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El pacto de la Almeja. por Dark_Huntress

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Notas del capitulo:

Hola, despues de no sé cuanbtos mese, o un año quiza, la verdad ni idea, al fin traigo actualizacion de este fic, q1ue quiza ya hasta hayan olvidado. pero mi imaginacion d18 se habia ido lejos muy lejos, aunque volvio y curioso es que lo hizo de forma extraña cuando la creatividad nacio con una nueva otp. por supuesto d18 sigue siendo la favorita. 

Entre murmullos y burbujas

Dijo adiós al mundo

Entre besos y sueños

Dijo hola al mundo

Escondido en el lecho

De un tierno amante

esperando por su libertad.

 

 

 

Kyoya abrió los ojos cuando sintió un rayo de sol sobre la cara pues las cortinas del camarote estaban abiertas dejando pasar la luz solar, parpadeo un poco, se estiro como un felino y casi ronroneo, se sentía extraño, bastante extraño y no lograba entender muy bien el porqué, hasta que los recuerdos de la noche anterior le golpearon. Se sonrojo de inmediato y se cubrió con las mantas haciéndose un ovillo, pero sólo fue por unos instantes, hasta que se dio cuenta de que estaba sólo y que nadie podría verlo. Así que lentamente se asomo de nuevo haciendo aun lado las sabanas.

Tenía un ligero dolor en la cadera y un escozor en su interior aunque no podía decir que le ardiese demasiado y a juzgar por el tamaño de su amante y las veces que lo habían hecho, había salido muy bien librado, bien pudo haber terminado con el trasero hecho puré.

Se llevo una delicada mano hasta su entrada la cual aun estaba estirada y húmeda por el semen de su amante. Eso trajo una sonrisa nueva a su rostro y de inmediato se llevo una mano al plano vientre.

¿Será? Pensó ¿o es demasiado pronto?

 El capitán se había marchado sin embargo vio  una nota en  la mesilla de noche.  La cogió y la leyó.

“Buenos días amore,  espero hayas dormido bien. En un rato te llevaré comida, no sé cómo esta cuerpo o si puedas  andar, y si puedes igual  quedate. No creo que quieras que tu marido te encuentre. Le haremos creer que saltaste por la borda. Te recuerdo que hoy tocamos tierra y les toca  irse a menos que desees ir con él, no salgas. Descansa mi Alondola y espera por mi”

Kyoya soltó la nota y vio  que le habían dejado también galletas y leche. El desayuno. ¿Que se cree que soy un niño? Se preguntó, pero noto que además había un sobre de café y uno de azúcar. Los vertió en la leche y desayuno. Cuando acabo intento ponerse de pie e ir al baño, pero le costó más de tres intentos llegar al lavabo, pues le dolía horrores la cadera al moverse  y el trasero también, pero bien que había gozado la noche anterior.

En cubierta el rubio atendía a los pasajeros con su habitual sonrisa cálida, hasta que un armado capo y sus hombres  le detuvieron amenazándolo.

 

 

 

—Exijo saber dónde está mi esposo.

Dijo airadamente el capo Vongola.

Dino le observo fijamente sin amedrentarse en lo absoluto, según sabía aquel hombre era justo y supuestamente honorable, se rumoraban cosas buenas de él por los señores de la mafia. Algunos le alababan y otros le odiaban por arruinar sus jugosos negocios debido a sus escrúpulos. Según sabia el Vongola practicaba la antigua y casi extinta cosa nostra italiana al igual que Cavallone.

Era una pena contrariar a alguien así, pero lo que fuera por Kyoya, kyoya era suyo ahora y no permitiría que nadie se lo quitase, nadie ni siquiera un noble e importante señor como lo era Tusnayoshi Vongola. Así que se encogió de hombros.

—Discúlpeme pero si usted no sabe donde esta su marido, por que sería responsabilidad mía, saberlo, yo ni conozco a su pareja.

Respondió con absoluta calma y frialdad. Su rostro una máscara.

—Por qué mis hombres dicen que usted estaba con él anoche.

—Así es, intentamos llevarlo y usted  se interpuso, no tuvo miedo del nombre del jefe.

Dijo Gokudera indignado, Dino suspiro.

—Pues no, su nombre no me causa pavor,  no es como si Tsunayoshi Vongola, fuese un nombre aterrador, de hecho se  escucha agradable.

—Déjese de tonterías capitán y dígale al jefe donde está su doncel.

Ahora era el hombre peli piña el que hablaba.

— ¿Su qué?

Pregunto confundido el capitán, pues nunca antes había oído el término.

—Donde está mi esposo capitán. No se lo preguntare de nuevo.

Esta vez la voz del capo sonó firme y casi aterradora.

—No sé qué es un doncel, pero si seguimos hablando del chico de ayer, no lo sé. Ayer en la noche una vez que él se calmó, pues estaba muy alterado lo conduje a  una habitación libre. Honestamente de tercera clase, nada digno de él , pero sólo en esa sección  habían dos cuartos disponibles. Le dije que no eran como para él, pero dijo  que con tal de no dormir con usted  aceptaría incluso un lecho con pulgas.

Tsuna sabía que eso sería muy propio de Kyoya, apenas y conocía al doncel pero era rebelde y testarudo.

Dino sabía que mentía, pero no le importaba. Siguió hilando su historia.

—En fin le deje allí, esta mañana fui a comprobar al jovencito pero ya no estaba, así que pensé que se le había  pasado el berrinche y regresado con usted.

Dino tenía presente que los marineros Bono e Iván le habían visto conducir  a Kyoya a su cuarto, pero contaba con que estos no dijeran nada e incluso ayudaran con su versión de la historia. Después de todo eran amigos.

—Disculpe jefe…

Intervino Bono en ese momento. Entrando para reforzar el cuento que se habían inventado.

—Esta  madrugada había un joven cerca de la borda, no sé si es de quien hablan, pero él intento lanzarse por ella. Lo detuve y se enfadó, me grito algunas cosas y luego se alejó. Si no aparece  quizá…

—Lo haya intentado de nuevo. —Termino Dino. —hay que hacer  una búsqueda y checar a todos los pasajeros en el desembarque. Señor Vongola  ¿Cree posible que el joven se haya aventado por la borda?

 Tsuna sudaba frio ¡maldito Hibari! Claro que lo era, era muy capaz de lanzarse por la borda y huir a nado.  Él no moriría con un poco de  agua aun con medio aliento podría respirare bajo esta con facilidad y su velocidad  de nado era muy buena, quizá hubiera ya tocado tierra o decidiera quedarse en el mar,  dado lo que era aun sin la cola podría pasar horas y horas en el agua sin  enfermar e incluso dormir flotando.

—Sí, él pudo hacer eso. ¡Diablos! por qué no lo Preví.

—Su matrimonio lo hizo tan infeliz como para suicidarse, era algo  arreglado ¿cierto?

—No es su asunto, y él no se suicidó. —Respondió el peliblanco.

Dino enarco las cejas con escepticismo.

—En el mar a kilómetros  de la costa, oculto en la madrugada, eso me suena a suicido y si se trata de una  desaparición o muerte en mi barco es mi jurisdicción.

Los mafiosos le miraron enfadados.

—Para empezar  nada habría pasado si usted hubiera metido sus narices ayer y dejado  que nos lo lleváramos. —Grito el peliblanco. Dino noto que era el más hablador del grupo, los otros casi no comentaban a no ser fuera necesario o eso creia hasta que el otro lanzo una pulla.

—Kufufufu Jefe, el doncelito escapo habrá quehacer pesca.

El rubio ignoro el comentario del peli piña, y siguió con lo suyo.

—Puede ser, no lo sabemos, de igual forma el chico pudo escapar siempre  de ustedes o buscar otra forma de suicidarse.

—No escaparía, hubiera estado bajo llave  e incluso atado de ser necesario. —Intervino el de ojos bicolores, el capitán sonrió y respondió.

—Y entonces habría sido secuestro  y  tendría que intervenir, meterlos a ustedes en una celda y llamar a la guardia costera, de igual forma les llamaré, debe resolverse lo del chico, no sé si usted quiera hablar con ellos o los marines, a ver qué pasa. ¿Tiene los registros del chico verdad? Pasaporte, visa, identificación oficial y el acta de matrimonio, además de fotografías…

Dino siguió confiado hablando como un capitán eficiente. Sabía  que siendo Kyoya un tritón  no existía documentación oficial y  aunque una mafia poderosa como Vongola podría crearla necesitarían tiempo que en ese momento no tenían. No se arriesgarían a dar parte a las autoridades, además  ellos bien sabían que el joven no se suicidó, aun lanzándose al agua no lo mataría y no les convenía  que se investigara la supuesta muerte de un ser no registrado y por tanto inexistente ante la ley. Contaba con que su alondra obedeciera y esperara por él.

—Entonces haremos la revisión  que sugiere capitán, pero nada de guardia costera.

—Pero si el chico…

—Nada capitán, usted no querrá meterse en problemas, acepte esto y zarpe de nuevo como tiene previsto.

— ¿Me esta sobornando? —Dijo Dino muy metido en su papel.

—No soborno, trato, le propongo un trato Cavallone ¿qué dice?

El rubio le miro ceñudo.

—Me parece soborno, como sea haremos la inspección en el desembarco cuando nos cercioremos de su ausencia llamare a la East Trading Company para resolver esto.

El Vongola y sus matones le miraron enfadados y los secuaces le cercaron el paso mientras Tusmayoshi con voz imperiosa pregunto.

— ¿Cuánto quieres a cambio de mantenerte callado?

—Me piden que sea cómplice de un crimen.

—Ningún crimen, un posible suicidio es todo,.

Dino sonrió internamente, había llegado justo a donde quería.

— Bien, lo que voy a pedirle a cambio señor Vongola, es que nunca más vuelva a mi barco, ni a meterme en esta clase de situaciones, no quiero problemas ni relación con la mafia. Por eso deje a mi familia, guardaré este secreto, pero no quiero saber más de ustedes. Con permiso, tengo trabajo que hacer, debo alistar todo para la llegada a tierra.

—Bien, no le quito más su tiempo y no me meteré más en su camino.

—Jurelo por los siete mares y por su nombre.

—Lo juro por la misma almeja, ahora usted jure que nunca hablara de esto a nadie.

—Juro que nadie sabrá sobre un chico que pudo o no lanzarse por la borda, un chico que las claras no quería su compañía y que quizá al fin este en libertad, descansando en el fondo del mar.

Dicho esto se retiró a paso lento. Una vez a solas sonrió ladinamente. Había ganado Vongola nunca volvería su barco, el estúpido creía que su tritoncito estaba en el agua e intentaría buscarle, pero lejos de allí y juro justo lo que quería que jamás hablaría a nadie de ese chico y su paradero ni a su mismo idiota esposo.

Notas finales:

Nos vemos, esta vez no tardare siglos, espero. No no lo hare, estoy inspoirada, aunque igual tengo que actualizar montones de fics olvidados.


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