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Coffe Shop por ritsuka10

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DaeHyun entró silbando con alegría dejó un par de cosas en la mesa de la cocina para abrir el refrigerador tomó una botella agua aún con una sonrisa dibujada en sus labios, su corazón no paraba de latir sentía como si en cualquier momento se fuera escapar de su pecho, aún el sabor de Jae estaba impregnado en su piel, sus ojos, su cabello, todo en ese joven era perfecto, amar era hermoso pero era más bello ser amado.


—¿Por qué esa sonrisa? —Una voz interrumpió los bellos pensamientos del castaño. —Dae necesitamos hablar, estamos en serios problemas.


—En este momento no JR, he tenido el mejor fin de semana de mi vida. —Contestaba sentándose en el sillón, buscó el control remoto con ansia. —Si es sobre mi papá después le hablare, no tengo ánimos de lidiar con él en este momento.


El pelinegro se tensó así que se acercó al castaño apagando la televisión se sentó delante de él, esa mirada, esa sonrisa jamás la había visto en ese rostro, ni siquiera cuando Minzy se le coló en los huesos, su primo estaba enamorado, lo sabía porque él también ponía esa cara de idiota después de que tenía una cita con Ren.


—Hoy cuando llegue a casa estaba alguien esperándote, Minzy ha venido por ti. —Soltó de golpe, el rostro del castaño se tornó furioso se levantó de golpe. —Le dije que no estabas pero sabes lo terca que es así que no tardará en volver por acá.     


—Debes ayudarme a alejarla de aquí, no la quiero cerca de YoungJae, debes ayudarme. —Hablo desesperado tomando por los hombros a su primo. —YoungJae no debe topársela, no lo quiero perder, no lo puedo perder.


El pelinegro se quedó sorprendido por esas palabras, observo como su compañero caminaba de un lado a otro, con duda, con frustración, ¿Con miedo? ¿Le aterraba perder tanto a su mejor amigo? No, YoungJae no era un solo amigo, era algo más, su preocupación, su pavor era causado por un sentimiento más fuerte que una simple amistad.


—¿Qué tiene que ver YoungJae en todo esto? Solo te acostaría con él y ya. —Lee grito enfrentándolo, debía saber la verdad. —Solo es tu amigo que le va importar que tengas una prometida.


—No, Jae no solo es un amigo, estoy enamorado de él. —Confeso algo apenado, era la primera vez que lo admitía en voz alta. —No es un juego para mí, sé que es difícil creerme pero YJ es especial para mí, mi corazón no para de latir cuando estoy con él, su piel me tiene loco pero adoro más dormir abrazado a él, adoro cuando se muerde el labio nervioso, cuando se ríe como un tonto, soy un idiota  a su lado.


JR abría la boca impactado por esa repentina confesión, por primera vez Jung DaeHyun aceptaba que tenía sentimientos por otra persona, no deseo, no pasión sino llanamente amor, lo miró a los ojos, no mentía cada frase salida de su boca era real, tangible, por primera vez se enamora de alguien.


—Te ayudaré en lo que sea pero debemos buscar la manera de convencer a Minzy que se vaya, esta terca en recuperarte. —El pelinegro se sentó en el sillón, no se le ocurría nada. —¿sobre la apuesta creo que perdí?


—Idiota, ganaste. —Le contesto bufando el mayor lanzándole las llaves de su auto. —Nunca tuvimos sexo, él y yo siempre hacíamos el amor así que yo perdí, hablare con L para que me ayude a controlar a su prima.


El castaño se levantó tomando su celular, no perdería por nada a YoungJae, que admitiera que lo amaba no significaba que algo en él cambiaria, aún seguía siendo ese chico malcriado que obtiene lo que quiere así que no dejaría que le arrebataran a la persona que sería su pareja para toda la vida. HmChan no paraba de jugar con el cabello de su pareja ambos estaban en la sala viendo una película, sus padres estaban en su respectiva habitación donde los escucharon discutir un rato.


—Parece que se ha hecho común las peleas en esta casa. —Interrumpía un pelirrojo pasándole un jugo a su amigo. —Me recuerdan a mis papas, creo que fui inmensamente feliz cuando me dijeron que se divorciaban.


—Lo siento si te traen malos recuerdos. —Se disculpaba apenado el peliazul separándose un poco del rubio que miraba todo en silencio. —Recuerda yo fui todo lo contrario no paraba de llorar, culpándome de que era mi culpa por salirme de colegio y dejar que esos reporteros me fotografiaran.


Los dos jóvenes compartieron una nostálgica sonrisa acto que no pasó desapercibido por el rubio quien se levantó furioso arrebatándole el jugo a su compañero para tomárselo, los dos jóvenes se quedaron sorprendidos.


—Mi madre ama mucho a tu padre así que no creo que se separen. —Hablo ofendido caminando hacia la cocina. —Ellos son felices y estarán por siempre juntos así que no digan ese tipo de cosas.


—Lamento decirte, pero creo que todo se ira al carajo. —Comento el pelirrojo al oído del peliazul para que el mayor no los escuchara. —JongUp creo que no necesitaras llevar acabo tu plan se nota que este matrimonio fue un error.


—Por favor no digas eso aquí. —Tomo del brazo a su amigo sacándolo de la casa. —No vuelvas a repetir eso, no soy nadie para meterme en la vida personal de mi padre, él tomo su decisión hace muchos años cuando decidió abandonarnos.


U Kwon se quedó pensativo ante esa confesión, su ex pareja tenía un brillo diferente en sus ojos, le lastimaba pensar que era a causa de cierto rubio, su cuerpo se congelo al solo pensar que lo había perdido, que ya no era suyo, estiro su mano acariciando su mejilla, lo extrañaba tanto, siempre juntos, unidos, los mejores amigos, una voz detuvo sus acciones ya que Ailee les avisaba que era momento de cenar los dos jóvenes se adentraron tomando sus respectivos lugares. HimChan no paraba de vigilar a su rival parecía tan encimado en sus pensamientos, picando su comida sin mucho ánimo, intercalaba su mirada entre su plato y Up, cada cinco segundos escapaba un suspiro de sus labios, por un momento vio a su mejor amigo YongGuk, así se ponía en el colegio cuando admiraba a Jae, una punzada nació en su pecho, temía que la historia se volviera a repetir.


—¿Qué te ha parecido Corea, U Kwon? —Pregunta la madre de HimChan para cortar el tenso ambiente. —¿Ha sido de tu agrado?


—Claro que si señora, Ailee me ha mostrado lugares hermosos en este fin de semana, es muy bella esta ciudad. —Contesto el mencionado con una sonrisa en su rostro. —Aunque me siento un poco abandonado por Uppie ya que este fin de semana no me pudo acompañar.


—Lo hubieras invitado a la Isla Jeju contigo y tus amigos Jong. —Hablo el mayor observando detalladamente a su hijo. —Recuerda que U Kwon solo vino a este país para estar contigo.


Un ruido distrajo a las personas de la mesa ya que el rubio había presionado demasiado un vegetal provocando que saliera volando, se disculpó nerviosamente, le pelirrojo cayo en cuenta que fue engañado ya que Ailee le dijo que Moon tuvo una salida por parte de su grupo de clases para visitar ciertos museos, torció la boca molesto, le tendieron una trampa para que su pequeño pasara tiempo con ese sujeto se giró hacia la mentirosa quien solo lo miraba apenada.


—Sí, hubiera sido genial que me invitará a formar parte de su grupo. —Se defendió molesto el pelirrojo regalándole una mueca de furia al peliazul que estaba a su lado. —Tal vez porque ya no soy su amigo.


—Claro que no eres su amigo, son novios ¿No? —Nuevamente hablaba interesada la madre de los dos rubios. —Sung me comentaste que Jong y U Kwon llevaban tres de años como pareja ¿No?


JongUp sentía como un balde de agua helada caía sobre sus hombros se giró para observar a HimChan quien había dejado de comer y ahora solo miraba a la nada, en sus ojos no se veía furia, ira, tristeza, nada solo un hueco oscuro trató de hablar pero su amigo le interrumpió.


—No, terminamos hace un año cuando decidí estudiar en Inglaterra. —Confeso honestamente el pelirrojo, él hablaría con la verdad en esa casa llena de mentiras. —Hemos sido amigos por tanto tiempo que ser pareja fue automático por eso decidimos darnos un tiempo, extrañarnos, darnos cuenta que en verdad era amor y no solo amistad lo que nos unía.


—Es increíble, me recuerda mucho a la historia de Bang y Jae. —Una vez más la mujer atacaba sin saber que con cada palabra lastimaba a su propio hijo. —Esos chicos reamente se aman, también fueron amigos desde pequeños y ahora son una pareja hermosa.


Ailee observo a su hermano quien sencillamente dejo de comer se levantó de la mesa, herido, se le veía muy mal, en su rostro no se notaba ese brillo que siempre lo acompañaba, estaba oscuro, cubierto de nieblas, de fantasmas, como la vez que se enteró que sus dos amigos eran pareja, suspiro dolida, conocía sus miedos, sus temores, como si fueran de ella, el maldito destino era tan cruel con su propio mellizo.


—¿A dónde vas HimChan-hyung? —Pregunto preocupado el peliazul tratando de no lucir tan desesperado ya que su familia no dejaba de mirarlo. —Por favor quédate.


—Olvide que tengo una cita. —Hablo fríamente tratando de dibujar una sonrisa en su rostro. —No me esperen, no creo regresar esta noche.


El rubio salió corriendo para subir a su coche, presiono el acelerador para aumentar la velocidad, deseaba huir de todo, de todos, le había mentido, entrego una vez más su corazón para ser destrozado, pero esta vez no creía capaz de volverse a levantar ya que sencillamente lo amaba, porque creyó en sus palabras, en sus besos. Suga miraba fascinado la habitación de su amigo decidió quedarse con él a dormir ya que sus padres no estaban y le daba un poco de miedo quedarse solo, escucho a lo lejos las risa de Zelo quien no paraba de hablar por teléfono aunque se encontraba en el baño claramente escuchaba lo que decía, se notaba lo feliz que era, decía palabras cursis tal vez obligado por ese extraño, la escena de ese frasco vino a su mente, se mordió los labios con preocupación, se recostó en esa enorme cama encendiendo la televisión, tratando de olvidar aquella imagen.


—Lo siento pero Shishimato es muy perseverante no me colgó hasta que fui lindo con él. —Decía enamorado recostándose a un lado de su compañero. —Mi corazón no para de latir, lo quiero tanto.


—Oye Zelo en verdad lo conoces bien, ya sabes qué tal si es una persona de peligro, alguien con problemas. —Hablo pensativamente el pelinegro no podía soltarle de golpe su duda. —La gente suele esconder sus fantasmas para no demostrar que están rotas o que tienen traumas por su pasado.


El pelirrojo levanto la ceja con molestia, claro que él conocía a Bang, sabía de sus fantasmas, no podía ir por ahí desconfiando de él, sabia porque escondía su rostro, esas palabras por parte de su amigo no les encontraba lógica o razón de ser.


—No te preocupes Suga, conozco perfectamente a mi novio. —Hablo metiéndose en las cobijas con poco de sueño. —Confió en él, sé que también confía en mí.


—No lo sé, es una persona rara, sabes mi hermano mayor tenía una pareja quien era genial en muchos aspectos pero tenía un frio pasado que le provoco ser adicto a una droga, cuando la consumía gritaba de alegría, era fascinante, pero cuando dejaba de tomarla era cruel, se volvía loco, una de esas ocasiones invito a mi hyung a probarla. —Hablaba despacio el pelinegro quedando frente a su amigo quien solo abría los ojos. —El joven sufrió de una sobredosis y murió, mi hermano se hundió en el dolor, en la pena así que también se volvió adicto, no sabes cuánto daño le ha causado ese evento a mi familia, tratamos de ayudarlo pero él solo se hunde más y más.


—Yo lo siento. —Contesto el pelirrojo apenado, abrazo a su amigo aún sin entender el objetivo de su plática. —No te preocupes yo prometo no volverme loco por él.    


Suga suspiro son resignación no podía decirle sobre aquella imagen que vio, no sin saber quién era esa persona, tal vez estaba enfermo y necesitaba de esos medicamentos, deseaba creer en esa mentira, cerró los ojos para dejarse llevar por el cansancio. Bang miraba fijamente ese frasco que estaba delante de él, se encontraba en la sala de su departamento, evitaba seguir consumiéndolas tan frecuentemente, pero el dolor de cabeza no lo dejaba, la herida en su abdomen parecía arderle, quemarle por dentro, tomo el frasco para sacar dos pastillas pero el timbre de la puerta lo interrumpió así que solo guardo el objeto en su pantalón.


—Me mintió, todo era una maldita mentira. —Entraba un lloroso rubio sentándose en el sillón. —Fueron novios, soy un idiota por creer en él, soy un imbécil por entregar mi corazón.


—¿Quién te mintió? ¿Qué paso? —Cuestionaba el mayor sentándose a lado de su amigo, pasando sus brazos por sus hombros. —Calmante HimChan, explícame lo que sucedió.


El rubio comenzó con su relato, cada palabra era dicha con dolor revuelto con llanto, le dolía saber que lo habían engañado, le lastimaba pensar que Up solo jugaba con él, porque HimChan sencillamente si lo quería, el pelinegro suspiraba con tristeza pensó que ese chiquillo podría traerle alegría a su amigo pero parecía equivocarse.


—Necesitas hablar con él, dejar que te explique porque decidió ocultarte a verdad, tal vez solo tenía miedo a perderte. —Lo reconfortaba el mayor abrazándolo. —La personas solemos guardar secretos para no lastimar a las personas que amamos, solo tenemos miedo a perderlos, a que nos rechacen por nuestros errores, dale la oportunidad, porque lo quieres y sé que él tendrá sus buenas razones, confía en él.


—Lo sé, pero en este momento no quiero verlo. —Contestaba el rubio acurrucándose en el sillón, estaba cansado, tenía sueño. —Solo deja que reúna las suficientes fuerzas para enfrentarlo ¿Me dejas quedarme en tu casa?


El pelinegro asintió, se dirigió a su cuarto para sacar unas mantas y un pijama para su invitado, le preparo té, lo cuido hasta que se quedó dormido, acaricio su cabello, era tan bello aún con sus ojos rojos de tanto llorar, temía que Zelo también sufriera si se llegaba a enterar de sus dependencia a esas pastillas, le aterraba creer que le podía hacer daños con sus secretos, con sus fantasmas, ya no quería verlo llorar, ya no quería verlo sufrir por su culpa, al siguiente día muy temprano decidió ir al hospital, debía parar su adicción, debía detener la razón que podría separarlo de la persona que amaba, mientras esperaba su turno el celular vibro así que decidió contestar.


—¡Buenos días Gukkie! Sabes hoy saldré temprano de clases, que te parece si vamos a comer juntos abrieron una restaurant de comida Mexicana cerca del colegio, tengo curiosidad de probarla. —Hablaba un animado pelirrojo. —Anda di que sí, anda muero por verte, por tocar tus labios apenas hace un par de días que estuvimos juntos pero te extraño mucho.


—Está bien, pero solo será un par de horas tengo demasiado trabajo. —Contestaba recargándose en el respaldo de su silla. —Yo también te extraño, claro que muero por besarte, me tengo que ir conejo rebelde.


Zelo contesto con el sonido de un beso para despedirse pero se dio cuenta que su pareja no había terminado la llamada estuvo a punto de decirle un comentario cursi pero le impacto la voz de una chica que se lograba escuchar al fondo, “Pase Sr, Bang el Dr Kang lo espera en su oficina”, la comunicación se cortó, el joven se quedó pensando en esas palabras, algo en su interior se removió pero no era el único que logro escuchar una conversación que no le incumbía ya que Suga había logrado oír todo, deseaba que solo fuera una coincidencia que el nombre del novio de su amigo fuera similar al de su hermano YoungJae. El Dr. Kang observaba a su paciente con detenimiento mientras verificaba los resultados de sus análisis además de verificar las veces que surtió la receta que le había prescrito.


—Sr. Bang está consiente que resurtió la receta por lo menos tres veces en un mes cuando la dosis que le indique era para ese periodo, ha tomado lo triple de lo que debería hacerlo, sus análisis han salido negativos es imposible que sienta ese dolor que comenta. —Hablaba seriamente el hombre fijando su mirada en el pelinegro. —El dolor que siente no es físico sino psicológico por esa razón debo canalizarlo con psicólogo y suspender las pastillas, siento que se ha vuelto demasiado dependiente a ellas.


—No estoy loco si eso es lo que me quiere dar a entender. —Se levantó furioso el menor era consiente que aquel dolor era mental pero aceptar eso significaba que no tenía el control sobre su cuerpo. —No sé qué me está sucediendo, en verdad siento ese dolor infernal en mi cabeza, en mi cicatriz, sé que me he vuelto un adicto pero entienda que no para de dolerme.


Bang despeino su cabello tratando de mantener la calma, suspiro tranquilamente para regresar a su lugar, debía ser fuerte, debía mantenerse de pie, por Zelo, por él debía luchar.


—Agradecería que me enviar con la persona que me puede ayudar a evitar el dolor. —Hablo tragándose su orgullo. —Tiene razón tal vez todo sea mental.


El médico le dio la información que necesitaba, lo oriento hacia una psicóloga muy buena relacionada a traumas, el pelinegro tuvo que tragarse su vanidad para aceptar que tenía un problema mental. YoungJae recorría los pasillos del colegio cuando un brazo  lo jalo llevándolo a un rincón lejos de todos, sus labios se vieron invadidos por los de un castaño.


—Te he extrañado tanto. —Dijo en un suspiro DaeHyun tomando al pelinegro por la cadera. —Eres sencillamente hermoso, te quiero mi hermoso cachetón.


—Por favor nos vimos en clase hace un par de minutos. —Contestaba con una sonrisa colgándose a su cuello. —Eres un desesperado, te quiero mi chocolate negro.  


La pareja estuvo varios minutos intercambiando frases cursis, ambos se sentían tan tontos, sus manos jugaban, intercambiaban inocentes besos, caricias, solo eran una pareja que recién comenzaban andar pero se vieron separados cuando la voz de Ren y Niel resonaron a la distancia llamando al más joven quien se separó no sin antes regalarle un guiño de ojo a su novio.


—Ya están listo para ir a comer. —Gritaba el pelinegro saludando a sus amigos. —Anda tengo muchas cosas que contarles.                               

Notas finales:

Gacias por sus reviews!! Les dije que comenzaria con el HimUp, pero no se preocupen porque nuestra Omma seguira en consejo de su amigo :D Espero les guste, siento que es cortito :D 


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