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Mi vida antes de ser el demonio Kamijou por Bani chan

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Notas del capitulo:

Bueno, amm volví, bueno eventualmente, este capitulo lo tenía incompleto hace mucho y ahora púes al fin lo terminé por un leve lapso de inspiración, espero que lo disfruten y dejen reviews, espero ya terminar esta historia...

 

Bani chan 

Grandes cambios.

Las cosas seguían su curso normal cada día me sentía más solo a causa de Akihiko, bueno para que mentir, todo fue mi culpa y sabía que no debería ni siquiera tener un poco de felicidad por haber herido a Mike, lo amaba, solo que no tanto como para jugármela por él, él era la persona a la que yo quería entregarle mi corazón, pero al pensarlo más detenidamente, solo le haría daño ya que mi mente estaría con Akihiko.

En la escuela las cosas volvieron a ser grises, de una manera casi asfixiante, me separé de aquellos que habían sido mis amigos, porque más que nada Mike merecía no tener que verme de nuevo a menos que fuera totalmente necesario, no lo obligaría a aguantarme y más aún no quería ver esos ojos nublados por el dolor, la tristeza y la añoranza de algo que no podía darle.

Pasaba mis tardes en la biblioteca, y si no retomando las clases que mi madre quería que llevara, piano, tenis, golf, natación, poesía, etc..

Akihiko no paraba de hablar de Takahiro y lo mucho que le gustaba verlo sonreír por alguno de sus capítulos de su novela, ah que por cierto fue el motivo por el que se conocieron, mi amigo era sumamente inteligente y bueno escribiendo, plasmaba parte de su alma en cada una de sus palabras, era mágico adentrarte en ese mundo lleno de fantasía, lleno de intriga, no lo sé, tal vez ese fue uno de los motivos por los que me gustaba, siempre ame la lectura y al leer me gustaba pensar lo que el escritor o escritora estaba sintiendo en ese momento, ira, tristeza, felicidad o nostalgia al terminar de escribir, como sea, el enojo con Akihiko no me duró mucho, lo deseaba en mi vida como sea aún si tenía que tragarme mis sentimientos, me volví un poco más hosco, serio e interesado por mis logros académicos.

Una tarde Mike se me acercó en la biblioteca y me sonrío, por dios lo único que pude hacer fue echarme a llorar y buscar un lugar donde esconderme de lo que sentía, tendría que aprender a formar barreras que nadie pudiera traspasar, llegue al baño y me senté en el suelo hundiendo mi rostro entere mis brazos, me sentía muy mal por todo y ver aquella sonrisa hizo que mi mundo se desboronara, como podía mirarme si quiera, como podía estar tan tranquilo, y mi respuesta llegó, no porque estuviera pensando en ello, si no porque oí la puerta del baño abrirse.

-          Lárgate.-Dije con la voz ronca por el llanto, al no escuchar de nuevo la puerta, levante la mirada y lo vi, no soporte demasiado y la baje hacía el suelo.

-          Estás bien Hiro???.-Preguntó Mike con la voz dulce y suave como si temiera asustarme si me hablaba con más fuerza.

-          Yo….lo siento..-Dije en medio de hipidos.

-          Lo sé pequeño, no pasa nada, estamos bien Hiro.-Se agacho y acarició mis cabellos un poco, haciendo que mi llanto aumentara.

-          Cómo puedes no odiarme por lo que te hice???.-Me mordí los labios con algo de fuerza para no hacer ningún ruido, realmente no esperaba que me contestara, pero Mike no era de los que seguía una forma de actuar predecible.

-          Porque veo que ya estas sufriendo suficiente Hiro, además, yo sé que nadie tomara tu lugar en mi corazón, pero lo intentaré con alguien más, no quiero negarme a vivir, te quiero, pero entiendo que tu estás enamorado de alguien más, así que si aún estás dispuesto podemos seguir siendo amigos.-Lo dijo con algo de temor, veía a Hiroki y sufría también por él, pero Ian le estaba enseñando a querer y ser querido de igual forma.

-          Nunca te merecí Mike.-Le sonreí con tristeza y lo abrace con fuerza, una vez más calmado asentí suavemente, no quería perder a mis amigos.

-          Bien, entonces mañana te sentarás con nosotros a comer de nuevo.-Dijo como si todo estuviera arreglado.

Paso un mes con aquella situación, solo faltaba eso para el cambio de año, Mike se graduaría para entrar a la Universidad y yo seguiría estudiando en una escuela privada, me alegraba ver a Mike feliz con Ian, al principio fue algo extraño, pero poco a poco volvimos la situación normalidad, me despedí de cada uno de mis amigos, sobre todo de Ian, le agradecí que quisiera a Mike, y le dije que no había dos personas que encajaran mejor que ellos dos.

Fue todo lo que supe de ellos cuando empecé en una nueva escuela, me concentre en mis estudios más, solo veía a Akihiko d vez en cuando, cuando necesitaba hablar de Takahiro, de que tenía un hermano menor y blah blah blah, no me interesaba aún lo quería y deseaba, pasaron un par de años, yo ya estaba estudiando en la Universidad de Tokio, junto con Akihiko, cuando para mi desgracia todo cambio, los padres de Takahiro habían muerto, así que Akihiko se empeñó en mostrarle su apoyo, me dejo de lado por él, era obvio él estaba haciendo lo mismo que yo, guardando todos sus sentimientos por él…

En esa época buscaba un lugar para quedarme, hace tiempo que deje de vivir con mis padres, y no es que me desagradara el lugar donde vivía, solo me gustaría cambiar de lugar, ya era un adulto hecho y derecho por decirlo de alguna manera, ya que aún me sentía como aquel crío inseguro que tiempo atrás fui, sin más fui a darme un paseo y justo encontré una inmobiliaria, me llamaba demasiado la atención el lugar, solo que no sabía si entrar o no, una de todas esas veces el agente inmobiliario salió para verlo de cerca ya que le llamaba mucho la atención.

-          Entraras algún día??? No muerdo a menos de que me lo pidas.-Me dijo guiñándome un ojo, por un momento sentí mi cara enrojecer por ello, no estaba acostumbrado a las muestras de coqueteo.

-          Claro que no, solo observaba.-Fruncí el ceño y me mostré fastidiado por la actitud de aquel hombre.

-          Shinoda.-Me dijo con seguridad y tomo mi mano invadiendo mi espacio personal, me quede quieto y abrí demasiado mis ojos al tenerlo tan cerca, ni siquiera supe que contestar.

-          Yo.. amm…

-          Eres muy mono para andar solo.-Dijo poniendo su mano en mi mentón para mirarme a los ojos.

-          Cállate.-Me removí para quitármelo de encima, me gustaba eso, pero jamás lo demostraría.

-          Uy, púes ya nos veremos después precioso..- Me volvió a guiñar el ojo y entro de nueva cuenta a la inmobiliaria.

No entendía que era lo que estaba pasando, pero aun así lo deje pasar, no era como me hubiera quitado el sueño, sin embargo después de una visita de Akihiko me desmoralizo bastante, estaba sumamente triste, sin más me encontré a Shinoda cuando estaba camino a mi casa, me sonrió y sin más terminamos enrollados.

-          Más…mmm..-Grite buscando que mis sentidos se bloquearan, que mi mente quedara en blanco, me movía sobre su cuerpo, debajo de él, dejaba que me tomará de una forma que muchos podían considerar indecente, es más gemía como si no hubiera un mañana

Los únicos sonidos que se escuchaban en la habitación eran sus pieles chocando, los jadeos, suspiros, gemidos, se mordió el brazo para acallarse el gemido desesperado con el nombre de Akihiko, manchando su abdomen y apretando su interior, jadeando cuando sintió el calor de la esencia del otro, Shinoda se le abrazó besando su cuello, quedándose dormido a su lado, por la mañana Hiroki se levantó para ir a darse una ducha, y miró a Shinoda, negó sintiéndose sucio, se bañó y movió a aquel chico en su cama.

-          Es hora de que te vayas Shinoda.-Dije chasqueando la lengua.

-          Mmm ya voy precioso, aún no me dices tu nombre.-Dijo sonriente destapándose sin pudor alguno, haciéndome sonrojar.

-          Kamijou.-Dije haciendo una mueca, pretendiendo que no me afectaba.

-          Mmmm mi adorado Kamijou.-Me beso antes de meterse a bañar.

Como sea, esta situación se volvió esporádica, sexo sin compromisos, sin sentimientos, sin nada, era una ventaja y Shinoda sabía perfectamente que su corazón pertenecía a alguien más.

Notas finales:

Espero que lo hayan disfrutado, los quiero y besos 

 

Bani chan 


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