Una pareja caminaba tranquilamente por el parque, sus manos estaban entrelazadas, el más joven no paraba de hablar, era un rubio de facciones hermosas, algunos sujetos volteaban a verlo pero su pareja les regalaba una mirada asesina por lo que desistían y huían. YoungJae Lee era un hermoso chico de 18 años, hijo de unos de los hombres más ricos de Corea, lo había tenido todo desde que nació ya que era el príncipe de su padre, su belleza venia de familia pero la inteligencia también, número uno en su clase, elegante y caprichoso.
—¿Cómo pudo enamorarse en menos de una semana? —Cuestionaba inflando las mejillas. —Ahora se quiere casar con ella, solo tienen un par de meses que se conocieron, el amor a primera vista no existe.
—Deja que sea feliz. —Contestaba el castaño, acariciando su mejilla. —No seas egoísta, tu padre es muy joven y puede rehacer su vida.
El rubio negó con la cabeza, sabía que era injusto pero todo el tiempo solo fueron su padre y él, ahora tenía miedo de perderlo, no conocía a la tal Mina, pero le aterraba que lo dejaran de amar. Bang lo guardo en sus brazos a veces su novio podía ser demasiado soberbio, beso su cabeza, se conocían desde niños que hacerse pareja fue automático, no hubieron fuegos artificiales, solo una tierna costumbre.
—Tendrás un nuevo hermano. —Ahora hablo con voz profunda el mayor. —Siempre quisiste un hermanito con quien jugar.
—Cuando tenía 10 años, no ahora. —Contesto dándole un golpe en el hombro. —Me voy se hace tarde. No olvides que hoy es la fiesta de bienvenida para Mina y su hijo.
Se despidieron con casto beso en los labios. Bang Yong Guk tenía 21 años de edad, era hijo de Seung Hyun Bang el dueño de TS Entertaiment una de las empresas más disqueras más poderosas de Asia, su vida estaba literalmente planeada pero él no estaba conforme con eso, anhelaba hacer algo más, cambiar el mundo desde cero, suspiro pesadamente y se montó en su motocicleta. Llego a la Universidad donde estudiaba arte, ahí estaban sus mejores amigos, Baro, CAP y HimChan lo saludaron con ánimo
—¿Qué cara tienes amigo? —Se burlaban los tres al mismo tiempo. —¿Vas a ir con nosotros a la presentación?
—Lo siento, es la cena de bienvenida de la nueva mamá de Jae. —Contesto molesto el joven. —No puedo dejarlo plantado otra vez, me tiene sentenciado.
Baro comenzó hacerle burla, todas sabían que su relación con el rubio era costumbre pero no podían hacerle cambiar de opinión. CAP y Zico eran hijos de famosos empresarios mientras que HimChan era hijo de Ha Ji-won una de las directoras /productoras más famosas en Corea, los tres tenían 21 años, desde el preescolar fueron buenos amigos. Al finalizar las burlas decidieron entrar a clases. Un peliazul miraba con molestia el cielo atreves de la ventana, estaba molesto, furioso de dejar su país, sus amigos, a las personas con las que crecio, volteo su rostro para ver a la bella mujer que dormía en su hombro, una tierna sonrisa se formó en sus labios, con ella no podía estar enojado, no con la mujer que decidió tenerlo aun sabiendo que la gente la juzgaría por ser madre soltera.
—Mi lindo totomato ya no está enojado ¿O sí? —Hablo la dulce señora pellizcando los blancos cachetes del peliazul. —Veras que conocerás nueva gente, tendrás nuevos amigos.
—Okasa, no soy un niño para que me digas esas cosas. —Se defendía ofendido el chico. —Lo único bueno es que ahora podre tener ropa gratis de la gran casa de modas Jeremy, ahora seré hijo de Lee Hong Ki.
La madre soltó una risa que todos los pasajeros voltearon a verlos. JunHong Choi era un chico de 16 años, era un chico que nació libre como las aves, su madre siempre le dio la libertad de elegir lo que deseara, tenía tantos sueños que sentía que lo podía lograr todo. Llegaron al aeropuerto, algunos paparazzi los acosaron pero al final lograron escapar, mientras buscaban sus maletas se toparon con otro par de celebridades, Moon Seung Gi un reconocido actor coreano quien caminaba junto a su hijo JongUp, los dos más jóvenes hicieron muy buena química, ya que ambos disfrutaban de bailar, pasaron un momento agradable hasta que llegaron sus maletas y se tuvieron que despedir.
—Te espero esta noche en casa de HongKi, por favor no faltes. —Se despedía Mina del actor. —JongUp eres adorable como tu padre.
—Sí, es mi maldición. —Contesto seriamente el mencionado. —Es broma.
Seung Gi solo movió la cabeza aunque fuera padre de ese joven ciertamente a veces no sabía que pasaba por su cabeza. JongUp tenía 17 años, era hijo de Seung Gi y Zoey Deschanel famosas estrellas de cine, lamentablemente su matrimonio no duro lo suficiente así que tuvieron que divorciarse, el pequeño siempre vivió en los ángeles con su madre pero ahora el joven deseaba conocer Corea ya que su padre recién se acaba de casar.
—Es muy bonita tu esposa. —Comentaba con cierto aire de inocencia el pelirrojo. —No puedo creer que ahora tenga dos hermanos mayores.
—Son muy agradables ya los conocerás, su nombre son HimChan y Ailee. —Contestaba el mayor mientas manejaba con precaución. —Tuve mucha suerte que la hermosa Ha Ji Won se fijara en mí.
Ambos rieron pero el más joven con desgano estaba contento que su padre fuera feliz, pero siempre tuvo la esperanza que sus padres se volvieran a enamorar, para que por fin fueran una familia, él sabía que su madre aún lo quería, por eso había decidido ir a Corea para unirlos de una vez. DaeHyun caminaba con desgano por los pasillos de un lujoso colegio, llevaba a camisa de fuera, la corbata sin amarrar y para acabar de rematarla llevaba un pan en la boca, miro el salón que le tocaba entrar, odiaba llevar uniforme lo hacía ver tonto, cuando entro a la aula todos voltearon a verlo, no les hizo caso y tomo asiento desinteresado.
—En el salón de clases no se come. —Hablo una dulce voz delante de él, levanto la mirada para encontrarse con un dulce rubio quien le quitaba el pan. —No quieres ser castigado en tu primer día de clases, DaeHyun Jung.
—¿Cómo diablos sabes mi nombre? —Soltó de repente asustado y maravillado por ese chico que se sentaba a su lado. —Ya lo iba a guardar.
El rubio iba contestar esa pregunta pero el profesor llego, presentó al nuevo alumno además de que le indico al jefe del consejo estudiantil que le diera un tour por el colegio, las clases fueron con calma, el castaño se sintió un poco extraño ya que su rubio compañero le ayudaba en todo o le explicaba, realmente le gusto ese chico ¿amor a primera vista? No lo sabía pero le agradaba el tono de su voz.
—Tenías una cara de susto cuando te llame por tu nombre. —Se burlaba el rubio. —Debes ser muy inteligente para conseguir la beca que tienes.
—Pues algo, señor presidente del consejo estudiantil —Contesto metiendo las manos al bolsillo. —¿Tiene miedo que le baje su puesto de número uno?
El rubio entrecerró los ojos, nadie le podía ganar al gran YoungJae Lee, continuaron por el tour hasta que se les unió un rubio muy elegante y un castaño alto, presento a sus dos mejores amigo al nuevo estudiante, eran Ren y Niel, los cuatro salieron a comer, pasaron mucho tiempo juntos, parecían llevarse bien, la hora de la salida llego, en la puerta de la escuela estaba un rebelde pelinegro todos se le quedaban viendo por su manera de vestir de pronto alzo la mano y el cuarteto llego a él.
—Les presento a mi amigo JR. —Comentaba el castaño, mientras el pelinegro saludaba a los tres príncipes, pero le regalo una mira picara al rubio que tenía el cabello más largo. —Vámonos o llegaremos tarde al trabajo.
—Es verdad, me tengo que ir. —Contestaba el castaño despidiéndose de sus tres nuevos amigos. —Gracias por todo Brain.Jae.
Despeino al mencionado para salir corriendo con su amigo quien le mando un beso a Ren el aludido se volteo para desairar al pelinegro, los tres chicos caminaron por el parque, Niel y Ren morían por preguntar a Jae sobre su nuevo amigo pero no dijeron nada, sabían lo “enamorado” que estaba de su querido Bang.
—Es muy lindo Dae, ¿Creen que tenga novia? —Cuestionaba ilusionado Ren. —Aunque no me importaría, soy compartido.
—Por favor por ti moría su amigo, mira que no está nada despreciable. —Le secundaba el más alto. —¿Va venir Bang por ti?
Jae negó con la cabeza, el más alto suspiro con pesadez, moría por ver a CAP y molestarlo, se dirigieron a casa del mencionado para ayudarlo a preparar todo lo necesario para la fiesta. DaeHyun Jung tenía 19 años, rentaba un departamento con su primo JR, ambos habían llegado a Seúl huyendo de su pasado o mejor dicho de sus padres, tenían el suficiente dinero para vivir sin problemas pero les gustaba trabajar en un puesto de comida, ya que ayudaban al dueño quien era una persona ya mayor.
—Era lindo el rubio. —Comentaba con ojos soñadores el pelinegro pero al ver la cara de furia de su primo aclaro. —Hablo de Ren.
—Más te vale el otro es mío. —Hablo con soberbia mientras se acomodaba el cabello. —A mí no me va importar si tiene novio, es perfecto para agregarlo a mi colección.
El pelinegro movió la cabeza su primo era un rompe corazones de primera ambos continuaron limpiando las mesas. HimChan hablaba por el celular con su mejor amigo le comentaba que había sido sencillo a moldarse a Seung ya que era muy amable y amoroso con su madre pero ahora tener que aguantar a un mocoso más, no le agradaba la idea, se asomó por la ventana viendo como su padrastro estacionaba el auto, vio salir una cabeza color ¿Rojo, rosa, morado? No tenía ni idea que color era pero no le agrado mucho.
—Me tengo que ir, ya llegaron. —Hablaba con pesadez. —Llego al rato a la fiesta para darte apoyo moral.
—Gracias, lo voy a necesitar. —Contestaba una voz profunda. —Suerte con tu nuevo hermanito, no te vaya quitar tu patito de hule.
El pelinegro lanzo el celular molesto en la cama, el jamás dejaría que el señor cuac cayera en otras manos antes de bajar a la sala entro al baño para guardar su patito, al llegar a la sala vio como sus dos chicas favoritas abrazaban al nuevo integrante, era de baja estatura pero tenía una bella sonrisa dibujada en su rostro, lo escaneo de arriba hacia abajo, no llegaría desentonar en esa familia ya que no estaba mal.
—Mucho gusto. HimChan-hyung. —Estiraba la mano el joven, con una cara llena de ternura que casi se desmayan las dos mujeres. —Espero llevarnos bien.
—Si, como digas. —Contestaba sacado de onda el pelinegro entre cerro los ojos, algo en él no le daba confianza. —Bienvenido.
La madre del pelinegro abrazo a los dos jóvenes, era feliz de ver que ahora la familia estuviera junta pero se tuvo que ir ya que tenía llamado, su esposo se ofreció para llevarla, Ailee los acompaño ya que debía grabar unas escenas para un programa en el que participaba así los dos jóvenes se quedaron solos en casa, los dos estaban sentados en la sala, el ambiente era algo tonto, el mayor solo seguía escaneando al más joven quien no paraba de sonreír, parecía una mascota perdida, en momentos le daba ternura pero en otros no confiaba en él.
—¿Me podrías mostrar mi habitación? —Cuestionaba dulcemente el castaño. —Estoy cansado y necesito recostarme.
—Claro vamos. Deja te ayudo. —Contestaba el mayor pero al tratar de alzar la maleta no pudo, el pelirrojo suspiro con pesadez y él se llevó el equipaje. —¿Qué rayos traes?
El pelinegro se sintió un poco tonto, le mostro su cuarto, JongUp entro al lugar y comenzó a quitarse la playera dejando solo una corta, las mejillas de HimChan se tiñeron rojas a ver el cuerpo que tenía su nuevo hermano menor, quedo impactado por sus caderas, esa sensual curva que se formaba en la parte baja de la espalda haciendo una perfecta combinación con su bien formado trasero, trago en seco para salir de la habitación, llego a su habitación mirando su entrepierna, su amigo se había emocionado de más, se tapó la cara con preocupación. No tenía ni 5 minutos de conocerlo y ya le estaba causando demasiados problemas. La tarde llego, toco la puerta para avisarle a su nuevo hermano si ya estaba listo para la fiesta el susodicho salió de su cuarto con cara de sueño y asintió con la cabeza.
—¿Vas a ir así? —Le preguntaba sorprendido el pelinegro al ver que el pelirrojo caminaba hacia las escaleras. —No sé cómo sea en los Ángeles pero aquí no se acostumbra en ir con bóxer a una fiesta.
—Qué mala suerte. —Soltó con desgano regresando a su habitación. —Es muy cómodo deberían probar.
El mayor soltó una risa ese chico estaba completamente loco después de unos minutos salio un poco más presentable, no le hizo escandalo ya que se les hacía tarde durante el trayecto los dos jóvenes platicaron y parecía que tenían varias cosas en común, al llegar a la fiesta fueron recibidos por un lindo rubio.
—¿Dónde está Bang? —Cuestionaba molesto el rubio al ver a HimChan llegar, el aludido negó con la cabeza diciendo que no tenía ni idea. —Te vez muy guapo.
—No tanto como tú. —Respondió el pelinegro con una sonrisa de tonto, JongUp entrecerró los ojos mirando a su nuevo hyung y a ese extraño. —Ahh él es JongUp, el hijo de mi padrastro.
YoungJae saludó al más joven comenzaron a platicar a ellos se unieron un rubio y un castaño, se llevaron muy bien con el nuevo, era raro pero muy divertido, pasaron los minutos y Bang hizo acto de presencia con CAP y Zico, a un castaño alto se le iluminaron los ojos.
—Se te va caer la baba. —Le hacía burla Ren. — Que guapo se ve Zico.
—Hola, te vez muy bien labios de salchicha. —Comentaba burlonamente el líder de Teen Top. — ¿Quién es el nuevo chico sonriente?
Presentaron una vez más al nuevo chico, CAP comenzó a molestar a Niel, Ren y Zico hablaban tranquilamente con HimChan y JongUp, el otro rubio agarro a su novio para llevarlo a un lugar apartado, Bang comenzó a besarlo estaba furioso por no haber podido ir al concurso de rap así que se las cobraría muy caro a su querido novio.
—Quítate los lentes y la gorra. —Le regañaba el rubio evitando los besos. —Pareces un pandillero deberías aprender de HimChan
—Te he dicho mil veces que no te metas con mi forma de vestir, no soy tu muñequito. —Le bufó ofendido. —No estoy muy feliz de estar aquí.
YoungJae se ofendió y deshizo el abrazo que compartía ¿Por qué Bang era tan egoísta? Solo le pedía un favor y no podía cumplírselo, se miraron a los ojos, ambos estaban molestos, el mayor sin pensarlo lo beso nuevamente al inicio el más joven se resistió pero al final se dejó vencer, estaba tan ciego, tan enamorado que no le importaba nada.
—Voy a ver a los demás invitados. —Hablo más tranquilo el rubio mientras se adentraba a la sala. —Ahorita te envió algo de tomar.
—No siempre lo podrás callar con un beso. —Interrumpía un pelinegro dándole una copa de vino. —Los problemas no se arreglan con un a costón y ya.
Bang tomo la copa de vino para tomársela de golpe, todo eso le ahogaba, los reclamos de YoungJae, los regaños de HimChan, su padre presionando, estaba harto de todo, siempre haciendo lo correcto.
—Hasta ahora a funcionado bien. —Contesto de golpe. —Por más que quieras él no me va dejar al final nos casaremos seremos un matrimonio feliz y contento.
—Hablas lleno de amargura. —Le reprendió su mejor amigo, no negaba que estaba enamorado de Jae pero siempre respeto la amistad ante todo. —Solo quiero lo mejor para él.
YoungJae entro con otro par de bebidas, al ver la cara de su novio decidió no molestarlo así que mejor se llevó a HimChan para que lo acompañara a recibir los invitados el pelinegro acepto con gusto mientras salían abrazados, Bang suspiró con tranquilidad, en ese momento necesitaba estar solo comenzó a recorrer el jardín lo conocía a la perfección, de pronto a sus oídos llego la melodía de una canción que adoraba, siguió el sonido hasta llegar a donde un chico de piel blanca estaba sentado abrazado a sus piernas tenía el celular pegado a la oreja.
—Pyramids de Frank Ocean, mi favorita. —Interrumpió el castaño sentándose a su lado. —¿Escondiéndote? —También es mi favorita. —Respondió algo tímido el joven. —Estoy tratando de unir valor para animarme a entrar.
El castaño lo miró con ternura cero los ojos para terminar de escuchar la canción, se sentía tan tranquilo, Jae y él tenían gustos muy distintos para la música así que era una pelea campal decidir a qué lugar ir, a su pareja le encantaba lo bohemio, escuchar altas notas mientras que para el mayor el hip hop y el rap ero lo mejor.
—¿De quién huyes? —Ahora cuestiono el chico de piel blanca. —O mejor dicho a ¿A dónde quieres huir?
—A un lugar muy lejano, un sitio donde no me digan que hacer o como vestir. —Respondía melancólicamente, recargándose en la pared. —¿Para qué quieres reunir valor?
Ambos se miraron a los ojos por primera vez, ese ambiente de confianza era tan extraño pero a la vez tan pacifico, se podían decir cualquier cosa sin tener miedo a que los juzgaran, porque al cruzar su mirada se dieron cuenta que eran similares, como dos gotas de agua que se encontraban bajo un día lluvioso, se podían distinguir en un mar de personas.
—Para conocer a mi nuevo hermano y padre. Creo que te vez genial, no cambiaría nada en ti. —Contesto mirando el piso. —Es tu vida y tú decides que hacer con ella, haz lo tus instintos te dictan.
—Me agradan tus palabras. ¿Quieres ir conmigo? —Hablo el joven levantándose de golpe e invitando a su nuevo conocido acompañarlo. —Vamos a donde quiero estar.
Zelo se quedó en shock al escuchar esas palabras, pero su mente se nublo al ver esa tierna sonrisa, tan pura, tan sensual, tan perfecta, su corazón acaba de ser cautivado por ese extraño, le invitaba ir a un sitio desconocido y su cuerpo parecía aceptar, tomo su mano y asintió con la cabeza.