YongGuk vigilaba la puerta del baño, escuchaba como la regadera estaba abierta así que se animó a sacar el frasco que se encontraba en el maleta de un solo golpe se tomó dos pastillas para calmar el dolor, respiro hondamente recargándose en la base de la cama, cada día era más necesario consumir aquel medicamento que lo mantenía a raya, quien lograba desaparecer sus fantasmas, una dulce voz lo saco de su bello sueño.
—Prometiste acompañarme con los chicos. —Reclamaba con un puchero el pelirrojo acercándose a su pareja para besar sus labios. —Anda levántate y vamos un rato a bailar.
—Debería ser pecado que seas tan hermoso. —Contesto el mayor jalando su blanca mano para recostarlo en la cama, se puso encima de él. —Te quiero, te quiero mi precioso tesoro.
JunHong sintió como sus labios eran acariciados por esos demandantes labios, cada acto que hacia el mayor lo enamoraban más, cada día estaba más seguro de su amor, de su decisión, era la persona indicada para él, los minutos pasaron, cuando vieron terminada su guerra de besos salieron tomados de la mano dirigiéndose a uno de los antros más famoso de la zona, se acomodaron en una mesa donde la luz era escasa, ahí se medió se escondió el mayor cubriendo su rostro con una gorra y unos lentes, el pelirrojo se sentó en su regazo para platicar al oído, no paraban de reír, de observar a la gente, maravillados por el ambiente.
—¿Zelo? —Cuestionaba un castaño que llegaba con el resto de BTS al notar que el pelirrojo les alzaba la mano se animaron acercarse a la mesa. —Wow tu novio es alguien con mucho poder desde que llegamos nos indicaron donde estabas y por lo que veo es la zona VIP.
—Lo has de traer como loco para cumplir tus caprichos. —La boca mordaz de Jin hacia acto de presencia. —Mira todo lo que ha pagado solo para llevarte a la cama.
Un carraspeo profundo los asusto es cuando se dieron cuenta que Zelo estaba sentado encima de alguien, el cual se ocultaba en su espalda, los siete rostros quedaron en blanco al verificar que ahí estaba el amante del pelirrojo quien solo pestañeaba nervioso, era un momento incomodo pero poco a poco fueron soltándose a continuar platicando era obvio que el novio del pequeño era muy reservado ya que cuando se acercaba el mesero le hablaba al oído al igual que al joven que tenía en sus piernas.
—Es una pena que no nos podamos divertir por más tiempo ya que mañana comienza la competencia. —Resoplo molesto V, se levantó jalando a dos de sus amigos. —Hay que aprovechar el tiempo, es momento de bailar.
—Hay que celebrar por adelantado que mañana nos llevaremos la victoria. —Secundaba Jimin jalando del brazo a Ji. —¿Va a bailar Zelo? Debes presumir tus pasos.
—Claro, ahorita los alcanzo. —Contesto el pelirrojo para susurrarle algo a su pareja quien negó con la cabeza, se despidió con un beso. —Espérame Suga.
El pelirrojo se levantó para acompañar a sus amigos, comenzó a bailar, a brincar, era feliz, la música era muy buena, Yong solo miraba la escena, adoraba la forma que su pequeño se divertía, era solo un niño que comenzaba a disfrutar los placeres de la vida, su ojos se clavaron el líder de BTS quien no le quitaba la vista a su pelirrojo ese acto hizo que la sangre del mayor hirviera, ese sujeto se las debía y claro que se las pagaría. YoungJae no paraba de reír ante los gestos del mayor quien tenía la cara empapada de harina, decidieron hacer un pastel ya que vieron que tenían buenos dotes culinarias pero todo se les salió de control cuando comenzaron a jugar con los ingredientes.
—Tu pequeña ardilla bribona como has podido manchar mi bello rostro. —Reclamaba con una sonrisa alzando a su compañero. —Te voy a castigar.
—Bájame, bájame, tú comenzaste pequeño cobarde. —Contestaba entre risas el pelinegro, lo recostaron entre las almohadas que estaban frente a la chimenea, comenzaba a oscurecer. —Te quiero, te quiero.
Gritaba emocionado cuando de pronto unos labios lo callaron, se hundió en aquella desesperada petición, unas manos vagaron por su abdomen, nuevamente se entregó aquel hombre, a quien le juraba amor eterno, quien le daba alas con la promesa de volar lejos, comenzar de cero, en el fondo el fuego de la chimenea se consumía como su pasión. Al finalizar el castaño abrazaba por la espalda al pelinegro quien solo jugaba con sus manos.
—Mi madre murió cuando yo tenía 7 años, desde ese día estuve solo, la gente que me rodeaba era falsa siguiéndome por mi título, mi hermano mayor decidió estudiar en otro país, lejos de mi padre. —Confesaba el mayor escondiendo su frente en esa nunca, hizo más fuerte el agarre. —Mi padre me enseño que demostrar tus sentimientos era símbolo de debilidad, tal vez no sea una mala persona pero sus costumbres, sus reglas son demasiado cuadradas, ahora que lo recuerdo nunca me abrazado, ni me ha dicho que está orgulloso de mi.
—Cada persona expresa su amor de distintas maneras, algunas son muy cálidas otras tal vez no les enseñaron como expresar lo que sienten en su pecho. —Contestaba YoungJae escondiéndose más en ese pecho. —No puedo juzgar a una persona sin conocerla pero sé que te ama, eres su hijo, de alguna u otra manera solo quiere lo mejor para ti, no usa la manera correcta pero estoy seguro que él está orgulloso de ti.
Los ojos de DaeHyun se pusieron vidriosos, abrazó más ese cuerpo, esas simples palabras habían sanado una herida abierta, tal vez en el pasado muchas personas se las dijeron pero él no quiso creerlas, Jae era diferente, era especial, no dudaría de sus ideales, de sus consejos, porque lo que salía de sus labios era verdad, confiaba en él, en su juicio, en su corazón puro, beso sus labios, no quería que los separaran, no ahora que encontraba a la primera persona que valía la pena amar . HimChan no paraba de hacerle cosquillas a su pareja por debajo de la manta que los cubría, los dos jóvenes disfrutaban de su compañía sentados frente a esa enorme televisión.
—Detente, adoro esta parte de la película. —Se quejaba el pelíazul al sentir unas manos haciéndole cosquillas. —Pará, por favor pará.
—No puedo creer que aún seas tan infantil como para continuar viendo este tipo de películas. —Contestaba el mayor acomodando a su pareja en su regazo, rodeándolo con los brazos. —Han pasado creo más de 10 años y Ash no se convierte en maestro pokemon, realmente es un perdedor.
Jong se giró para darle un pequeño codazo sabía que le gustaban cosas para niños, pero los disfrutaba, unos labios en su cuello le recordaban que ya no era un niño, no más, en sus brazos era un adulto que amaba a otro adulto, que poco a poco dejaba su cascarón para volverse en alguien más.
—Cuando era pequeño casi no podía salir por los reporteros, no tenía muchos amigos debido a los rumores de mi madre o porque la gente no le gustaba que reporteros rodearan sus hogares por ello pasaba la mayoría del tiempo en casa, los personajes animados se volvieron mis únicos amigos, bueno y Ukwon. —Dijo sin pensarlo hasta que sintió que el rubio hacia más fuerte su agarre. —Siempre éramos nosotros dos inmersos en nuestro mundo, dependiendo del uno al otro ya que ambos conocimos lo que era ver a tus padres separados.
—Tienes una amistad más profunda con ese chico de lo que yo pensaba. —Contesto con un ápice de celos, temía que fuera como BangJae. —Ahora me tienes a mí, ahora yo pertenezco a tu mundo, no te dejaré solo.
Sus labios se tornaron un apasionado beso, el rubio se engañaría si decía que no sentía miedo, ahora lo volvía a vivir, no quería que Up se diera cuenta que su mejor amigo fuera la persona que amaba, no quería que la historia se repitiera, a Jae fue capaz de dejarlo ir pero con ese peliazul todo era diferente, nuevo, a él no lo podía dejar, estaba enamorado, deseaba todo con él, una de esas historias de película, un amor para siempre.
—¿Alguna vez te has sentido atraído por él? —Cuestiono pegado a su cuello, tenía miedo. —¿Tu amistan es tan fuerte como la Bang y Jae? No crees que te puedas equivocar.
—No, él siempre solo ha sido mi amigo. —Mentía aferrándose a su espalda, no quería perder lo que había logrado construir. —No, yo nunca lo veré con otros ojos, él solo es mi amigo a quien amo es a ti.
Nuevamente sus labios se unieron, el rubio se acomodó encima del más joven, acaricio su rostro, beso con ternura sus mejillas, susurrándole “Por favor no mientas, jura que me has dicho la verdad”, Up solo asentía mientras lo despojaba de sus prendas, no quería perderlo, debía mentir para atarlo a él. Bang se levantó furioso de su lugar se dirigió hacia el grupo de chicos para tomar por los hombros a su pareja y besarlo apasionadamente, se aferró a esa cadera, introdujo su lengua con ansia, el pelirrojo contesto el acto con entusiasmo colgándose de su cuello.
—Me quiero ir de este lugar, debes descansar para mañana. —Le susurró al oído. —Despídete.
—Lo siento chicos pero es momento de dormir, ya es un poco tarde. —Dijo automáticamente el joven de piel blanca girándose a sus amigos quienes tenían la boca abierta por ese acto tan sensual. —Descansen y recuerden que mañana debemos estar listos.
—No crees que es mejor que duermas con nosotros así nos aseguramos de que todos salgamos a la misma hora. —Hablo Rap molesto deteniendo al joven de piel blanca. —Debes quedarte por el equipo.
Los integrantes de BTS se tensaron, no comprendían las palabras de su líder, era obvio que estaba enamorado de Zelo pero también era evidente que el joven tenía una relación bastante avanzada con ese extraño, YongGuk de un rápido movimiento le dio manotazo al pelinegro para que dejara libre a su pelirrojo quien sentía como su pareja se tensaba por esas palabras, en ese momento no deseaba conocer a Guk celoso o molesto, no ahora que su relación estaba bien, entrelazo sus manos con las del mayor.
—Claramente estoy comprometido con el equipo, mañana no fallare. —Contesto alzando la voz, se le notaba enojado. —Yo dormiré con la persona que yo quiera dormir, no necesitas vigilarme ya que solo eres mi amigo ya tengo a alguien quien cuide de mí.
El pelirrojo se giró arrastrando a un sonriente Guk quien solo se despedía con las manos ante la cara de incredulidad del líder de BTS quien también salió huyendo, Suga lo siguió para consolarlo, el resto decidió retirarse a su habitación para prepararse para la competencia. Bang tenía apresado a Zelo en la esquina de uno de los elevadores, sus manos se deslizaban por aquella bien formada anatomía.
—No quiero estar incómodo para mañana. —Alejaba a su pareja con las mejillas sonrojadas. —Siento que si lo volvemos hacer como la noche anterior no podre estar arriba de la patineta.
—Lo sé, solo dormiremos abrazados. —Contesto dándole un beso en la frente, caminaron juntos hasta la habitación. —Gracias por haberme dado mi lugar prometo que yo también lo hare.
La pareja se fundió en un abrazo entraron a su cuarto se pusieron una ligera pijama para dormir abrazados, a pocos minutos el cansancio llego a sus cuerpos invitándolos a dormir. Zelo entre sueños comenzó a escuchar una voz llamándolo, alguien a su lado se movía con ansia abrió los ojos de golpe para observar la cara de su pareja quien parecía tener una pesadilla, estaba empapado de sudor, no dejaba de quejarse, de moverse nervioso.
—¡JunHong! ¿JunHong donde estas!? —Gritaba desesperado del pelinegro, las muecas reflejadas en su rostro confirmaban que sufría. —No, tu no, por favor.
—YongGuk-hyung, Gukkie. —Le gritaba el pelirrojo tomándolo por los hombros para despertarlo. —Es una pesadilla, aquí estoy a tu lado.
Bang abrió los ojos para encontrarse la mirada preocupada de su pareja, tomo sus mejillas para darle un pequeño beso y sonreír, se levantó de la cama corriendo hacia el baño y después encerrarse trato de tomar aire pero las ganas de vomitar llegaron a su boca, se aferró del excusado, sentía como su alrededor se ponía negro, los mareos le impedían concentrarse, solo continuaba sacando su alma.
—¿Gukkie estas bien? —Cuestiono el pelirrojo tocando la puerta. —Por favor contesta.
—Estoy bien, no te preocupes, algo que comí no me cayó bien. —Trato de articular tocando su cabeza, no paraba de dolerle. —Descansa, en unos minutos estaré contigo.
Se lavó la cara buscando con desesperación las pastillas, cada día eran más necesarias así como más dañinas, su cuerpo no soportaba tanto medicamento, agregándole que casi no pudiera dormir a causa de las pesadillas o que el hambre sencillamente desapareciera, le tomaron varios minutos para recuperarse, al salir observo que su pequeño estaba hecho un ovillo en la cama era consiente que no dormía que solo tenía los ojos cerrados, llegó abrazándolo por espalda guardándolo en sus brazos, pegándolo en su pecho, necesitaba de su calor para darse cuenta que todo fue una pesadilla, que su niño estaba ahí, con él. Una nueva mañana llegaba a ese cabaña escondida entre las montañas, DaeHyun subía a su pareja al auto mientras no paraba de hacerle cosquillas los dos se dirigían a casa deseaban llegar al otro día a clases, sus manos se entrelazaron, sus voces se combinaron a la perfección, el pelinegro coloco su cabeza en el hombro de su amante, adoraba el dulce aroma que desprendía de su ropa.
—Jamás olvidare estos días porque han sido maravillosos. —Hablaba el pelinegro tomando la barbilla de su pareja para besarlo. —Sin importan lo que venga en el futuro te amaré.
—Yo también te amo. —Comentaba el castaño haciendo más profundo su beso. —Promete que sin importar lo que pase me seguirás queriendo.
El castaño estiro su dedo meñique para sellar esa promesa el más joven entrelazo su dedo, una sonrisa se formó en sus labios. HimChan y JongUp desayunaban en una pequeña cafetería, era medio día, sabían que tenían que ir a casa, sus padres no paraban de llamarlos aunque el menor mintió diciendo que paso el fin de semana estuvo con su amigo JunHong mientras que el mayor tenía más libertad solo le decía a su madre que estaba bien, pagaron su cuenta para pasear por ese bello parque disfrutarían los últimos momentos juntos. BTS y JunHong levantaban el premio emocionados, se llevaban el primer lugar el pelirrojo bajo corriendo del estrado para unirse a un desesperado beso, ahí estaba Bang con unos enormes lentes negros un gorro protegiendo su cabello, aún escondido entre la gente su pequeño lo podía encontrar.
—Felicidades mi pequeño Totomato. —Le decía regalándole pequeños besos en la nariz. —Estoy orgulloso de ti, siempre estaré orgulloso de ti, te quiero.
—Te quiero hyung. —Gritaba emocionado, ese fin de semana fue sencillamente perfecto. —Prometo que cuidare de ti, yo me encargaré de hacerte más fuerte.
Sus labios nuevamente se unieron en un beso, se acercaron al equipo para festejar, el mayor se colocó un cubre bocas, caminaron hacia el restaurant donde el mayor invito la comida como recompensa aunque no hablaba le agradaba ver como su pareja disfrutaba estar rodeado de personas que amaba, tuvo que retirarse al baño ya que el dolor de cabeza era insoportable en el momento que estaba solo saco el frasco tomando un par de pastillas, las trago, se quedó recargado en la pared hasta que el efecto se hizo presente al recobrar la calma se volvió a poner el cubre bocas para regresar a la mesa lo que nunca supo fue que Suga había presenciado ese momento, el pelinegro se dejó caer en la taza cerrada, la pareja de su amigo era un adicto, él conocía a ese tipo de personas debido a que su hermano paso por ese infierno. JR entraba a su edificio con una sonrisa en el rostro, cada día estaba más enamorado de Ren, haría cualquier cosa por él, al llegar a su pasillo vio una silueta recargada en la puerta, la chica se giró para sonreírle.
—Hola, ¿Está DaeHyun? —Cuestionaba la peliazul. —He venido por mi prometido.
—No, no está. —Contesto incrédulo el pelinegro sin creer que esa chica estuviera sonriendo. —Pensé que lo odiabas después de lo que te hizo.
La chica se puso delante del joven, toco su rostro acariciándolo, claro que odiaba a DaeHyun, lo detestaba por haberla humillado pero amaba su dinero, su apellido, se convertiría en la Sra Jung sin importarle nada.
—Lo amo, no me importa el daño solo quiero estar a su lado. —Decía con voz entrecortada abrazando el pelinegro. —Lo amo además nos casaremos, sin importar nada debemos estar juntos.
JR no sabía qué hacer, no tenía idea de donde estaba su primo y claramente cuando viera a Minzy se volvería más loco. El padre de JongUp miraba molesto la escena no le agradaba que HimChan estuviera tan cerca de su hijo, sabía que era un buen chico pero también un conquistador empedernido, sabía que estaba siendo paranoico, solo que sentía que su pequeño solo era un niño que merecía vivir plenamente y que el rubio tenia demasiados fantasmas en su pasado que podrían dañar la inocencia de JongUp.