Los dos mayores se miraban a la cara, la madre de HimChan no podía creer lo que sus ojos observaban, esas fotos eran demasiado personales, demasiado obvias, se dio la vuelta para enfrentar a su retoño para que le explicara la situación.
—JongUp y yo estamos saliendo, tenemos una relación. —Hablo firmemente el rubio quitándole las fotos a su madre. —Estábamos buscando la manera de decirles la verdad.
—No, tú sedujiste a mi hijo, tú abusaste de su inocencia, tiene 17 años y tú 23 años. —Interrumpió el padre tomando por el cuello al joven. —Sé la clase de chico que eres, solo juegas con las personas, mi pequeño solo será un más en tu lista.
La Sra Kim detuvo a su marido antes de que golpeara a su hijo, lo mismo hizo JongUp se aferró de su progenitor para que no tocara a su amante.
—No dejare que le pongas una mano encima a mi hijo. —Le grito la señora poniéndose enfrente al rubio. —Has escuchado la respuesta, ellos están saliendo nadie obligo a nadie.
—Sí, papá yo a HimChan—hyung, las fotos sé que son extrañas pero yo deje que las tomara. —Mentía el peiazul, nunca pensó que el mayor lo fotografiara tanto. —Sé que suena raro pero somos una pareja.
El Sr. Moon miro los ojos de su hijo, mentía lo conocía demasiado bien, no dudaba que el pequeño en verdad hubiera hecho todo por amor de quien desconfiaba era del mayor sabía que en su corazón solo vivía el famoso YoungJae cuantas veces escucho como el joven se lo confesaba a su madre con lágrimas en los ojos, su hijo solo era uno más, no quería que lo lastimaran, no con esa terrible enfermedad a cuestas, sabía que su hijo tenía bipolaridad, Zoe se lo confeso antes de dejarlo viajar a Corea, un desengaño hundiría en el dolor a su pequeño pokemon, no quería verlo lastimado, Zoe jamás se lo perdonaría.
—Tu hijo es un maldito pervertido que quiero que se mantenga lejos de Up, no quiero que lo lastime. —Volvió abrir la boca el hombre. —Dile que se quede lejos o lo meto a la cárcel por corrupción de menores.
—Mi hijo no es capaz de lastimar a nadie, no eres capaz de hacer eso ¿O sí? —Hablo la mujer con lágrimas en los ojos pero al ver lo decidido que estaba su pareja su corazón se rompió. —Quiero que te vayas de mi casa, no permitiré que insultes a mi pequeño.
Seung levanto la cabeza con orgullo, le dolía lastimar a su actual esposa pero su hijo estaba por encima de todo al igual que sabía que para Ha su hijo era lo más valioso del mundo, entre ellos se abrió una fisura imposible de cerrar sabía que la mujer nunca le perdonaría el haberle levantado la mano a su primogénito, tomo del brazo de Jong para salir del lugar pero un rubio se puso en su camino impidiendo su huida.
—Yo amo a JongUp. —Se enfrentó el rubio. —él me ama, debemos estar juntos, no dejaré que me lo quite.
—HimChan tú no puedes amar a nadie tú mismo me lo dijiste una vez que te ayude a subir a tu habitación cuando llegaste tomado. —Le hablo mirándolo a los ojos. —“Amo a YoungJae” me repetiste una y otra vez, sé que decías la verdad, no quiero que le des falsas esperanzas a mi hijo.
HimChan bajo la mirada pero no se quitó de su lugar, maldecía para sus interiores todas las estupideces que dijo en esa época, todos creían en su ciego amor por su amigo de la infancia, nadie podía creer que era capaz de amar de nuevo, Sung comenzó a caminar con el pequeño pero una mano tomo la de Up.
—No lo hagas elegir, no seas tan cruel solo es un niño ¿Lo quieres alejar de su padre? ¿Qué te elija sobre a mí?. —Hablo de nuevo el mayor. —Demuéstrame que lo amas y solo tal vez te deje estar a su lado.
—Si te hago ver que mis intenciones con él son honestas ¿Lo dejaras estar conmigo? —Comento con voz quebrada HimChan, el pelinegro solo asintió. —¿Qué pasara con mi madre?
—Temo que nos hemos dado cuenta que no podemos estar juntos. —Interrumpió la mencionada abrazando a su hijo. —Le duele lastimarla a ella que lastimarme a mí.
Sung bajo la mirada para salir de su casa, esas palabras eran ciertas le dolía lastimar a la madre de su pequeño que su actual esposa, esas eran las causas de sus continuas peleas maritales aún el hombre no podía olvidar a su primera mujer, JongUp se despidió con una sonrisa en los labios porque estaba seguro que HimChan le demostraría a su padre que sus amor era real, que solo lo quería a él, que YoungJae era cosa del pasado, uno que dejaba encerrado en una caja.
Un pelinegro se recargaba su cabeza en la pared, lentamente se fue dejando caer en el piso, su ropa seguía mojada por la lluvia tenia rostro húmedo por sus lágrimas, se abrazó a sus piernas, "Perdóname por haberte engañado, merezco el dolor que vivo por mi traición" esa frase se reproducía una y otra vez en su cabeza, le dolía el pecho, no por el significado de las palabras sino por la manera que fueron dichas, cuando llego a ese cementerio no podía creer que su "novio" estuviera sentado alado de esa fría lapida, la lluvia no paraba de caer, el aire congelaba los huesos de cualquier persona, solo lo tomo entre sus brazos para llevarlo al auto y después al Hospital.
—Disculpe ¿Es pariente del paciente?—Cuestiono una amable enfermera pero al ver que el pelinegro estaba empapado le ofreció su mano.—Es mejor que venga a cambiarse, le prestaremos algo de ropa puede resfriarse.
—¿Cómo esta él? —Preguntaba sin moverse el joven.—Estoy bien solo quiero saber cómo está.
La mujer le puso una manta al rebelde joven, le ofreció un café ya que parecía que no se movería de ese lugar, recordaba a ese chico, en aquel accidente automovilístico donde su gemelo murió.
—Se está recuperando, tu amigo tenia las defensas muy débiles estar en la fría lluvia le provoco que tuviera inicios de pulmonía.—Hablaba la mujer tratando de lucir tranquila.—Se recuperara, no te preocupes pero deberías llamar a su familia.
Bang levanto el rostro, no quería llamar a nadie, los padres de Jae estaban de viaje además como podría explicar lo que le pasaba cuando ni el mismo lo sabía, soltó un suspiro, busco su celular pero estaba empapado.
—Te presto el mío.—La mujer interrumpió.—Voy por la ropa para que te cambies.
—Gracias.—Soltó tímidamente el joven.
YongGuk miro el aparato no estaba muy seguro a quien debía marcarle, se decidió y unos minutos después presiono varios botones, espero a que le diera tono.
—Bueno, Hola Him soy YongGuk.—Hablo lentamente el pelinegro.—Podrías ir a mi casa por algo de ropa y traérmela al Hospital del centro.
—¿Qué diablos te paso?—Contesto preocupado el rubio.—Voy rápidamente para allá, por favor no llames a Jae no quiero que te vea en otra crisis.
El mayor asintió, una sonrisa se formó en sus labios agradecía que su amigo asumiera cosas y que no le preguntara la razón de estar en el Hospital ya cuando llegará le explicaría todo, volvió a mirar el móvil, deseaba llamarlo a él, lo necesitaba demasiado, quería descansar en sus brazos, hundirse en sus caricias.
—¿Usted es familiar del paciente Lee ?—Cuestiono un médico al ver que el joven asintió continuo hablando.—Hemos bajado la fiebre pero se quedara en terapia intensiva ya que es delicado su estado.
—Él ya tiene un historial clínico en este lugar, de niño sufría de asma sus defensas eran muy débiles puede comunicarse con el Dr. Kang, es su médico de cabecera.—Soltó de golpe YongGuk poniéndose de pie.—Por favor debe tener mucho cuidado con los medicamento ya que es alérgico algunos.
El medico anotaba lo que el joven le decía al terminar la conversación se despidió, la enfermera llego obligando al chico a cambiarse, al verse solo YongGuk volvió a mirar el celular, marco nuevamente los botones.
—Bueno ¿Quién es?—Una adormilada voz contestaba.—Por favor hable o colgare.
—Zelo soy YongGuk, podrías tomar un taxi y venir al Hospital del centro.—Hablo tratando de mantener la calma el mayor.—Te explicare acá por favor vente con cuidado.
JunHong estuvo a punto de cuestionar en busca de más información pero el mayor le había colgado se levantó rápidamente camino hacia la habitación de su hermano pero estaba vacía tomo algo de dinero para llamar a un servicio de taxis.
DaeHyun estaba sentado en el borde de su ventana miraba como la lluvia seguía cayendo, al igual las lágrimas rodaban por sus mejillas, en un solo instante había perdido a la persona que más amaba en el mundo aunque le marco miles de veces nunca tuvo una respuesta, deseaba ir a su casa pero temía la confrontación, acaricio sus labios aun tenían el sabor de su pelinegro.
—Deberías dormir, ya mañana lo veras en el colegio.—Interrumpió un pelinegro poniendo una taza de chocolate en el buro de la cama.—Ren no para de mandarme mensajes diciéndome lo mucho que me odia por lo que entendí él tampoco a podido contactarse con Jae.
—Vete quiero estar solo.—Contesto fríamente arrinconándose mas en el ventanal.—Lo siento.
JR sonrio al escuchar ese susurro, su primo estaba cambiando, se convertía en una persona con corazón, uno honesto. DaeHyun al escuchar que la puerta se cerraba volvió tomar el celular marco el número de la casa de Jae, no soportaba la incertidumbre, solo deseaba saber que estaba bien.
—¿Bueno?—Una dulce voz contestaba del otro lado.—Yong Guk ¿eres tú ?
—No, Soy Daeahyun un amigo de tu hermano.—Contesto nerviosamente el castaño ya que no pensó que alguien estuviera despierto.—Disculpa ¿me podrías pasar a Jae?
Zelo iba de salida cuando escucho el teléfono, se sorprendió cuando escucho la voz de Dae ya que creía que su hermano estaba con él, apenas unos días antes le había comentado sobre su decisión de dejar a su novio por su mejor amigo, sintió una punzada en el pecho, era como un mal presentimiento.
—¿No está contigo? revise su habitación hace rato y no estaba.—Cuestiono preocupado.—¿A qué hora lo viste por última vez? trato de marcarle a su celular pero me dice fuera de servicio.
—No lo veo desde la tarde.—Contesto poniéndose de pie, busco sus zapatos.—Sabes ¿si esta con su novio?
Sus palabras fueron dichas con rabia, el solo pensar que su amante estuviera limpiando sus heridas con su pareja le lastimaba ya que lo perdería para siempre.
—No, él me acaba de hablar diciéndome que..—Sus palabras se detuvieron al igual que su corazón, algo malo había pasado.—Estaba en el Hospital del centro, ¿qué le paso a Jae?
DaeHyun no contesto ya que dejo caer el celular en el piso para salir corriendo de su habitación no podía creer que algo malo le hubiera pasado a su otra mitad, tomo las llaves de su auto. JunHong colgó el teléfono debido a que el taxi había llegado se dirigió al Hospital, se tapó con el gorro de su sudadera debido a que hacia bastante frio cuando entro fue hacia la recepción pero su mirada fue captada por un joven que estaba en el piso frente a la puerta de emergencias, corrió hacia su lado.
—¿Que te paso? ¿Estás bien? por favor contéstame cariño. —Comentaba preocupado el pelirrosa abrazando a un pelinegro que usaba una pants de enfermero.—Yong ¿has visto a Jae?
—Te necesitaba tanto.—Contesto el pelinegro abrazando al joven, hundiéndose en su cuello, beso sus mejillas.—Dime con quien me ha estado engañando tu hermano.
La respiración del más joven se detuvo, podía sentir como esas manos lo presionaban más de lo normal, ese aliento pegado a su cuello, esa fría voz resonando, Jae ¿le había dicho la verdad? ¿Dónde estaba su hermano? comenzó a temblar ¿Bang era capaz de lastimar a su hermano por engaño? negó con la cabeza, abrazo más al mayor, no quería decirle la verdad.
—Contéstame ¿quién es el maldito que le hizo esto a Jae?—Volvió a preguntar haciendo más fuerte su agarre.—Tú lo sabes, tu corazon me dice que conoces el nombre de esa persona.
Zelo negó con la cabeza para tomar con sus manos el rostro de mayor, beso sus labios y fue correspondido, fue un intercambio salvaje, el menor buscaba engañarlo con sus caricias, no quería que continuará indagando, no quería mentirle, YongGuk termino el beso, esos labios le confirmaban sus sospechas, su amante sabía que su novio lo engañaba con alguien más, y ese alguien había lastimado a su pequeño Jae.
—Dímelo, merezco saber la verdad.—Cuestiono levantando la voz.—¿Con quién me ha engañado?
—No lo sé, nunca me dijo su nombre.—Soltó temblando, evitando la mirada.—Lo siento..
Bang se puso de pie con el joven en sus brazos, no estaba molesto por el engaño sino que deseaba matar a esa persona que lastimo a su novio, porque aún era uno de sus mejores amigo, estaba rompiendo la promesa que le había hecho a su gemelo, sujeto con más fuerza la mano de su amante, él conocía el nombre de esa persona, no quería lastimarlo, pero necesitaba la verdad, una voz conocida lo hizo girarse.
—Disculpe busco a YoungJae Lee.—Un preocupado castaño cuestionaba en recepción.—Por favor dagame que no lo tiene registrado.
—Lamento decirle que si pero no puedo darle datos si no es familiar del joven.—Contesto una bella enfermera.—Por aquel lado están sus familiares.
La mujer señalo a la pareja, Zelo intercambiaba su mirada entre su amante y el amigo de su hermano camino hacia el castaño pero el agarre de Bang lo detuvo, se había dado cuenta de todo, bajo la mirada al ver como el pelinegro soltaba su mano.
—¿Tu eres el bastardo que le hizo esto a Jae?—Grito colérico el pelinegro tomando por el cuello al recién llegado.—Te juro que si algo malo le pasa te voy a matar.
—¿Dónde está él? necesito verlo, necesito hablar con Jae.—Le contestaba el menor tratando de zafarse.—Ha sido un malentendido.
YongGuk no contesto con palabra sino con un puño, ese sujeto jamás le había caído bien, se notaba que no tenía buenas intenciones, era un niño jugador, un pequeño egocéntrico, los golpes se fueron lanzando de ambos lados ya que Dae no se dejaría impresionar ,ambos llenos de furia contenida buscaban sacar sus frustraciones por medio de sus golpes, Zelo corrió para separarlos pero era obvio que no podría hacer algo con dos bestias queriéndose matar unos minutos más vio como HimChan aparecía, el rubio sujeto a su amigo mientras el pelirrosa al castaño.
—Explícame ¿qué diablos está pasando?—Grito el rubio sujetando a su amigo.—Calmante Bang.
—Por favor DaeHyun cálmate.—Ahora hablaba Zelo tratando de hacer entrar en razón a un herido joven.—Aquí lo importante es saber que paso con Jae-hyung.
YongGuk se tensó al notar que su amigo ya no lo sujetaba, no podía decir la verdad, no podía manchar la reputación de su aun novio, era un problema que solo lo competía a él y a Jae, no quería que HimChan se metiera, no ahora que tenía una relación estable con otra persona, no era momento de que el problema se hiciera más grande.
—Jae y yo estábamos en una cita pero peleamos, él salió corriendo bajo la lluvia y sabes lo débil que es.—Dijo en voz baja el pelinegro.—Lo siento es mi culpa.
Una bofetada resonó por el pasillo, DaeHyun y Zelo miraban sorprendidos como el rubio le daba una cachetada a su mejor amigo, ambos sabían que el mayor mentía, que ahí el único culpable era el castaño, Yong Guk levanto la mirada, merecía ese golpe, tenía ganas de llorar por que esa mirada que le regalaba su mejor amigo lo mataba, lo había decepcionado una vez más.
—Sabes lo débiles que son sus pulmones, lo peligroso que llega a ser un simple resfriado, no tienes una pizca de conciencia.—Hablo indignado el rubio.—Ruega que no le pase nada porque no solo perderás un novio sino también un mejor amigo.
HimChan le lanzo una mochila con la ropa que le había pedido, camino hacia una de las bancas para sentarse ese no había sido su día, primero perdía a su querido JongUp y ahora uno de sus mejores amigos estaba en el hospital, anhelaba ver a su amante, quería abrazarlo, lo extrañaba, al notar que su amigo se dirigía al baño quiso pararse a disculparse, se había desquitado con él, giro su mirada hacia Zelo y ese chico de cabellos castaños, lo reconocía como el amigo de Jae, no entendía que hacian esos dos jovenes ahi pero no tenía ánimos de interrogarlos así que solo se recargo en el respaldo de la banca y cero los ojos. JunHong camino hacia el donde su amante había desaparecido, lo encuentro parado junto los lavabos.
—Lo siento pero Jae quería decirte la verdad.—Hablo un pelirrosa caminando hacia donde el pelinegro se cambiaba.—Yo no era nadie para interponerme, no sé qué paso entre ellos.
YongGuk no contesto solo se quitó los pantalones para ponerse lo que le había llevado HimChan así como la camisa pero cuando se la estaba poniendo sitio como unos delgados brazos lo rodeaban por la espalda, una frente se pegaba en uno de sus hombros que lentamente se humedecía, se giró para encontrarse con la cara de su amante, lo guardo en sus brazos, él no tenía la culpa, lo tomo por la barbilla para besarlo, lo monto en los lavamanos, se puso en medio de sus piernas, el pelirrosa solo se colgaba a su cuello.
—Tarde o temprano le voy a partir la cara a ese idiota y no quiero que le digas nada a nadie sobre el engaño de Jae.—Hablaba seriamente el mayor pegado a esos sonrosados labios.—Este lio solo me compete a mí y a tu hermano.
—¿Por eso mentiste?—Cuestiono pegando su frente, el mayor solo asintió.—¿Estas dolido? ¿te lastima saber que Jae no te quiera?
La preguntas fueron dichas en un susurro, el menor se escondió en ese cuello, no quería decirlas pero las anhelaba preguntar, sintió muchos celos cuando vio cómo su amante peleaba por su hermano, sabía que no tenía por que sentirlos, pero los vivió, se aferró más a esa agarre, unos dedos acariciaron sus muslos después subieron por su abdomen, su pecho, sus hombros, no quería hacer enojar al mayor con sus inseguridades, mordió levemente ese cuello.
—Debería estar enojado por esas preguntas pero te necesito. —Contesto el pelinegro besando una vez más esos labios.—Estoy dolido por que han lastimado a uno de mis mejores amigo, yo siempre quede a Jae y él siempre me querrá por que seguiremos siendo amigos, tal vez no nos amemos como pareja pero nuestra amistad es muy fuerte.
Zelo asintió para seguir abrazado al mayor, sus palabras fueron tontas pero las respuestas sabias, unos labios se aferraron a su blanca piel, mordisqueándola con vehemencia, unas manos se colaron bajo su camisa, recorriéndolo, tocándolo, despeino el aún húmedo cabello negro del mayor, lamio el contorno de su oreja, gimiendo débilmente, sabía que esos actos lo volvían loco, sus cuerpos se rozaban peligrosamente habían estado separados solo 24 horas y sentían que había sido una eternidad, el calor aumentaba en sus interior, olvidaban donde estaban, quienes eran, se entregaban a la pasión, al deseo.
—No quiero que HimChan sospeche. —Interrumpió el beso el pelinegro quitándole la sudadera y camisa al más joven. —Debemos detenernos.
—Lo sé. —Logro articular el pelirrosa pero un gemido escapo de sus labios cuando sintió una mordida en sus clavículas, una lengua recorriendo su pecho para después introducirse en su ombligo. —Quiero ver a Jae-hyung.
Bang al escuchar ese nombre se detuvo, recobro la cordura, le volvió a poner la ropa a su amante para después ayudarlo a bajar de donde estaba sentado pero antes que salieran del baño lo jalo de la mano para arrinconarlo en una esquina, mordió sus labios, acaricio su mejilla derecha, beso su frente, su cabello, lo guardo en sus brazos.
—Te quiero mi pequeño tesoro. —Le dijo débilmente en el oído. —Te quiero, eres lo más importante en mi vida.
—Yo también te amo. —Contesto sonriendo el más joven. —Te amo Hyung.
DaeHyun observo como el hermano de su amante y el animal de su novio salían del baño ambos lucían sonrojados, sostenía un algodón junto a su labio herido cuando el pelinegro se puso delante de él, levanto la mirada, ese hombre era imponente, se levantó encarándolo, lucharía por Jae porque lo amaba.
—Vete, no quiero ver tu cara. —Le dijo fríamente el mayor agarrándolo del cuello. —Vete antes de que te rompa la cara.
—Por favor Dae-Hyung vamos a fuera. —Se interpuso el pelirrosa acariciando la mano de su amante quien se relajó ante su voz. —Por favor YongGuk-hyung no es el lugar para una pelea.
El mayor soltó al castaño para sentarse a lado de su amigo quien solo miraba sorprendido la escena, ese pelirrosa le hablaba a su mejor amigo de una manera muy personal, lo miraba extrañamente, suspiro sin ganas, lentamente fue dejando caer su cabeza en uno de los hombros del pelinegro, sabía que también estaba sufriendo con las culpas. YongGuk soltó una pequeña risa al notar como su amigo se le acercaba aunque quisieran no podían estar peleados. Zelo jalo a Dae hacia la salida, se escondieron para que su amante no los viera que platicaban.
—No tengo ni idea que paso, pero Jae está en terapia intensiva por inicios de pulmonía ahora solo es cuestión de esperar. —Decia tranquilamente el pequeño, él estaba seguro que su hermano se recuperaría pronto. —Podrías quedarte cerca pero no dejes que Yong te vea, yo te estaré informando cómo evoluciona el estado de mi hyung y prometo que cuando nos den acceso te ayudare a pasar a verlo.
—Muchas gracias Zelo, muchas gracias, en verdad necesito explicarle lo que paso. —Soltó llorando el castaño abrazándose al joven. —Amo a tu hermano más que a mi propia vida, no quiero perderlo.
Zelo correspondió a su abrazo, él sabía lo su hermano también lo amaba, merecían estar juntos, hablar sobre sus diferencias, aclarar los malentendidos, le ayudaba no para que Jae se separará de Bang sino porque sentía que era lo justo, estuvo varios minutos calmándolo, intercambiaron números telefónicos y después ingreso al Hospital donde se sentó a lado de su pareja recargándose en su hombro, noto que el rubio tenía los ojos cerrados así que se animó a tomar la mano del mayor quien le correspondió con una sonrisa así los tres chicos se quedaron dormidos esperando noticias del pelinegro Lee.