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La felicidad completa por Jung_G

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Notas del fanfic:

hey chicas y chicos y todos los seres que leen mis historias, vengo con otro ONESHOT espero que les guste es algo diferente.

 

gracias a las personitas que mmuy amablemente me dejan RR , las adoro chicas asi que leean esta nueva historuia que seguro las dejara endulzadas a todas!!!... 

 

besos amarillos para todas...mmmmmmmmuuuuuuuuuuuua!

Notas del capitulo:

he de decirles que es una historia dulce espero no se aburran ya que me llevo algo de tiempo terminarla, asi que comentenme como les parecio o si lla me puedo dar porvencida a seguir escribienco...

 

Nos leemos en los RR... 

   La mirada perdida que sus ojos reflejaban en ese momento, mirando a la pequeña fuente seca que todos los días escudriñaba, sentado en una pequeña banca despintada del parque al cual todos los días acostumbraba ir a leer, no sabia cuantas horas pasaba sentado,  solo miraba el cielo y notaba los puntos brillantes en el lienzo negro, cerraba el libro y comenzaba su andar, cabizbajo y con las manos en los bolsillos de la casaca verde olivo que nunca se quitaba, camino rumbo a su grande y solitario apartamento; ese lindo muchacho a quien solía leerle en voz alta unas cuantas hojas de su libro en turno, cada vez que lo veía era como un bálsamo para su roto corazón, literalmente. Le entraron recuerdos acogedores unos de ellos fue la primera vez que lo vio; se puso a reflexionar en aquel momento en que lo conoció.



 Causaba un efecto tan acogedor su sonrisa, la forma en que se le achicaban los ojos cuando sonreía, la manera en que se mordía el labio inferior cada vez que algo le incomodaba o se avergonzaba, lo había conocido cuatro meses atrás, en ese mismo parque, debido a una efímera casualidad; el muy serio y educado , gustaba del beat box, loco o como pareciese era bueno, quien diría que ese joven de semblante serio y muy buena apariencia al vestir, elegante; gustara de lo mismo, que en una de sus platicas improvisadas habían coincidido en gustos, y con un simple chiquillo con ansias de comerse el mundo entero de una sola cucharada, pero ahí los tenia la vida , el destino o alguna fuerza sobrenatural que decidió ensañarse entre dos corazones tan susceptibles al amor, como el oxido al fierro.

*Flashback*


Su nula capacidad para pasar desapercibido le había jugado una mala broma, el chico  cuya mirada no quitaba de el desde que se sentaba en esa mullida banca, lo sorprendió mirándolo; y como si de un auto reflejo se tratase el chico  volteo su rostro tan rápido como sus movimientos motrices le permitieron hacerlo, “que tonto” se reprendió el muchacho, acto seguido el hombre alto le sonrió. Valla sorpresa que llevo, al presenciar tan encantadora mueca de ese apuesto rostro serio , pudo ver detrás de esos lentes de pasta unos ojos tan cautivantes,  que al contraer los músculos que formaron su sonrisa, dejaron ver  dos lindos arcos de pestañas tupidas y lindos hoyuelos en las mejillas. Eso sucedió varias veces, hasta que el se armo de valor y se acerco, se sentó en la misma banca y como si ya fueran amigos de tiempo atrás entablaron una muy peculiar conversación.

-¿Que lees, con tanto interés todos los días? ¿Es muy bueno el libro? ¿Por qué nunca antes te había visto aquí?...-El chico le lleno de preguntas, si, lo supuso; era un parlanchín.

 

-Leo poesía, ¿a ti te gusta la poesía?..- contraataco el hombre alto con una pregunta para el chico bajito.

-Mmmm-murmuro- No me disgusta, pero nunca la he leído, salvo para tareas escolares y así… ¿a caso es tan interesante? …- pregunto de nuevo, pero no obtuvo una respuesta, en cambio obtuvo algo aun más exacto.

 


-¿Fue en las islas de las rosas, en el país de los sueños, 
en donde hay niños risueños 
y enjambre de mariposas? 
Quizá…

-¿Que te a parecido?, es uno de mis poemas favoritos- pregunto una vez mas el hombre, encontrándose con la cara muy cerca del chico, instintivamente se alejo.

-Wow eso a sido genial, casi me he imaginado lo que has dicho, me gusta; ¿podrías leerme mas?- lo dijo mirando hacia el cielo y cerrando los ojos.


-Claro, por que no?...


*ENDofFlashback*

 


Así comenzó todo, pero así debía acabar, a uno no le quedaba mucho tiempo y al otro le sobraba, se volvieron mas cercanos de lo normal, una vez que se dijeron sus nombres, todo fue diferente, los ojos al cerrarse del chico bajito al escuchar la voz del poeta improvisado, la voz de este que se colaba por los oídos y huesos del mas chico y hacia estallar un sinfín de emociones que no sabia que tenia, pero no todo dura por siempre.

-JiYong, hay que irnos ya.-muy serio para su gusto.

 


-.Hyung, otro mas y ya, juro que este será el ultimo…-lo dijo volviéndose a acomodar su cabeza en las piernas del mayor.

 


-Esta bien solo uno…- y así siempre, solo uno mas, uno mas, hasta que les llegaba la noche, nunca se preguntaron mas que sus nombres, para ellos solo era suficiente con saber el nombre de esa fuente que te hacia sonreír, al fin y al cabo, era pasajero , ¿verdad?


                               OOO


Unas semanas después….

 


Otro día, y esta ves seria diferente, el muchacho alto le dio su dirección, los nervios y la bola de emociones que se le habían atorado en la garganta, al estar frente la puerta de su hyung, le carcomía, uno, dos, tres toques fueron los que hiso sonar para que le abrieran la puerta. 

Amplio y espacioso, totalmente ordenado y de un blanco tan brillante que parecía las nubes del cielo que ese día se habían congregado por montones en el cielo azul.

Toda la confianza con la que había amanecido se había ido por la borda en cuanto abrió la puerta el apuesto joven, con tan solo unos blancos pantaloncillos holgados y una playera gris, que al levantar los brazos dejaba al descubierto su muy bien formado abdomen, esto iba a ser mas difícil de lo que pensó, se haya estado conteniendo demasiado todo este tiempo, pero ahora aquí, en su casa, solos, con solo unas ligeras ropas, en cualquier momento podría arder en combustión espontanea.

 

 

 

Una mesa redonda era lo que les distanciaba, eran buenos “amigos” y gustaban de un breve contacto físico , caricias en el cabello, las manos, mejillas, sonrisas y miradas que aun que no fueran estas físicas, se sentían mas que cualquier roce de piel, pero pareciera que ambos habían sufrido un retroceso, estaban callados, con las manos a los costados y con los labios apretados; como si lo que sea que fueran a decir les resultara molesto o imposible, tal vez; las tazas estaban vacías ya, ya no había mas te en el cual podían ahogar sus silenciosos pensamientos, solo quedaba hablar y era algo que los dos no tenían pensado hacer, ¿por que era así? 


Como adolecentes en su primera cita, así estaban, siendo que ninguno de los dos hubiera dicho esa palabra, lo sabían, pero como si el karma o un muy amable cupido se hubiese compadecido de estos dos, el día se había tornado gris y el precioso cielo se había ocultado detrás de ese inmenso nubarrón que en cualquier momento se pondría a llorar, y como si lo hubiera previsto, una gotas sonaron en el cristal de la ventana, ambos chicos miraron hacia ella y suspiraron.

 



-Supongo que esperaras a que pare de llover- corto el silencio incomodo el mayor.

 



-Si supongo, lo siento si te incomodo,- balbuceo como tonto el chico castaño.

 



-Claro que no tonto, ven aquí…- palmeando el asiento negro de cuero en el que se había acomodado muy despreocupado.

 



-…-

 


JiYong no dijo nada, solo camino hacia el, pero siempre algo pasara, lo retrases el tiempo que sea, si tiene que pasar, pasara, y así fue.

Los torpes pies de Ji se enredaron en el bonito tapete que se enroscaba de una esquina, y como si hubiera sido en cámara lenta, Ji cayo sabré SeungHyung, lo que a su vez hiso que tratara de sostenerse de algún lugar, pero solo logro tambalear un mueble; que por consiguiente se les derramara encima un florero de blancas orquídeas que, sabe dios quien rayos le había puesto en el buro de a lado… el no tenia floreros, ¡menos flores!


La situación era tensa, y algo dolorosa, pero eso quedo en segundo plano... JiYong bajo la mirada, y hubiera preferido no hacerlo… Seung, tomándolo de los hombros debajo de Ji, con el torso empapado y esos brazos fuertes que le sostenían, eran casi como una invitación a sus instintos.


Hubiera preferido que Ji se rompiera una pierna, no; ¡que cosas pensaba!, pero en esta situación solo podía pensar una cosa, besarle ese labio que acababa de morderse por el nerviosismo, era como una invitación al banquete que muy amablemente el tapete, le sirvió justo encima de el, el deseo pudo mas que la razón, eso casi siempre lo sabemos, pero en estos momentos no era solo deseo , necesidad, excitación, locura, desenfreno…etc. 



Lo tomo por la nuca y lo acerco a sus labios deseosos de probar esa boca que tanto tiempo atrás quería degustar, ¡madre del cielo! Era deliciosa, suave, tibia y sus lenguas congeniaban a la perfección, danzaban tan coordinadamente que su saliva se mezclo logrando un sabor exquisito, afrodisiaco; cansados por la lucha campal de lenguas y falta de ese elemento vital que todos los mortales necesitamos , se tuvieron que separar, dejando tras su rastro un hilo de saliva tan fino, que solo las partículas de polvo supieron que había ocurrido;  el mayor lo tomo por la cintura y lo sentó junto con el, sus respiraciones se mezclaban, estaban haciendo reacciones químicas nuevas, no sabían cuan delicioso acto se perdían, solo esto; el tocarse mas allá de las barreras de la ropa, por que para este entonces los dos ya no tenían la parte superior de sus respectivas playeras, caminos de saliva dibujados en las clavículas y torsos de ambos, marcas de propiedad en sus pieles y  la fricción exquisita de sus miembros aun sobre la tela de sus interiores , les saco roncos jadeos a ambos, dando así; un deseo que no pudo ser callado mas.



Se deshizo de la poca pero estorbosa ropa que les molestaba a ambos;  ondulando las caderas con movimientos repetidos uno contra el otro, y de vez en cuando tocando mas allá de las fronteras de su cuerpo, Jiyong dirigió la mano desocupada de Seung a su boca, lamio y degusto tres de sus dedos ante la mirada atónita de el mayor  y  los dirigió al mas recóndito lugar de el mismo, ¡ah! cuan delirante era ese suave tacto, hasta que uno por uno se fueron introduciendo dentro de el, la mente había sido nublada por el dolor punzante a la misma vez que rozaba el punto detonante de sensaciones totalmente nuevas, delineando ese punto que logro explotar su ya muy endurecido miembro…. Seung lo recostó con una delicadeza desesperante, la punta de su miembro amenazaba ya, con el siguiente movimiento, sus miradas una asustada y la otra llena de deseo, ambas se fundieron al mismo tiempo que el lentamente fue introduciéndose mas en el, unas cuantas lagrimas escaparon sin querer de los ojos de JiYong, era doloroso, sin duda; el agarre de Seung, quien  que sostenía una parte de su pequeño cuerpo estaba empezando a ser doloroso, seguro dejaría un buen moretón en la mañana, sus cortas uñas se habían amoldado bien a la piel de el mayor, ambos se llevarían un muy buen recuerdo de lo que paso… sinónimo del mas embriagante placer doloroso, por primera vez.

 



La quietud invadió un momento ese espacio que habían dispuesto para amarse, todas las inseguridades fueron despejadas con un trueno acompañado de una inmensa brisa que hiso mover la rama que golpeo la ventana, al ritmo de el suave viento que aullaba por algún rincón de su casa, se besaron;  y comenzó a sentir todo tipo de cosas, hormigueos y un sinfín de colores en su mente, como sea que Seung se moviese o como lo sostenia se sentía fenomenal,  como una descarga de electricidad por toda su espina dorsal,  claramente sintió que  algo se derramaba en su interior, tibio y burbujeante, una explosión de adrenalina les invadió, que hiso que todas las flores que se habían caído del florero debajo de ellos, ya marchitas por el intenso calor que ambos habían generado fueran los únicos testigo de aquella muestra salvajemente dulce, de amor. Sentimientos apenas despertándose a los compas de sus agitadas mentes recién regadas del embriagante sabor del orgasmo.



- y las hadas tanto han puesto 
que la copa se llenó. 
-Amor, delicia, verdad, 
dicha, esplendor y riqueza, 
fe, poderío, belleza... 
¡Toda la felicidad!... 

Recito muy bajito después de regular su respiración cerca de sus labios.

 



-.¡Seung! , eres un romántico- acaricio la espalda del chico alto.

 


-No, es solo que ese poema me hace recordar tanto a ti, desde que te conocí cada vez que te veo me acuerdo de el, y ahora después de hacerte el amor… creo que lo confirmo, ese poema fue echo para ti sin duda- susurro en su oído mandándole miles de descargar a sus terminaciones nerviosas…

- tan pura como bella, 
pues aún no ha bebido en ella 
ninguna boca mortal. 
De una azucena gentil 
hicieron el cáliz leve, 
que era de polvo de nieve 
y palidez de marfil. 

Siguió declamando, al mismo tiempo que delineaba el perfil del chico.

 

                 
-¿Así me ves tu? SeungHyung... -sus ojos soñadores brillaban de expectación.

 

 



- La Reina Mab, que es discreta, 
dijo a la espléndida tropa: 
?Que se ponga en esa copa 
la felicidad completa.

 Seunghyung, recorría con su respiración el mentón de la frágil criatura que tenia debajo de el.

 



-… Te amo…- callo al captar la tontería que, según el, había dicho.

 

 


las palabras se quedaron a la mitad, pero en cambio la felicidad fue completa.



-¿Que as dicho? Ji… - miro a los ojos a JiYong. - ¿Fue en las islas de las rosas, en el país de los sueños, en donde hay niños risueños y enjambres de mariposas?.-En lugar de contestarle, recito su parte favorita de ese poema, que tanto tiempo había estado escuchando de la dulce boca de Seunghyung.


-Esto nada importa aquí, 
pues por decirte escribía que esta copa, niño mío, 
la deseo para ti…

 

 

SeungHyung termino el ultimo verso del poema en los labios de Jiyong, para así quedar dormidos en su mundo, donde seguramente si habría hadas y mariposas.

 

Ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

 

 

 

La mañana siguiente, JiYong despertó sintiéndose un tanto extraño, El  silencioso espacio de quietud que cubría su entorno, lo dejaba turbado, con todo el esfuerzo del mundo se levanto de esa enorme cama que invitaba a quedarse todo el día botado en ella. Dio  tres pasos y un ligero mareo no lo dejo avanzar mas, la sabana que cubría su cuerpo resbalo hasta caer al piso de espejo, se dio cuenta que estaba desnudo; ruborizado volvió a cubrirse  recordando la noche anterior, leves marcas de amor y placer eran las señas de que no había sido un sueño, sus caderas le punzaban, sus piernas entumecidas amenazaban con no responderle.

 

 

Dejo un poco a sus pensamientos darle rienda suelta,asi que;  veinte minutos después estaba vestido y listo para saludar con una sonrisa o quizá hacerle el desayuno, lento y con miedo a perderse llego a la espaciosa y pulcra cocineta, ¡era tan grande! casi como su cuarto nada mas, en  la mesa junto a una taza color blanca había un plato grande tapado , ¿a caso se le había adelantado el?

Una nota, una nota amarilla junto con una llave, su mano temblorosa tomo solo por inercia, un escalofrío recorrió su espina dorsal, se sentía algo emocionado pero ese escalofrío le desconcertó, sus ojos se agrandaron de sorpresa al leer el contenido de la nota, adorablemente adornada con un lindo stiker de una tortuga con lentes… “es un niño”

 

 

“Ji

Tuve que salir de improvisto, te he dejado la llave de mi apartamento, quiero que lo cuides hasta que yo llegue, te veías tan adorable durmiendo que no quise ser el intruso que acabara con los sueños puros de Yongie.

¡Volveré antes de que me extrañes!

S.

p.d: Te amo”

 

El rostro amoratado de vergüenza al leer esto, hizo que un mareo se apoderara de el otra vez, ¿a caso se estaba enamorando mas? ¿Había otro nivel mas allá del Te amo? Por que si así fuera, el había llegado a ese nivel.

Ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

 

 

Los días de lluvia habían parado, entre las nubes ya se podía distinguir el color verdadero del cielo, las calles ya escurridas del agua que días enteros lavaron el pavimento estaban casi secas, el verano se acercaba y las actividades al aire libre también, Ji solo podía imaginar todo aquello que haría en cuanto Seung volviera, pero ya se había tardado mucho, bueno; a decir verdad era demasiado tiempo de “asuntos personales”, pero que decía, estaba siendo paranoico; no se iba a dejar llevar por esos pensamientos que solo hacían que sus ojos se le hicieran aun mas pequeños por el llanto, era todo lo que últimamente hacia JiYong, llorar desconsoladamente cual damisela en aprietos, le era muy difícil hacerse la idea de que Seung se encontrara en algún aprieto, y que tal vez por eso no llegaba.

 

Quizá, sus ideas por mas increíbles que parecieran, no estaban tan herradas, pues para no dar señales si quiera de que estaba vivo, era demasiado tiempo de ausencia, mas que suficiente para tenerlo ahí en su sofá cerca del teléfono con una cobija y moqueando por su SeungHyung, el tonto del que se había enamorado tan perdidamente como nunca nadie lo había hecho.

oooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

 

En un lugar, a las afueras de Seoul…

 

Las horas, días, noches y semanas que solo sabe dios cuantas habían pasado, le hacían ponerse ansioso; que era lo menos que debía de hacer, ya que en su estado, no era muy provechoso para su recuperación absoluta, se imaginaba cuantas noches en vela debió pasar su lindo JiYong al esperarle, sentado en el eterno lugar donde siempre le encontraba durmiendo. Lo amaba de sobremanera, era por eso que el estaba aquí, se había resignado a vivir lo que le quedara de vida solo y con su único refugio que los libros y  las letras de desconocidos que entendían muy bien sus mas efímeros pensamientos, pero desde que conoció a ese simpático y alegre chico, su vida y las perspectivas que tenia de esta; habían cambiado de manera tan radical, que al principio le asusto, ¿Cómo una persona ajena a tu realidad podría hacerte cambiar de parecer? ¿Como se había transformado en ese ser de luz que ahora era? ¿Cómo era que nunca antes le había conocido, para calmar su muy atormentada alma? Eran las preguntas que con frecuencia se cuestionaba SeungHyung, que ahora ya tenían respuesta, por eso se había alejado de el, por eso estaba aquí, alejado del barullo de la ciudad, confinado a una cama de hospital para salvar su cuerpo físico y poder quedarse con la persona que lo regreso, sin alardear tanto; a la vida.

 

Quería rodearlo con sus brazos y susurrarle todas esas bonitas poesías que había leído, y ver su rostro enrojecido al escucharlas, su suave cabello que se colaba por sus largos dedos al acariciar esa mata chocolatada que adornaba ese bonito rostro ovalado, mirar sus ojos brillantes de emoción cuando le traía algún regalo o sus ojos entrecerrados a causa del aturdimiento de sus besos. Quería quedarse con el mas tiempo, quería vivir tanto como le fuera posible, ahora que ya había encontrado un motivo para hacerlo, un hermoso y caprichoso motivo.

 

La oficina que en ese momento cerro su puerta dejando entrar a dos hombres, uno mas viejo que el otro parecía haber caído en una lluvia de silenciosas respiraciones una mas agitada que la otra, era de esperarse, la noticia que el mayor le había dado al otro lo dejaba con la boca seca.

 

 

-Seung… te lo había dicho antes, hay 50 y 50% de probabilidades, piénsalo bien.- el hombre mayor vestido con una bata blanca y lentes a media nariz, dijo esto mirando fijamente al mas joven enfrente de su escritorio.

 

 

-Yo… Yo lo se, pero aun así quiero intentarlo, por favor; doctor Yang, deme la oportunidad de saber si debo vivir o despedirme de este mundo.-Seung con la mirada un tanto vidriosa miro fijamente al hombre de bata blanca y agrego.- Hay alguien que me espera en estos momentos en mi casa, y no quisiera hacerlo esperar tanto.

 

 

-Seung… yo no puedo garantizarte nada… las estadísticas in….- no pudo terminar de hablar debido aun golpe sordo en el escritorio.

 

 

 

-¡Maldita sea doctor! Solo abra mi pecho y póngame ese maldito corazón que necesito, ¡este que tengo ya esta caducando! Y no tengo mucho tiempo…- susurro dejándose caer al asiento.

 

 

-Programare la cirugía para mañana….- solo dijo eso y salió de la habitación dejando a un muy triste Seung, pensando en su mas amado tesoro.- Ya te quiero ver Ji…. Solo un poco mas… y estaremos juntos mucho tiempo, mas del que tenia programado.

Ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

 

 

Jiyong no se resignaba a pensar que Seung lo había abandonado, ¿como? No, eso no era posible, seguro ya estaría en camino, y justo cuando menos se lo esperase entraría por esa puerta y correría a sus brazos y lo golpearía de tal manera que nunca jamás en su vida le darían ganas de volver a desaparecer, eso era lo que las alucinaciones de las desveladas le hacían pensar a Ji últimamente.

 

Un estridente sonido lo saco de sus preparativos de amedrentar a SeungHyung, el teléfono; se quedo mirando unos segundos tal dichoso aparato que, no sabia si debía de contestar, dejo de lado sus cosas y alzo la bocina.

 

 

-Bu… ¿bueno?... esta hablando a casa de….-una voz lo interrumpió.

 

 

-Soy yo, Ji… - silencio…

 

 

-….  – más silencio.

 

 

-¿Ji?... ¿sigues ahí?... como es…

 

 

-¡Donde demonios te metes! ¡Me he estado muriendo de hambre! He tenido que ir al supermercado y yo mismo ocupar tu muy limpia cocina… no me reclames nada si la encuentras toda cochina…. en realidad quería decirle que lo extrañaba tanto que ya estaba pensando en colgarse de una cuerda en la sala, pero no; reclamarle era mas fácil, estaba molesto por supuesto, así que no se la pondría muy fácil.

 

 

 

-Perdóname Ji, cuando regrese te llevare donde desees, ¿ok? pero espérame, ¿lo harás, cierto? Aun no puedo ir, tengo asuntos que terminar para poder volver contigo y tenerte completamente a mi lado. ¿Lo entiendes Ji?- Su voz era apagada, pero tenia ese toque de alegría que siempre tenia cuando hablaba con Ji,

 

 

 

-Seung… ¿estas bien? Solo bromeaba con eso, te extrañe mucho, ¿Cuándo vendrás?  …

 

 

-Estaré bien si te pienso, si me dices que me amaras a pesar de todo lo que nos pase, necesito que lo digas Ji, dilo…- Se escuchaba un tanto agitado, cosa que Ji no paso desapercibida.

 

 

-¿Seung en donde estas?  Estas enfermo, iré para allá  donde estas, dime e iré volando por ti, … y claro que estaré contigo para siempre, no te libraras de mi tan fácilmente, aun me debes un poema ¿recuerdas?… - se estaba empezando a preocupar, en su voz lo notaba, Seung le ocultaba algo, y claro; lo iba a averiguar.

ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

 

 

 

Las cartas estaban echadas en la mesa, no había vuelta atrás, nada de arrepentirse a ultima hora, faltaban solo 20 minutos para entrar en el lugar donde; nacería de nuevo o moriría, eso le daba miedo, sin duda, pero claro que lo animaban otras cosas, como la cara de enojo que debió tener JiYong al oír su propia voz en el auricular, no quería hacerlo esperar mas, y por ello, estaba aquí, dispuesto a que hurgaran dentro de el para remplazar su muy ajetreado y cansado corazón, por uno nuevo, listo para amar al 100% , sin temor a que un día colapsase.

 Su sueño fue haciéndose mas pesado, luces blancas lo cegaban, ecos de voces e imágenes distorsionadas para terminar en un estado de quietud e inconciencia.

 

                                                              …

 

-Bien… eso es todo lo que podemos hacer, no hay mas…- dijo un hombre de traje azul con cubre bocas, sus manos llenas del liquido vital de un ser humano que esperaba ser resucitado de la cuenta regresiva que era su vida.

 

 

-Hora de la muerte – derrotado el sujeto de guantes sentencio.-4:55am,-una enfermera lo veía con la mirada gacha.

 

 

 

 

Todo eso, en ese quirófano frio, fue escuchado por un chico bajito, que  había logrado colarse hacia la zona de quirófanos… de que servía  haber burlado a los guardias que le perseguían, que inútil fue su carrera de casi 4 kilómetros, para que solo hubiera podido escuchar las palabras que confirmaban que su amor  había fallecido.

 

 

Sus vidriosos ojos amenazaban por salirse de sus cuencas, no era posible, esto no podría pasarle a el, el venia para darle ánimos, para decirle que aun que muriera el vería la manera en volverlo a la vida y que nunca se separase de el, incluso;  le venia a reclamarle del por que no le confió eso, el por que lo tuvo que averiguar solo, al regresar la llamada al mismo numero del qué Seung había marcado (¡ese babo! Ni esconderse savia, quien no oculta el numero si alguien no quiere que lo encuentre) pero lo que acababa de escuchar lo había dejado mudo, ni siquiera se había dado cuenta cuando había comenzado a llorar, grandes lagrimones salían sin parar de sus ojos, el desgarrador dolor que sentía en esos momentos no se comparaba con nada a lo que el en sus 22 años de vida había tenido la desgracia de presenciar. La muerte de su amado, la ya inexistente presencia del hombre que lo había cautivado, a la esencia de su corazón, la vida misma ya no tendría ningún sentido sin el, ¿Qué debía de hacer? Lo único que hiso, sentarse en una esquina de ese largo pasillo, a llorar tanto y sus líquidos corporales le permitieran, que importaba si se deshidrataba, ya no había nada para el… lo había perdido; lo que mas amaba.

Ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

 

 

Era incierta la manera en que había llegado al departamento, ahora vacío de alguna manera, hasta olía diferente, literalmente su esencia se había esfumado…. ¿Cómo vivir sin su presencia? ¿Cómo hacerlo? Después de tanto calor, tanto amor,  tantas palabras dichas… tantas poesías, tomo el libro de rimas que Seung siempre llevaba a todas partes, era pequeño y un tanto grueso, las paginas estaban marcadas como unas cien veces, entonces se detuvo en el poema que tiempo atrás ambos habían recitado, era bello; sin duda, pero ahora esas letras que alguna vez le llenaron el estomago y el corazón de mariposas revoltosas, eran simples letras impresas en papel corriente.

 

-… En sus grutas doradas, 
con sus diademas de oro, 
allí estaban, como un coro 
de reinas, todas las hadas. 
Las que tienen prisioneros 
a los silfos de la luz, 
las que andan con un capuz 
salpicado de luceros. 
Las que mantos de escarlata…

Esperaba que alguien le contestara, que siguiera con el siguiente verso, pero nadie estaba allí salvo el y la odiosa rama que golpeaba la ventana.

 

-… Y en aquella región que era 
de la luz y la fortuna, 
cantaban un himno, a una, 
ave, aurora y primavera. 
Las hadas ?aquella tropa 
brillante?  […]  que he dicho, 
por un extraño capricho 
fabricaron una copa. 
Rara, bella, sin igual, 
y tan pura como bella, 
pues aún no ha bebido en ella 
ninguna boca mortal. 
De una azucena gentil…


 

Paro su recitar, al mismo tiempo que aventaba el estúpido libro y veía como se estampaba contra la ventana y unas que otras hojas se desprendían de el, odiaba todo en ese momento, todo. Incluso a SeungHyung, si tan solo le hubiera dicho que estaba enfermo, si solo hubiera confiado en el y le hubiera dicho, si solo el no hubiera hablado  e investigado por el mismo…. Si hubiera…

 

 

-El hubiera no existe… y ni tu tampoco Seung…- y por fin se dejo llevar, mares de lagrimas y decenas de maldiciones.-  Ojala no despertara nunca mas, ojala te alcanzara, donde sea que te llevaron…- Pensamientos ahogados en lagrimas y deseos de morir, era lo mas coherente que le venia ala mente.

Ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

 

 

Mientras tanto en una habitación del hospital, del cual había salido corriendo Ji hace ya más de dos meses…

 

 

-¡Es hora de que te vallas ya! Me estuviste jodiendo con esto casi un año y ahora ya que tienes lo que querías, resulta que no quieres que te de alta, ¿de que va todo esto?.- un molesto hombre de blanco acusaba a un convaleciente paciente, que se reusaba en ser dado de alta.

 

 

-       Tengo miedo- contesto el muchacho.

 

 

-¿De Que? ¿De que ahora ya estas completo y serás feliz? Anda a callarte, y come tu comida para que ya te puedas largar de aquí…- Era poco convencional que un doctor le hablara a un paciente, pero obviamente este no era un caso tan convencional, se dirigió a la puerta dispuesto a salir pero antes volvió a ver al chico que ahora estaba como un niño en la cama siendo alimentado por la enfermera a cargo…-Seung, ya no pienses estupideces y ven a visitarme la próxima vez, yo,  tu tío le hace falta que estés aquí, extraño hacerte enojar y además; quiero conocer a JiYong.- cerro la puerta dejando aun sonriente muchacho, que; sin chistar comió hasta la ultima porción de esos desabridos alimentos que daban en los hospitales.

Ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

 

 

Por otro lado, en medio de los grandes e imponentes rascacielos color gris, para ser mas exactos en un apartamento de el ultimo piso, un chico se desasía en llanto todas las noches, si;  efectivamente por su Seun Hyung, la mitad de su corazón ya muy adolorido, la razón de su cordura… Era por eso que en estos momentos, no había hecho nada, ni siquiera contestar las llamadas que insistentemente llegaban a su celular, y que decir de los ensordecedores timbrados del teléfono, que sostenía por puro instinto pero solo lo ignoraba.

 

 

ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

Es muy curioso como nuestro cerebro procesa la información que recibe, a veces de un modo catastrófico,  eso era lo que se había hecho; “malinterpretaciones”, ¿Qué quería decir eso? La verdad no quería saberlo, esa era la palabra que citaba esa nota que tenía en sus manos y una postal de la isla Jeju, tenia una dirección también y lo más impactante, un boleto de avión, para esta noche.

 

No iba a ir, estaba un 98% seguro de que era algo relacionado con Seung… no quería nada mas de el, aun muerto le seguía haciendo daño, le dolía pensar que lo único de recuerdo que tenia de el eran una llamada telefónica, pero no podía despegar la vista de esa postal, Jeju, por que precisamente ahí, a caso Seung quería que nunca parara de llorar (era el lugar donde Seung lo habia llevado en su primera cita, guardaba bellos recuerdos de ese viaje) Se levanto y salió del apartamento, despeinado por el viento  ya empezaba a hacer calor pero las noches eran aun frías, las puntas de sus dedos estaban rojas, y que decir de sus mejillas,  donde sus labios casi azules le exigían que volviese a casa, ¿A que volvería? Solo a la soledad que le incomodaba cuando acariciaba la almohada donde dormía Seung.

 

 

Sus pasos  lo llevaron hacia el lugar donde menos quería ir, al aeropuerto, sin nada mas que una postal  y una dirección desconocida, algo le decía que aunque no era su objetivo principal debía de ir… y  así fue; durmió el resto del vuelo, su cansado andar u sus muy oscuras ojeras daban mucho de que hablar, parecía que era un zombie, la brisa fresca de la mañana que ya se podía vislumbrar en el cielo unos indicios de que hoy iba a ser un día precioso.

 

 

No quiso tomar taxi para llegar al lugar que cualquiera sabia se iba aponer a llorar también, camino hasta que no supo donde estaba…. Pregunto a los habitantes y no le supieron dar ninguna seña.

 

Muy sabio el se detuvo a descansar en un parque, la luz azul que anunciaba que pronto amanecería estaba llegando a su final, no había nubes que le obstaculizaran la vista, el verde césped donde se hallaba recostado estaba mojado por el rocío de la noche, hacia su fina sudadera mojarse, una vez mas lloro; ni siquiera recordaba el lugar donde Seung lo trajo, no recordaba donde se prometieron cosas y mimos, fue una cita especial y no volvería a tener una igual, y eso le ponía triste,

 

 

Era raro encontrarse a alguien botado en medio del parque a esas horas de la madrugara, a menos que se tratara de un vago, pero no; su ropa no era la de uno, la resolana de la mañana le pegaba de lleno en la cara, no daba signos de vida, claro si lo veías de lejos como el lo hacia… decidió acercarse, quizá era alguien que necesitaba ayuda, quizá…

 

Se paro en seco en el momento que observo con mas detenimiento su perfil , esa mata color café tan sedosa que hace mas de unos meses anhelaba con acariciar otra vez, ¡no lo podía creer¡ estaba ahí, a unos metros de el… lo esperaba mas tarde y en otro lugar pero,  ¡que mas daba!  lo tenia frente a el y le daba tanto gusto, que una finas lagrimillas recorrieron su rostro. Se veía tan lindo con los ojos cerrados, noto su delgadez, mas de la que debía de tener y se preocupo, ¿Qué había pasado con el? ¿Estaba enfermo? Noto sus ojeras que no combinaban con la blanca piel de JiYong, sus labios partidos y pálidos, su cabello un poco maltratado. ¿Que había pasado en su ausencia? ¿A caso le había pasado algo o era parte del llanto por no saber de el?

 

Quería despertarlo, pero… algo le daba mala espina, eso de haberlo encontrado muy lejos del punto en donde se tenían que encontrar, y su apariencia, la hora y el lugar en la que solo por coincidencia le había encontrado.

 

Sentía el sol darle de lleno en su cara, no quería y ni pensaba siquiera cambiar de posición, algo de pronto le tapo la luz. Quizá ya habría muerto, una extraña sensación le recorrió en su cuerpo quería abrír los ojos pero el ardor de ser expuestos a una luz por mucho tiempo.

 Una fragancia acogedora invado sus fosas nasales tanto que le hicieron dar arcadas, se levanto de golpe aun con los ojos cerrados, el viento que empezaba a soplar revoloteo sus cabellos y una vez mas esa dulce esencia recorrió sus sentidos, lo extrañaba demasiado; incluso el aire le recordaba a el,  el aroma aun impregnado en alguna parte de su cuerpo seguía torturando a su corazón,,,  como olvidar ese olor tan característico de el, como a menta y vainilla con algún toque de canela, esa fragancia que cada que habría su armario le golpeaba  de lleno, como iba  a olvidarlo .

 

 

-Creo que me volveré loco, siento que estas aquí Seung.- dijo cabizbajo, jugueteando con el pasto entre sus dedos.

 

 

-… Pues creo que si estas un poco loco.

 

 

Su corazón se paralizo de súbito, ahora hasta escuchaba su voz tan clara que juraría que estaba a lado de el, ese bombeo de sangre que llegaba justo un poco a la izquierda de su pecho se hacia mas intenso, sus ojos cerrados por el cansancio y el escozor de las lagrimas que amenazaban por Salir otra vez por infinita vez ese día.

 

 

-SeungHuyng de verdad me volví loco, hasta escucho tu voz… -empezó a llorar al fin, pero sus gimoteos se hicieron callar cuando una caricia cálida y suave delineo el contorno de su fino rostro, era tan real que no quería moverse, pensaba que si se movía un milímetro aquella ilusión tan real, ¿o es que ahora si ya estaba muerto? Si asi fuera, al fin estaría con el y no s arrepentía de nada.

 

 

Seung miro muy inquisitivamente a JiYong, ¿Acaso estaba  escuchando lo que el creía? ¡Su Ji pensaba que había muerto!... ¡Que locura! Si estaba vivito y feliz de que al fin podría estar con el sin limitaciones, le estaba esperando para darle una sorpresa, le había comprado tantas cosas lindas que seguro JiYong saltaría de alegría y se desmayaría de alegría, y; ¡ahora escuchaba  esto! De verdad si estaba loco, pero eso era lo que amaba de el, por el momento lo  tenia que despertar del letargo en el que se encontraba, tenia que dar explicaciones de su desaparición y el por el estado de locura en el que se encontraba en esos momentos, solo estaba seguro de algo, ¡jamás se volvería a ir tanto tiempo! ¡Ese chico estaba en los huesos!

Ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

 

 

Su vida, desde que había conocido a JiYong se volvió un caos, un hermoso y delicioso caos;  desde pequeño había sido enfermizo y no pudo disfrutar de todos los placeres que un chico de su edad disfrutaba, correr, trepar arboles, ir a la escuela publica y hacer amigos inseparables, era todo lo contrario a un niño normal, maestros particulares, siempre en casa y jamás amigos con los que pasar una buena pijamada; tal vez por eso se debía su muy solitaria efusividad por la vida, antes. Ahora era otro, con ganas de reír en lo alto, de tontear con ese chico que cuando lo vio por primera vez cabe mencionar le cayo mal, le fastidiaba un poco, pero después le tomo sabor  a su compañía, se dio cuenta que era como un a medicina para su animo, le hacia sentir libre, tan ligero que casi sentía que los pocos minutos que pasaba con JiYong leyéndole, eran únicos e irrepetibles, que los tenia que aprovechar, pues a sabiendas de su enfermedad nunca le dijo nada a el, pero ahora estaban juntos, uno inconsciente y el otro atontado por su presencia pero juntos al fin,

OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

 

 

 

Unos ojos adormilados se debatían entre abrirse o seguir cerrados,  la mañana estaba aun fresca, tembló de frio al sacar una mano del edredón, ¿edredón? ¿Almohadas? ¿Sabanas limpias? Ese delicioso aroma que se colaba por su nariz, una mezcla de lavanda y primavera, ¿en donde estaba?  El solo recordaba haberse quedado dormido o desmayado en el parque que en la madrugada de encontró, ¿lo habían secuestrado? ¡En donde estaba! …. Buscaba por todos lados alguna pista de donde demonios estaba, ¿y su ropa? ¿Quien lo había cambiado? Todas esas preguntas y su manía de revolverse el cabello cada que se desesperaba se vieron abruptamente detenidas por un jadeo de sorpresa y susto, al mirar que en la puerta de esa habitación estaba Seung, si; su SeungHyung, ese guapo chico mayor del que había estado enamorado desde que le vio, estaba parado fresco, como recién salido de la ducha enfrente de el…. Y más guapo que nunca.

 

 

-¡QUIEN ERES TU!-Grito a todo pulmón haciendo un desorden los cojines y sabanas en donde se encontraba hace unos minutos durmiendo plácidamente.

 

-¿Como que quien soy yo?  ¡Soy Seung! Ji, ¿ya lo olvidaste?... ven acá, no me darás un abrazo, ven que Hyung te extraño mucho…- El amablemente abrió sus brazos y dejo que su pequeño Yongie se estampara en el, pero no fue así; en vez de eso un enfurecido y sudoroso JiYong salio corriendo a quien sabe donde, dio tantas vueltas en la casa pero no logro encontrar su objetivo…

 

 

 

 

-Si buscas el baño esta en la habitación de donde saliste corriendo, es la puerta de la izquierda… ¿Ji?.. ¿te encuentras bien?...- Vale el mayor estaba empezando a preocuparse, la reacción de Ji no era normal, el había imaginado su rostro lleno de lagrimas y cosas así que Ji solía hacer cuando dejaba de verlo unas horas, pero esto… no, una vez mas lo recalcaba, algo aldaba mal con el.

 

 

 

Corrió hacia donde el “fantasma“ le apuntaba, no pudo ni cerrar la puerta debido alas arcadas que en cuanto apoyo su cara contra la cerámica devolvió lo único que había en su estomago, El desagradable sabor de aquello le hacia revolverse mas el estomago, eso aunado a las suaves manos que le ayudaron a quitar su cabello que le caía por los costados, ese aroma que empezaba a odiar, ¿Odiar? No, eso era imposible; así como la presencia de esa persona que tenia la apariencia de su Seungie, no podía ser, el  estaba muerto, o, ¿no? Otra arcada mas pero esta vez no salió nada, sudoroso lavo su boca y manos…. Levanto su mirada y hay estaba aun.

 

 

Le agarro fuerte de las muñecas, tanto; que le estaba lastimando, forcejearon en total silencio uno tratando de alejarse y el otro de traerlo mas consigo, rasguños y moretones era lo que iban a tener muy pronto, y no precisamente por haber pasado una linda noche salvaje, se cansaron y terminaron en el suelo…. JiYong aprovecho el descuido del otro y corrió hacia la salida, a Seung no le tomo ni dos segundos en seguirle, ¿a este que le pasaba?

 

 JiYong forcejeaba inútilmente por abrir la puerta, sus ojos anegados en lagrimas le impedían ver el pomo de la puerta que inútilmente seguía tratando de abrir, eso era una broma de mal gusto de parte de su cerebro, mira que ver escuchar y tocar a SeunHyung era de verdaderos locos, seguro ahora si le encerraban en el psiquiátrico.

 

Cansado de ese show, Seung se coloco detrás de un JiYong que para esas horas ya había dejado en paz la puerta, pero aun se encontraba ahí, parado a milímetros de la puerta, apenas iba a hablar cuando esa  dulce voz, que tanto extrañaba le interrumpió.

 

 

 

-¿Por que?... Eres una ilusión creada por el duelo, o;  ¿eres la prueba que de verdad estoy loco?

 

Esa pregunta descoloco a SeungHyung, ¿de que estaba hablando este chiflado?

 

 

 

-De que hablas Ji , no entiendo lo que quieres decir, explícate por favor que esto ya no es divertido-¡ Esto era en serio!, ya disgustado por la infantil actitud de Ji, según el.

 

 

 

-Maldición, maldición, maldición….- seguía repitiendo cansinamente hasta que no se le entendía palabra alguna, estaba otra vez llorando, descansando su frente en la puerta de madera que le cerraba el paso hacia la realidad, según el. El pobre estaba tan asustado y emocionado, si; emocionado por que dentro de su muy aturdida mente quería creer que su Seung lo cuidaba aun que la Figura que estaba a escasos pasos de el fuera solo su imaginación, Por qué lo era ¿verdad?

 

Le tomo unos segundos darse cuenta de lo que ocurría, Jiyong lo creía muerto, ¿Por qué? Solo el sabia, y dos que pensaba que estaba delirando, ahora ya tenían sentido su delgadez y esas enormes ojeras, le rompía el corazón el verle llorar de ese modo, quería que le explicara el por que de su actitud pero ante de eso se tenia que asegurar que Jiyong se diera cuenta que no era una ilusión, que era real, que por fin estaban juntos, claro; que el también le debía explicaciones pero de momento le sacaría de ese estado de shock en el que se encontraba.

 

Sintió como unos cálidos brazos se cerraban en el, detrás de el se encontraba Seung, abrazándolo con la cabeza escondida en su cuello, un tibio y familiar  aliento le golpeo sus mas infinitos recuerdos, este era Seung; sus manos  las llevo hacia los fuertes brazos que amenazaban con jamás querer soltarle, acaricio  sus extremidades y suspiro hondo, Su cabeza  daba vueltas, sentía una descarga de adrenalina por todo su cuerpo, no quería que este momento acabara, Seung le volteo para que quedaran de frente pero Ji lo primero que hiso fue bajar la mirada, a lo cual el mayor tomo su mentón evitando que este le negara la vista de su muy bonito rostro sonrojado.

 

-No por favor, no me niegues ese capricho, quiero verte hasta que me canse, por favor mírame Ji…- El mayor le miraba muy de cerca, sentía como su aliento chocaba contra los labios de su pequeño amante, sonrió ara si cuando miro que el mismo chico que tenia entre sus brazos cerraba sus ojos.

 

 

-¿Se…Seung? ¿Eres realmente tú? Pero si yo escuche….- Se cayo abruptamente al ver que se había echado de cabeza el mismo.

 

 

-¿Que tu que? ¿Tú fuiste a verme? ¡Oh Ji, mí Ji… no estoy muerto!, estoy aquí contigo y no me volveré a ir, lo prometo, ahora me vas a decir que carajos escuchaste que te tuvo tan mal, que hasta descuidaste tu alimentación y tu mismo.- Le reprendió, ahora lo entendía Ji había ido a verle, algo paso que hiso que pensara que había muerto, quería mas detalles.- Vamos Ji, lindo JiYong; dime que fue lo que paso, para que pensaras semejante barbaridad.- Le tomo de la mano y lo llevo a la salita de la casa.

 

 

 

Se sentó no muy a gusto, el quería seguir estando enrollado entre los brazos de Seung, La salita era pequeña pero bonita,  a Ji le gustaba el ambiente; tan  cálido y  acogedor.  El sol se colaba por las rendijas de las cortinas que se movían por el leve viento, un sol amarillo con tintes anaranjados les avisaba que muy pronto se ocultaría, Volteo a ver a Seung y su corazón se sacudió estrepitosamente que hasta su estomago lo sintió, Le tenia enfrente, sano, vivo, sereno y tan guapo como siempre, una vez mas lo aseguraba; estaba enamorado hasta el tuétano, pero la omnipotente criatura que tenia enfrente tenia el seño fruncido, lo cual lo  hiso aterrizar forzosamente de sus delirios.

 

 

-Fui al hospital, y digamos que, entre sin permiso a un área restringida…. Y pues creo que el karma me la aplico por que al final el tonto fui yo, pero lo importante s que no es verdad y que estas conmigo ¿verdad Seung?.- Temía a la respuesta de l mayor.

 

 

 

-Algo me imaginaba que había pasado pero nunca esto, como puedes pensar que moriré, al menos no antes de haberte dicho que te amo o despedirme, la próxima vez que me des por muerto asegúrate bien ¿ah? Y no saques ideas equivocadas- Lo vio mui decaído y triste pero había notado como sus mejillas adquirían eso bonito color que tanto amaba- … ven aquí…- le extendió su mano y palmeo aun lado de su sillón, quería ver su rostro sonrojado mas de cerca.

 

JiYong se levanto de su asiento y camino hacia donde estaba Seung, se sentó a un lado de el recostando su cabeza en el hombro de este, la situación estaba tensa, ¿Por qué? Se sentían como si apenas acababan de conocerse, era un sentimiento familiar, ambos se miraron a los ojos y suspiraron al mismo tiempo, JiYong bajo la mirada apenado una vez mas por la mirada de Seung, sonrió por lo bajo, y le debido a ese hombre que lo volvía loco una de esas tantas sonrisas que solo Ji  tenia, una sonrisa sincera y dulce era lo que mas amaba de el. Seung tomo la mano de Ji y entrelazaron sus dedos. se sentían tan bien, sus manos aunque pequeñas se amoldaban perfectamente en las suyas, Abrazados y con las manos unidas se quedaron en silencio, escuchando únicamente a dos corazones latir fuertemente por el otro, uno mas nuevo que el otro, listo para llenar hasta su máxima capacidad de todo lo bueno que solo encontraba en  JiYong.

 

 

 

ooo

 

 

 

-¡SeungHyung! Nunca me terminaste de leer ese poema que tanto recitabas-

 

 

-¿A no?... ¿Como es eso? si lo hice… pero, ¿quieres que te lea el final?- Le pregunto con una sonrisa encantadora.

 

 

-Si, quiero que lo leas, como antes, ¿recuerdas? Me gustabas tanto que no podía irme hasta que tu te fueras, incluso no me importaba que me estuviera muriendo de hambre. Seung, eres malo ¿Por qué causas esas reacciones en la gente? ¡Te amo tanto Seungie!- Lo abrazo de lado tan fuerte.

 

 

-¡Jajajajaajajajaja! – La risa estridente que lanzo Seung hiso que a Ji  se le hinchara el corazón, era la primera vez que lo oía reír, ¡estaba feliz! Y era por el.

 

 

-       ¿Seung?.. léelo…- un susurro dulce se escucho de los labios de Ji, lo que seung jamás ignoraría.

 

 

-Esta bien…-

 

 

 Seung se acomodo de lado, poniendo a JiYong de espaldas a su pecho lo enrollo con sus brazos algo que Ji le gustaba, sentados en esa misma banca del parque, debajo de ese gran árbol donde por primera vez se miraron, donde el ruido de sus pasos pisando las hojas secas de su alrededor le hicieron alzar la vista y hallar esa luz que tanto buscaba, quien diría que en ese lugar tan solitario encontraría a la persona mas importante de su vida.

 

-Rara, bella, sin igual, 
y tan pura como bella, 
pues aún no ha bebido en ella 
ninguna boca mortal. 
De una azucena gentil 
hicieron el cáliz leve, 
que era de polvo de nieve 
y palidez de marfil. 
Y la base fue formada 
con un trémulo suspiro, 
de reflejos de zafiro 
y de luz cristalizada. 
La copa hecha se pensó 
en qué se pondría en ella…[…] 
Una dijo: ?La ilusión; 
otra dijo: ?La belleza; 
otra dijo: ?La riqueza; 
y otra más: ?El corazón. 
… […]?Que se ponga en esa copa 
la felicidad completa. 

 

 

-¡Ah! Seung,  es mas  bonito cuando tu lo lees… sigue, sigue,… -se volvió a acomodar mas acurrucado.

 

-       Dejó caer la divina 
Reina de acento sonoro, 
algo como gotas de oro 
de una flauta cristalina. 
[…] y las hadas tanto han puesto 
que la copa se llenó. 
Amor, delicia, verdad, 
dicha, esplendor y riqueza, 
fe, poderío, belleza... 
¡Toda la felicidad!... 
Y esta copa se guardó 
pura, sola, inmaculada. 
¿Dónde? 
En una isla ignorada. 
¿De dónde? 
¡Se me olvidó!... 
¿Fue en las islas de las rosas, 
en el país de los sueños, 
en donde hay niños risueños 
y enjambres de mariposas? 
 
Esto nada importa aquí, 
pues por decirte escribía 
que esta copa, niño mío, 
la deseo para ti.


El termino de recitar  y se miraron a los ojos no hacia falta palabras para decirse las cosas, todo se reflejaba en sus ojos…  Seung levanto su barbilla y dejo escapar su aliento sobre sus labios, y como la magnetita al hierro Sus labios se juntaron al instante que termino el ultimo verso, tanta calidez, tanta dulzura, locura, deseo, amor pero sobre todo, la felicidad completa.

 

 

 

 

 

Notas finales:

..... ME PUEDEN DEJAR IDEAS DE QUE LES GUSTARIA QIE ESCRIBIERA Y ASI O ME PUEDEN DECIR CUALTA COSA QUIERAN ..OK... NO SEAN TIMIDAS Y REGALENME UN RR lindo y denle amor a mis historias!!!!   

 

adiosin°!!!

 

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