. Disfrutaba hacerle enojar.

— No quiero. Esta también es mi habitación -se cruzó de brazos-. Te acostumbras o te largas de aquí -dijo, imitando el mismo tono que Kyo había usado.

El vocalista arqueó una ceja.

Se puso la chaqueta de su jersey para salir de la habitación rumbo al autobús, no sin antes arrojarle cuanto objeto se encontró a su compañero. Rezaba por haberle hecho aunque sea un poco de daño…

¡Joder, odiaba no estar dormido!

 

 

Ahora se encontraba en el autobús, reprochándose no haberse quedado ahí antes. Estaba oscuro, en silencio, pero sobre todo, solo. Se acurrucó más en una de las pequeñas camas que este tenía y volvió a dormir como si no hubiera un mañana.

 

 

 

 

 

 

Terminaron su desayuno y discutieron su agenda para ese día.

Cuando los miembros de Dir en grey comenzaban a levantarse de sus asientos Paavo pareció recordar algo importante.

— ¡Ah! -exclamó- Eicca, ¿les decimos? -preguntó dudoso.

— Hm...

— ¿Qué pasa? -preguntó Kaoru intrigado

— Mm...

— Dile, Eicca -le apuró Paavo. Se le notaba impaciente y eso, de alguna forma, alarmó al líder.

— ¿Decir qué? -todos miraban con incertidumbre al rubio.

— Mmm... -este terminó de comer sus waffles con parsimonia, luego dejó el tenedor sobre el plato. Tomó su vaso y bebió de el; tomándose su tiempo saboreándolo, como si nunca hubiera bebido un jugo tan bueno.

— ¡Eicca! -le regañó Mikko- ¡Habla ya!

El hombre se limpió la boca con una servilleta y dijo con sorpresa:

— ¡Oh! ¿Quieren que lo diga yo? -le miraron molestos- Bueno... Queremos a Kyo.

Dir en grey les miraba desconcertados. ¿Qué había dicho!

 

 

 

 

 

 

 

Salían de la cafetería juntos cuando se encontraron con un desesperado Perttu.

— N-no es-están aquí -anunció entre jadeos. Al final había terminado corriendo; estaba cansado y recuperando la respiración-. Creo que hu-huyeron...

— ¿Quién huyó? -le preguntó curioso Die

— ¿Eh? ¿Q-qué hacen acá? -miró a sus compañeros, reprochándoles con la mirada por no avisarle que se encontraban en la cafetería-. ¡Eicca!

— Relájate, ya les dije... -abrazó a su compañero por los hombros para sacarlo de ahí- ¡Nos vemos luego! -se despidió de Dir en grey.

Los japoneses ya caminaban dirigiéndose al lado contrario.

 

 

 

 

 

— ¿Qué opina, Kaoru? -preguntó Shinya

Se encaminaban a la puerta trasera del hotel, donde estaba estacionado el autobús de giras. Ahí encontrarían a Kyo, había dicho Toshiya.

— Me parece una propuesta interesante -dijo serio.- Pero no estoy seguro si es tan buena idea...

— ¿De qué hablas? -intervino Die- Ellos han visto todos y cada uno de nuestros conciertos hasta ahora. Están fascinados con Dir en grey, en especial con Kyo.

— Eso es cierto -convino Toshiya-. Nos miran desde el principio hasta el final, yo los he visto.

Salieron del hotel caminando al autobús que se veía hasta el fondo.

— Eso no lo pongo en duda... Pero...

— El problema es Kyo -terminó de decir el baterista-, ¿no?

— Exacto -Kaoru asintió.

Die bufó, llevándose las manos a la cabeza.

— Pues... que se aguante ese enano... -sugirió en voz baja, pues temía que el vocalista le escuchara y le dejara descalabrado como al otro.

— Conocemos a la perfección la personalidad de Kyo. Si le obligamos a algo se asegurará de causarnos problemas.

— Si no quiere hacer algo, simplemente no lo hará... -concordó el bajista.

Entraron al autobús.

Se encontraron a su vocalista durmiendo plácido, como un bebé. Se veía tan tranquilo como nunca estaba.

Kaoru suspiró.

— Qué hacer, qué hacer...

 

 

 

 

 

Apocalyptica subió a sus habitaciones para bañarse y cambiarse. Perttu no paró de preguntar.

— Pero, ¿qué respondieron?

— Ya te lo dije, sólo se los comentó. Supongo que lo pensarán... -le respondió Mikko, ya cansado.

Al baterista le tocó compartir habitación con el pelinegro y aunque en primer momento no le molestó, ahora quería arrancarle la lengua.

— ¿Y cómo los viste? ¿Pareció agradarles mi idea o...? -el rubio se pasó la mano por la cara.

— No-lo-sé. -pronunció molesto. Se metió al baño con intención de encerrarse y alejarse de aquel. Tomaría una ducha, eso sin duda le relajaría.

— ¡Mikko! -molesto pateo la puerta, pues se la había cerrado en la cara.- ¿Y qué hay de Kyo? ¡¿Él qué dijo?!

— ¡¡¡Kiyo no estaba!!!

Perttu se encogió con el grito y retrocedió.

— Está bien, de acuerdo… Relájate… -Se dejó caer en la cama. Volvería a preguntar luego.

 

 

 

 

 

Por decisión unánime lo comentaron al manager.

Que él decidiera qué hacer y tomara responsabilidad por sus decisiones.

Lo dejarían deliberadamente en sus manos.

 

Como era previsto, el hombre se mostró muy entusiasmado con la idea. Fue él, junto con otros colegas más, quien se aseguró de agendar esa gira co-protagonizada en cuanto ambas bandas estuvieron libres de otras actividades.

— Hecho -aceptó el hombre con una enorme sonrisa-. Háganselo saber a Kyo.

Los cuatros miembros de Dir en grey dieron dos pasos atrás. Fue Kaoru quien habló.

— Así como le permitimos tomar la decisión, también le avisará. Nosotros no queremos dar ninguna noticia.

— ¿Eh? -el hombre borró su sonrisa al instante- No, no, no, no -negó con las manos-. Ustedes ya lo conocen; será más fácil para ustedes.

Los chicos sonrieron con ironía.

— ¡Nosotros pasamos! -gritó Die.

Los músicos huyeron en un descuido del empresario. Por ningún motivo querían lidiar con el enano.

El hombre se mordió el labio, se veía turbado.

 

Y así, por decisión unánime, lo dejarían al aire.

Si Apocalyptica quería a Kyo, que ellos se lo pidieran y tomaran responsabilidad total por sus acciones.

Lo dejarían deliberadamente en sus manos.

 

 

 

 

 

Dir en grey ensayaba, teniendo como público a Apocalyptica, así como algunos miembros del staff de dicha banda.

Parecían hipnotizados por esa música cautivadora.

Cuando terminaron, se acercaron a ellos aplaudiendo.

— Buen trabajo, como siempre -elogió Eicca al llegar a estos.

— Gracias -respondió Kaoru, limpiándose el sudor con una pequeña toalla que le había entregado Paavo.

— ¡Impresionante! -exclamó Perttu

— Sí, ¿verdad? -concordó Die orgulloso

Se reunieron al frente del escenario, cerca de donde estaba la "cajita" de Kyo; todos, a excepción de este. El vocal estaba sentado por donde la batería de Shinya, estaba agotado; el calor en el recinto era abrasador.

— ¿Le digo ya? -preguntó nervioso el pelinegro Perttu, mirando al hombre bajo de reojo.

— Bueno, supongo... -le respondió inseguro Kaoru.

Tomó la última toallita que Paavo traía en sus manos, la cual era para Kyo pero que no se atrevió a entregarle. Le arrebató a Eicca una botella de agua de las que trajo un miembro del staff. A paso resuelto se acercó al tatuado.

 

 

 

 

 

Kyo, sentado en el stand donde se hallaba la batería de Shinya, recargando sus codos en sus piernas y con cabeza gacha, sintió alguien acercarse a él. No levantó la vista hasta que vio que le entregaban una toalla junto con una botella de agua.

Las tomó dubitativo.

— Buen trabajo -le felicitó el pelilargo.

— Ah, thank you... -murmuró con mal inglés. Kyo miraba a su alrededor, como buscando una manera de huir de ahí.

Se levantó comenzando a caminar a paso rápido, Perttu sobresaltado se apresuró a alcanzarle.

— ¡Espera, espera!

Los demás miembros de Apocalyptica decidieron escoltarles, querían evitar un desastre. Dir en grey simplemente huyó de ahí; ya conocían a Kyo.

 

 

 

 

 

El vocalista se vio rodeado de esos hombres enormes, trastocándose. No sabía cómo escapar.

A Eicca, el más alto del grupo, se le figuró como un venadito asustado al que le acorralan los depredadores. El nombre "Bambi" se le vino en mente y sonrió. Cuando el pequeño Kyo vio a ese gigante con una mueca torcida en el rostro entró en pánico.

— Momento. Estamos muy cerca -Mikko, quien apenas pareció haber recordado el significado de "espacio personal" con un gesto de manos les hizo retroceder unos pasos-. Atrás.

— Tranquilo. Sólo queremos hablarte de algo -explicó Paavo.

Kyo asintió, aún alerta.

— Canta para nosotros -soltó Perttu de pronto, emocionado.

El más bajo levantó las cejas, mirándoles con cara de "¿me están tomando el pelo, verdad?".

Apocalyptica le miró atentos, esperando una respuesta.

— Eh...

— Ya todos lo saben y están de acuerdo ¡sólo faltas tú, amigo!

—... No. Permiso -respondió sin dudar y huyó de ahí tan rápido como pudo. Le dieron escalofríos al imaginarles corriendo detrás de él.

— ¿"No..."? ¿Dijo no? -preguntó decepcionado el pelinegro. Los demás asintieron, apenados- ... Esa respuesta no me viene, ¡vamos!

Intentó ir detrás del vocal pero el rubio Mikko le detuvo tomándole del brazo.

— Espera, ahora no -se lo llevaron casi arrastrando del lugar-. Lo menos que queremos es que te arresten por ser un hombre sospechoso que persigue a niños...

 

 

 

 

 

Kyo entró al autobús, dando un portazo al cerrar.

Se encontró a sus compañeros muy concentrados en verse los pies.

— ¿Qué mierda fue aquello? -gruñó muy enojado.

Los otros se hicieron los desentendidos.

— ¿Qué fue qué? -preguntó Toshiya

— ¡Aquello! -le arrojó la botella de agua, Toshiya sólo atinó a cubrirse- ¡Esos Gundam* corriendo detrás de mí!

— Calma... -intentó tranquilizarle Kaoru.

— ¡No me calmo! -gritó al mismo tiempo que tiraba al suelo todo lo de la encimera, donde lamentablemente estaba el ipad de Shinya, una lágrima de dolor surcó su delicado rostro- Ustedes sabían, ¡y no me dijeron!

— Bueno, puede ser -Die rascó su cabeza

— ¡Serán mamones...!

Vieron al vocalista salir enfurecido del autobús, cuando oyeron de nuevo el portazo fueron capaces de respirar.

— Pues... Eso salió mejor de lo que esperaba -comentó Kaoru.

Los demás asintieron.

 

 

 

 

 

Shinya fue detrás de su vocalista. Este caminaba por la acera a paso rápido, con un aura tan negra que no se animó a alcanzarle. Por eso mismo caminó algo alejado de él, hasta que en cierto punto el tatuado se detuvo en seco para después mirar atrás.

— ¡¿Qué?!

Shinya se encogió de hombros sin hablar, sereno. Eso de alguna forma le suavizó. Así era el baterista, por eso le agradaba. Si en cambio el que le seguía hubiera sido el hablador del guitarrista: Die, el burlón del bajista: Toshiya, o el regañón del líder: Kaoru; sin duda habría estallado.

Con un gesto de cabeza le indicó que se acercara, el baterista así lo hizo.

Caminaron más tranquilos, sin decidirse a hablar.

 

 

Al poco tiempo el vocal habló primero, apenas se hizo oír:

— No me gusta que me oculten las cosas ni que decidan por mí.

— Lo sé. Lo sentimos...

Kyo bufó.

 — Tampoco quiero hacerlo... -rezongó.

Shinya le miró, sonriendo:

— Entonces no lo hagas... No te obligarán.

— ¿No? -realmente no se lo creía; tampoco el baterista, pero la intención era animarle no molestarle más.

— No...

— …

Suspiró y asintió.

— Regresemos ya -sugirió el batero-. Podemos perdernos y no entendemos nada...

El vocalista recordó que estaban en el extranjero y la molestia volvió. Odiaba viajar.

Dieron la vuelta y comenzaron a regresar.

— Hey... –llamó la atención de Shinya

— ¿Sí?

— Te repondré el aparato ese... –masculló, algo avergonzado.

El baterista rió.

— Gracias...

Siguiendo a Shinya regresaron al hotel.

 

 

 

 

 

En esa ocasión Apocalyptica tocó primero, después Dir en grey.

La recepción no fue tan buena en esa ciudad, dejando un mal sabor de boca en la banda japonesa. Se sentían insatisfechos.

Como siempre, Apocalyptica se quedó a verles el show entero. Para cuando volvieron a los vestidores los finlandeses ya les esperaban ahí.

— ¡Nos dimos cuenta de algo! -exclamó riendo Eicca- ¡Paavo, diles!

El pelinegro río de nuevo, bebió de su cerveza y se levantó como si fuera a decir un discurso. Después de aclarar su garganta dijo:

— Somos finlandeses haciendo una gira con japoneses para un público americano -al terminar hizo una reverencia y volvió a reír.

A los Dir en grey les hizo gracia. Era una bobada pero apenas se daban cuenta de ello.

Se sentaron en los sillones para esperar a que se fueran los fans.

Perttu se cambió de lugar para sentarse junto a Kyo, quien se encogió en su lugar, incómodo.

— Canta para nosotros -le volvió a pedir en voz baja, ahora más confianzudo.

— No, sorry -se levantó rápido del sillón, como si este le quemara, para sentarse en un banquito frente al espejo. Muy alejado de él.

El violonchelista lo dejó pasar, por el momento, sonriente. No se rendiría.

 

 

 

 

 

Así tocaron en dos locaciones más.

Kyo estaba al borde de la locura. Los miembros de Apocalyptica le parecían atolondrados e irrazonables. Y si ese tal Perutto le volvía a decir "sing for us" correría sangre.

 

 

 

Fue en Denver cuando algo inesperado para todos sucedió.

 

 

 

Dir en grey acababa de terminar su ensayo. Apocalyptica ya esperaba su turno. Perttu se acercó al vocalista antes de subir al escenario y como acostumbraba dijo:

— Canta para nosotros.

Al vocalista se le saltó una vena en la cien, intentando recordar ejercicios de respiración.

—...yes –murmuró con pesar.

El pelinegro ante la negativa se dio la vuelta. No quería abrumarlo "demasiado", sobre todo porque aún le quedaba tiempo. Cuando cayó en cuenta de la respuesta se dio la vuelta y balbuceó:

— ¿Q-qu-qué? ¿Q-qué dijiste?

— Sí -repitió con el ceño fruncido; ya se arrepentía de no haberse negado.

— ¡¡Wuuuu!! -exclamó eufórico. Estrechó aquella mano tatuada, que en primer lugar ni le había ofrecido, para luego correr a decirles a los demás. Aquellos ya miraban la escena; por un momento pensaron que el grito había salido del finlandés porque Kyo se había entregado ante su futuro como asesino.

 

De esta forma Apocalyptica subió al escenario.

El staff de ambas bandas se reunió a observar, pues sin duda era un evento sin precedentes.

Kyo tomó su micrófono ya conectado para subir también. Eicca le entregó una hoja de máquina con una letra impresa. El vocalista arrugó el ceño el leer, extrañado; hasta el momento nunca había escuchado esa canción.

— No, ésta no la hemos tocado, aunque es de nuestras favoritas -explicó el rubio-. Será la primera vez, pues hasta ahora la única persona apropiada para cantarla nos aceptó.

El tatuado ignoró el comentario, concentrándose en aprenderse (o al menos tratar de pronunciar correctamente, o... sólo poder pronunciar) esa letra en inglés. Los demás miembros de Dir en grey se sentaron en las butacas del frente para verles tocar, con sentimientos encontrados. Por un lado se sentían entusiasmados, pues era la primera vez que verían a Kyo cantar, compartiendo el escenario con otros que no fueran ellos mismos, desde los inicios de la banda; por el otro se sentían celosos por esa misma razón.

 

El más bajo les indicó con un gesto de cabeza cuando estuvo listo. La música comenzó seguida de la impresionante voz del vocal, dejando asombrado al público entero. Después de todo, los finlandeses habían tenido razón; ciertamente la canción le acoplaba. El ambiente era intenso, caliente, energético; los músicos, extasiados, terminaron sudando y sin camisa.

 

Al terminar la canción se hizo un silencio sepulcral en el teatro. No porque lo odiaran sino porque lo amaron.

Kyo mismo se sumió en sus pensamientos pues hasta a él le había gustado. Ahora se debatía consigo mismo sobre qué hacer. No quería rechazarles pues seguramente le seguirían jodiendo la vida como habían hecho hasta ese momento, además que había una parte en él que quería volver a cantar, ahora sin improvisar para entonces dejarles sin aire ahora sí con razón. Sin embargo si se decidía debía dar el todo y hacerlo a su manera; no estaba seguro si los finlandeses le darían tanta libertad al trabajar con su canción.

Perttu se acercó eufórico:

— ¡Hagámoslo esta noche!

El vocal sonrió con ironía. Se giró hacia Eicca, pues a pesar de su atemorizante tamaño era el que se veía más razonable; se dirigió a él.

— No. Si vamos a hacerlo tiene que ser perfecto -dijo.

El rubio entendió perfectamente lo que quería decir, asintió.

Se acercó al tatuado y le palmeó el hombro. Luego se agachó para recoger del suelo la hoja con la letra. Se la entregó al Dir, junto con un CD.

— Hagámoslo...

Kyo asintió tomando ambas cosas.

— Lo intentaré -y  se retiró del lugar.

Se quedaron embelesados viendo esa escena, así como el repentino vínculo que se acababa de formar.

— Valdrá la pena ver esto... -murmuró Kaoru. Los otros asintieron. Se levantaron y salieron del lugar; total ellos ya habían terminado su ensayo.

 

 

 

 

 

La magia sucedió en el live de Los Angeles.

En la presentación de Apocalyptica, Johnson se hizo a un lado y anunciaron al vocal de Dir en grey. El público gritó.

Si el ensayo hace días había sido poderoso, la presentación en esa ocasión fue aún más impresionante. Un montón de fans de Apocalyptica pusieron la mira en la banda japonesa. No se esperaban que un hombre tan pequeño tuviera una voz y presencia tan grandes.

Al terminar la presentación se aseguraron de celebrar.

 

— ¡Fue estupendo! -gritaba Paavo- ¿Los viste enloquecer? Fue tan... ¡Wow!

Estaban en un club; planeaban beber y celebrar la noche entera. A pesar de que el vocalista no bebía alcohol, tuvo que ir. Ya conocía a la perfección la insistencia de los finlandeses; no quería pasar por eso de nuevo. Parado junto a la mesa, ya que era una de esas altas, les oía hablar.

— Sí, ¡no se lo esperaban! -agregó Mikko.

— Lamentamos haberte molestado tanto -se disculpó Paavo-, pero siento que valió la pena.

— Hiciste tuya esa canción, Kyo -dijo Eicca, abrazando al pequeño de los hombros-. Estamos muy complacidos.

— Al igual que los fans -añadió Mikko-, good job!

— A decir verdad, nosotros también estamos encantados -habló Kaoru.

Kyo le miró admirado.

— Sólo recuerda que eres nuestro -le celó, para luego beber de su vaso con cerveza.

— ¡Esasto! -Die, medio ebrio lo abrazó también, sólo que de la cintura y del lado contrario que Eicca- ¡exacto! Hahaha, como se esperaba de nuestro vocal~

— Hey, hey, hey, ¡brindemos! -propuso Toshiya-. ¡Por Kiyo!

— ¡Por Kiyo! -brindaron todos, alzando sus vasos.

Kyo bufó; esos cabrones seguían diciendo mal su nombre.

 

 

 

 

 

 

 

Avanzó la noche y sus compañeros se fueron perdiendo por el club. Al final se había quedado solo, junto con Mikko, quien hablaba y hablaba borracho sobre algo que no entendía. Sucede que ni siquiera hablaba en inglés, si no en finlandés o sueco o a saber qué idioma extraño para él. Se imaginó en el autobús durmiendo cómodamente... Suspiró.

 

 

Entonces llegó Perttu, quien sorprendiéndole le abrazó por detrás.

— No puedo esperar a tocar esa canción de nuevo -le comentó contento al oído.

Kyo asintió, bastante incómodo.

— Escuché de Kaoru que aparte de tocar con tu banda, nunca lo habías hecho con alguien más... ¡Eso me emocionó aún más! -rió.

Se revolvió entre sus brazos intentando huir de nuevo cuando un cuerpo enorme se plantó frente a él. Era Eicca.

— ¡Hey, Perttu! -le llamó la atención- ¿Quieres ir a la cárcel, ah?

— No, sir! -levantó sus manos como diciendo "me rindo".

El más bajo comenzó a alejarse rápidamente, intentando pasar desapercibido. Entonces el rubio le miró, tomándole del brazo le acercó y revolvió su cabello.

— Aún no nos has dicho qué te pareció -gritó Eicca, intentando hacerse oír entre la música-, vamos, habla.

Con pesar se dirigió a ambos y habló.

— Fue… interesante. Me alegra haberlo hecho…

Perttu sonrió aún más y le abrazó, hablándole al oído:

— Ah, ahora me siento enamorado de su música~ -olía a alcohol. Kyo hizo una mueca.

— ¡Perttu! -advirtió Eicca de nuevo- ¡Suéltalo! -arrebató ese cuerpo diminuto de las garras del pelinegro y se lo pegó al torso, como protegiéndole. A pesar de que le molestaba, el vocal no podía hacer mucho; Kiiroitori* contra un Gundam no tenía oportunidad.

— ¡Lo sabía! ¡Eicca! Lo quieres para ti, ¿verdad? ¡Yo lo vi primero!

Comenzaron a disputarse al pequeño vocalista, como si de un muñeco se tratara. Kyo, fastidiado hasta morir comenzó a beber de los vasos que encontró en la mesa. A saber qué contendrían.

 

 

Tampoco es como si le importara…

 

 

 

 

 

 

No supo como ni cuando terminó en el autobús con aquellos dos…

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Al día siguiente, en la cafetería…

Los miembros de Dir en grey sentados a la mesa.

— ¿Qué se supone que es eso? –Preguntó Toshiya señalando la comida de Shinya- ¿Es Gachapin?

Shinya miró su plato con ensalada algo avergonzado. Bueno, sí. Era un intento de Gachapin.

— Sí… -asintió sonrojado.

— ¡Oh! –Exclamó Die, sentado a su lado, observando detenidamente el plato de su compañero- ¡Qué feo!

Los demás rieron divertidos, mientras Shinya miraba molesto a Die.

El guitarrista le sonrió divertido, dándole un beso en la mejilla. Susurrándole un “Mentira, es lindo”.

— ¡Kyo! –habló a lo alto Kaoru, alzando una mano para que el vocalista que venía entrando a la cafetería les ubicara.

Cargaba con una cara espantosa de resaca y no haber dormido en la noche entera, la cual intentaba ocultar inútilmente bajo unos grandes lentes oscuros, además de un caminar bastante… inusual. Kyo llegó arrastrando los pies. Se sentó en la silla vacía junto a Kaoru, lentamente y con suavidad.

— Hola –le dijo Kaoru.

— ¡Buenos días! –gritaron alegres (y ruidosos, al parecer del más bajo) Die y Toshiya.

— Opayo~ -saludó Shinya.

Kyo sólo hizo una seña con la mano. Bebió en silencio de un vaso de agua que encontró en la mesa.

— ¿Y? Te divertiste ayer, supongo –preguntó Toshiya con una sonrisa burlona.

—… -intentó ignorarle.

— ¿A dónde fuiste? ¿Por qué nos dejaste solos? –recriminó Die.

— Pensamos que te había sucedido algo… -comenzó en voz baja el baterista.

— Y terminamos buscándote por todo el lugar… De no haber sido por Mikko, que nos dijo que regresaste al hotel, seguiríamos como idiotas preocupados –refunfuñó molesto el líder.

— Oh… lo siento –murmuró en voz baja.

— Bueno, ya qué.

— Supongo que ya te llevas mejor con Apocalyptica, ¿no? Como para que ellos te hayan traído acá… -comentó el bajista, con cierto tono que a Kyo le pareció algo suspicaz.

— En realidad no.

— ¿Eh? ¡Creí que ayer celebrábamos por una nueva amistad! –exclamó un confuso Die.

— ¿Amistad? –Soltó una carcajada sardónica- ¡Sí, claro!... ¡Los odio…!

— Deja esa actitud; deberías darles una oportunidad. Más ahora, que tendrás que cantar junto a ellos… -recomendó Kaoru, bebiendo de su vaso.

— Sí, Kyo, juega bien con los otros niños –se burló el bajista, llevándose un trozo de pan a la boca-. No muerdas…

— ¡Cierra la boca! Eres molesto… -se levantó con dolor disimulado de la silla- ¡Ni siquiera quería hacerlo! No me gusta que decidan por mí, ¡¿oyeron?! Joder…  -se alejó refunfuñando.

Los otros sólo le vieron irse.

— Si no quería hacerlo para qué aceptó… -replicó Die.

Los demás estuvieron de acuerdo, sin comprender el porqué de la actitud del vocalista.

No se hicieron muchos líos; así era él, difícil de entender.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

— Ahora se supone que el del problema soy yo… Sí, claro. Gira mierdosa... –el vocalista iba saliendo del lugar cuando para su mala suerte se encontró con las personas que menos quería ver.

Los contentos Perttu y Eicca le miraron sonrientes.

— ¡Hey! –el rubio alto le guiñó un ojo.

— Hola Kyo… -el pelinegro le miraba con una sonrisa de lo más boba, que le hizo hastiar aún más.

 — FUCK! –exclamó cabreado.

Se alejó rápido de esos dos, intentando ignorar las punzadas de dolor en su trasero.

 

 

 

¡Odiaba viajar al extranjero!

 

 

 

 

 

¡¡Odiaba a los extranjeros!!

 

 

 

 

 


¡¡¡JODER!!!

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Dir en grey fanfiction is not dead...?!

 

Y bueno, más o menos eso sucedió con esa gira (en mi cabeza).

 

Debo decir que la mayoría de las palabras que usé, fueron, de hecho, dichas por los integrantes de Apocalyptica & Dir en grey en entrevistas, diarios, etc. Yo tan sólo le encontré el contexto "yaoiesco".
Por alguna parte de tumblr leí que Apocalyptica (o algún miembro de) dijo que Kyo era un "hombrecito muy guapo", más no lo incluí por no encontrar referencias.

Además: no tengo ni la más mínima idea de cómo son las personalidades de los finlandeses, lo siento x'D ¡hice lo que pude!

 

 

 

Gundam: Son robots de una serie; el RX-78-2 en Tokyo da una idea de lo que Kyo quiso decir... ¡Es gigante!

Kiiroitori: El pollito/patito amarillo amigo de Rilakkuma


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