Abrí los ojos, otra vez estaba solo en mi habitación, en mi mente se repite tantas veces esa frase que me dijiste cuando te marchaste -"perdóname, no volveré a molestarte"- para mí lo que te hizo un demonio no fueron esos cuernos, ni esa cola y mucho menos esas alas negras que me hipnotizaron de un momento a otro, sino fue el que te marcharas de esa manera tan estúpida… no había nada que perdonar, molestar, jamás me molestaste esa noche, es la única que ha valido la pena para mí, me entregue a ti en cuerpo y alma, ¿fue un error? no lo creo, amar desde el fondo de tu corazón a una persona jamás será un error.
He perdido la noción de cuánto tiempo ha pasado desde que te marchaste... aunque las marcas que dejaste en mi cuerpo esa noche, en la que perdí mi razón y me entregue completamente a ti, aquellas marcas se han borrado pero me queman tan intensamente, este dolor, no hay nada comparado en el mundo humano, nada que lo pueda igualar.
Sobrevivir, ¿cómo lo he lo grado? ni yo mismo lo sé.
Me levanto todos los días sin ganas, suspiro a cada momento. En la escuela, sigo yendo solo por pura inercia, los días pasan lentamente, solo mira a través de la ventana hasta que termine un día más. ¿Sabes por qué mi vista se dirige siempre hacia la ventana? espero que regreses volando, como lo hiciste aquella vez, extendiendo tus alas de un intenso y profundo color negro, tan suaves...
Quiero llorar, pero solo una lagrima puedo derrame -una risa triste pero a la vez sínica se mostraba en el rostro de aquel joven que se mantenía recostado en su butaca- creo que llorar mas por ti no puedo- diciendo esto en voz tan baja para que solo él lo escuchar, en ese momento el joven estudiante fue sacado bruscamente de sus pensamiento
-¿Estás bien?- un compañero de clase, muy diferente a Tsuki, alto de cabello rojo y unos perfectos ojos color azul que podrían hacerte naufragar como si estuvieras en medio del océano, -Porque no me cuentas, tal vez eso te ayude un poco- su voz sonaba cálida, me recuerda a... pero no era él, no era mi demonio aquel ángel caído del que me había enamorado.
-Estoy bien, por favor déjame solo-la voz de Tsuki sonó un poco temblorosa.
-Parece que me vas a ignorar, entonces no te importa que me quede sentado aquí.
-Haz lo que quieras, yo me tengo que ir-se paro del asiento y sin levantar la mirada se dirigió a la puerta.
-¿A dónde vas? tanto te molesta mi presencia- lo alcanzo antes de que saliera del salón, lo tomo del brazo y lo atrajo así él- De cerca eres mucho más lindo- sonrió con ese ligero toque de malvada que tanto le recordaba al demonio del que s enamoro gusta-tus labios están invitándome a probarte.
-A que te refie......-antes de poder terminar, junto sus labios con los del joven confundido y lo apretó hacia cuerpo fuertemente, ese calor le consumía, sus labios se movían con tanta delicadeza.
-Pensé que no querías que te molestara, respondiste muy bien, lo decía de una forma burlona el pelirrojo.
-Por favor déjame ir, no me siento muy bien. Reclamaba Tsuki intentando zafarse de los brazos de aquel hombre
-Mmmm un solo beso y te empiezan a temblar las rodillas, y que pasa si te toco aquí- de un momento a otro quito su mano de la espalda y la puso en la pierna del mas pierna del pequeño llorón y la empezó a subir lentamente.
-ahhh por fa..vor.. Detente
-¿Qué, no lo estas disfrutando? mira como está aquí- Tsuki sentía como todo su cuerpo se estremecía, mientras con una mano le tocaba tan delicadamente y con la otra trataba de quitarle la camisa.
No sé si fue por que necesitara el contacto de otro cuerpo junto o porque el se parecía a su lindo demonio, lo que lo empujo a entregarse de esa manera,” jajaja que fácil soy de atrapar” se decía Tsuki así mismo,...
-De...te.n..te va a ve..nir alguien ahhh ahh- intento pronunciar unas cuantas palabras mientras estaba envuelto en el placer.
- No te preocupes por nada, ya tiene rato que todos se fueron, yo estoy a cargo de cerrar el salón, pero si te vas a poner un poquito necio tengo una solución- cuando termino decirlo se quito su corbata, lo empujo hacia una mesa y ató sus manos a la espalda.
-¿Qué haces?
-Vamos, es solo un pequeño juego, hemos llegado hasta aquí, mírame como estoy, es debido a ti, así que hazte responsable. Lo obligo a arrodillarse enfrente de ese hombre con el cual apenas había cruzado unas palabras en el pasado.... tenerlo frente provocaba que su mente se pusiera en blanco....
-Lo haces muy bien, no creo que sea tu primera vez con un hombre- alejo su mirada de aquel compañero de clase tan arrogante, pero lo tomo por la cintura y recostó en la mesa, empezó a recorrer cada rincón del cuerpo de Tsuki.
-Por...fa..vo...r ya no ma..s- su voz se sofoca cada vez que le tocaba.
-Entonces quieres que este dentro de ti- esa solo frase hizo que la temperatura de quien iba a ser poseído se elevara al máximo- que lindo te ves cuando estas sonrojado.
El éxtasis rodeo su cuerpo y se apodero de su ser, siendo poseído por un demo... no, porque seguía pensando en él cuando la lujuria la había traído un hombre diferente. Terminaron el acto carnal dejándolos completamente rendidos y satisfechos, recostados sobre la mesa del salón de clase.
-Perdóname, creí que podía alejarme de ti- Tsuki quedo sorprendido por lo que había dicho su compañero que se encontraba recostado en el pecho de este - te lastime cierto, no puedo regresar contigo en mi forma verdadera, me han castigado por haber dejado mi esencia en un humano, pero renuncie a mis poderes y lo último que hice con ellos fue hacer a este cuerpo débil de humano mío, para poder estar a tu lado. No fuiste una sola noche tu eres el único dueño de esta alma, si es que existe y no ha sido consumida en el infierno...
Después de eso el joven sintió un golpeteo en el pecho no podía creer que su ser amado estuviera justo enfrente de él y lo que había hecho para permanecer a su lado, desde ese momento juro entregarle su cuerpo y alma, dejar que lo llenara por completo. Se uní a un demonio, que se había transformado en humano solo por él, quería llorar de felicidad pero todas sus lágrimas se acabaron con la tristeza de la ausencia del hombre que amaban, solo pudo sonreír y susurrarle al oído
"TE AMO"