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El pacto de la Almeja. por Dark_Huntress

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Notas del capitulo:

Hola chicas, esta vez regrese super rapido y es que estaba inspirada y en este fic quiso la musa cooperar asi que aqui la conti espero les guste n.n

Capítulo 4

 

Soñe con venus

Soñé con eros

Más no fueron suficiente

Para satisfacer mí anhelo

Sabia que en el agua

Del profundo mar

Yacía el objeto

De mi ardiente deseo

Soñé con Calipso

Soñé con Tetis

Pero no eran ellas

Lo que buscaban

Mis ojos necios

No era una sirena

N una hija de poseidon

Lo que ansiaba mi alma

Era aquel tritón

De ojos de plata.

 

Y cuando le encontrara

Por que le hallaría

Juntos en un solo ser

Nos fusionaríamos

Porque el se entregaría

Cuando mi boca le tocara

Y mis manos por su piel

Reptaran con frenesí

Cuando su aliento

Y el mío se mesclen en un beso

Y su corazón latiese

Ante el toque de su dueño

O ante el toque se su esclavo

Con él no importa el rol

 

 

Dino condujo al joven a su habitación, una vez allí, saco dos copas y ambos siguieron bebiendo, el chico miraba el sencillo cuarto y la verdad le agrado que las paredes estuviesen decoradas con paisajes marinos y figuras de sirenas y tritones.

—Sí que te deje idiotizado.

—Un poco sí, yo sabía que eras real y no un sueño.

—De ser un sueño no te habrías despertado con súper poderes.

El chico vio que la botella estaba vacía y la dejo sobre la mesa pero camino hasta el librero de Dino y tomo una botella que decía sake.

 

—Kyo… ¿no crees que has bebido mucho?

—No pasa nada, estoy bien y este sake tiene un sabor exquisito.

—Sí, pero ya estás muy sonrojado y creo que algo mareado.

—Sip, se siente genial.

—Bien, si quieres puedes quedarte a dormir aquí, me quedo claro que no quieres volver a tu camarote.

—Así es, me quedo aquí.

Dijo el jovencito lanzándose a la cama y estirándose cual gato, el rubio le miraba absorto anonadado por la belleza de su cuerpo, esa seductora sonrisa en el joven y esos movimientos eróticos tan sensuales, de los cuales notaba el jovencito no tenía conciencia, era su naturaleza ser así de bello y seductor, al moverse el yukata  que portaba, este se le abría y revelaba la bella y fina piel que el italiano se moría de ganas por tocar.

—Kyo…Eres tan hermoso y tu piel es tan…

Se acercaba lentamente y le miraba embelesado, acerco una mano a la mejilla del joven y la deslizo por esta.

—Que piel tan tersa tienes, puedo… ¿Puedo tocar?

—Ya…Ya…Lo estas haciendo.

Contesto un muy sonrojado kyoya, entonces el rubio se acercó más y deslizó una mano por su pecho descubierto al tiempo que se inclinaba para besarle. El pelinegro cerró los ojos y se dejó hacer, un ligero suspiro escapo de sus labios entreabiertos cuando el contacto del beso se rompió.

—Eso se ha sentido tan bien, tan delicioso…

El italiano siguió besando ahora el cuello del joven y acariciando la fina piel de sus hombros y su torso, kyoya se dejaba hacer en silencio, él mismo no comprendía del todo por qué se portaba tan sumiso con aquel rubio, no sabía si era efecto del alcohol o se había embriagado con su aroma masculino, no decía palabra alguna, pero de vez en cuando dejaba ir un suspiro o liberaba un excitado gemido.

—Ahhh…

El rubio siguió besando y mordisqueando su cuello hasta dejar una tenue marca en el para luego deslizar los labios por el hombro del chico mientras su otra mano recorría ahora la pierna del joven.

—Ahhh..De..Detente…

El rubio se aparto por un momento obedeciendo al moreno y le miró fijamente.

—Kyo chan, quiero seguirte tocando, es delicioso estar así contigo, besándote, dime ¿ mis besos te molestan?

—No pero…

El joven no pudo terminar la frase, apenas oír que no, Dino se lanzó a sus labios nuevamente devorándolos con ansias y el chico rodeo con sus brazos el cuello del otro y se dejó besar, en verdad le gustaban esas sensaciones, de pronto el beso se rompió quizá a falta de aire o por que el mayor empezó a explorar de nuevo el pecho del chico tanto con las manos como con los labios dejando una hilera de besitos desde el cuello hasta el abdomen, besos que el ex tritón recibía gustoso y entre suaves y acompasados gemidos de placer.

Sintió de pronto la lengua de Dino bajar por el pezón, y nervioso se retorció, aquella caricia era enloquecedora y le hacía sentir extraño, ahora el rubio le mordisqueaba un pezón mientras acariciaba y apretujaba el otro, cosa que distrajo lo suficiente a Kyoya que no noto cuando la mano que tocaba su pierna había subido más y más hasta colocarse sobre su lugar íntimo y  tocar la entrepierna con movimientos sensuales.

— ¿Qué estás haciendo? Espera…Dino ahhh

Dino continúo tocando una tetilla y saboreando la otra por unos segundos más cuando finalmente la libero para responder al chico sin detener  la masturbación…

—Te beso, te acaricio, ¿quieres que me detenga?

—Yo…

— ¿Me dejas hacerte el amor Kyo?

Pregunto deshaciendo el nudo del obi y abriendo la yukata del joven, esta vez se inclinó un poco más y comenzó a besar el abdomen  del joven y deslizó la lengua al interior de su ombligo lamiéndole, la respuesta del pelinegro fueron sólo acalorados jadeos , Dino siguió tocándole suavemente y reanudo el descenso de sus besos nuevamente por todo el plano vientre del chico hasta  llegar casi a ese lugar que lucia excitado, ya despierto y goteante, pero lo omitió pues sabía que aún no recibía el sí del joven, por lo que lo volteo un poco y acerco los labios a la sensual cadera la cual beso y comenzó a mordisquear.

— ¿Verdad que se siente rico?

—Sí, pero somos hombres y….

—Eso no me importa,¿acaso a ti si?, después de todo fuiste forzado a casarte con uno y me elegiste a mí por algo.

—Te elegí para mí, para que fueses mío.

—Entonces lo seré, se mío tú también Kyo.

—Está bien, pero esto no será algo casual, no me voy con tipos por una noche, yo no…Nunca he hecho esto, si me tomas hazte responsable.

—Voy a secuestrarte y tenerte conmigo a mi lado siempre, si así lo deseas no te dejare ir con ese hombre, tu eres solo mío, no me importa arriesgar mi vida con tal de tenerte a mi lado.

—Más vale que no digas eso sólo por qué quieres sexo, está bien te dejare tomarme, pero si te atreves a dejarme luego te juro que te morderé hasta la muerte.

El rubio sonrió y beso nuevamente al joven.

—Te hare disfrutar de esto Kyo.

El moreno le sonrió y le  planto un fogoso y efusivo beso en los labios.  El rubio lo recibi encandilado y sin perder el tiempo y se deshizo de la yukata del chico para contemplar su semidesnudo cuerpo, apenas cubierto per el tradicional fundoshi  cubriendo su anatomía.

—Estas para comerte.

Murmuro el rubio y el moreno sonrió lujurioso y se dio la vuelta lentamente contestándole.

— ¿Tu crees?

Dejando una muy buena vista de su trasero al capitán de barco que babeaba al ver las nalgas denudas del joven pues su tradicional taparrabos las dejaba al descubierto.

Se acerco rápidamente a él y ni tardo ni perezoso le abrazo pegándose a el y besando su cuello, le apretaba con suavidad mientras mordisqueaba la sensible piel del chico al tiempo que restregaba su endurecido miembro contra las apetecibles nalgas. Deslizo una de sus manos por la cadera del chico y la subió hasta posarla en uno de esos firmes glúteos y comenzó apretarle con suavidad deleitándose con la carnosa redondez.

—haa…Dino…

El chico volvió a gemir al sentir ahora ambas manos acariciando y apretando sus carnes. Debía admitir que le gustaba se sentía bien, los apretones del Cavallone eran suaves y seductores, las caricias que le daba también resultaron de su gusto, sólo protesto un poco al recibir un tenue pellizcon en un glúteo.

—Ni se te ocurra darme una nalgada o…

—No haría eso, Kyoya no te hare daño, solo disfrutaba la vista y la oportunidad de tocar estas delicias que me ofreces.

—No soy un ofrecido.

Dijo el chico empujándole y enfurruñándose un poco, camino hasta la cama y recogió su yukta con intención de vestirse de nuevo peor Dino se la arrebato al acto.

—No fue lo que quise decir, perdóname si te ofendí, de verdad no me refería a eso, yo agradezco el maravilloso regalo que estas por entregarme, sé que no eres un chico fácil y sé que es tu primera vez, por favor continuemos, prometo hacerlo bueno para ti y si no te dejare hacerme caminar por la plancha.

—Ni que fuera barco pirata.

Comento el moreno pero se subió a la cama y se acomodo en una pose seductora.

Dino se acostó a su lado y comenzó de nuevo sus besos y caricias, no tardo mucho en ponerlo a tono, sobre todo por que una de sus manos insistente pasaba sobre el fundoshi acariciando su duro miembro y la tela del calzón japonés ya se sentía húmeda por el presemen.

La otra mano del potro se dedico a soltar los nudos de la prenda para dejar ante su vista el delicioso majar que estaba por degustar.

—Kyoya…Eres increíblemente bello

Murmuro cuando ante su vista quedaba expuesta la anatomía del chico misma que se inclino para saborear y se deleito tanto por el sabor como por los sonidos extasiados que surgieron de la garganta del chico al momento en que su lengua toco su levemente salada piel.

 

Notas finales:

Nos vemos la proxima gracias por leer n.n

 


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