THE RED STRING OF LOVE
POV 3era Persona.
Como todo continuó normal nuevamente en el dormitorio de SHINee, ellos estuvieron brillando nuevamente. Kibum sonreía desde el corazón y Jjong lo veía con una gran sonrisa. Él pudo reparar su destrozado corazón. Era difícil pensar en las cosas que podrían pasar. Las heridas habían sido sanadas, eso era seguro pero no desaparecerían. Todos ellos lo sabían pero intentaban olvidar las cosas del pasado porque tenían que vivir el día a día y ver hacia el futuro y no al revés pues si seguían mirando en retrospectiva iban a caer en sus propias piernas. Sus corazones se encalidecieron cuando el par volvió a ser el mismo de nuevo. Las miradas amorosas ya eran enviadas y los abrazos secretos eran compartidos. Jonghyun era el único que podía haber puesto las piezas en su lugar y corregirlas. Un corazón destrozado no podía ser sanado con facilidad y un espíritu roto no podía volver a ser el mismo en un minuto, el tiempo pasaba pero al final supieron corregirlo y tal vez algún día llegarían a olvidarlo.
Cada simple pensamiento era limpiado cuando Kibum se paraba bajo la lluvia, con sus ropas empapadas y con el mentón pegado al pecho. Su mente jugaba con las cosas que podrían pasar. Si hubiese tomado más pastillas, si hubiese cortado sus muñecas con más profundidad él tal vez no estaría allí. Jonghyun habría entrado caminando a la habitación y lo habría visto echado en la cama. Su cuerpo no se movería y su amado habría llorado por su culpa. La lluvia retiraba las lágrimas que caían por el momento. Él estaba parado en la azotea de su dormitorio. Iba de vez en cuando luego de que todo comenzara a arreglarse. Hoy él fue, el sol había salido pero de repente la lluvia comenzó a caer, aún así se quedó ahí. Se sentía bien.
"Bummie" - Escuchó una voz y volteó en dirección a la puerta. Jonghyun estaba allí parado bajo el pequeño techo tan solo para evitar salir a la lluvia.
"Ven. Vas a enfermarte." - Él dijo y avanzó un paso al borde del techo. Key asintió pero se mantuvo en su lugar, no se movió ni un poco.
Jonghyun sacudió la cabeza y fue con su amado, lo abrazó por la espalda.
"Vamos." - Susurró en el oído del más joven y este último se estremeció por el aire caliente golpeando su helada oreja. Unos minutos después, cuando estuvieron dentro tomaron algunas toallas y trataron de secar sus cabellos. Jonghyun secó el cabello de su amado cuando la mano del otro se apoyó en su pecho, dibujando formas en la humedad de su frío cuerpo. Su mano encontró su camino más abajo y se deslizó a los jeans de Jonghyun. El mayor jadeó un poco por el contacto. Kibum removió sus jeans y lo sacó la mano del mayor de su cabeza, echando la toalla lejos.
Pronto a Jonghyun no le importó nada más, su cuerpo estaba totalmente desnudo y tan caliente como Kibum trabajó en su extensión lamiéndola con mucha habilidad. Tenía el corazón en la boca, sus labios se sentían increíblemente bien alrededor de su miembro, tanto que casi lo deja caer por el borde de la cama. Detuvo a Kibum y lo levantó dándole un beso antes de recostar su cuerpo en la cama.
Se arrastró sobre el menor y le sacó las prendas que le quedaban, su camiseta y sus boxers. La ropa húmeda cayó en el piso tan rápido cuando la sacó. Ahora s encontraba dedicado el miembro del menor, lamiéndolo mientras preparaba su angosta entrada. Algunos dedos fueron empujados dentro de su delgado cuerpo y todo Kibum tembló por la sensación como siempre. No importaba cuántas veces lo hicieran, se seguía sintiendo como la primera vez, con la excepción de que sabía que su amado no lo lastimaría porque estaba vez hacían el amor. Cuando los dedos desaparecieron la entrada se llenó con el completamente erecto miembro de Jonghyun empujándolo más dentro de él. La sensación le fue familiar y volvió a sentirse tan bien que provocó los altos gemidos de Kibum. Tan pronto como Jonghyun entro totalmente en Kibum, este se sintió completo, su corazón latió más rápido y el placer se incrementó por las embestidas de Jonghyun. Sus caderas se golpearon como bien sabían, golpeando el punto correcto dentro del menor. Su cuerpo estaba en el mismo estado que el de Kibum, su corazón latía locamente dentro de su pecho mientras el placer controlaba sus movimientos. Se recostó por un beso y no paró la sesión de besos hasta que ambos se vinieron.
No dijeron nada, tan solo se quedaron jadeando hasta que pudieron respirar con normalidad y abrazaron al otro antes de quedarse dormidos. Nada ni nadie podía separarlos ahora. Serían como hermanos siameses, crecerían juntos. Serían así. No físicamente pero sí de otra manera. Su amor los unía con un hilo rojo. Siempre hay un final feliz para todos alfinal, e incluso si aún no hay ninguna pista de él aún, no quiere decir se que haya acabado.