Desconocidos por Litau

Chanyeol regresa porque no puede olvidar. 

Los clubs nunca han sido algo de su agrado pero las luces de éste lo hechizan. La música lo hace sentir vivo. Las personas, a diferencia de otros clubs, nunca están demasiado ebrias, siempre tienen energía y el aire entre sus cuerpos es tan sofocante que bailan uno contra otro aunque realmente no se conozcan. El aire dulce de la boca de un desconocido es el mejor oxígeno. 

Eso Chanyeol lo sabe muy bien. 

Mientras se abre paso por el lugar, siente que el cuerpo de alguien lo llama. En el centro de la pista el aire es aún más denso y todos los ojos están fijos en un solo cuerpo. 

Él. 

Chanyeol ni siquiera sabe su nombre. Sólo reconoce la silueta de su cintura y el brillo de su cabello a contraluz. Reconoce el movimiento de sus manos y sus caderas mientras la música poco a poco va disminuyendo en sus oídos. Se acerca lentamente y mientras sus brazos envuelven el cuerpo del otro, su respiración acaricia su cuello. 

-Creí que no vendrías. 

Chanyeol sonríe. ¿Por qué vuelve? Las caderas del otro comienzan a moverse más cerca de su cuerpo y la respiración de ambos se vuelve más agitada. Los demás han desaparecido. Sólo están sus cuerpos, sus caricias, sus labios... 

Sólo está él. 

Casi siempre Chanyeol se conforma con acariciarlo y rozar un poco sus labios. Usualmente luego de eso huye y se masturba con fuerza en el baño. Sabe que después no puede volver a verlo y sale por la puerta de servicio, como todas las noches, como todas las semanas. 

Esta vez no. Esta vez quiere más, mucho más. 

La boca de Chanyeol insiste en esos labios desconocidos hasta que su dueño cede y el sabor húmedo de su lengua se vuelve adictivo. Es dulce y amargo a la vez; lo hipnotiza igual que el movimiento de su trasero mientras sus manos jueguetean con el cuerpo del otro. 

El desconocido sonríe y lame juguetonamente el cuello de Chanyeol, lo hace estremecer. El contacto ropa a ropa no es suficiente y desliza con delicadeza sus manos por debajo de la camisa del otro... Su piel se siente suave, Chanyeol quisiera lamerla y dejar marcas con sus dientes. 

Bailar no es suficiente. Ambos lo saben. 

El desconocido susurra algo al sonido de Chanyeol y luego sonríe. EL cuerpo de Chanyeol tiembla. Quiere ir con él pero algo lo detiene. 

-Ni siquiera sé tu nombre. 

-¿Importa?

Chanyeol quisiera decir que sí. Quisiera decir que guardaría ese nombre junto con el olor de su piel y el sabor de su lengua. Sólo asiente con la cabeza y el desconocido se abre paso entre la gente para conducirlo ¿al baño? ¿a la salida? La mano de Chanyeol se tensa y su compañero sonríe de nuevo. 

Una bodega. 

Dentro huele un poco a polvo y no hay demasiado espacio; tampoco hay luz. Chanyeol cierra la puerta y se da cuenta que la música apenas se oye. Mira hacia arriba y una cámara los mira de reojo. 

-¿Te molesta?

Chanyeol siente la adrenalina correr por su cuerpo.

-No. 

El otro muerde su labio inferior.

-Quítate la playera.

Su voz es suave, tibia. Hay cierta distancia entre sus cuerpos ahora pero Chanyeol puede sentir que esa voz lo acaricia. Desabotona su camisa con cuidado y solamente la deja abierta. 

-Dije que te la quites. 

Chanyeol lo mira desafiante. 

-Tú primero. 

Hay que poner las cosas en claro. Chanyeol no piensa ceder tan fácil aunque su cuerpo está demasiado caliente. 

El desconocido avanza y sus manos deslizan la camisa de Chanyeol hasta desnudar su torso. Sus labios entran en contacto directo y Chanyeol puede sentir que su cuerpo tiembla.

Electricidad. 

El otro sonríe sobre su piel y comienza a lamer su abdomen lentamente. La cabeza de Chanyeol da vueltas y se estremece. Siente las manos de él en todas sus partes sensibles y lentamente sus manos comienzan a deslizarse hacia sus pantalones. 

-¿Quieres...?

Chanyeol cierra los ojos y asiente. Puede sentir la respiración de él sobre la parte baja de su abdomen y todo el ambiente tensarse al igual que sus músculos. El aire es demasiado denso y lo hace jadear mientras las manos del otro acarician su pene duro y caliente. 

-Ah...

Siente esos suaves labios sobre él, su lengua por sus muslos y luego directo en todo su falo. El movimiento comienza siendo desesperadamente lento pero poco a poco toma un ritmo. Chanyeol entierra sus dedos sobre el cabello del otro y penetra con más fuerza. Puede sentir los músculos de la garganta de ese desconocido cerrarse sobre él y es jodidamenete exquisito. El otro no parece quejarse. 

No es como si Chanyeol quisiera preguntarle. 

El placer que siente mientras la boca del otro chupa sin descanso no es comparable con la sensación de tener el poder sobre él. Chanyeol abre los ojos y ve a su acompañante de rodillas y mirándolo. La imagen lo calienta aún más. 

El movimiento se acelera y Chanyeol puede sentir que su vientre se tensa. Está cerca. Cierra los ojos de nuevo y espera el éxtasis.

Su compañero no está demasiado de acuerdo y usa su fuerza para separarse de él. 

-No va a ser tan fácil. 

Chanyeol vuelve a encontrar su mirada y se da cuenta que el desconocido apenas si está desnudo mientras que él no tiene camisa y sus pantalones se resbalan por sus rodillas. 

Chanyeol empuja al otro chico contra la pared y lo besa de nuevo. Se siente tan bien. El otro responde su beso con ansiedad y gime sobre su boca mientras las manos de Chanyeol buscando su piel. 

Él tampoco quiere esperar mucho. Esa noche por fin ha logrado que el chico alto y de voz ronca se quede. No piensa dejarlo ir. 

Ambos están desnudos y el contacto piel a piel quema. Chanyeol siente cada parte del cuerpo del otro sobre su piel y no es suficiente. Besa, muerde y lame cada parte de esa piel clara hasta que su cuerpo le dice que necesita más. 

Se miran. El desconocido sonríe mientras mueve sus caderas contra el cuerpo de Chanyeol. Desnudos la sensación era aún más poderosa. 

Chanyeol ya no puede esperar. Toma las piernas del otro y las enreda con firmeza en su cintura. Con una mano abraza la espalda del chico y con la otra toma su pene para dirigirlo hacia la entrada. El cuerpo del chico se tensa. 

-¿No quieres?

-¿No vas a prepararme?

Chanyeol sonríe. ¿Quién es el que tiene miedo ahora? Vuelve a unir sus labios con los desconocido y entra lentamente en él, ahogando sus gritos con su lengua. 

La sensación es aún mejor de lo que imaginaba. El cuerpo del otro es demasiado estrecho y la tensión es exquisita. El desconocido ahoga sus gemidos de dolor en el hombro de Chanyeol mientras éste lo levanta y lo golpea contra la pared entre cada penetración. Chanyeol acaricia suavemente sus muslos mientras lame su oído. 

-Ey, ey... Tranquilo, relájate. 

-Eres un imbécil. 

Chanyeol ríe y sigue embistiendo con suavidad. Conforme el desconocido comienza a relajarse, sus piernas se abren un poco más y Chanyeol comprueba que es deliciosamente flexible. Sus labios no se despegan ni un minuto de él. Siente su lengua un poco seca pero sigue lamiéndolo. Ambos sienten como sus cuerpos se acoplan. 

La espalda del otro se arquea y Chanyeol sabe que la verdadera diversión ha comenzado. 

Embiste con más fuerza y los gemidos de ambos se mezclan con el sonido de sus cuerpos y el ruido lejano de la música. 

-Ahhh...Nnnngh.

Chanyeol comienza a jadear y libera la boca del otro. Los gemidos son cada vez más fuertes. 

-Ahí, mierda. Más duro...

Chanyeol penetra con todas sus fuerzas y de forma frenética. Sabe que está cerca y pega más su cuerpo cubierto de sudor al cuerpo de él. Uno de los brazos que estaba alrededor de su cuerpo se cuela entre ellos y siente la mano del otro entre sus vientres mientras se masturba con rapidez. 

-NNhhggg...

Los labios de Chanyeol lamen desordenadamente el cuello del otro y su boca termina en sus labios, gimiendo con una voz ronca que excita al desconocido. 
El chico siente como algo caliente y líquido comienza a llenarlo. Su cuerpo quema y pierde el sentido de tiempo y espacio. Éxtasis. 

Las piernas de Chanyeol flaquean pero logra mantenerse en pie mientras las piernas del otro se desenredan de su cintura. 

-Eres un imbécil -dice el chico con una sonrisa mientras comienza a vestirse a pesar del dolor que tiene en todo el cuerpo. 

-Lo siento -Chanyeol lo abraza por la espalda y vuelve a lamer su lóbulo. El desconocido se estremece.

-Puedo arreglarlo.

-Mmmmh... 

-¿Quieres ir a mi departamento? 

El chico suelta una risita mientras niega con la cabeza. 

-Lo siento, tengo novio. 

Se oyen golpes en la puerta y el desconocido abre. Chanyeol apenas se ha subido los pantalones y busca su camisa hasta que se da cuenta que el otro la trae puesta.

-Me llamo Baekhyun. Byun Baekhyun. Espero verte de nuevo. 

Y el chico sale por la puerta, dejando a Chanyeol con las manos sobre su pecho. 

¿Qué diablos había sido eso?