Quiero morirme bebe…
De una sobredosis…
La mirada felina hasta su presa de esa noche le hacia relamerse los labios con desespero, con excitación, con locura.
Es posible que una persona consiga verse tan sensual e inocente al mismo tiempo?
Pues Park Yoochun ese momento pensaba que así era, porque desde que se vislumbro y apareció ante sus ojos, no pudo despegarle la mirada de encima, notaba como su respiración se aceleraba y como parecía que su boca producía mas fluidos de los normales.
-Que es que realmente voy a babear aquí o que?..- Riendo ante su propio descubrimiento, se da cuenta de que en realidad no puede fijar su mirada a otra parte, y decidido sale de la barra donde ya varias mujeres con vestidos exuberantes y maquillajes exagerados empiezan a hostigarle.
-Vamos, no te vayas~..- La fémina se encarga de acariciar mas su brazo y atraer de nuevo la ‘’atención’’ que de momento se vio interrumpida.
-No serás tu la ocupe mi cama esta noche cariño~..- Y como todo un casanova la deja deseando mas de ese hombre que tan sexy y seductor se dirige lentamente hasta ese pelimorado, con ropas de tintes rojos con negro y algo de plateado también se asoma por allí, definitivamente esos pantalones de cuero ajustados a su cuerpo estaban haciendo estragos en la mente del pelinegro.
A ritmo de la música va acercándose, mientras ve como de nuevo ese movimiento de caderas que bastante se le antoja probar en ese momento, tal vez que lo monte esa noche estaría bien, porque de repente quiere apretar esas caderas entre su manos, acariciar y seducir ese cuerpo reinado por un dios, con esa carita llena de inocencia pero que con su cuerpo levanta hasta las mas locas pasiones.
El siente como si lo observaran, se siente algo intimidado, conoce esa mirada porque alrededor de su vida siempre a vivido y tenido que lidiar con pervertidos que solo buscan con el pasar el rato, o como un buen acoston. No ha salido esa noche para atarse a nadie, solo quiere bailar y desinhibirse, disfrutar de su ‘’soltería’’ y mantener los tragos bastantes lejos esa noche, que esta solo y no piensa caer ante cualquier encanto.
Yo soy adicto a ese cuerpo…
Que es tan Sexy…
El pelinegro ha llegado y prácticamente comparten el mismo tramo de distancia, no hay respeto al espacio individual, el pelimorado al sentir como alguien acaricia suavemente unos de sus antebrazos y entrelaza sus dedos con los suyos voltea, pero hay algo diferente allí. Porque no se siente asustado o desea salir de las garras de su ‘’captor’’ porque se siente diferente.
Sus miradas se cruzan y las sonrisas sensuales han aparecido por sus labios, las luces parecieran que los iluminaran solamente a ellos, mientras terminan por comenzar a bailar y sentir que sus cuerpos se rozan descaradamente, que el ritmo es demasiado sensual y candente. Que en cualquier momento estarían yendo hasta un hotel.
Pero el Pelimorado quería jugar un poco, solo un poco.
-Deja de tocarme~..- Y sonríe juguetón cuando aparta las manos del pelinegro de sus caderas.
-Pero si solo estamos bailando~..- Susurra en su oído y la música parece bajar en su totalidad el volumen, que solo se escuchan sus respiraciones aceleradas y el corazón palpitándoles de emoción.
-Pero te quieres pasar de listo conmigo~..- Se voltea, ahora quedando de frente con el pelinegro y enredando una de sus manos en su cuello mientras se menea al ritmo de música.
-Solo llegare hasta la base que quieras llegar tu Baby~..-Y de nuevo esa sonrisa y los susurros roncos del pelinegro.
-Y que pasa si no quiero llegar a ninguna base contigo?..- Y esa sonrisita juguetona se ensancha un poco mas al bailar mas pegado al pelinegro y mostrando sus ojos felinos mirándole con deseo e inocencia.
Como un niño inocente que planea su travesura.
-No creo que eso suceda~..- dice altanero y tomando con fuerza las caderas del mas bajo y pegándolo a su cuerpo.
-Así~?.. Porque?..- Devuelve el gesto y levanta una ceja como si retara al pelinegro.
-Porque nadie me ha dicho que no jamás..- Y como si pelearan por ver quien es mas sensual, la batalla de miradas comienza juntos con esas lenguas traviesas que se pasean encima de sus labios para provocar al ‘’enemigo’’, dejando el camino húmedo sobre sus labios mientras que de vez en cuando sus dientes presionan su labio inferior llamando a una nueva provocación.
Esto seria como, jugar con fuego.
-Vamos a ver…- Hace ademan con un gesto en su rostro para adivinar el nombre de ese hombre que piensa no dejarlo escapar de su cama.
-Yoochun~..- Vuelve a cercarse y a susurrar en su oído con su voz ronca.
-Entonces.. Chunnie~- Ríe travieso acercándose un poco al pelinegro.- Veremos quien cae primero~..- Termina de susurrar y antes de alejarse completamente del pelinegro deja un beso lento en su mentón.
El pelinegro un poco sofocado por las acciones y palabras intercambiadas se le olvida un detalle importante en esta instancia.
-Cual es su nombre?..- Y la duda le carcome por dentro.
¿Cómo es que ha caído en este juego?
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Sus encuentros ‘’clandestinos’’ se han resumidos solo a eso, encuentros.
Por la noche, en la misma disco, en la misma barra, en el mismo escenario, lo que cambiaba ahora era.
Las muestras de Cariño.
Que por mas que el Pelimorado no hubiera querido se le escapaban esas risas un poco escandalosas y esas miradas tiernas que afloraban de vez en cuando, y como olvidar los memorables sonrojos que se aparecen cuando el pelinegro le habla al oído y le susurra con voz ronca lo sexy que se ve esa noche.
-Vamos~ ya ha pasado tiempo, dime tu nombre~..- A unas dos semanas de haberse ‘’conocido’’ el pelimorado aun se tomaba el tiempo para molestar al pelinegro con eso de su nombre, aunque ahora con los motes y sobrenombres que le ha puesto ni ganas le dan de revelar su nombre.
-De verdad mereces saberlo~?..- Pregunta entre juguetón e inocente jugando con la corbata negra que lleva el pelinegro esa noche.
-Oh claro que si Baby~..- Y se inclina a tratar, por millonésima vez, de probar esos labios que a gritos piden ser besados.
-Te lo diré en el Momento indicado Chunnie~..- Y de nuevo lo mareaba con ese tipo de respuestas, cuando le ronronea al oído y sensual pasea sus manos por el pecho del pelinegro, provocándolo como hace dos semanas ya.
-Porque no vamos a jugar a otro lado?..- Pregunta acelerado el pelinegro, que con dos semanas aguantando la calentura solo ver al pelimorado bailar lo ponía a mil.
-A jugar?..- Pregunta elevando una ceja divertido.- Y que tipo de juegos vamos a jugar~..
-A que yo te quito la ropa y tu gimes mi nombre~..- Y esa proposición no sonaba para nada mal, contando con el tiempo que llevan en ‘’abstinencia’’, el pelimorado solo sonríe y vuelve a ronronear en su oído.
-Ese es un juego un poco sucio no?~..
-Me gusta jugar sucio~..
-Ni siquiera sabes mi nombre, eso no te importa?..- Hala al pelinegro por su corbata hasta dejarlo a centímetros de su rostro.
-Sé que me lo dirás~..- El pelinegro se inclina un poco hasta dejar un suave beso en la mejilla del mas bajo.- En el momento indicado~..- Y sus labios sensuales se pasean por su mentón dejando pequeños besos y suspiros, hasta que llegan al objetivo deseado.
Sus labios.
-Esta vez no piensas escapar?..- Pregunta susurrando las palabras mientras ve al otro pestañear lentamente esperando que el pelinegro realmente le bese.
-Junsu~..- Suspira y mira a los ojos negros de su acompañante, el cual sonríe y se hace de los labios de ángel que tan bien saben en este momento.
El beso empieza pausado, lento y entremezclando por primera vez sus sabores, el licor ingerido y el frio del hielo se estampa contra sus bocas, los labios se encuentran entonces salvajemente como decidiendo el nuevo líder de esa batalla, sus lenguas participan y para este momento las manos del pelimorado jugaban y halaban el cabello del pelinegro, mientras el solo acariciaba sin afán de ofender al ángel entre sus brazos.
Las caricias, los suspiros, y los besos los estaban poniendo a tono demasiado rápido, y eso no era exactamente lo que Junsu planeaba, pero realmente ha sido demasiado tiempo sin un encuentro de esta categoría.
-No íbamos a jugar~?..- Pregunta de nuevo juguetón mirando al pelinegro el cual parece perdido todavía en el beso.
-Si?..- Pregunta un poco desconfiado, el pelimorado solo encoje los hombros como ‘’resignado’’ a la situación.- Entonces, vamos~..- Y bajan de la segunda planta de la disco, con pasos moderados se dirigen a lo que será su primera vez como amantes.
Y eso a los oídos de ambos, no sonaba para nada mal.
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Yo necesito de tu cuerpo…
El departamento de Yoochun era el típico apartamento de soltero bien acomodado, los pulcros muebles estacionados en la estancia de la casa, la cual compartía unos lindos senderos llenos de fotos del mismo pelinegro y su familia, las paredes que hacían juego con los estantes de color negro de la cocina y hasta la habitación que contaba con colores mas bien primaverales que le daba un toque de serenidad y calma.
Calma que se venia abajo con el par de amantes que se devoran en un beso que esta a mil años luz de ser delicado y tierno, aunque ninguno de los dos lo notara se empezaba a asomar un brillito bastante diferente al de deseo o lujuria, un brillo que solo se ve en esas personas que comparten un fuerte lazo de amistad, hermandad, o amor.
Los pensamientos inundan las mentes de ambos jóvenes, pero ello no perturba el querer fundirse en ese momento y convertirse en un solo cuerpo, el pelinegro ha quedado encima del pelimorado jugando con sus pezones, lamiéndolos y chupándolos o hasta mordiéndolos suavemente sacando gemidos y jadeos sonoros del mas pequeño.
-Mmh~ Chunnie~..- Los gemidos sonaban y el pelinegro solo reforzaba las ganas de querer hacerlo suyo en ese momento.
-Eres mi droga~..- susurra fuertemente, besando y dejando el rastro húmedo de su lengua traviesa por el torso del pelimorado.
Eres la receta que yo quiero...
-Mmh! Chun! Aahh~..- Y sus manos resbalan por su rostro colorado y unos de sus dedos quedan atrapados dentro de su boca, mordiéndolos y chupándolos cuando el pelinegro ha decidido divertirse con su erección, sube y baja dejando lamidas desvergonzadas y succiones bastante húmedas soplando en la punta mientras ve como se va poniendo mas grueso y apetecible.
-Estas tan mojado, que me excitas solo con esto..- Y sus manos empiezan a masajear el trozo de carne caliente que se irgue orgullosa ante su espectador.
El pelimorado no hace mas que sonrojarse aun mas y gemir fuertemente, una de sus piernas es conducida y descansada encima del hombro del pelinegro, mientras que su otra pierna es sostenida por una mano del pelinegro, el cual aprovecha y empieza a dejar caricias en la propia, bajando de a ratos a acariciar la piel del apretado anillo.
-Quieres que te marque? Mmh~?..- Pregunta sin dejar de masajear la erección del mas bajo, el cual al procesar la información en su mente nublada de placer, trata de serenarse y apoyarse en sus codos mirando desafiante al pelinegro.
-Y quien dijo que yo iría ‘’abajo’’..- Pregunta alzando nuevamente la ceja elegantemente, el pelinegro abre sus ojos sorprendido pero se deja hacer cuando ahora es el pelimorado el que le mira con deseo y esas mejillas sonrojadas que tan lindas le parecen ahora.- Tu, cumplirás mi ordenes~..- Y toma de nuevo al pelinegro de la corbata, que luego de quitarle la camisa y los pantalones solo quedo en corbata y ropa interior, lo acerca hasta su boca y una nueva pelea se desata en ambas cuevas bucales, el pelimorado ha aprovechado para mover su trasero sobre la erección despierta y apresada del pelinegro.
-Si señor~..- Y solo por seguir el juego del pelimorado acepta ser el sometido, solo esta vez.- Se amable~..- Dice cuando ve al pelimorado desanudarle la corbata y atar con ella sus manos al respaldar de la cama.- Esta un poco ajustado, podrías aflojarla~..-Pide inocentemente.
-No~...- Susurra el pelimorado encima de sus labios los lame suavemente y se va dirigiendo hasta el sur, los pezones son los próximos atacados, los acaricia y lame, los consiente mientras los succiona y sopla sobra ellos, el pelinegro jadea por las atenciones y se mantiene expectante a lo que su pequeño vaya a hacer a continuación.- Este es el juego del Si, por cada cosa que diga debes responder que si~..
-Y si es de algo que no estoy seguro?..- Pregunta interesado y divertido.
-No hay tiempo para la duda, te daré solo tres segundos para responder, si no lo haces recibirás un castigo~..- Y sus manos empiezan a bajar lentamente la ropa interior.- Esta claro?..
-Si..- Empieza el juego y el pelinegro sufre de ansiedad.
-Eres virgen?..- El pelimorado jugaba con su erección y el pelinegro solo lo miraba divertido.- Tres..dos..
-Si!..- Y una lamida fue dejaba en su miembro.
-Haz sido pasivo?..- Los masajes se vuelven mas prolongados y al pelinegro se le hace mas difícil responder.- Tres..dos..un..
-Si~..- Y su boca se abre más para tomar aire que cualquier otra cosa.
-Muy bien~..- Y como un maestro premia a un alumno, obviamente no literalmente hablando, el pelimorado deja una lamida y una succión en su miembro.- Quieres que te de todo mi?..- Y el pelinegro le mira indeciso, no puede decir que no, pero la verdad es el quien desea marcar con su calor el cuerpo de ángel, arriesgando se limita a responder bastante agitado ya.
-Si~..- Y los masajes se vuelven frenéticos y el pelimorado se esmera en consentir su hombría succiona la punta y lame por los costados, pasa su dedo índice por la punta y exhala un poco de aire sobre el. Después de jugar un poco es el pelimorado quien lleva dos de sus dedos a la boca del pelinegro que ya importándole menos el ser poseído los lame y deja bien humectados, pero que a su vista los dedos no se dirigen a su entrada sino a la contraria.
-Pensaste que de ver-dad perdería la opor-tunidad de sentirte?..- Dice entrecortado por estar preparándose el mismo.
-Porque no me desatas y me dejas hacerlo bien?..- Ordena pícaro.
El pelimorado deja que se deleite la mirada solo un poco mas cuando su propia necesidad le lleva a desatar las manos del pelinegro mientras su erección se frota deliciosamente contra su intimidad, los movimientos aumentan conforme al tiempo y los gemidos del pelimorado ya resuenan fuerte en la habitación, las manos libres y deseo flotando en el aire en ese moento, el pelinegro lleva sus manos hasta la espalda sudada del pelimorado y se mueven como si de verdad estuvieran juntos en cuerpo y alma.
No voy a dejar que se metan contigo…
Tienen que aceptar que eres mi destino…
El abrazo cede al deseo y ahora es el pelinegro el que toma el camino de besos hasta el sur, los labios del pelimorado se dividen entre rosas y rojos de tanto relamerlos y morderlos producto de la excitación, el pelinegro lamia con premura mientras que sus dedos se entretenían con el lugar que pronto espera ocupar, el pelimorado se movía insistente tratando de conseguir mas contacto, su espalda se arqueaba de momentos cuando los dedos del pelinegro conseguían ese punto sensible en su interior que delicado se abstiene a la necesidad del pelinegro, sus cuerpo tiembla y solo espera al pelinegro en su interior.
-Mmh~ Ya~..- El pelimorado jadea mientras trata de atraer al pelinegro hasta sus labios.
-Seguro?.. No estas totalmente preparado..- Le dice con cariño, como si temiera casi dañarle.
-Solo házmelo asi..- Y consigue su objetivo, sus labios se encuentran en besos candentes y húmedos, jadeando mas fuerte mientras el pelinegro por fin desliza sus dedos fuera del cuerpo del pelimorado.- Pero se cariñoso conmigo, que estoy a punto de darte todo de mi~..- Le vuelve a susurrar de esa manera tan única, adorablemente sensual.- Ahh! Mmh~..-
-Te las-timo?..- Pregunta alterado por esas paredes que ahora aprietan de esa manera tan deliciosa su miembro, pero aun un poco preocupado.- Salgo?..
-Noo~! Solo, deja-me acostumbrarme~..- Y sus piernas se afianzan a las caderas del pelinegro, cuando este le ha tomado de la cintura con una mano mientras que la otra descansa a un costado de su cadera.
El mas bajo lo atrae de nuevo a sus labios, disfrutándose en el momento en sus caderas buscan mas contacto, las estocadas comienzan lentas pero firmes, las manos del pelimorado se anclan a la espalda del pelinegro, arañándolo y mordiendo su clavícula cuando siente que roza solo un poco aquel punto que lo esta haciendo temblar en este momento.
Haces que se activen mis neuronas…
El ritmo se volvía cadencioso y caliente, se miraban y escondían la mirada por aquello que les acelera el corazón, que ven en sus pupilas y no se atreven a decirlo en alto, y tras aquellos el pelinegro se mueve con mas candor y deseo, ese deseo irrefrenable de querer marcar a Junsu como nuca nadie lo hecho.
Tú aroma…
Me causa una metamorfosis…
-Mmh! Ahh Chun~..- Y sus manos vuelven a resbalar por la piel sudada del pelinegro, mientras el se concentra en dejar marcas visibles por todo tu cuello. ¿Cómo ocultaras las marcas? A quien le importa! Solo quieres que Yoochun no se apiade de ti y te parta en dos, y hasta te deje adolorido, porque no importa lo que pase esta noche.
Para la mañana siguiente volverán a ser desconocidos.
Me inyecta pasión…
En la habitación me sofoca…
El pelinegro requiere y necesita otra posición así que pausando lentamente las estocadas, te mira a los ojos y tu entiendes enseguida, sale de tu interior y tu te volteas dejando a la vista ese perfecto y hermoso trasero que de seguro esta llevando en este momento al pelinegro a un mundo totalmente desconocido, así como estas tu en este momento.
Si no tengo…
Mi cuerpo se enferma…
Toma de tus caderas nuevamente y con sus dedos empieza a jugar de nuevo con tu entrada, sus labios se pasean por tu sudada espalda, tu ladeas un poco tu rostro solo para observarlo y sonríe de nuevo con esa ternura netamente pasional.
-Mmh~.. Solo, házmelo Chunnie~..
-No te gusta, lo que te hago?..- Dice el pelinegro inocentemente hundiendo mas sus dígitos muy dentro del pelimorado.
-Aahh! Sii~, pero-pe..Aah~..- Y sus palabras se atoran cuando el pelinegro se ha atrevido a llevar su lengua allí, sus dedos le hacen espacio y pasea su lengua lentamente hasta tu entrada, los dígitos se mueven como facilidad y tu pareces cada vez mas mareado de placer, así que solo te dedicas a gemir.
-Asi Baby~..Gime para mi~..- Te dice nuevamente cuando se a perfilado en tu entrada solo acariciándola con la punta de su miembro.- Me quieres dentro Bebe?..- Pregunta recostándose en tu espalda y mordiendo solo un poco la parte superior de tu oreja derecha.
-Mmh~ Sii-sii~..- Dice temblando ligeramente, estas apunto de tener tu orgasmo y el se dedica a jugar.
-Entonces prepárate..- Te advierte en lo que separa tus glúteos un poco mas.- Porque voy a hacerte gritar..- Y así si mas, se entierra hasta lo mas profundo que puede llegar, golpeando ‘’sin querer’’ la zona llena de terminaciones nerviosas que manda corrientes eléctricas por todo tu cuerpo, es como si convulsionaras de varias maneras. Pero demasiado placentero como para abandonarlo.
Yo necesito de tu cuerpo…
Estoy adicto a el…
Para este momento las embestidas se presentaban salvajes, las manos del pelinegro aparentemente se negaban en abandonar el lugar tan cálido que las domina, el perfecto trasero del pelimorado es atacado por apretones y caricias, el mas bajo solo gime y grita cuando siente una de sus manos por fin brindando mas atenciones placenteras. No lo soportaría ya demasiado tiempo, su propio autocontrol no estaba funcionando en este momento, y solo trata de acercarse lo mas que puede hasta el cuerpo febril que empieza a temblar y a gemir mas fuerte cuando las ultimas estocadas saludan sus intimidades.
-Aahh!! Aahh~ Mmh~ Chu-chunnie..- Y su torso cae hasta la cama, y tu solo respiras fuertemente después de tremendo orgasmo, jamás tuviste ninguno como este.
-Su~..- Suspiras agotado, el reúne un poco de fuerzas y se levanta quedando apoyado en sus rodillas, gira su rostro y se besan, suavemente calmando un poco todo el furor que ha despertado esta entrega en sus cuerpos.
Y aunque sabes que en sus miradas hay algo bastante familiar desde hace unos 7 dias, te dedicas en ese momento en salir de su cuerpo, abrazarle y cobijarle con las sabanas desordenas de tu habitación, mucha acción.
Ahora vuelta a la calma, esperando que el día de mañana, ese lindo ángel con cabello violeta despierte a tu lado, saludándole con besos y sonrisas inocentes, que impulsen de nuevo tu día a día.
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9:00 am
Despiertas y te das cuenta de que tu cabeza parece mas despejada, que tu cuerpo se siente mas ligero, y sonríes porque cuando sientes esa punzada en el trasero sabes que no fue solo un sueño, que de verdad estas allí y que paso lo que exactamente querías que pasara.
Te levantas con un poco de trabajo, te colocas una camisa del pelinegro y te diriges hasta el baño, tratas de asearte lo suficiente para salir en su búsqueda, no en la habitación, no en la ducha, no en la sala, por lo que solo queda la cocina. Y le vez allí, preparando un motón de cosas y tratando de acomodarlas en la mesa, haciendo malabares con un par de manzanas y cantando al ritmo de una canción bastante femenina.
-Viéndote bailar así, ni reconozco al tipo que estuvo conmigo anoche..- Y tras ese comentario el pelinegro deja caer las manzanas y sonríes como bobo al ser descubierto.
-Oye, no solo muevo mis caderas así en la pista de baile~..- Le dice acercándose de a poco al castaño.- Esos solo son mis pasos de calentamiento~..- Llega hasta el y le besa en los labios.
-Ooh~.. asi que tienes mas movmientos guardados?..- Pregunta juguetón yendo hasta la mesa y tomando un vaso con leche, tomando un pequeño sorbo.
-Ooh baby~, no sabes cuantos~..- Y se acerca y ríe mientras ve el rastro de leche sobre los labios del pelimorado.- Pero mejor limpio esto antes de que no sea responsable de mis actos.- Y asi le vuelve a besar, succionando el labio superior del mas bajo, mientras el solo sonríe junto al beso.
-Si así son las mañanas a tu lado, me encantaría sacrificarme todas las noches~..
-Entonces quédate conmigo y te prometo mas, que solo mañanas felices..- Le dice mirándolo seriamente pero con un dejo de ese sentimiento que no se ha atrevido a nombrar. ‘’Amor’’ creo que le llaman.
-Demuéstrame cuanto me quieres contigo y cederé a todos tus caprichos Chunnie pervertido~..- Y se aleja de nuevo del pelinegro llegando hasta la mesa para empezar a desayunar y disfrutar un amanecer que puede ser el primer regalo de amor de su estadía en ese corazón.
-Solo diré que..- Se sienta junto al mas pequeño y atrae sus labios dejando un beso suave en ellos.- Eres la cura de esto que me tiene enfermo Su~..- Y derretir con esas palabras las últimas defensas del pelimorado.
Dos sonrisas, dos miradas, y dos corazones que se atreven a entrar en esa aventura llamada ‘’destino’’ junto con ese juego llamado ‘’Amor’’, pares completos que ansiosos esperan que esa relación florezca, porque si hay una cura para el amor. Es ser amado por aquel en el que haz depositado tus sentimientos.
Y quien sabe en cuantas partes hayan jugado al doctor esa mañana~..
Tratando de buscar la cura para todo ese amor~..
Fin ^o^