Todo eran de un blanco cegador, no se podía distinguir en donde iniciaba y terminada el piso ni el techo. Se sentía extraño, solo y con temor.
-¡¡¡Hola!!!... ¡Mamá!!!- llamó recordando su sueño anterior
Pero nadie contestaba ni aprecia haciendo que el sentimiento de soledad incrementara
-¡Mamá!- volvió a llamar una y otra vez, ese día necesitaba verla, aun cuando era solo un sueño, de pronto sintió un par de brazos rodearlo desde atrás, reconoció ese olor, era el de su madre, o al menos eso le decía su corazón, se dio la vuelta y allí estaba ella, era su mamá, sonriéndole con ternura.
-MAMÁ….- grito con alegría, y se aventó a los brazos de su madre, buscando refugio y amor, y al sentir que era correspondido, no pudo evitar llorar de alegría y nostalgia, cuanto deseaba que ese sueño fuera real, que su madre viviera y lo llenara de amor.
Su madre jugo con sus cabellos, tratando de consolarlo, con una mano tomo el rostro del menor y lo levanto para que lo mirara, le sonrió con mucha ternura, para luego darle un beso en la frente.
Kyuhyun cerró sus ojos sintiendo el calor y amor de madre, se sintió tan feliz, tan seguro, en paz entre los brazos de su madre.
Pero poco a poco esa sensación de paz se fue, cuando abrió los ojos su mamá ya no estaba, y de nuevo se sintió solo, las lágrimas empezaron a salir y llama a su madre una y otra vez, sintiéndose desesperado.
La luz cegadora del lugar, se fue apagando quedando en obscuridad, una horrible obscuridad.
De pronto una risa, se escuchó en el lugar, buscó de donde provenía la risa, y vio una silueta, que poco a poco era más visible ante sus ojos
-Que llorón eres, parece que no puedes evitar ser tú- la voz estaba cargada de odio hacia su persona
-Papá….- dijo logrando identificar a su padre
Kyuhyun necesitaba sentir el calor de una familia, el calor de alguien que lo llenara de amor, y por inercia corrió a su padre en busca de el, olvidándose del desprecio que su padre le tenia
-¡Suéltame!- le grito al menor, y lo empujo provocando que cayera al piso
-Padre… - dijo con lágrimas en los ojos
-No sé qué hice para merecer un hijo con tú, eres un fenómeno- dicho esto se empezó a burlar del menor, haciendo que este llorara más
Las carcajadas del Sr. Cho, se escuchaban en todo el lugar, opacando el llanto de su hijo
Las palabras “fenómeno” “me avergüenzo de ti” “quisiera que ni fueras mi hijo” se escuchaban una y otra vez, hasta que la voz se fue opacando y quedando solo el eco.
Kyuhyun se quedó solo en ese obscuro lugar, sintiendo miedo, soledad, tristeza.
-¡No por favor no, no me dejen!- suplicaba para que no lo abandonaran, el sentimiento que experimentaba en ese momento, era muy cruel
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Siwon había estado pendiente de Kyuhyun, y pudo ver sus cambios de expresión, como de dolor paso a felicidad, y de felicidad a desesperación, de pronto escucho los quejidos y gritos del menor, se espantó, pero se dio cuenta que el niño estaba teniendo una pesadilla
-¡Despierta…. Despierta!- le hablo tratando de escucharse tranquilo, para no alterar más al menor
Logro escuchar una voz desconocida, hablarle a lo lejos, aun cuando esa voz era desconocida, le resultaba agradable, y gracias a ella pudo despertar de su pesadilla.
-¿Estas bien? –le preguntaron con amabilidad
-Si… gracias- dijo tratando de sacar de su cabeza las imágenes de su pesadilla. Sintió la fija mirada de su interlocutor y giro su rostro para ver quien lo hablaba.
Al ver a el hyung que lo habia ayudado la vez anterior, se sintió apenado y de inmediato esquivo su mirada
Siwon noto la acción del menor y se sintió mal, pensó que no lo querría ver, por ser el causante de su mal estar, si él no le hubiera dicho unas palabras tan duras, el menor no se hubiera arriesgado
-Y-yo… lo siento- dijo apenado
Kyuhyun escucho la disculpa del mayor, y no lo entendió, en ese momento se sentía confundido
-No debí decirte que te enfrentaras a ellos, tan solo eres un niño, y ellos son mucho más grandes que tú, tanto de edad como físicamente
-Hyung no fue tu culpa, ellos me provocaron, no te sientas mal- dijo forzando una sonrisa
-Pero… mira como haz quedado
-No es nada, casi no me duele- mintió para que su hyung ya no se sintiera mal
-Oh Kyuhyun has desertado- dijo la enfermera entrando en la habitación
-si- dijo el menor con una sonrisa
-Déjame revisarte- se acercó al menor y miro los golpes- tienes suerte que no te tocaran mucho la cara, solo tienes un golpe, parece que los demás fueron en tu torso- dijo preocupada
-……- no sabía que decir
Un silencio algo incómodo se alojó en la habitación, el cual se rompió cuando a el sonido del timbre se hizo escuchar en toda la escuela
-El receso ha terminado, debemos volver a nuestras clases- dijo el menor sorprendiendo a Siwon y a la enfermera
-Ninguno de los dos volverá a clases, tú estás lastimado y yo me quedare a cuidarte- dijo un muy seguro Siwon
La enfermera Kim y Kyuhyun lo miraron sorprendidos, más Kyuhyun, quien no entendía la actitud de su hyung.
Por su parte la enfermara Kim, sonrió tranquila, sentía que el menor estaría bien con Siwon. Cuando los dejo a solas, regresó de inmediato, había olvidado un medicamento. Al regresar vio como el mayor miraba a Kyuhyun, le pareció muy lindo, su mirada era con un toque de cariño y preocupación. Algo le dijo que ese par llegarían a quererse mucho, y que juntos forjarían un gran vinculo. Así que prefirió dejarlos solos. Y ahora al ver la actitud protectora de Siwon, no le quedaban dudas.
-Kyuhyun, tu amigo tiene razón- dijo sonriéndole a ambos
-Y-yo… está bien- dijo resignado el menor
-Eso me tranquiliza- dijo con una sonrisa- los dejare otra vez, tengo que hacer unas cosas
Cuando la enfermera se retiró ambos se sintieron incomodos
-Hyung… no tienes que quedarte a cuidarme. Estoy bien- dijo seguro –si lo que quieres es perder clases, está bien, puedes irte, diré que me cuidaste.
-¡¿QUE?! ¿Por quién me tomas? – dijo molesto Siwon
-Y-yo… lo siento- dijo asustado Kyuhyun, y cerró sus ojos temiendo recibir un golpe por hablarle así al mayor
Al ver la acción del menor, se sintió fatal, él nunca quiso hacerlo sentir mal, y de inmediato entendió el razonar del menor, ellos no se conocía, no se habían presentado, y si recordaban la última vez que se hablaron, su conducta no había sido la mejor
-No, quien lo siente soy yo, es normal que pienses algo así, no nos conocemos
Kyuhyun se sorprendió de no sentir un golpe, y cuando escucho hablar al mayor, se tranquilizó un poco, abrió sus ojos y vio al mayor, quien le tendía su mano con una hermosa sonrisa
-Siwon, Choi Siwon
-K-Ky-kyuhyun, Cho Kyuhyun- dijo el menor extendiendo su mano al mayor
-Mucho gusto Kyu- respondió Siwon estrechando la mano con el menor
Esa tarde en la enfermería, no platicaron mucho, debido a que los medicamentos hicieron efecto, haciendo dormir al menor. Siwon solo pudo velar sus sueños.
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-¡Anda Hae!
-No Hyukkie. Ya te dije que no
-Por favor ¿Si?
-No
-¿Por qué no?
-Porque No
-Pero ¿Por qué no?
-Hyukkie, me da miedo
-No es tan malo Hae, te aseguro que te gustara- dijo con una sonrisa traviesa, tratando de convencer al menor
-No Hyukkie, no me pidas eso, no quiero, de verdad, no me gusta
-Pero todos me han dicho que es el bum del momento
-Mejor otra- hizo un tierno puchero
-Mmmm…Hae si me haces esa cara, no te puedo negar nada- dijo resignado -¿Cuál quieres ver?
-Mmm… no sé, ni siquiera creo que me den permiso- dijo algo triste Hae
-Claro que te darán permiso, es solo ir al cine
-No estoy seguro, ya sabes que ellos no me dejan hacer muchas cosas
-Tenemos que intentarlo- trataba de animar al menor
-Está bien, pediré permiso- dijo ya animado Hae
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Cuando el timbre sonó, anunciando la hora de salida, Siwon fue por la mochila del menor. Kyuhyun se había negado a que Siwon buscara su maleta, no quería ser una molestia, pero el mayor insistió, y termino convenciendo al menor.
La enfermera Kim, vio divertida la escena y se alegró por el menor, al parecer había alguien que se preocupaba por Kyuhyun, y eso la tranquilizaba. Aun no entendía como alguien tan agradable no tenía amigos. Pero nunca era tarde, y parece que Siwon y Kyuhyun serán muy cercanos.
-Que muchacho tan atento
-Mm… Si- dijo apenado Kyuhyun
-Se ve que es buena persona- sonrió- y que le agradas
-……- Kyuhyun no dijo nada, se ruborizo
-Creo que ustedes dos serán muy cercanos
-Yo… esto…- no sabía que decir, estaba nervioso, él nunca había tenido un amigo
-¿Ya estás listo Kyu?- preguntó Siwon desde la puerta
-Sí, hyung gracias por traer mi mochila
-No es nada, vamos
-¿Vamos? ¿A dónde?
-A tu casa Kyu, debes descansar, y yo te acompañaré
-Gracias hyung, pero no te es necesario, puedo irme solo
-No, nada de eso, no dejaré que te vayas solo, así que anda, te llevare a tu casa
Kyuhyun no le pudo decir “No” al mayor, así que termino accediendo.
Se despidieron de la enfermera Kim, la cual les dio una amable sonrisa y los vio retirarse.
Durante el trayecto a la casa de Kyuhyun, ninguno habló, ambos se sentían extraños, no sabían nada el uno del otro, y las circunstancias en las que se habían conocido y tratado no eran las mejores, y menos para entablar una conversación.
Pasaron por varias calles, hasta llegar a una zona muy bonita de la ciudad, las casas de ese lugar se veían realmente bonitos, el lugar perfecto para formar una linda familia.
-Es aquí- dijo Kyuhyun al llegar a una casa de gran tamaño- Aquí vivo
Cuando Siwon vio la casa del menor, se sorprendió, la casa era muy grande y bonita, pero también se sentía algo triste, o al menos esa sensación le dio
-¿Alguien te puede ayudar con tu maleta?
-No es necesario hyung
-Claro que si, Kyu tu mochila pesa como si trajeras piedras en lugar de libros
-Yo… no hay nadie en mi casa- dijo algo nervioso el menor
-Entonces… - pensaba en algo –vamos, te ayudare a entrar y dejar tus cosas- sonrió al menor
-Pero hyung….yo… está bien – de nuevo no se podía negar, y menos si el mayor le sonreía de ese modo
Entraron a la casa, y en cuanto lo hicieron Siwon sintió tristeza en ese lugar, nunca un lugar le había producido una sensación tan fea. Le pareció increíble el contaste del lugar, la casa era muy bonita, pero se sentía tan desolada. Por un momento se sintió triste por el menor, crecer en un lugar así no debía de ser fácil.
-Es muy bonita tu casa- trató de romper la tensión
-Gracias, creo que mi omma la decoró
-Tiene buen gusto
-Si…supongo que lo tenía- dijo tristemente
-¿Tenia?- preguntó curioso
-Ella murió cuando yo nací, y mi padre nunca me habla de ella
-Lo siento mucho
-No te preocupes hyung
De nuevo el silencio se hizo presente, pero este el gruñido del estomagó de Kyuhyun terminó con el.
-Kyuhyun parece que tienes hambre- dijo sonriendo el mayor
-Es que no he comido- dijo apenado Kyuhyun
-¿Y qué comerás?
-No lo sé, creo que hoy encargaré algo
-Mmm… se hacer ramen ¿quieres que te prepare un poco?
-…….- Kyuhyun enserio que no sabía que decir, cada minuto se sorprendía más, las atenciones que el mayor estaba teniendo con él, eran muchas y significativas
Después de pensarlo un rato, al final Kyuhyun estaba comiendo ramen que Siwon le preparó.
-Sabe bien hyung. Gracias
-Qué bueno que te ha gustado. No soy muy bueno en la cocina, pero mi omma insiste en que aprenda, es algo útil que uno sepa cocinar
Siwon estaba sorprendido con su actitud, él nunca había tenido tantas atenciones con una persona que casi no conocía, bueno no al menos de ese tipo. Pero el menor provocaba eso en él. El deseo de cuidarlo y ayudarlo, además que él a si mismo se lo propuso.
Después de que el menor terminara de comer, trato de conocerlo más, pero le resultaba un poco difícil, ya que el menor casi no hablaba.
Prefirió dejarlo descansar, era lo mejor para el menor, así que se despidió de él. Además que ya era tarde
Después de que se fue Siwon, Kyuhyun pudo, o mejor dicho trato se procesar y asimilar ese día. Al pensar en Siwon, sintió una extraña e inexplicable alegría. El mayor fue tan atento con él, que esperaba que llegaran a hacer amigos
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Hae miraba a sus padres una y otra vez, había estado pensando en cómo pedir permiso para poder ir al cine, siempre que quería ver una película, sus padres lo llevaban, para que no fuera con alguien más.
-¿Sucede algo Hae?- le preguntó a su hijo, la omma de Hae lo conocía muy bien, y sabía que algo inquietaba su hijo
-Omma yo… mmmm... – divagaba
-Hae… ¿Qué sucede?
-Omma ¿puedo ir al cine con unos amigos?- soltó de repente el menor
-Hae…. – le sonrió a su hijo -Claro que sí, solo que debes de cuidarte, ya sabes que hacer y qué no hacer.
Hae quedo atónito, no lo podía creer, de verdad que no lo podía creer, su omma le había dicho que sí, ¿así de sencillo?, su omma debía de estar enferma
-¿Cuándo irán al cine? ¿Cuál van a ver?
-Queremos ir mañana en la tarde, se estrenara una película de Disney, y ya sabes que me gustan mucho esas películas- dijo animado el menor
-Qué bueno hijo, le diré a tu padre que saldrás al cine mañana, con tus “amigos”- después de decir aquello, la omma de Hae fue con su esposo
La Sra. Lee no estaba muy segura de dejar que el menor saliera con sus amigos, pero sabía que tenía que dejar que su hijo tuviera un poco de libertad, si no quería que terminara con el otro chico, compadecía a los padres de este. Pero gracias a ellos y a lo sucedido con aquel muchacho, ella había podido recapacitar un poco, había reflexionada sobre lo sobre protectora que eran con su hijo.
Vio a su esposo sentado leyendo el periódico y se acercó a él.
-Amor le di permiso a Hae para que mañana salga al cine con unos amigos
-Está bien amor- dijo tranquilamente
-Qué bueno que estés de acuerdo
-Un momento ¡Qué tú ¿QUE?¡
-Le he dado permiso a Hae para que vaya al cine con unos amigos- dijo tranquilamente
-Pero ¿Por qué? Sabes que él no puede
-Claro que puede, solo que nos da miedo que lo haga. Créeme que me costó. Pero lo sucedido con ese muchacho, me ha hecho reflexionar. No quiero que a nuestro hijo le pase algo malo. Y sé que si lo seguimos sobre protegiéndolo, terminaremos asfixiándolo y él… pasara lo mismo que con ese muchacho. Y no quiero eso…no lo quiero. Tengo mucho miedo por nuestro hijo
-Nada malo le pasara – dijo mientras abrazaba a su esposa. Ambos estaban preocupados, ellos solo querían el bienestar de su hijo
Hae los escuchaba, oculto desde un rincón, no sabía de quien hablaban sus padres, pero podía imaginar que era de alguien que estuviera enfermo de lo mismo que él. Se preguntaba si su enfermedad era tan mala. Pero al tratar de pensar en eso, no pudo, sus padres nunca le habían dicho que era lo que tenía. Solo esperaba que su enfermedad no lo separara de su monito.