Manos, atadas. Piernas, atadas. Ojos, vendados. También hacía mucho frío. Mi cuerpo temblaba. Era por la excitación, el miedo y el aire frío.
La voz de un hombre. Eraa calmada y melódica al principio. "¿Ya estás despierta, perra?" Su voz melodiosa se aceleró. Estaba molesto.
Un suave dedo tocó mis labios antes de que pudiese asentir. "uhm". Solté un tembloroso jadeo al respirar.
Maldita sea. Me hacía enloquecer. Sabía perfectamente cuáles eran mis puntos sensibles ,mi cuerpo era suyo. "¿Debería sacarte la benda?" Me preguntó, y seguramente sonrió con autosuficiencia, pero no podía verlo. Asentí y sus malos jalaron mi cabeza deshaciendo el nudo. Las luces golpearon a mis ojos y estando desnudo no pude ver nada a excepción de una sombra. La sombra del hombre que me hizo esto.
"Kim Kibum". Mi nombre, sí. Desde su boca sonaba extraño. "Es tan excitante el verte así. Tu cuerpo es mío, cada parte de ti me pertenece, tú eres de mi propiedad". Sonrió, una sexy mirada altanera se formó en sus labios antes de besarme. Con rudeza .Mi cabello fue sujetado por sus manos, sabía que me gustaba, claro, ¿cómo no lo sabría? Me enloquecía de a pocos. "Amas esto ¿no?" Dejó mi cabeza caer nuevamente entre las almohadas. La mano helada viajaba cada vez más abajo, hasta llegar a mi miembro. Sentía que podría explotar en cualquier monento, pero no sería así, no lo tenía permitido por el aro que llevaba puesto.
"Claro que si ahgh~" Mi voz se quebró y se volvió un gemido. Jóder, Kim Jonghyun. "Jódete" maullé cuando empezó a saborearme dejando marcas en mis clavículas y alrededor de todo mi pecho. "¿Quieres decir que te joda?" Sonrió de nuevo. Cómo odiaba esa sonrisa pero al mismo tiempo cómo me encantaba. Mi cuerpo se tensó y mi mente se llenó de confusión... otra vez. Cada caricia lo lograba, cada palabra que decía. Cuando sus labios llenos de pecado empezaban a moverse, cada condenada vez, hacía que mi miembro endureciera.
"Enséñame lo lujurioso que eres. Gime para mí. Perra" Me encantaba, oh cómo me encantaba, esas sucias palabras, podría venirme tann solo de escucharlas pero no. Sus manos hicieron su trabajo, se movieron hacia arriba y hacia abajo haciendome llegar a otro orgasmo seco, arqueando mi espalda y gimiendo, no a propósito, pero por ese sentimiento. Él nunca tenía suficiente de sus burlas y de jugar conmigo. La mano desapareció de mi miembro y se puso a jugar con mis pezones. Sus labios saboreaban el otro en sincronía con la mano.
Habría rogado por que me suelte, pero ¿por qué? No funcionaría. Podría intentar escapar pero ¿por qué? En realidad, me gustaba. Lo habría deborado a besos, pero no podía. No estaba permitidio, era solo si él quería. Era también complicado para él. Por supuesto que lo era. Yo seguía gimiendo, ¿por qué no? Torturándolo con lo que hacía conmigo. "Nnghh" Me mordí el labio interior cuando dos dedos se introdujeron en mi entrada. No estaba preparado oh no, a él le dviertía verme sufrir. Me refiero, a "sufrir" pues a ambos nos gustaba. Él me gustaba, me gustaba el sexo y me gustaba que lo haga rudo.
Mis piernas estaban amarradas para mantenerlas bien abiertas, mis manos estaban amarradas a la cabecera de la cama. Sentía que el nudo en mis piernas se aflojaba, él las soltó y dejó mis piernas libres por un segundo o dos antes de pegarla a mi pecho. Joder, me encantaba esa sensación. Arqueé mis espalda cuando entró con su gran extensión de un solo golpe, e inmediatamente comenzó a moverse hacia adentro y afuera. dolor y placer, la combinación perfecta. "¿Cómo demonios puedes seguir siendo tan estrecho si eres un lujurioso". Solo gemí. Las palabras eran groceras y hirientes de alguna forma, pero ¿a quién le importaba?
Le pedí que aumentara la velocidad, pero para la tortura de ambosél se mantuvo lento. "Jonghyun, ¡joder!" Oops, lo olvidé. Llamarlo por su nombre no estaba permitido. El castigo estaba a punto de llegar ~ "Así que eres una puta mala" Salió de mí en una y me jaló para voltearme, sentí que casi me romía las muñecas. Moví mi cabeza y la escondí entre mis brazos para hacer todo esto un poco más cómodo pero era imposible. Luego me resigné no había nada que pudiera hacer para solucionar eso. Luego de uno o dos segundos de silencio escuché un fuerte golpe y sentí el agudo dolor en mis nalgas. La correa. Otra vez. Su hábito era castigarme de su forma favorita, con la correa. La tomaba y me daba en el trasero. Estaba reguro que se ponía todo rojo luego de una nalgada, pero eso no era suficiente, no lo era.
Vinieron otras tres consecutivas. Me gustaba la rudeza pero eso era demasiado. Podía sentir el aire frío chocando con mi húmedo rotro el cual era limpiado por lágrimas en mis mejillas.Ellas calleron en las sábanas bajo nosotros, mi visión de volvió borrosa y acepté los golpes. Luego de seis o siete él paró. Era un sádico pero eso había sido demasiado para ser él. Mi cuerpo fue devuelto a la antigua posición. Suspiré e intenté parar mis lágrimas con éxito. Levanté la mirada a Jjong con mis ojos rojos e hinchados rogándole por su miembro dentro de mí en ese preciso momento.
"Por favor, jódeme lo más fuerte que puedas" rogué o al menos lo intenté. No era el mejor en eso, y siempre quería más y mejores ruegos. "ahh jódeme ya con tu gran y duro pene. ¡Lo neccesito dentro de mi estrecho agujero ahora!" ¿eso había sido demasiado? Realmente soné como una pequeña puta, pero él se rió entre dientes. Creo que le gustó, pues se empujó en mi de inmediato, dándome duro, embistiéndome sin misericordia alguna. Jadeé, gemí fuerte como una prostituta. Era bueno en eso. Pero una cosa fue olvidada por Jjong, mi sexo con el aro en él. Estaba pulsando, junto a todos las venas en él.
Mi corazón comenzó a palpitar en mi garganta y mi estómago se contraía como las paredes que rodeaban mi ardiente miembro. Increíblemente rápido y de una embestida se introdujo en mí golpeando en el lugar correcto.
Sí, conocía muy bien mi cuerpo.Luego de un minuto haciéndolo de esta forma sentí el orgasmo muy cerca por lo que le rogué de nuevo "Por favor déjame correrme aahmm~" Se empujó en mí una vez máscon fuerza y al mismo tiempo sacó el aro permitiéndome el venirme con violencia manchando las sábanas bajo nosotros. La última embestida hizo que se viniera también y pude sentir su caliente esencia llenarme por completo. Amaba esa sensación y cuando salió su semen se esparció, con una extraña sensación que se resbalaba por entre mis muslos. mientras me arrodillaba a besar a Jjong quien finalmente desató mis manos.
"Te gustó mucho no ¿Jjongie?" le sonreí y me devolvió la sonrisa tomándome contra su cuerpo. "Por supuesto. El tenerte como mi pequeña puta es lo mejor" Nos besamos pero inmediatamente me separó. Cuando estuve a punto de quejarme y gritale por el dolor en mis nalgas me dijo. "Discúlpame si se me fue la mano. En realidad no quería hacerte llorar yeobo~" Las dulces palabras salían de esos labios pecadores. Loco, loco, loco,me volvía loco. "Esta bien... no te discupes porque la próxima vez... tal vez yo sea el activo" Le dije antes de besar sus labios y me fui al baño a limpiarme.