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Coffe Shop por ritsuka10

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YongGuk acariciaba el rostro de su pareja quien se había quedado dormido en sus piernas,  se veía tan pacifico, tan calmado que de cierta manera le transmitía un poco de tranquilidad deseo tanto tocar esos labios pero su amigo rubio se removió en su hombro.

 —Anda despierta para que lleves a Zelo a su casa para que descanse un poco. —Hablo el mayor revolviendo el cabello de su mejor amigo. —Así te despejas también.

—Lo siento solo vine a contarte mis problemas, no sé qué le paso a Jae pero no creo que seas el culpable de que él este así. —Contesto HimChan abriendo los ojos. —Lo siento pero ahora no puedo ser un buen amigo, no hasta que recupere a mi JongUp.

Kim observo como el pequeño pelirrosa dormía plácidamente  en las piernas de su amigo, esa escena se le hizo extraña ya que parecía que esos dos tenían una buena relación, la manera que Yong se calmaba con la presencia de Zelo, las miradas que se intercambiaban, se levantó de golpe para despeinar su cabello, no quería crear historias, su cabeza era un caos había pasado casi toda la madrugada contándole sus penas a su amigo ya que era con la única persona que podía desahogarse además de siempre tener las palabras correctas.

—Zelo despierta, anda ya levántate. —Hablo el pelinegro acariciando con el dorso de su mano esa blanca mejilla. —Despierta.

—Buenos días cariño. —El pelirrosa abría los ojos con una sonrisa en los labios se estiro para abrazar a su amante pero al ver la cara de duda de cierto rubio recordó donde estaba. —Lo siento pensé que eras Jae.

El joven se levantó de golpe para ponerse de pie bajo el rostro avergonzado, por un momento había olvidado el lugar donde se encontraba siempre que estaba en los brazos de su amante se perdía en una dimensión diferente a esa realidad que lo rodeaba,  el ambiente se tensó por ese inocente acto.

—Se nota que solo eres un niño. —Hablo HimChan sonriendo al ver la cara roja del pequeño. —Eres muy lindo cuando despiertas.

—Deja de molestarlo. —Hablo el mayor de los tres poniéndose de pie para dirigirse hacia un doctor que entraba a la sala de espera. —Buenos días Dr. Choi, ¿Cómo esta Jae?

—Bien, lo hemos trasladado a una habitación, en este momento solo voy a dejar que tu pases. —Comento el hombre mayor dándole un pase al pelinegro. —Solo pregunta por ti.

Yong recibió el pase para después agradecer y despedirse del médico, se giró  hacia sus acompañantes para regalarles una sonrisa los abrazo dirigiéndolos a la salida del Hospital, era momento que ellos fueran a descansar.

—Ya escucharon, Jae está bien ahora vayan a casa coman y duerman un rato. —Les decía tranquilamente el mayor. —Por favor Zelo no quiero que me hagas un berrinche haz caso y ve a descansar, HimChan te llevara a casa.

JunHong solo asintió bajando la cabeza avergonzado, respiro con calma tratando de evitar que sus emociones lo sobrepasaran sentía muchos celos por verlo sonreír de esa manera, cerró sus manos en un puño, los presiono con fuerza, quería detener las inmensas ganas de llorar en ese momento, tenía celos, una vez más esos malos pensamientos se colaban por su mente ¿Si Bang al ver tan frágil a Jae se daba cuenta que lo amaba? ¿Si Jae se arrepentía de elegir a Dae y terminaba por regresar con Bang? Miles de preguntas pasaban por su mente, cada una peor que la anterior.

—Yo me encargo de dejarlo en su casa, vayan adelantándose al estacionamiento. —Contestaba HimChan tomando su abrigo. —Solo voy al baño un momento y ahorita los alcanzo.

La pareja asintió para dirigirse al sitio donde estaba el auto del rubio, Bang miraba de perfil a su amante suspiro con desgana tronándose el cuello un par de veces, al llegar al lugar lo tomo desprevenido de la mano para arrinconarlo en una pared donde sin previo aviso lo beso, acaricio ese sorprendido rostro con sus dedos, lo abrazo de la cadera, lo miro a los ojos sonriéndole.

—Buenos días cariño. —Dijo el mayor aún con los labios pegados a los del más joven. —Descansa para que en la tarde me traigas el almuerzo, quiero algo delicioso.

—Claro que si amor. —Contesto el pelirrosa con una tímida sonrisa colgándose del cuello del pelinegro. —Por favor cuida de mi hermano.

La pareja sé quedo un momento más disfrutando de ese intimo contacto, intercambiaron besos, risas hasta que a lo lejos detectaron una rubia cabellera provocando que se separaran, Guk se despidió de los dos jóvenes, subió por el elevador para visitar a su aún novio. DaeHyung continuaba recostado en el asiento trasero de su automóvil seguía sin creer lo que sus ojos vieron, el novio y el hermano de su amante tenían una relación, una torcida mueca se formó en sus labios, ese famoso Bang no era un santo como todos pensaban, fue entonces que recordó la pelea de anoche, la manera que Zelo calmo al mayor, el tiempo que tardaron en el baño, salió de su auto para estirarse en ese momento recibió un mensaje, “Descansa Hyung, nos vemos a la una de la tarde en la entrada ya tengo todo planeado, Jae está bien. Atte JunHong” el castaño suspiro aliviado al saber que su querido estaba mejor de salud decidió ir a su departamento para ducharse y comer algo, moría de ansia por ver a su pequeño cachetón.

 

En un lujoso Hotel de Seúl el Sr. Moon miraba como su hijo dormía en su cama, acaricio su espalda con nostalgia, no podía creer que ya no fuera su pequeño pokemon, deseaba tanto que HimChan cumpliera su promesa porque después de platicar con su hijo descubrió que en verdad amaba al rubio, no quería lastimarlo más, ya suficiente daño le había causado cuando lo abandono a él y a su madre, que arrepentido estaba ya que aún tenía sentimientos por su primera esposa, de pronto el sonido de un celular lo saco de sus pensamientos lo tomo para contestar.

—Te he dicho que no dejare que hables con mi hijo hasta que me convenzas. —Hablo fríamente el mayor. —Así que no quiero que le sigas hablando ¿Entendido HimChan?

—Lo sé Sr. Moon pero solo quería avisarle a Uppie que Jae había tenido un accidente pero que se encuentra mejor. —Contesto nerviosamente el mencionado. —Jae es el hermano mayor de Zelo uno de sus mejores amigos de Up.

El señor se tensó un poco por la notica, conocía a la Familia Lee de igual manera sabía de la buena relación que su hijo tenía con los pequeños así que se giró hacia Jong quien ya estaba sentado en su cama debido a que el sonido lo había despertado, le paso el celular, los ojos del peliazul se iluminaron al ver quien le llamaba.

—Buenos días HimChanie. —Hablo emocionado el peliazul pero se puso nervioso al ver como su padre se sentaba en el borde de la cama. —¿Qué sucede?

—Buenos días mi pequeño dormilón, solo te llamaba para avisarte que Jae sufrió un accidente ahora está en el Hospital, ya se encuentra mejor. —Comentaba el mayor tratando de sonar calmado. —Hasta la tarde darán acceso a las visitas por si quieres visitarlo, te quiero mucho y te extraño.

Al menor se le formo un nudo en la garganta tenía tantos sentimientos arrinconados en su pecho, quería lucir seguro frente a su padre pero comenzó a temblar, fue cuando el recuerdo de la promesa de HimChan llego a su mente ayudándole a calmarse, juntos saldrían adelante.

—Me pondré de acuerdo con Zelo para apoyarlo, gracias por avisarme. —Contesto con una sonrisa. —Te quiero y ve con cuidado.

—Ya es suficiente. —Interrumpió el padre quitándole el celular al peliazul y finalizando la llamada. —Arréglate para llevarte a la escuela.

El menor asintió, se dirigió al baño, después de cambiarse bajo a desayunar donde comento lo sucedido así mismo le pidió a su padre permiso para visitar al joven Lee. DaeHyun estaba recostado en el sillón de su departamento se había dado un baño, comió un ligero desayuno, se preparaba a dormir un poco ya que le quedaban un par de horas para ir a ver a su cachetón, estaba nervioso pero también emocionado, confiaba que cuando le digiera la verdad todo se arreglaría y volverían a ser como antes, cerro lentamente los ojos pero un par de golpes en la puerta lo despertaron, se levantó abrir la puerta para encontrárse con una inesperada visita.

—¿No crees que ya hiciste demasiado daño? —Grito molesto el castaño recargándose en el umbral de la puerta impidiendo el acceso a su prometida. —Quiero que me dejes en paz.

—Solo vengo avisarte que voy a regresar a Busan, le pediré a mi padre que anule nuestro compromiso, platicar con Jae me ha abierto los ojos. —Hablo segura de sí misma la peliazul, miró  la cara de su ahora ex prometido. —No quiero seguir pudriéndome por ti, no quiero hacerme más daño, quiero ser libre, olvidarme de que alguna vez te conocí.

DaeHyun quedo impactado por la repentina confesión, tuvo que recargarse en la puerta, nunca creyó escuchar esas palabras salir de la boca de Minzy, quien una vez le juro que nunca lo abandonaría, estaba seguro que ella era tan vengativa que solo estaría a su lado para hacerlo sufrir pero su rostro reflejaba una increíble paz, estaba decidida avanzar, a caminar hacia adelante, a dejar el pasado. 

—¿Sabes? Si en verdad amas a Jae tanto como él te ama deberías dejarlo libre, tú no sabes amar a nadie, destruyes todo aquello que tus manos tocan. —Comentó la joven tomando las manos del castaño. —Si no eres capaz de quererte cómo eres como esperas que alguien más te amé, reniegas de tu familia, de tu pasado, de tus decisiones, a donde vayas, a donde corras siempre serás el mismo, el chico que es incapaz de confiar en alguien más, sé que pagaras muy caro el daño que has causado.

Minzy se acercó a la mejilla del joven para besarla dulcemente, acomodo un mechón desordenado, delineo ese varonil rostro, sabía que su ex prometido no merecía a ese chico, ver a Jae de esa manera pudo comprender el monstruo que era DaeHyun,  ese pelinegro lo había defendido con uñas y dientes confiando ciegamente en su corazón mientras que el castaño solo jugaba con él, le mentía, lo utilizaba, si en verdad Dae estaba enamorado viviría en carne misma lo que ella vivió, sentiría la impunidad que ella sintió cuando le decía que lo amaba y él no le creía, ahora se volteaba la moneda, ahora a él le tocaba rogar por migajas de confianza.

—Jae te ama que va ser capaz de perdonarte y tal vez volver contigo pero nunca volverá a creer en tus palabras. —Dijo fríamente la peliazul separándose del castaño. —Cada vez que le digas que lo quieres no creerá en ti, dudara de tus motivos, de tus acciones, nunca se sentirá amado por ti y se ira apagando por dentro, se amargara a tal grado que dejara de sentir.

—Mientes. —Grito el mayor arrempujando a la mujer para cerrar la puerta. —Él confiara en mí.

DaeHyun cerró la puerta para recargarse en ella dejándose caer en el piso, las lágrimas salieron de sus ojos recorriendo sus mejillas, un frio se coló por su espalda paralizando su corazón, la imagen de YoungJae sonriendo llego a su mente, el aire no llego a sus pulmones, no quería perderlo, no quería que lo dejará de amar, tenía miedo, por primera vez le aterraba perder a alguien, el destino no podía cobrarse sus malas acciones quitándole al único ser que había llegado a querer sin condiciones, sin darse cuenta sus sollozos fueron resonando por la habitación, oculto su rostro entre sus manos, sencillamente lucia patético, temeroso, débil.

—No quiero perderte YoungJae, no quiero dejarte ir. —Grito el castaño golpeando el piso. —Te amo, te amo cono nunca lo había hecho.

 

Bang Yong Guk delineaba el perfil de su aún novio quien solo dormía calmadamente, suspiro con tranquilidad al ser avisado que el menor se recuperaba satisfactoriamente, al notar que el pelinegro abría los ojos se acercó para acariciar su mejilla, beso su frente con ternura, le regalo una dulce sonrisa. YoungJae contesto la mirada con una mediana sonrisa, enfoco la vista aún su mente estaba confundida, no estaba seguro de donde estaba, que había sucedido antes, parecía que despertaba de una terrible pesadilla, las imágenes llegaron como una ráfaga de aire, sacudiéndolo, el dolor regreso a su corazón, las ganas de llorar regresaban con más fuerza. 

—Buenos días dormilón, me has asustado demasiado. —Hablo calmadamente el mayor recostándose a lado del pelinegro. —Por favor no lo vuelvas hacer, tenía mucho miedo de que algo te pasara…

—Quiero terminar contigo. —Interrumpió de golpe el menor escondiendo su rostro avergonzado entre las cobijas. —Lo siento.

Bang se acomodó para quedar de frente al rostro de su novio, estiro su mano para tomarlo por la barbilla obligándolo a verlo a los ojos, se acercó para besar la comisura de sus labios, regalándole una sonrisa pacifica, observo como Jae comenzaba a llorar lo guardo en sus brazos tratando de calmar los múltiples espasmo que el menor sufría. 

—Ya me lo habías dicho ayer, también me gritaste que amabas a alguien más y por eso me dejabas. —Una vez más el pelinegro mayor hablaba con dulzura. —Deja de llorar, no tienes razones para hacerlo ¿o Sí?

YoungJae levanto su mirada para chocar con la del mayor, esas muestras de afecto solo le recalcaban más el hecho de que se había equivocado a soltar su mano, haber elegido a DaeHyun sobre él, fue su peor error pero no se arrepentía, nunca lo haría, se recostó en ese varonil pecho, sin decir una palabra comenzó a llorar, sin soltar ningún sollozo o sonido, solo las lágrimas escapaban de sus ojos remojando sus mejillas, esa era la calma que necesitaba para desahogar su dolor, los brazos de su ahora ex novio siempre fueron pacíficos, tranquilos.   

—Dime ¿Por qué llorabas? ¿Qué te paso? —Cuestiono el mayor al notar que su amigo se había relajado un poco. —Merezco saber la verdad, aunque no seamos pareja sigo siendo tu amigo siempre estaré para cuidar de ti ya que sigues siendo mi primer amor.

—El chico del que me enamore me mintió, solo era uno más en su lista nunca me ha querido mientras que yo lo amo con toda mi alma. —Hablo rápidamente el menor hundiendo más su rostro en el arco del cuello del mayor. —Pero no me importa que me siga usando porque quiero estar a su lado, lo amo, no creo poder vivir sin él.

YongGuk movió la cabeza no quería que Jae se rebajara a estar con una persona que no lo mereciera, deseaba decirle que tuviera dignidad que se alejara de esa mal hombre pero sabía lo terco que era su ex amante aún en medio del caos seguía siendo listo, sabía que ya todo lo había planeado, que tenía un plan B.

—Vuelve conmigo, olvídate de él. —Una vez más el mayor hablo tomando por la barbilla al menor para besar sus labios. —Vamos a intentarlo, si él no te quiere qué caso tiene que me abandones.

—Eres mi primer amor y serás mi mejor amigo pero no quiero seguir viviendo en un engaño, estoy cansado de las mentiras, de tener miedo. —Contesto el pelinegro acariciando el rostro del mayor. —Mereces que alguien te amé completamente, yo solo estaré hasta el final del curso, dejaré que él siga jugando conmigo y después me iré muy lejos.

YoungJae dejo de llorar, después que supiera la verdad, ese tiempo que estuvo sentado en la tumba de Nam bajo la lluvia, su mente se despejo, acepto que DaeHyun nunca lo amo, que solo lo utilizo, que solo era uno más de su lista, esa noche grito, lloro, maldecía su nombre hasta quedarse sin aliento pero no podía  odiarlo, no podía dejar de amarlo aunque sus besos fueron falsos lo hicieron feliz, porque no había minuto ni hora que no agradeciera al destino por ponerlo en su vida, si ese castaño era un demonio disfrazado de ángel no le importaba haber caído en sus redes, en sus brazos toco la gloria, él le enseño amar sin límites, amar hasta que el alma doliera.

—Ese es tu plan, ser su juguete y después irte. —Interrumpió el mayor con su melancólica voz. —Te vas amargar con tanto amor, él no te merece, lo sabes ¿Verdad? No hay persona que te merezca en este mundo.

—Pensé que enfurecerías pero estas tan calmado que me das a entender que no te importa que te deje. —Cuestiono el menor abrazándose más a pecho de su amigo. —No te reconozco Yong, no sé quién eres.

Bang soltó una risa para después mirar el techo, ni él mismo se reconocía, estaba perdido en medio de dos mundos, su corazón le gritaba que Zelo era el único que amaba pero ver de esa manera a Jae despertaron sentimientos en su pecho, lo guardo más en sus brazos, beso su cabello, era la última vez que estaría así con él, ese era el adiós a su primer amor aquel que nació cuando era un niño, aquel que murió él mismo día que lo hizo su hermano, solo rogaba al destino que una vida alterna, en otra dimensión si se volvían a encontrar tuvieran la oportunidad de amarse como lo debieron hacer en este mundo pero por jugarretas del destino no lo hicieron, se apresuró a besar sus labios, su sabor era dulce-amargo, así fue su amor,  inocente, tierno pero manchado de culpa, de remordimientos.

—Te dejo libre para que hagas tu vida lejos de cualquier culpa, Nam murió amándote y deseando que fueras feliz esas fueron sus últimas palabras. —Dijo con los labios pegados al menor. —“Dile a Jae que lo ame, lo amo, con cada fibra de mi piel, desearía arrepentirme de haber tomado su inocencia pero no lo hago porque en este momento es mi más dulce recuerdo, sé feliz mi bello cachetón que yo te puedo asegurar que muero siéndolo aunque te hice daño sé que al final me perdonaras”  Perdóname por nunca haberte dicho esas palabras antes.

—Lo siento tanto, yo tuve la culpa. —Dijo entre sollozos el menor volviendo a besar a su ex novio. —Perdóname por nunca hablar de él, no lo odio, tenía razón lo perdono porque ahora sé lo que una persona es capaz de hacer por amor.

YoungJae volvió a besar los labios del mayor, ese era su adiós, ahora estaba solo, cerró los ojos encontrándose en medio de una oscura habitación, estaba perdido, había soltado la mano de la única persona que estuvo a su lado desde que nació, tampoco sostenía la mano de DaeHyun, su peor miedo estaba delante de él, la soledad, pero una sonrisa se formó en sus labios, después de la tormenta siempre sale el Sol, tenía fe que el destino le tenía preparado algo nuevo, había hecho las paces con los gemelos Bang, ahora era libre de cualquier culpa.

—Amo a alguien más por eso puedo soltar tu mano. —Nuevamente esa grave voz inundaba la habitación. —No puedo decirte quien es, no ahora, solo puedo asegurarte que lo amo demasiado.

—Espero que seas feliz, lo mereces. —Contesto el menor con una sonrisa, cerró los ojos dejando que el sueño lo invadiera. —Lo siento pero estoy cansado.

Bang se levantó de la cama dejando que el pelinegro se acomodara, observo como una vez más se quedaba dormido, un peso desapareció de su espalda, estaba más relajado, ahora estaba seguro que podría seguir adelante, solo le quedaba pelear contra su adicción para poder estar ha lado de Zelo,  por él lucharía hasta el final, una sonrisa se formó en sus labios, el sonido de su celular lo saco de sus pensamientos

—Bueno ¿Dr. Kang? —Contesto intrigado el pelinegro sentándose en una silla para escuchar el discurso que el médico le dictaba, su sonrisa desapareció. —Así que al final no estoy loco, le dije que el dolor era real.

—Lo lamento, YongGuk es urgente que te presentes en mi consultorio. —Una apenada voz se escuchaba por el auricular. —No sé cómo no pude verlo antes.

Bang se despidió del médico, agarro su cabello con furia, dejando caer el celular en el piso rompiéndose en pedazos, levanto su rostro para ver como su ex novio dormía, tenía ganas de llorar, ahora sabía que todo en el mundo se pagaba, el destino era caprichoso, era quisquilloso, te regalaba eventos maravillosos para después quitártelos de golpe, puso sus codos sobre sus rodillas para dejar caer su rostro en sus manos, se volvo a revolver el cabello con desesperación, la puerta de la habitación se abrió dejando ver a un sonriente pelirrojo quien llevaba una cesta de comida en su mano derecha y una sonrisa iluminaba su rostro, se levantó de golpe caminando hacia el recién llegado, le quito la cesta para tomarlo por la cintura para besarlo con pasión.

—Te amo JunHong, te amo. —Dijo con los labios pegados a los sonrosados del menor, tomándolo por la nunca para volver a besarlo. —Nunca lo olvides.       

Notas finales:

Gracias por sus reviews, algo corto, espero les guste, lo siento he estado ocupada, con el trabajo sufro bloqueos xD mañana tal vez actualice never y viernes badman, por favor tengan paciencia y espero me sigan leyendo :D


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