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Coffe Shop por ritsuka10

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Los dos chicos no podían creer lo que sus oídos acababan de escuchar se miraban mutuamente, se pellizcaron mutuamente para comprobar que no estaban soñando, sus ojos se clavaron en ese pelinegro que solo le daba un sorbo a su malteada.


—¿Estás hablando enserio?¿Vas a terminar con YongGuk? —Por milésima vez Niel cuestionaba sorprendido. —Llevas varios años como su pareja, es tu primer amor, se supone que te casarías con él, que serían la pareja ideal.


—Por lo que veo DaeHyun termino siendo tu verdadero amor. —Secundaba el rubio abrazando a su amigo. —Si crees que es lo tu corazón dicta, hazlo, elígelo a él.


—No es una decisión a la ligera se los puedo asegurar pero no es justo que continúe engañando a Bang, él se merece una persona honesta en su vida. —Comentaba el pelinegro al notar que sus amigos asentían. —No quiero hacerle daño pero es momento de hablar con la verdad.


Niel asentía con duda ya que creía fielmente que su amigo se arriesgaba demasiado, Bang fue su primer amor, confiaba en él, tenían una relación bastante estable, suspiro pesadamente, no podía entrometerse en una relación que no le incumbía y solo lo apoyaría. Ren también tenía dudas principalmente porque recordaba la apuesta que había escuchado, anhelaba que se tratará de otra persona o que DaeHyun en verdad también se hubiera enamorado de su amigo, que esa platica solo fuera un mal entendido. Bang miraba fijamente ese frasco lo tomo para vaciar su contenido en la taza del baño, era momento de comenzar de cero, de librarse de ese mal que podía quitarle lo que tenía, unos golpes en la puerta lo asustaron.


—¿Dónde está tu cartera? Ya llegaron las pizzas. —Una dulce voz hablaba del otro lado. —Gukkie contesta.


—Ya voy. —Contesto seriamente el mayor saliendo del baño, se dirigió a la puerta para pagarle al repartidor quien solo agradeció y se retiró. —Lo siento Zelo, sé que tarde demasiado.


El pelirrojo negó con la cabeza tomando una rebanada de pizza para después acomodarse en el sillón dejándole un espacio a su pareja, lamentablemente Bang no pudo llegar a la hora acordada para ir almorzar juntos.


—No te preocupes sé que tienes mucho trabajo acumulado. —Contestaba el menor dándole de su pizza al mayor. —Otro día iremos a ese restaurant además es lindo pasar la tarde contigo viendo películas, V de venganza es una de mis favoritas


YongGuk tomo asiento para comenzar a comer, una punzada apareció en su cabeza, tomo una bocanada de aire tratando de mantener la calma, Zelo estaba recostado en su pecho miraba fijamente la enorme televisión, otra punzada apareció, se aferró al respaldo del sillón arañando la superficie, la luz le molestaba así que tuvo que girar su rostro hacia otro lado, cerró los ojos, trataba de evitar sus enormes ganas de pararse a tomar una pastilla, se sentía irritado, molesto, cuando la voz de su compañero sonaba por la habitación comenzó a taladrarle los oídos.


—Podrías guardar silencio, trato de escuchar la película. —Hablo fríamente el pelinegro. —Por favor cállate.


—Lo siento. —Contesto apenado el más joven removiéndose nervioso en su lugar.


JunHong miraba de reojo  a su pareja quien solo se masajeaba la cien de forma repetitiva, casi no había comido, era obvio que no veía la película ya que tenía los parpados cerrados, deseaba besarlo pero no estaba seguro que estuviera ánimos, no tenía un buen aspecto, no era la primera vez que lo notaba así, la veces que se quedaba a dormir con él se daba cuenta que casi no dormía que se levantaba a mitad de la noche a vomitar, que tenía demasiadas pesadillas.


—Si estás cansado me puedo ir. —Una vez más comentaba nervioso el pelirrosa. —Creo que no estás bien ¿Te duele la cabeza?


—Lo siento amor pero tuve un día muy pesado no quiero ser una molestia. —Contesto el mayor apenado. —Quédate a dormir conmigo, creo que duermo mejor cuando estas a mi lado.


El más joven se emocionó por esas palabras así que de un movimiento se puso encima de su pareja se quitó la playera para comenzar a besarlo, ataco su grueso cuello, le fue desabotonando la camisa, lamiendo cada pedazo de piel expuesta, lo acaricio, se apodero de sus labios introduciendo su lengua con ímpetu, repegando sus caderas para tener un roce más íntimo.


—Te relajaré, haré que olvides tus problemas. —Le susurraba sensualmente el menor al oído delineando con la punta de su lengua, YongGuk se estremeció por el contacto. —Te ahogare en el placer para que olvides todo.


Zelo se bajó de sus piernas para llegar al cierre del pantalón del pelinegro quien echo la cabeza hacia atrás, el dolor era remplazado por oleadas de placer que su cuerpo comenzaba a experimentar, esos labios sobre su zona íntima lo llevaban al límite de la locura, esa lengua delineando ese órgano tan sensible, no podía creer que su amante ahora fuera tan bueno, parecía aprender demasiado rápido, recordaba que al inicio le daba un poco de miedo pero en esos momentos parecía disfrutar de esa paleta que saboreaba, no soportaba la manera que lo absorbía, que lo lamia, coloco sus manos en ese sedoso cabello rojizo para profundizar las acciones, su cuerpo vibro al sentir que llegaba al final. El menor levanto el rostro para encontrarse con el rostro de su amante, se relamió los labios aún tenía un poco de él en su boca así que lo saboreo, se deshizo de todas las prendas para quedar desnudo, sabía que solo era el inicio de una acalorada noche, al notar que el mayor lo miraba con esos ojos de lujuria entendió que el dolor de cabeza había desaparecido.


—Eres la mejor medicina que puedo necesitar. —Le dijo pegado a esos blancos oídos mientras se iba introduciendo en él. —Ahora cada vez que sienta dolor tendré que hacerte el amor.


Zelo solo asintió a esas palabras, le fascinaba sentir que su pareja lo necesitaba para ser feliz. DaeHyun entraba alegremente a su departamento, llevaba unas bolsas cargando mientras las acomodaba en la mesa de la cocina se dio cuenta que no estaba solo ya que había una joven sentada en la sala.


—Hola Dae. —Una voz femenina salió de esa figura girándose para ver de frente al recién llegado. —Tenemos que hablar.


—¿Qué diablos haces en este lugar? ¿Quién te dejo entrar? —Cuestiono nerviosamente el castaño mirando la puerta que aún estaba abierta. —Vete, no tengo nada que hablar contigo.


Minzy se levantó de su lugar para caminar hacia el chico de Busan quien trataba de huir pero sin previo aviso lo tomo por la mejilla para estampar sus labios, Dae se alejó de ella con violencia continuaba mirando la puerta nervioso, tomo del brazo a la chica para meterla a su cuarto.


—¿Qué diablos quieres? Habla rápido para que te vayas. —Le grito frustrado el mayor poniéndole seguro a su puerta. —Anda dime ¿A qué has venido?  Entre tú y yo no hay nada.


—De eso te equivocas, soy tu prometida te guste o no te guste, quiero que regreses a Busan. —Hablo sin rodeos la peliazul tomándolo del brazo. —Debes regresar conmigo, tu padre está enfermo debes cuidar de él. 


DaeHyun se removió nervioso sabía que era mentira apenas unos días antes Hoya le comentó que todo estaba bien en casa. YoungJae esperaba molesto el elevador, DaeHyun lo había dejado atrás ya que competían para ver quien llegaba primero al departamento de repente se dio cuenta que alguien lo tomaba del brazo  se giró para ver al extraño.


—Jae ¿Qué haces aquí? ¿Dónde está DaeHyun? —Cuestionaba nerviosamente un pelinegro, JR corría a casa debido a que L le aviso que su prima se dirigía a su departamento.


—Hola JR, he venido a preparar la cena con Dae, él ya está arriba, el muy tramposo me aventó fuera del elevador para ganar la apuesta. —Hablaba dulcemente el pelinegro ingresando al aparato. —Es muy competitivo tu primo.


JR se sintió morir ya que si llegaban al lugar seguramente se encontrarían a Minzy, sus nervios estaban a punto de explotar cuando llegaron a su piso, quiso detener el andar del chico pero era imposible cuando llegaron a la puerta se dieron cuenta que estaba abierta así que ingresaron sin problemas.


—Mientes, mi padre está bien, debes largarte de este lugar, no quiero verte. —Alzaba la voz el castaño caminando nerviosamente por la habitación. —No somos nada y créeme que nunca nos casaremos.


—Tenemos un trato ¿En verdad creías que te iba a dejar? Tú me amas, lo sé, quieras o no aún vivo en tu alma. —Le dijo molesta la joven señalándolo. —¿Por qué estás tan nervioso? ¿A quién esperas? 


Minzy no era tonta llevaba demasiado tiempo de conocer al castaño para saber que le escondía algo se dirigió a la puerta al escuchar unas voces en la sala, descubriría qué diablos le pasaba a su prometido corrió hacia la puerta pero el mayor le impedía abrirla .


—Abre la maldita puerta para saber quién es tu amante, para decirle la verdad de quien soy. —Le grito desesperada la peliazul tratando de golpear la puerta. —Te voy a tirar tu teatrito.


—Ven acá. —El castaño la tomo de la mano para lanzarla en la cama donde se puso encima de ella, sujetándola por la barbilla. —Tú no me vas a venir a joder la vida, no dejaré que te le acerques, regresa a Busan si no quieres que te pase algo malo.


DaeHyun le regalo una mirada de furia que paralizo a la joven de miedo, claro que le temía a ese chico, podría llegar a ser cruel, despiadado como su padre, Minzy tembló de pavor aún recordaba cómo se llegaba a poner cuando se enfurecía, cuando la cordura desaparecía de su cuerpo, se quedó quieta, una oleada de venganza la cubrió esa persona era importante para el castaño.


—¿Le vas hacer lo que me hiciste? Vas abusar de él, como lo hiciste de mí. —Le grito dolida, las lágrimas salieron de sus ojos. —Mantén lejos de mí a tu bitch porque créeme cuando sepa quién es, le diré la clase de monstruo que eres, ¿La amas? ¿Es importante para ti?


—¿Dae? ¿Dae?. —Una voz interrumpió las palabras de la chica. —¿Te sientes bien?  Vamos a ir por unas cosas al supermercado parece que no tenemos harina.


EL mencionado se relajó al escuchar la voz de su primo ya que significaba que le daría tiempo de sacar a la joven de su departamento, pero la chica no pensaba lo mismo así que iba a volver a gritar pero se le adelanto para ponerle la mano en la boca, no dejaría que nada lo alejara de YoungJae.


—Ahora los alcanzo es que estoy hablando con mi padre por teléfono. —Contestaba el castaño tratando de sonar tranquilo.


—Está bien no tardes. —Se escuchó la voz del castaño. —Chocolate negro.


DaeHyun sonrió como un tonto al oír el sobrenombre acto que no pasó desapercibido por la joven quien le dio un golpe entre la pierna para quitárselo de encima, salió a la sala donde vio una cartera la guardo en su bolso para salir del departamento corrió como desesperada hacia el elevador para alcanzar a la pareja pero cuando llego a la recepción ya no estaban, subió a un taxi donde abrió el objeto hurtado, una sonrisa se formó en sus labios al ver la credencial de un tal YoungJae Lee.


—Así que tú eres su nuevo juguete. —Comento en un susurro la joven delineando la foto de esa credencial escolar. —Por lo que vi eres importante para él así que te destrozare.


El castaño continuaba en la cama retorciéndose del dolor, tomo su celular para mandarle un SMS a su primo avisándole que ya no había problemas para que regresaran, los minutos pasaron y los dos pelinegros llegaron con un gran escándalo, Jae se metió a la habitación de su amante para encontrarlo recostado con los ojos tapados por sus brazos.


—Eres un flojo, ahora como castigo tendrás que compartir la cama conmigo. —Hablaba dulcemente el pelinegro subiéndose en su amante. —Perezoso chocolate negro.


Sus labios se unieron en un desesperado beso, Dae puso sus manos en esas tentativas caderas, delineo su cuerpo, lo acaricio lentamente hasta llegar a su cara donde lo tomo por la mejilla para acercarlo más a él, mordió su labio inferior, de un movimiento se colocó en la parte de arriba, se recostó en ese pecho abrazándose al menor.


—Te quiero Jae, te quiero. —Comento desesperadamente el castaño levantando el rostro para besar esos labios. —Nunca me dejes, nunca te vayas.


—Me quedaré a tu lado siempre. —Contesto el menor contestando los besos. —No tengas miedo.


JR cerraba la puerta con calma, suspiro pesadamente ahora comprobaba que su primo realmente estaba enamorado de ese chico, que no era un juego, tomo las llaves para salir a buscar a Minzy, la alejaría de ese lugar, no podía permitir que le quitara a Dae la persona que amaba, la primera que realmente quería. YoungJae se quitaba la camisa para quedar desnudo de la parte superior había escuchado como JR salía del departamento, guio las manos de su amante para que lo tocará, lo acariciará, necesitaba sentirlo, se había vuelto adicto a sus besos.


—Hazme el amor de tal manera que mañana no me pueda levantar. —Dijo entre gemidos el menor al ver que su pecho era marcado por los labios del mayor. —Tan fuerte que mañana me duela hasta el alma.


Dae al escuchar esa petición la sangre se le comenzó a calentar, esos ruegos lo excitaban demasiado al ver como su pareja quedaba desnudo perdió cualquier rastro de cordura, el sudor recorría esa canela piel, se relamió los labios al verlo tan sumiso, tan entregado, lo volteo para poder tocar su espalda con la punta de su dedo, la delineo lentamente hasta llegar a la cadera donde sin previo aviso lo hundió en él, lo escucho gemir, esa era música para sus oídos, adoraba las tonadas que llegaba alcanzar.


—Créeme mañana me maldecirás porque ni siquiera te podrás sentar. —Le dijo seriamente el castaño invadiéndolo de un solo golpe, YoungJae se aferró a las colchas por el dolor y placer que sentía, quería sobrepasar los límites con su amante, amarlo de tal manera que le doliera todo el cuerpo.


JongUp miraba el techo de su habitación con tristeza su compañero tenia horas que se había quedado dormido, suspiro pesadamente, extrañaba a HimChan, no había llegado a dormir, tenía un par de días sin verlo, le mando miles de mensajes pidiéndole una oportunidad para hablar pero nunca hubo una contestación, las lágrimas rodaron por sus mejillas, le dolía perderlo, no quería perderlo, lo amaba, estaba consiente que se había equivocado  pero necesitaba una oportunidad para dar a conocer sus razones, se escondió en las cobijas para ahogar sus sollozos, lentamente se estaba quedando dormido cuando un mensaje llego a su celular, al leerlo su corazón no paró de latir de emoción se levantó cuidadosamente poniéndose una sudadera y los tenis para bajar a la entrada, al abrir la puerta principal observo como HimChan se encontraba parado a lado de su automóvil aún con el teléfono en sus manos.


—Entra debemos hablar. —El rubio dijo en tono autoritario abriendo la puerta del copiloto. —Rápido antes que alguien se dé cuenta.


El peliazul subió rápidamente, ya adentro se puso el cinturón de seguridad se giró para ver a su compañero estuvo a punto de hablar pero el mayor negó con la cabeza así que solo se hundió en el sillón después de varios minutos de viaje el auto se estaciono en un mirador que estaba solitario.


—Tienes solo una oportunidad para explicarme. —Nuevamente dijo el rubio con un tono frio sin mirar a la cara del menor. —Debes convencerme.


—Es verdad, U Kwon fue mi pareja hace unos años, fuimos amigos por tanto tiempo que comenzar una relación fue automático, pero lo nuestro nunca paso de unos besos unas caricias, tú fuiste con la primera persona que tuve intimidad, acepto que le tengo una gran confianza a mi amigo pero solo somos eso, amigos. —Hablaba entrecortadamente el menor tratando de evitar las lágrimas. —Sé que no quieres que se repita la historia como Bang y Jae, pero yo nunca vi a U Kwon como otra cosa hasta que nos hicimos novios, solo fue una corta temporada, te puedo jurar que te amo a ti, solo a ti, no tengo excusas, acepto que te mentí, pero tenía miedo a perderte, yo..


JongUp no soporto más, las palabras se quedaron estancadas en su garganta, las lágrimas surcaban por su rostro, no soportaba que el rubio no se dignara a verlo a la cara, solo miraba fijamente a la nada, detestaba verlo de esa manera, tan melancólico, tan lastimado, los sollozos ahogaron el vehículo, trato de componerse pero era imposible, tenía miedo a equivocarse, a no convencerlo con sus palabras, subió sus piernas al sillón para abrazarse a ellas, escondió su rostro temblando de terror.


—Perdóname HimChan, sé que me equivoque, que mentí, pero entiende que no quería perderte. —Hablaba con la voz cortada. —Te quiero, solo te quiero a ti, por favor no me dejes, no me abandones.


—¿No querías o no quieres perderme? —Cuestiono el mayor sin moverse de su lugar. —¿Qué harías para recuperarme?


Esas preguntas taladraron la cabeza del pelizul quien levanto el rostro para fijar sus ojos en su amante, tenía el puño cerrado presionando fuertemente el volante, se aventuró a tomarlo por la barbilla para plantarle un beso, lo arrastro hacia él, le obligo abrir la boca para que aceptará su lengua, se desabrocho la sudadera, hizo el asiento hacia atrás logrando poner a HimChan encima de él, la falta de aire los separó.


—No quiero perderte, haría cualquier cosa por ti. —Hablo entrecortadamente mientras se quitaba la pijama para quedar completamente desnudo. —Pídeme lo que sea, seré tuyo.


—Nunca me dejes de amar, nunca me mientas. —Le dijo pegado a ese cuello, mordiéndolo con ansia. —Dile que se vaya, no lo quiero cerca de ti, deberás buscarte un nuevo mejor amigo.


HimChan se quitó la camisa de un solo golpe, se apodero del pecho del menor para comenzar a delinearlo con la punta de su lengua, desde antes de que le dijera esas palabras lo había perdonado, lo amaba demasiado, tanto que le causaba un dolor interminable estar lejos de él, escucharlo llorar por él, le partió el corazón, no quería verlo sufrir, no mientras estuviera a su lado, se deshizo de sus estorbosos pantalones para colocarse entre las piernas del más joven quien no dejaba de gemir por el contacto, sin previo aviso se hundió él, era tan estrecho, tan perfecto que podía morir en ese preciso momento, el placer lo inundada llevándolo a la locura, se acercó a su oído para susurrarle que lo amaba, que le perdonaría todo, que lo necesitaba para seguir viviendo, el auto se llenó por el calor de ambos cuerpos rozándose, satisfaciéndose, juntos llegaron a la locura pero no se detuvieron continuaron entregándose hasta el amanecer, cuando decidieron regresar a casa eran casi las 4 de la mañana, estacionaron el auto con delicadeza, cruzaron el jardín tomados de las manos, subieron las escaleras en silencio, se despidieron con un casto beso festejando que nadie se había dado cuenta pero lo que no sabían es que alguien los había visto desde que huyeron la primera vez, el padre de JongUp se aferraba furioso a las cortinas, había escuchado como a media noche el rubio estacionaba su auto pero le causo curiosidad ver como su hijo huía con él, deseo pensar erróneamente pero al notar que regresaban hasta la madrugada tomados de la mano sus temores se volvieron reales. YoungJae estaba en la sala de alumnos esperando algunas notificaciones por parte de un profesor cuando una de las secretarias se le acerco.


—¿Disculpa eres el presidente del grupo estudiantil? —Cuestiono interesada la mujer de avanzada edad al notar que el chico asentía se alegró. —¿Podrías llevar esto a la oficina principal? Yo le aviso a tu profesor que me has hecho un favor.


—Claro, muchas gracias. —El pelinegro hizo una reverencia para tomar los documentos. —En un momento regreso.


YoungJae llevaba una enorme sonrisa en los labios, le dolía todo el cuerpo pero había valido la pena, despertar abrazado a Dae era la sensación más hermosa del mundo mientras caminaba no observo un escalón y fue a dar al piso regando los papeles los comenzó a reunir así que en lo que trataba de acomodarlos vio en una de las hojas las peticiones de los alumnos para las Universidades en el extranjero lo que llamo su atención fue que solo él había solicitado ir a Francia, busco el nombre de su amante descubriendo que DaeHyun había solicitado una beca para una Universidad en Estados Unidos, el pelinegro se quedó mirando fijamente el papel, trago en seco ¿No se suponía que ser irían juntos a Francia? ¿Por qué DaeHyun había solicitado una beca en otro país? Con esas dudas camino hacia la dirección. Minzy estaba sentada en una de las bancas que había afuera del colegio tenía en una mano la cartera de YoungJae y en la otra su celular con el número de su prometido, era momento de su venganza. Zelo se levantaba perezosamente de la cama aún tenía algunos rastros de lágrimas en sus ojos, ese mañana hubiera sido maravillosa sino fuera porque peleo con su pareja, todo porque su alarma no paraba de sonar.


Flashback


YongGuk por primera vez había logrado quedarse dormido sin la necesidad de alguna pastilla, no podía creer que el calor de su amante resultará tan satisfactorio, tan tranquilizador, olía a miel, su suave piel pegada a la suya era tan abrigadora, suspiro tranquilamente ya que por fin descansaría las horas que necesitaba pero la incesante tonada de un celular lo saco de sus casillas, le enfureció que ese aparato le quitara la paz que tanto anhelaba, se paró molesto para tomar el celular de su pareja, intento apagarlo pero tenía contraseña, ese sonido infernal le inicio una migraña de los miles demonios, se giró a ver como Zelo continuaba durmiendo con una sonrisa en los labios, ese acto aumento su ira.


—Apaga tu maldita alarma. —Grito molesto el mayor sacudiendo con violencia a su pareja. —JunHong despierta.


El pelirrosa abría los ojos confuso esos dedos sobre su piel le causaron dolor así que se quejó inmediatamente tomando el celular entre sus manos y apagándolo rápidamente, observo como su pareja se sentaba en el borde de la cama agarrando su cabeza con violencia.


—Lo siento cariño. —Argumentaba torpemente el menor abrazando por la espalda a su amante. —Lo siento, como recompensa hago el desayuno.


—Tú maldita alarma jodio mi sueño, no entiendes lo difícil que es para mí lograr dormir. —Contesto molesto el pelinegro levantándose de golpe deshaciéndose del abrazo con agresividad. —Tengo mucho trabajo que hacer, es mejor que te vayas a tu casa.


Zelo no podía creer esas palabras, solo por una estúpida alarma se ponía de esa manera, toco su brazo donde los dedos del mayor se habían quedado impresos, de pronto su mente le jugó una mala pasada ya que se le metió la idea que solo buscaba darle la vuelta para no pasar el resto del día con él, observo como el mayor se cambiaba.


—No puedes ponerte tan enojado por una simple alarma, dime la verdad ¿porque diablos no quieres estar hoy conmigo? —Le cuestiono el pelirrosa tomándolo del brazo para detener su andar. —¿Por qué el otro día estabas en el hospital?


—No te metas en mi vida. —Le contesto el mayor tensó al escuchar esa pregunta, no tenía el valor para decir su vergonzoso secreto. —No tienes el derecho de inmiscuirte en lo que no te incumbe, son mis cosas y no entras en ellas.


Esas palabras lastimaron al más joven ¿No se suponía que eran una pareja? ¿No se suponía que debían tenerse confianza? Se dejó caer en el piso con lágrimas escapando por sus mejillas, le dolía pensar que Bang no le tenía la suficiente confianza para contarle sus problemas, ¿Entonces qué significa él? Solo era la persona que le calentaba la cama, no quería sentirse usado. Bang al verlo de esa manera quiso acercarse a pedirle perdón, contarle la verdad, gritarle que lo amaba, que era lo que necesitaba para seguir viviendo pero al ver su brazo con ese moretón se sintió demasiado culpable, no podía tocarlo, no hasta que le ganara a sus propios demonios, hasta que fuera digno de tenerlo, se puso una chaqueta para salir de ese cuarto, necesitaba tomar algo de aire.  


Fin flashback


El maknae de BAP se dirigió al baño para darse un baño, trataba de despejar su mente se miró en el espejo donde trato de dibujar sonrisa sin éxito, tomo su cepillo de dientes, se agacho para recoger la tapa de la pasta de dientes que se le había caído al piso, no quería dejar un desastre y que su amante enfureciera más mientras buscaba el objeto descubrió que atrás de la taza de baño había un frasco de pastillas vacío, cuando leyó la etiqueta se preocupó debido a que eran calmantes, se dirigió al buro que estaba a lado de la cama gracias a un clip pudo abrirlo sin problema es cuando encontró más frascos con la misma etiqueta fue entonces que la plática que había tenido con Suga vino a su mente, no quería pensar mal, pero recordaba los síntomas de su pareja, el dolor de cabeza, las veces que se metía al baño a mitad de la noche, sus cambios de humor, tomo su celular para marcarle a su amigo,


—Suga necesitamos vernos. —Dijo rápidamente. —En una hora en el parque de siempre.  

Notas finales:

Gracias por sus reviews, una disculpa por todavia no conestarlos, trataré de de contestarlos en esta semana xD Espero les guste este capitulo xD Cuidense :D


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