Cada vez que sueltas nuestras entrelazadas manos
Trato de aferrarme a su calidez
Cada vez que pienso que podre encontrarte
Mi corazón se tiñe de una hermosa sombra
Caminaban tomados de las manos por las frías calles de Seúl, mientras pequeños copos de nieve caían sobre sus cabezas, un silencio cómodo instalado entre ellos los hacía sentirse tan tranquilos y en paz.
Entonces llego el triste momento de separarse y sus manos se alejaron, una sonrisa de despedida, dejándolo con un vacío en el corazón, y así había sido por mucho tiempo, y así seguiría siendo, porque sin importar que aun viviendo en la misma ciudad casi no pudieran encontrarse, siempre salía de su casa pensando en lo hermoso y maravilloso que seria que solo por esa ocasión encontrarse de casualidad por las calles.
Incluso las cosas más comunes
Se vuelven recuerdos cuando estamos juntos
Incluso tu voz, incluso tus frágiles hombros
-esto es simplemente imposible- murmuro haciendo un tierno puchero al ver que simplemente no lograba escribir feliz cumpleaños con el betún sobre aquel pastel de vainilla.
-no es tan difícil MinHo-le dijo el mayor riendo, colocándose detrás del menor, tomando sus manos y comenzando a escribir con paciencia aquellas palabras-ves que no era tan difícil-le dijo sonriéndole.
-eso dices tú ChangMin- dijo mirando con orgullo aquel pastel- gracias Hyung- le dijo regalándole aquella sonrisa que le llenaba de vida el día, que lo hacía sentirse feliz.
Porque aquella imagen que MinHo proyectaba lo había hechizado años atrás, cuando apenas y habían cruzado palabra alguna, su voz grave, su torpeza para hacer cosas bastante simples, aquella fragilidad que con el tiempo había descubierto.
Aunque tus ojos no sean míos
No importa cuánto tiempo este a tu lado
Mis sentimientos no se harán realidad
A menos que destruya tu futuro
Cuando recibió aquel mensaje, su mundo se paro por un segundo, sus ojos se llenaron de lágrimas y su cuerpo comenzó a temblar suavemente, mientras lentamente se dejaba caer al suelo…
Su Minho, su amado y adorado MinHo se casaba… se iba a casar, con el hombre que amaba, con quien lo haría feliz así el mundo fuera en su contra y aquello lo destrozaba, le quemaba por dentro, porque ese hombre no era él.
Y sin importar cuánto tiempo pasaron juntos, sabía perfectamente que sus sentimientos jamás serian correspondidos, todo porque eran medios hermanos y aquello era una aberración, porque MinHo jamás se enamoraría de él, porque para su amado el solo era el su hyung, con quien siempre podría contar, que siempre estaría apoyándolo.
Y ChangMin no estaba dispuesto a arruinar el prometedor futuro de su hermano, solo por su egoísmo, amaba demasiado al menor como para entrometerse en su compromiso y arruinar su futuro.
En un momento de mi sueño
Te amo tanto al grado que lastima
Pero la noche está terminando
Camino por las brillantes calles
Tratando de olvidar los momentos en que no nos encontramos
Era la fiesta de compromiso, todo estaba hermosamente decorado, su querido MinHo brillaba con fuerza propia, a su lado su futuro esposo Kim JongWoon, un empresario nacionalmente reconocido.
Cuando llegaron hasta donde él estaba, fingió su mejor sonrisa y saludo cortésmente a su cuñado, aquella palabra de hacia hervir la sangre y doler el corazón, pero aun así se comporto como el buen hyung que MinHo siempre había conocido, y cuando por fin pudo escapar de aquel lugar, comenzó a caminar sin rumbo alguno ,simplemente deseando desaparecer al tiempo que las calidad lágrimas comenzaban a caer por sus ojos, y en un intento desesperado por detener todo aquello que lo embargaba levanto la mirada.
-solo quiero que esta noche termine- murmuro al viento, pensando las miles de veces que su hermano cancelo algún plan que tenían juntos, solo para salir con su futuro esposo.
Tu juguetona sonrisa
Después de que entrelazamos nuestras manos
Se mantiene viva en mis recuerdos
Quiero abrazarte
Quiero abrazarte fuertemente
En la soledad inmensa de su departamento, se sentó frente al enorme ventanal que dejaba pasar los rayos del sol iluminando la estancia, era un precioso día, justo como el día en que se conocieron.
Flash back
Un pequeño Shim ChangMin estaba sentado en una de las bancas del parque cercano a su casa, y a su lado estaba su padre que le sonreía abiertamente, su madre se había marchado del hogar cuando Min solo tenía un año de edad, pero su padre lo saco adelante y ese día se encontraban en aquel parque a petición de su madre.
-perdonen el retraso- hablo una mujer alta, de cabellos castaños oscuros y ojos grandes- ¿Cómo estas Minnie?-le pregunto a su hijo que le sonrió y se abrazo a sus piernas, notando que alguien estaba detrás de su madre-MinHo-ah-hablo la mujer, sacando de detrás suyo a un pequeño de unos cinco años- ChangMin-ah, el es MinHo-ah, tu dongsaeng.
ChangMin miro detenidamente la carita del niño frente a él, su cabello era largo, sus ojos eran grandes como los de su Omma, labios carnosos y nariz algo respingada.
-pareces chica- dijo sin quitar su mirada del menor, que se sonrojo y trato de esconderse nuevamente tras su madre.
-¿Qué tal si llevas a MinHo- ah a jugar Minnie?-hablo su padre, regalándole una sonrisa.
ChangMin asintió y tomo la manita de MinHo jalándolo con él hasta los columpios, donde lo ayudo a subirse a uno, para después el subirse a otro, y cuando iba a comenzar a moverse la pequeña mano de su medio hermano lo detuvo, volteando a ver que sonreía de manera tímida pero juguetona, y el afianzo el agarre así comenzando a moverse.
End Flash back
Y aquel recuerdo estaba plasmado en su mente, y en ese momento lo único que deseaba era poder abrazar a MinHo con fuerza y jamás dejarlo ir, retenerlo a su lado.
Sin embargo no eres mío
Y eso lastima mi corazón
Quiero abrazarte, pero no puedo abrazarte
Tanto te quiero que esto se está desbordando
Sin ser capaz de detener el taxi y hacerte una promesa
Mientras agitas tus manos
MinHo le había pedido que se vieran en el restaurante de comida china que tanto les gustaba visitar, la boda se había realizado tan solo un par de meses atrás y su niño adorado sonreía con suma alegría, incluso diría que brillaba con más fuerza que antes.
Hablaron de todas las cosas nuevas que MinHo había visto durante su luna de miel, de lo bueno que es JongWoon con él, de lo mucho que lo ama, y eso solo lograba desquebrajar los últimos pedazos de su ya destrozado corazón, y en ese momento seguía deseando poder abrazar a MinHo pero no un abrazo fraternal, claro que no, quería poder abrazarlo, juntar sus cuerpos y entrelazar sus alientos.
Salieron después de pagar la cuenta, y caminaban con tranquilidad por las calles, hasta que llegaron a la calle principal donde MinHo detuvo un taxi, al cual rápidamente entro, y el taxi comenzó a andar, su alma lacerada le gritaba que detuviera aquel taxi, que le dijera a MinHo que sin importar nada siempre lo amaría y lo esperaría sin importar nada, que le prometía que siempre esperaría por él, pero no pudo y las lágrimas se acumulaban en sus ojos, nublándole la vista, mientras simplemente veía el vehículo alejarse y ver como MinHo por el espejo trasero agitaba su mano en señal de despedida, ya que a la mañana siguiente se mudaría a Japón para comenzar su vida de casado.