-entonces quieres desayunar solamente- me dijo Seung Hyun un poco asombrado -pues claro con eso me conformo- le dije sonriéndole tan cálidamente como me fuera posible
-yo pensé que eras de los que necesitaba grandes citas para quedar conforme- enserio tenía esa visión de mi, le tome la mano y le dije –no me importa cosas sin sentimiento- le dije sonriendo recibiendo solo una mirada llena de amor lo sabía, Seung hyun no es muy demostrativo y no me importa solo me importa que este conmigo.
Llegamos a una cafetería de tres pisos, de un tono blanco nieve por fuera con flores a su alrededor y arboles dándole sombra –aquí es- me dijo entrando conmigo, aún tomados de las manos, estaba claro lo que sentía por el ya era algo increíble, era dulce amable conmigo y preocupado por mí, cosa que me encantaba.
Subimos hasta el tercer piso y nos sentamos en una mesa para dos al lado de una ventana que nos dejaba ver la soleada pero no por eso caliente, si no un helado viento recorría entre la ventana.
Lámparas sencillas de techo, sillas cómodas y mesas normales, un lugar normal, ara personas normales, nada extravagante ni mucho menos exótico, esto realmente me agrada me decía mientras miraba el lugar asombrado.
-Lo siento si no pude traerte a un café mejor- me dijo aún con su tono liso en su voz mirándome fijamente, se encontraba con una chaqueta café, pantalones negros y zapatillas negras, nada fuera de lo común y yo aquí con un poleron verde que contrastaba con mi cabello rosa y unos pantalones blancos con un par de botas negras.
-no te disculpes este lugar es genial- le dije sonriendo a más no poder amaba estos lugares sencillo, mejor dicho amaba estar con Seung Hyun, el todo que me daba era con amor, con sentimiento cosa que nadie hacia por mí.
Una camarera llego al lado de nosotros con un par de cartas para elegir –elige lo que quieras- me dijo mirando la carta atentamente, para luego mirarla, no quería nada tan caro –quiero con café y un pedazo de torta de chocolate- dije mientras Seung pidió lo mismo, la chica lo escribió y se retiro.
-pensé que pedirías algo más caro- me dijo con su mirada fija en mi –para que si con eso estoy bien- le dije sonriendo, realmente me sentía en el cielo con Seung.
Al poco tiempo la chica llego con nuestros pedidos y nos sonrió, comimos y bebimos tranquilamente mientras tan solamente miraba los ojos oscuros de Seung si con eso me conformaba, con cualquier otro hombre le hubiese exigido cosas caras, lugares increíbles pero a Seung no, el cada cosa que me daba era con sentimiento y dedicación única cosa que ninguno de los otros novios que he tenido me logro dar.
-¿En que piensas?- me dijo mientras dejaba la taza de café en su platito –que me siento en el cielo contigo- le sonreí no me cansaba de hacerlo si era para él.
Su linda nariz, sus lindos labios, su lindo corazón son lo que me cautivaron, y no su cuerpo, no su popularidad entre las chicas, ni mucho menos su dinero ya que no tenia todo lo que tengo yo.
-Sabes- me dijo tornados un poco más expresivo –me gustas- me dijo sonriendo, su sonrisa es hermosa, sus ojos se hicieron más pequeños y su rostro más brillante –a mí también me gustas- me miro dejando su sonrisa a un lado –pero no te arrepentirás de ¿estar con alguien socialmente mucho más bajo que tú?- con sus ojos adoloridos, mi vida estaba completa con tan solo verle –claro que no, no me importa el dinero- le dije tocando su nariz perfecta –yo amo tu corazón- le dije acercándome más a él -bésame- le dije tímidamente.
Sus labios chocaron con los míos, un suave contacto, uno que deseaba desde ya mucho, fue corto y casto lleno de sentimientos y de amor y cariño –Yo te amo- me dijo sonriéndome nuevamente –yo también- le dije tomando una de sus manos –quiero ser solo tuyo- le dije mirándolo serio –y yo quiero que seas solo de mi propiedad- sonrió de una forma agradable y linda.
Luego de eso dejamos el dinero y nos fuimos tomados de las manos a paso lento a nuestras casas –Hoy estuve en el cielo- le dije –eres el único que con solo verme me hace sentir vivo- le dije besándolo fugazmente en sus labios bellos.
-Creo que tu provocas lo mismo en mi- me dijo abrazándome sin soltarme.