- Deja de jugar de una maldita vez Jack – y ahí vamos de nuevo
- Que amargado eres Bob – contraataque a lo que el nombrado me fulmino con la mirada
- Ayúdame a acomodar los huevos de pascua para los niños, ya no tardan en salir de clases
- Ya voy, ya voy – dije con fastidio y resignación
- Porque diablos estas aquí sino te gusta ser responsable ni ayudar, la pascua es algo muy importante y si vas a estar con esa actitud mejor ve ….
- Ya entendí, ya te ayudo; diantres Bob, en verdad que eres un amargado, tu bien sabes que estoy aquí porque mi padre me mando, por mi me la pasaría en la pista de hielo o sobre el trineo, es día nevado Bob – dije como si fuera lo más lógico del mundo, mi hermanastro Bob, simplemente resoplo y siguió escondiendo los huevos para que los niños de la colonia pudieran encontrarlos una vez que salieron de clases – oye, Bob, porque te gusta tanto la pascua? – pregunte mientras acomodaba algunos huevos pintados de varios colores, él simplemente dejo de moverse y se giro a mí
- Pascua es sinónimo de esperanza, la Pascua es la parte más importante del año, por eso es qu…
- Si, si ya lo entendí – dije interrumpiéndolo, él de nuevo resoplo con fastidio y siguió con su trabajo
- Ya encontré otros dos
- Yo llevo cinco
- Déjenme algunos solo llevo 3 – los niños iban y venían por todo el vecindario buscando entre el pasto, entre los arboles, flores y demás cosas aquellas cositas insignificantes para mi, unos simples huevos pintados, que de maravilloso tenia eso, pregunte para mi mismo; pero entonces lo vi, él con su hermosa y radiante sonrisa, esa sonrisa que me iluminaba los días desde que mi padre se caso con su madre, y desde que él llego a mi vida; esa sonrisa que me hacía sentirme débil y más infantil que nunca; pero como siempre a mí solo me dedicaba esas miradas frías, de fastidio y de reproche por jugar todo el tiempo; no entendía como era posible que a pesar de ser tres años mayor que yo, él era todo lo apuesto a mí, era responsable, buen hijo, trabajador y amante de las fiestas tradicionales; deslice mis ojos por aquella enorme figura, su metro noventa y ocho lo hacía ver tan varonil y tan inalcanzable a la vez
- Jack vamos a jugar – gritaron un grupo de niños entre los seis y ocho años, solo pude bajarme de la mesa en la que estaba y correr hacia ellos
- JACK – escuche que me llamaron con un fuerte grito, cuando me gire ahí estaba el delirio de todas mis noches, con la luz iluminándole el cuerpo haciéndolo ver aun mas deseable de lo que siempre ya era; suspira y musite un suave “¿qué quieres?” – no te vayas, ya casi es hora de volver – me dijo serio y tajante, amaba su voz, era tan fuerte, tan grave, tan varonil que sencillamente me hacia enloquecer, pero como siempre no le hice caso
- No tardare Bob solo serán unos minutos
- JACK! ESPERATE NO! – me llamo de nuevo pero solo me despide de él con un movimiento de la mano
- Porque tardaste tanto? Es demasiado tarde Jack – y ahí va de nuevo a regañarme
- Ya basta Bob siempre me regañas
- Es porque siempre te la pasas de irresponsable – soltó de mala manera, resople y le empuje del pecho, tome mis cosas y comencé a caminar hacia la casa, pude escuchar claramente como suspiraba y me seguía, la mitad del camino era silencioso, él en su mundo y yo en el mío, mi mundo en donde él me tomaba de la mano, mi mundo donde él en verdad me quería, el mundo en donde yo era de él y él lo sabía, suspira y empuñe mi mano con fuerza, iba a gritar cuando una pequeña luz verde al fondo del callejón llamo mi atención, detuve mis pasos para observarla mejor – ni se te ocurra – susurro cerca de mi oído, eso hizo que de cierta forma me estremeciera, le empuje para alejarlo de mi; no por asco o repulsión sino porque estando tan cerca de él me hacía sentirme frágil y necesitado de su protección, de esa insoportable necesidad de estar entre sus fuertes y anchos brazos, de mezclar lo pálido de mi piel con su piel blanca, suave y tersa; de acurrucarme en ese fornido pecho, trague saliva para calmarme
- Vamos apoco le tienes miedo a una simple lucecita? – pregunte de forma burlesca
- Tomemos otro camino – ordeno tomándome de la muñeca y halándome hacia el sentido contrario de aquella luz
- No, vamos haremos más tiempo, solo hay que rodear la luz
- No Jack, dije que no – me apretó más fuerte y logro girarme hacia donde él quería, no sé como paso pero me zafé con fuerza de él; pero simplemente me volvió a tomar de la mano, trataba de zafarme pero su fuerza era mayor que la mía
- Jack~ Jack~Jack~ Jack~ Jack~Jack~ - oí decir a espaldas mías por donde se encontraba aquella luz; sentí una opresión en mi pecho y detuve mi andar al mismo tiempo que Bob, vi como se giraba a verme y sin soltarme la mano me tomo de la barbilla, un acto que hizo que me reflejará en esos hermosos y grandes ojos color azul celeste, tan brillantes y mágicos, que me hacían olvidar de todo
- No voltees – susurro suavemente y muy cerca de mi boca, me relamí los labios y asentí suavemente
- Jack~ Jack~Jack~ - volvimos a escuchar, me tomo de la mano y comenzamos a caminar; pero la curiosidad mato al gato… ¿verdad?... seguimos caminando pero aquella voz no dejaba de llamarme y conforme más nos alejábamos más me nombraba; me aferre a su mano notando la diferencia de las dos, suspira al sentir lo cálido de su piel, se detuvo cuando su celular comenzó a sonar y soltó mi mano para contestar, no sé porque, ni entiendo aun la razón, pero sencillamente me gire, vi aquella luz y sin darme cuenta ya estaba corriendo hacia ella
- JACK – escuche la gruesa voz de mi hermano llamarme a mis espaldas, pero no podía detenerme, no quería, no debía, así que corrí mas escuchando los fuertes pasos de mi hermano resonar en el asfalto de la calle corriendo tan o más rápido que yo, trague saliva y sin más comenzaba a acercarme a esa luz, por inercia mi mano se estiro a la verdosa luz, pero cuando estuve tan cerca note algo que mis ojos no creían un ser oscuro, con una sonrisa endemoniante y terrorífica, unos ojos tan violetas que te erizaban la piel, pero el tiempo había llegado a su tope, era demasiado tarde, la fuerza que llevaba y lo hipnotizado que estaba no dejaba a mi cuerpo reaccionar, detenerme y simplemente bajar la mano, esa atracción que dicha sombra ejercía sobre mi cuerpo fue lo que mas me asustaba; cerré mis ojos temeroso de mi final y aun corriendo hacia la luz, pero antes de poder rogar por mi sentí una fuerte mano deslizarse por mi cintura y empujarme a un lado logrando que esa fuerza sobre mi se esfumara haciéndome caer al piso; abrí rápidamente mis ojos pero aquella imagen donde Bob estaba dándole la espalda al espectro y éste lo tenía agarrado de la cintura; fue la más dolorosa de todas, pues aquel rostro angustiado, triste y feliz a la vez me desencajo el corazón, mi hermano, mi Bob, mi razón de despertar cada mañana, él ser que yo amaba estaba en aquellas manos; traté de levantarme pero antes de poder siquiera tomarlo regresándolo a mi lado, donde debía estar el espectro desapareció junto con aquella luz y Bob
- BOOOOOOOB!!!! BOOOOOOOB!!!! BOOOOOOOOOB!!! – grite con una fuerza que sentía desgarraba cada una de mis cuerdas vocales y cientos de lagrimas descendían por mi rostro, sabía que lo había perdido pero si dejaba de gritarle sentiría que en verdad jamás le volvería a ver, aferrarme, aferrarme a él, a su nombre era lo único que me quedaba…
- Vamos a ir al parque vas con nosotros? – preguntó mi madrastra mientras se asomaba a la recamara de Bob, le voltee a ver y negué; le oí suspirar y sin más salió del cuarto; pude oír como baja las escaleras hablaba con mi padre y salían de la casa.
Hace dos años que perdí a mi hermano, hace dos años por estúpido me lo arrebataron de mi lado y como desde ese día me encuentro viendo a la ventana deseando que el vuelva. Estaba por quedarme dormido cuando exactamente afuera de mi casa como burlándose de mi estaba aquella verdosa luz que inicio toda mi desgracia, sin pensarlo dos veces corrí al exterior y al abrir la puerta, ahí estaba esa luz y ese ser, mi sangre hirvió de rabia, tome una bola de nieve y sin pensarlo siquiera la arroje hacía dicho ser quien desapareció antes de que mi arma lo golpeare.
Iba a gritarle que apareciera pero justo cuando despegue mis labios sentí su presencia a mis espaldas me gire y todo se quedo en una completa oscuridad, la respiración era escaza y mis fuerzas eran nulas trataba de zafarme de aquello que me estuviera haciendo esto, pero por más que lo notaba me encontraba solo, solo en una maldita y angustiante oscuridad, cerré con fuerza los ojos y pensé aquella frase que desde hace tiempo se atoraba en mi garganta ahogándome con el sabor agridulce de cada una de sus palabras “Te amo Bob”, justo cuando termine de decirla cualquier rastro de dolor y angustia desapareció, había muerto lo sabía, trague saliva, suspire resignado y cerré lentamente mis ojos
- Hey! Tu despierta…despierta… - Esa voz, yo conocía esa voz pero me sentía tan cansado que por más que trataba no podría abrir mis ojos- hey despierta estas aplastando mi pasto, despierta…. DES-PIER-TA!! – con aquel último grito abrí los ojos de golpe y tome aire en una enorme bocanada como si me hubiera estado ahogando, tosí un par de veces y mientras mi vista se acostumbraba a la claridad pude notar en el piso dos… enormes… patas color azul, levante mi vista rápidamente y pude ver que aquel ser antinatural era un maldito conejo enorme, más grande que nada, sus orejas grandes y peludas, su cuerpo se veía un tanto musculoso [?] a pesar de su gran pelaje azul y blanco, trague saliva con fuerza y me aleje ágilmente de aquel monstruo – hasta que despiertas, creí que habías muerto
- AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHH!! – grite a todo pulman cuando aquella cosa me hablo, el maldito conejo endemoniado me hablo, al oírme gritar note sus orejas doblarse debido al dolor y verme con aquel par de ojos queriéndome asesinar
- DIABLOS JACK CALLATE! – me grito con la voz cargada de molestia, ese timbre de voz, esos gestos, esa carita, solo pude abrir mis ojos en demencia y tragar saliva, sentí como las fuerzas abandonaban mis piernas y caía al piso aun viendo al conejote ese, respiraba agitado y no podía dejar de verlo – Ho…hola – musito tímidamente, notando como sus orejas se doblaban un poco y su “colita” se movía, suspire y cerré los ojos
- No, no, no, no, no y NO! Esto es mentira, despierta Jack, despierta seguro te quedaste dormido en la habitación de Bob, despierta idiota despierta – me decía mientras me abofeteaba fuertemente entre cada “despierta”, porque esto no era verdad, en el mundo real los conejos no son grandes, los conejos no hablan, los conejos no caminan en dos patas y mucho menos los conejos se parecen y tienen la voz del hermanastro al que amas
- Déjate de pegarte idiota, así no lograras nada – detuve mis acciones, abrí mis ojos y ahí seguía ese conejo extraterrestre, suspire fuertemente y me acosté en el pasto con la respiración agitada muriendo de nervios, alegría y cosas inexplicables, me toque el corazón y aun viendo hacia aquel cielo azul, me mordí los labios
- ¿Bob? – pregunte tímido, pero no obtuve respuesta, pensaba levantarme pero antes de hacerlo note al conejo sentarse a mi lado
- No, ahora me llamo Bunny y… soy el conejo de Pascua – sí en definitiva ya estaba más que loco, mi imaginación había sobrepasado los límites, por lo que solté un gran suspiro y me gire a verlo
- ¿estoy soñando cierto? – él simplemente negó a mi pregunta
- Recuerdas aquella noche en el callejón con la luz verde? – pregunto observándome detenidamente – bueno digamos que tú eras la persona que el malvado Coco quería para él, porque eras travieso, juguetón e irresponsable, eras perfecto para él, pero al llevarme a mí sus planes se atrofiaron, él iba a matarme pero no se puede matar un alma que no lo merece, así que la Luna le castigo, y a mi – suspiro y agacho la mirada – me dio a elegir, entre regresar al mundo pero en otra vida sin recordar a ninguno de mi familia oh quedarme aquí y ser parte de su cuartel de guardianes, así que – sonrió de forma amarga y me mostro su pelaje – Pascua, menos mal que me dio la tradición que más me gusta – musito un tanto triste, no había más duda era Bob, mi Bob pero…. Había algo que no me cuadraba
- Pero esa cosa volvió por mí, me quiso llevar de nuevo – Bo…Bunny negó
- El castigo que le puso la Luna por haber roto una regla importante [llevarte humanos aun vivos al mundo mágico] es ser mi sirviente y hasta que yo no sea completamente feliz la libertad del Coco regresará a él – si en definitiva estaba más que confundido y creo que lo noto porque soltó una suave sonrisa – él te fue a buscar porque yo… yo – agacho su mirada y se relamió aquel par de labios rosados – te extrañe y pensé mucho – sus palabras helaron mi ser y me hicieron ruborizar un poco, me senté y le toma aquella enorme y peluda mano
- También te he extrañado, perdóname por lo que te he hecho – él simplemente negó y acaricio con su otra mano mi rostro, y de nuevo como aquella noche me refleje en aquellos ojos azules, grandes, llenos de brillo y serenidad, sonreí tímido y me lance a abrazarle por el cuello, note como le gano la sorpresa y aunque era extraño me acurruque de forma necesitada en su peludo cuerpo, sintiéndome completamente protegido – me has hecho tanta falta – musite de forma triste dejando escapar algunas lagrimas de mis ojos, note su enorme dedo peludo, rozar mi mejilla y limpiar esa lagrima, suspire y tome su enorme mano para solo colocarla en mi rostro – vuelve conmigo, te necesito – le pedí viéndole a los ojos, pude notar su tristeza en su mirar y como se debatía entre aquellos sentimientos igual de locos a los míos
- Ja..Jack… y..yo n..no puedo – dijo de forma tajante, aquello me molesto en cierta forma, así que desvíe mi mirada y fruncí los labios y el ceño – tengo una misión que cumplir, lo creas o no soy feliz, pero… - se detuve y le observe esperando que continuará, acaso había dicho que era feliz? Y nosotros que? Su familia que? – me sentía lleno de rabia – no te enojes mocoso – musito con paciencia, pero yo… aun seguía en mi berrinche – si vuelvo deberé olvidarte y eso no lo quiero, el recordarte es lo que me alegra mis días, los extraño, a mamá… a papá… y por supuesto a ti – tomo mi barbilla y acerco su helada, húmeda y rosada nariz a la mía, si mal no sabía eso era un beso de conejos, me ruborice pero no le aleje – te extraño y te necesito, no puedo volver pero… si tengo oportunidad de verte cada vez que haya Luna llena, siempre y cuando tú digas esa frase que has dicho hoy - ¿frase, frase, qué frase?, me preguntaba pero entonces la recordé y el rubor me invadió de nuevo – yo no conozco tus pensamientos, pero la Luna me dijo que cuando dijeras las palabras mágicas y hubiera Luna llena podrías entrar a este mundo, y podría verte, además de que dijo que si las decías de nuevo, viéndome a los ojos había un truco de magia más – dijo con la duda en los ojos y en la voz – Jack, que palabras ¿son? – pregunto curioso, y como si fuera un electroshock me levante de su regazo y le di la espalda peleando y debatiendo entre mis sentimientos y mi razón, porque decirle a mi hermano que lo amo no era como pedir una torta de lomo, claro que no…. Pero….. ¿debía decirle?, sentí que se levanto de donde estaba y se coloco a mi espalda, su sola presencia me hacia convertirme en gelatina, las piernas las sentía débiles así que me aferre a mi propio cuerpo en un abrazo rígido – Jack~ - susurró mi nombre cerca de mi oído – dilas… eh esperado dos años para oírlas, dímelas – pidió suplicante mientras rodeaba su brazo peludo en mi cintura y con una delicadeza única me giraba quedando de nuevo frente a él, observe sus ojos y me di cuenta que no podía perderle de nuevo, no sabía cuanto duraría esto pero debía decirle cuanto antes lo que por años me callé
- B…Bob – le toma de aquel enorme rostro con mis dos manos – Te amo Bob, Te amo mi Bunny – dije con miedo, nervios y alivio al haberlas dicho
Un gran silencio se apodero de el lugar, cerré mis ojos pues sabía que no debía decirle aquello a mi hermano, suspire y me zafe de sus brazos, pero cuando estaba por alejarme completamente, me regreso pegando a su cuerpo, me tomo de la barbilla y sonrío.
- Yo también te amo! – no pude reaccionar porque un fuerte trueno se escucho encima de nosotros, todo el cielo se oscureció y un leve tornado se formo, uno que bajo directo en medio de nosotros – JACK! – escuche como gritaba desesperado del otro lado de aquel tormentoso remolino, las hoja volaban a nuestro alrededor y esos rayos y truenos me daban miedo – JACK, JACK! – me llamaba desesperado, pero por más que trataba de acercarme ese viento me alejaba de él, mi aliento se fue cuando note ese remolino atrapaba a mi Bunny y lo elevaba al cielo
- BOOB! BUUNNY! BUNNY! – le grite desesperado ya con lagrimas en los ojos, solo viendo hacía el cielo, de un momento a otro el remolino desapareció junto con un fuerte trueno y una enorme luz cegadora, cerré con fuerza mis ojos y me tape los oídos, cuando noté no había ruido ni nada, me destape los oídos y abrí los ojos notando como todo, el cielo, los arboles, las flores; seguían tal cual hace unos minutos, todo estaba casi igual, excepto que no estaba mi conejote frente a mí, sentí rabia y dirigí mi vista a la Luna - ¿esta es LA MALDITA MÁGIA DE LA QUE HABLABAS? – le grite con fuerza y lleno de cólera – ERES UNA…. – tome una piedra, pero justo cuando la iba a lanzar una fuerte y gran mano me detuvo, me asuste porque aquella mano era humana y rápidamente me gire para toparme con mi hermano, mi guapo hermano en su forma real; solo que con una leve diferencia encima de su cabeza había un enorme par de orejas color azul, su cuerpo estaba cubierto por un pantalón color azul, no traía camisa y sobre su torso habían algunos tatuajes color azul, solté un suspiro con un leve jadeo oculto dentro de este, suspire y me mordí los labios – va…vaya e..eso sí es… es magia – le confesé de forma jadeante, él simplemente soltó una de esas hermosas sonrisas tímidas y coquetas a la vez, suspire de nuevo y me lance a sus brazos, escondiendo mi rostro en su cuello, saciándome de su aroma y de cálida piel – te he extrañado y necesitado tanto – confesé aferrándome más a su perfecto torso –
- Estamos en las mismas mi hermoso Jack, sin ti, esto es un martirio – con aquellas dulces palabras me atreví a verle a los ojos, sonreí al sentir mi leves mejillas rojas y antes de desviar mi mirada de nuevo sentí sus labios aprisionar sobre los míos, me toma suavemente de la nuca escondiendo sus dedos en mu cabello azabache mientras continuaba con ese beso lento
- Bu… - iba a hablar separándome de su boca, pero él no me dejo y a modo de orden me pego aun más a sus labios.
Su boca, su boca tenía un extraño sabor a caramelos y chocolates, mientras que su piel era tan cálida y suave como si abrazarás a un oso de felpa, solté un leve suspiro y me alce en puntas para hacer ese beso más profundo, saciándome de su sabor, de su piel, su aroma y su virilidad; sentí sus fuertes manos deslizarse suavemente por mi columna vertebral hasta llegar a la orilla de mi sudadera, comenzó a deslizarla sobre mi piel mientras sentía esta erizarse con el paso de la yema de sus dedos, solté un jadeo y le golpee el pecho indicándole con juegos no me agradaba estar, escuche como soltó una breve risa burlona y antes de poder alegar algo más el malvado me despojo de aquella prenda; para después bajar sus anchas manos hacia mis glúteos, apretándolos con fuerza, acto que me hizo gritar un poco, morderle el labio y aventarle el pecho alejándolo de mi.
- No soy una Conejita Playboy, Bunny! – le rete demasiado enojado, creo que aquello le hizo gracia pues en vez de decir algo más se acerco a mi aprensándome de la cintura – déjame tonto – le pedí tratando de alejarlo algo que era imposible de hacer, primera razón no podía por la diferencia de fuerzas, y la segunda porque no quería
- Eres mi conejito – musito sobre mis labios para después atacarlos en un hambriento beso
Suspire y enredé mis manos en su cuello, sus manos apretándome de forma necesitada y pasional ya no me importaba, pues mi piel quemaba, quemaba con el tacto y el roce con el de su cuerpo y su piel, nuestras respiraciones estaban agitadas, de forma ágil me enrede en su cadera con las piernas, de tal forma que mientras me comía su boca me restregaba de forma descarada con su musculoso cuerpo, le oí gemir de forma ronca, llena de deseo, de un deseo guardado no solo los últimos dos años, un deseo tan guardado como el mío; desde el primero día que nos vimos, sonreí triunfante al saber que solo yo podía ponerle así por lo que me restregué aun más por todo lo largo de su torso, sentí como me sostenía con una sola mano mientras la otra la llevaba hacia el frente de mi pantalón masajeando a lo ancho y largo mi ardiente pene.
- Ahhhggg! – gemí e hice mi cabeza hacia atrás cuando una de sus dedos, de la mano con que me sostenía, se paseaba descaradamente en la entrada de mi ano, suspire y le jale aquellos cabellos blancos con mechones azules que caían de la forma más provocativa posible, sobre aquel hermoso y perfecto rostro
Sentí mis fuerzas flaquear por las deliciosas caricias sobre mi cuerpo, creo que esto lo entendió porque me bajo con mucha delicadeza mientras devoraba mi boca, donde su lengua ardiente recorría la mía y sentía como su saliva se combinaba con la mía logrando que un poco de esta mezcla saliera por la comisura de nuestros labios, aun no me saciaba de sus labios carnosos y acaramelados cuando me hizo girar quedando recargado y de frente a una enorme roca que parecía un huevo gigante, me embobe en aquello por lo que no preví lo que sucedería. De un momento a otro escuche mi pantalón rasgarse, abrí mis ojos en demencia el idiota de Bunny me había rasgado los pantalones como si fueran una bolsita de papitas, exactamente por el centro de mis pantalones donde la costura de estos cubría mi ano, trate de voltearme pero sus manos sobre mi cadera me impidieron aquello.
- Nadie te ha dicho que te muevas – susurro lujuriosamente sobre mi oído, respire mas agitado que nunca, ya sabía lo que se venía, yo lo había deseado muchas veces, pero el miedo, no abandonaba mi cuerpo
Sentí su lengua deslizarse por mi nuca dejando un rastro lleno de saliva, suspire y sentí mi miembro crecer dolorosamente, y tal cual como lo hizo con mis pantalones aquel tonto tomo los extremos de mi bóxer y los rasgo del centro dejando mi ano al descubierto y a merced de él pues aquella rasgadura era enorme que le daba libertad de hacer lo que fuera, suspire agitado sabía lo que se vendría pero antes de poder prepararme psicológicamente sentí su lengua pasar por todo mi entrada, lamiéndola y llenándola de saliva, haciéndome delirar y gemir como vil lobo en celo, sangrándome las uñas al sentir tan deliciosa lengua lamer y penetrar mi virginal entrada, sentí mi bóxer mojarse por la excitación tan exquisita que estaba teniendo. Arquee mi espalda cuando sentí que su lengua era reemplazada por tres dedos que entraron de uno solo en mi estrecho ano, haciéndome gemir y gritar aun más, me mordía el labio para no parecer tan desesperado pero cuando estaba logrando esto me penetro de uno solo, de una forma tan dolorosa y placentera que me vacíe, creí que se detendría, pero grave error porque comenzó a penetrarme de forma rápida, que nuestros cuerpos sudaban y se mezclaban nuestros fluidos, le oía gemir y carraspear mientras penetraba con fuerza mi trasero golpeándolo y nalgueándome, acto que me hacia excitar aun más
- Ahhhhh ahhh AHHHGGG BU…UUUOOOOHH BUNNY! – gemía de forma descontrolada, sintiendo mi visión nublarse y al sentir de nuevo esa corriente por toda mi columna carraspee y cerré los ojos vaciándome una vez más, debido a ello mi ano se apretó haciendo que después de un par de estocadas más mi hermoso hombre-conejo se vaciara dentro de mí, al fin era suyo y con este pensamiento deje de luchar y permití a mis piernas temblar y flaquear pero antes de caer al piso, sentí sus brazos depositarme con cuidado sobre el pasto verde, sonreí e iba a burlarme por su momento cursi – AHHHH I..IDIOTA… AHHHG!!! – gemí con fuerza, pues a solo dos segundos de haberme venido él ya estaba de nuevo penetrándome con fuerza y una velocidad descomunal en la que sentía su enorme miembro y su glande depositarse casi en mi garganta, respiraba agitado, lleno de placer, arañaba su espalda y mordía cuanta piel podía, mientras él como vil conejo en celo me penetraba, me estocaba y me hacia rogarle por más
Después de hacerlo como diez veces, acto que hizo sentirme rozado y más debilitado que si hubiera corrido un maratón, nos tumbamos en el pasto abrazados y acurrucados, mientras yo trataba de recuperar fuerzas, él se veía tan fresco y rozagante, bien dicen que los conejos solo piensan en coger y vaya que lo comprobé este día, suspire y cerré mis ojos disfrutando de sus caricias sobre mi piel.
- Deberás hacer un dibujo - aquella frase me saco de mi mundo casi de ensueño, le vi directo a los ojos esperando una explicación – en una hora esta magia se acaba, tú debes regresar a tu mundo y yo seguir aquí – eso no me gusto para nada por lo que me levante rápidamente y cuando mis labios se abrían para reclamarle me callo con un beso – debes hacer un dibujo mío de como estoy ahora y al lado deberás colocar una de mis fotos más recientes, la primera noche que haya luna llena deberás decir la frase mágica – sonrió y yo también lo hice – entonces la magia se hará por si sola y tu aparecerás aquí en mi mundo, podremos estar juntos únicamente 28 horas pascuas
- ¿28 horas pascuas? – pregunte por lo tonto que se oía aquello
- Una hora pascua equivale a 1 minuto en tu mundo – confeso entre feliz y triste – después de esas 28 horas sin que podamos hacer nada la Luna te regresará a tu mundo y yo regresaré a mi forma mágica – trague saliva y lo abrace con fuerza, no deseaba alejarme de él, no quería dejarlo pero era mejor saber que podía verlo y tenerlo cada cierto tiempo a estar como los últimos dos años, sin saber nada de él – el tiempo se acaba – confeso alejándome de su cuerpo – aparecerás desnudo en tu habitación – confeso divertido al ver cómo me había dejado completamente desnudo y lleno de marcas rojas, debido a que el tonto había rasgado mis pantalones y me había hecho vaciarme en ellos más de seis veces; le di un leve golpe en el pecho y me escondí en su pecho – te extrañare Jack pero el tiempo pasa rápido bonito, no te deprimas nos vemos en unos meses – dicho esto me alejo de él y me robo un beso, me tenía tan enamorado, suspire – no olvides hacer el dibujo tal cual estoy – me dijo mientras una nube de niebla comenzaba a rodearme separándonos, despedirme era triste pero como siempre debía sacarle el lado gracioso y divertido a cualquier situación y esa no era la excepción
- ¿con todo y colita esponjosa y blanca también? – le pregunte con una sonrisa un tanto triste, solo puede ver como se carcajeaba y en un abrir y cerrar de ojos estaba dentro de mi habitación, desnudo y con un dolor insoportable en el trasero uno que me recordaría lo que viví y que no era un sueño, durante los siguientes días – solo unos meses más – susurre mientras me metía a la ducha y pensaba en algo con que aminorar el dolor y ocultar los chupetones, así como iba pensando en el dibujo que haría de MI Bob, de mi hermano de MI conejo de Pascua, porque de ahora en adelante yo amaría la Pascua Hasta el fin de los tiempos