Los días continuaron acumulándose hasta forma semanas, YongGuk se recuperó rápidamente logrando que lo dieran de alta fue acompañado por sus dos amigos del alma y sus nuevos conocidos, poco a poco fue descubriendo esas extrañas personas, le agradaron enormemente, se reunía con el pelirrosa un par de veces a la semana, platicaban sobre la música, arte, etc. Parecían tener los mismos gustos disfrutaban de su mutua compañía, JongUp había decidido posponer su viaje y terminar el curso escolar, su madre decidió quedarse a su lado debido a que su hijo era lo más importante, U Kwon discutió con el menor de los Moon regresando a EUA, HimChan pasaba su tiempo arreglando el papeleo para inscribirme en una Universidad de Francia evito cualquier contacto con su ex pareja. YoungJae caminaba a lado de Niel y Ren por la cafetería logrando escuchar los rumores referentes al padre de DaeHyun ahora toda la escuela lo evitaba, hablaban a su espalda, lo criticaban, lo hacían sentir menos, el castaño mantenía su temple de acero, no bajaba la mirada seguía portándose orgulloso, Jae lo localizo sentado en la mesa más alejada la gente a su alrededor solo miraba de reojo.
—¿Qué tal los exámenes? —Cuestiono divertido Jae tomando asiento a lado del heredero Jung. —Lo bueno que ya termina esta semana toda la tortura.
—Es una pena que te tengas que ir antes de la ceremonia de graduación. —Secundo Ren acomodando sus cosas en una silla. —Pero ya después de visitaré en Francia.
—Yo muero por ir a la playa con CAP, termine odiando Matemáticas. —Hablaba Niel bebiendo de su soda. —¿Por qué tan callado DaeHun?
El aludido formo una sonrisa en sus labios, les agradecía que continuaran a su lado aún después del daño que le hizo a Jae lo seguían considerando su amigo.
—Estoy atorado con administración no puedo entender lo de costos fijos y ese tipo de cosas.—Contesto nerviosamente observando de reojo a Jae.—No me agrada mucho la teoría.
—Te puedo ayudar ¿si quieres?—Contesto el pelinegro con una sonrisa en los labios.—Puedo ir a tu casa después de clases ¿nos acompañan?
Cuestiono a sus dos amigos quienes se miraron discretamente negando al mismo tiempo, sabían que esos dos necesitaban tiempo para hablar, decir lo que tenían atorado en su interior, al inicio pensaron que el malvado de la historia era DaeHyun pero su cambio de actitud la manera que observaba a Jae los hacia dudar, Ren recordaba las palabras dichas por JR antes de marcharse a Busan "Mi primo en verdad está enamorado de tu amigo, es la primera vez que ama a alguien por eso tiene miedo".
—Lo sentimos pero tenemos algunos pendientes.—Se disculpó Niel.—Mejor ayúdale a Dae para que no repita el curso.
El mencionado inflo sus mejillas molesto mientras sus compañeros se burlaban de sus notas, por primera vez estaba tranquilo al tener a Jae a su lado sonriendo como lo hacía, lo alentaban a seguir intentando limpiar su apellido, la hora de descanso finalizo así que caminaron hacia su aula de clases donde al llegar a su lugar no tomo atención a la clase debido a que su mente llegaba la plática que hace poco tuvo con Bang.
Flash back
DaeHyun observaba al chico que estaba sentado delante de él, llevaba un gorro color negro y una enorme sonrisa dibujada en su rostro, era increíble que unas pocas semanas antes fuera operado, admiraba su fortaleza, capacidad de recuperación no era el antiguo Guk, este joven era uno nuevo, su mirada era firme.
—Honestamente no entiendo el motivo de esta reunión.—Hablo honestamente el castaño.—¿Qué quieres?
—Tienes carácter de seguro peleas mucho con Jae ambos son apasionados con sus palabras.—Contesto el mayor rascando su cabeza fascinado .—Todos creen que soy un idiota que no se da cuenta que esconden algo, quiero que me digas la verdad de como comenzaste tu relación con Jae.
El menor se sorprendió por la repentina petición, muy pocas veces trato al mayor y de esas limitadas reuniones terminaban peleando, se odiaba, se despreciaban, ya que ambos estaban con la misma persona movió nerviosamente sus dedos sobre la superficie de la mesa, ¿debía mentir? ¿Debía continuar con la farsa que los otros le crearon? No, la respuesta era no, él más que nadie conocía las consecuencias de una mentira blanca, porque al final continuaba siendo un engaño el mundo que le querían hacer creer al mayor era una falacia que ocultaba las consecuencias de sus malas decisiones, si uno se cae debe aprender a levantarse esa lección la aprendió el castaño por ello debía compartirla , relato la historia desde su punto de vista, no omitió ningún detalle, ninguna palabra, pero de igual manera reafirmo su amor hacia Jae al termino del relato levanto la mirada esperando algún golpe el cual nunca llego, YongGuk se miraba tranquilo, ya no sonreía pero tampoco estaba furioso.
—Sospechaba que algo así había pasado.—Dijo seriamente dándole un sorbo a su café.—¿En verdad me veía tan mediocre para que todos me mintieran? ¿Daba tanta pena para ser engañado?
—Tal vez, solo encontrabas cansado de las decisiones incorrectas que tomaste.—Contesto el menor relajando sus hombros.—¿Que vas hacer?
Yong miro hacia la ventana, no le quedaba nada que hacer cometió muchos errores en el pasado pero no podía remediarlos, lo hecho, hecho estaba, no podía amargarse por lo que ya sucedió ahora estaba decidido a caminar hacia adelante.
—Lo que hiciste con Jae no fue justo es una persona completa que merece a alguien mejor, pero sé que te ama y que tú lo amas.—Dijo serenamente poniéndose de pie.—Pero tú debes encontrarte primero, define lo que quieres y deja de huir de tus orígenes ya que ellos son los que te identifican primero amante a ti mismo y después busca que él te amé.
Fin Flashback
Dae enfoco su vista hacia su ex amante un suspiro escapo de sus labios nunca se había enamorado como lo estaba en ese momento, nunca pensó que desearía pasar la vida con una sola persona, Jae era el indicado, el correcto, anhelaba ser alguien diferente, alguien fuerte como Guk, alguien que tiene una meta, un objetivo, quería ser el hombre del cual cualquier ser humano se sintiera orgulloso. Las clases terminaron por lo que se dirigió hacia el pelinegro sus miradas se cruzaron y sonrieron caminaron al auto del mayor para ir a su departamento no sin antes pasar por algo que comer, al adentrarse al lugar los nervios se hicieron presentes en la piel de ambos jóvenes, las descargas eléctricas los desarmaron aunque colocaron la comida en la mesa no pudieron sentarse en las sillas, Jae camino hacia la ventana donde fijo su mirada en la nada escucho como el mayor se dejaba caer en el sillón comenzando a sacar sus apuntes.
—Comencemos desde cero en serio no entiendo nada. —Comento el castaño buscando romper la tensión. —Odio todo lo relacionado a la administración de empresas.
YoungJae se quitó el saco del uniforme lanzándolo en algún lugar lejano de la habitación se desabrocho los pantalones dejándolos caer, se zafo de ellos junto con su ropa interior, quedándose solamente con la camisa azul que le llegaba hasta los muslos se aflojo la corbata ante la mirada incrédula de su compañero quien se mantuvo en su lugar quieto, observo como el pelinegro caminaba hacia él sentándose sobre su regazo rodeando su cintura con las piernas.
—Necesito que me hagas el amor una vez más. —Suplico al oído de castaño relamió su oreja. —Por favor solo una vez más.
DaeHyun no fue capaz de contestar ya que unos labios se lo prohibieron, lo beso, mordió sus labios con ansia, sus manos se colaron por debajo de esa camisa acariciando cada centímetro de piel expuesta, se apodero de sus caderas delineando su forma, estrujándola para confirmar que no estaba soñando, una vez más estaba a punto de hacerle el amor a la persona que amaba, el menor le quito el saco, la camisa dejándolo desnudo, unas manos deambularon por su pecho, una lengua lo recorrió dejando un camino húmedo.
—Eres lo más hermoso que he visto en mi vida. —Hablo el mayor entre gemidos al tomar entre sus manos el rostro de Jae quien estaba sonrojado. —Agradezco el destino por ponerte en mi camino.
Se puso de pie cargándolo por la cadera mientras que Jae lo rodeaba con sus piernas caminaron a la habitación donde lo dejo caer sobre la cama, lo devoro con la mirada, al notar como la camisa se abría dejando a la vista todos sus atributos, el sudor lo cubría, sus piernas se separaban dejando ver lo ansioso que se encontraba por tenerlo, se desabrocho el pantalón para dejar ver su excitación la cual llevo hacia su objetivo, rozándolo provocando que el menor gimiera, era música para sus oídos, lo necesitaba, dos dedos los traslado a esa pequeña boca lo cual los recibió hambrienta, los lamio dejándolos los suficiente húmedos para introducirlos en su interior.
—Por favor hazlo. —Dijo entre gemidos Jae levantando más la cadera. —Te necesito dentro de mí.
Sin previo aviso el mayor se introdujo en el cuerpo del menor, se acoplo a la perfección se volvieron uno, Jae se aferró a su espalda, la araño, mordió su hombro ante la primera estocada, habían pasado muchos días desde la última vez que estuvieron juntos, sus muslos se abrieron más, unos dientes se quedaron marcados en su cuello, anhelaba sentir aquel calor derramarse en su interior, buscaba nuevamente sentirse suyo, simplemente Dae lo había dejado marcado a su modo estaba seguro que nadie podría hacerle el amor como el mayor lo hacía, nadie lo tocaría como él, sus manos en su intimidad, bajando y subiendo mientras se adentra en su piernas, nadie le aria arquear la espalda como lo hacia él, se convirtió en un títere que solo reacciona ante su maestro, la noche los alcanzo enredados en esas sabanas las cuales quedaron manchadas por sus propias esencias, el cansancio los fue venciendo por lo que terminaron abrazados.
—Me iré a Francia contigo. —Dijo en un susurro el mayor. —Te amo ¿Me crees?
—No. —Contesto fríamente el menor cerrando los ojos acurrucándose en su pecho. —No te creo.
JongUp se despedía de sus compañeros cuando de repente se topó con alguien, un rubio que lo miraba sonriente corrió hacia él, se colgó a su cuello, lo había extrañado demasiado, era feliz de volver a embriagarse en su colonia, se acurruco en su pecho, su corazón latía, se sentía en una ilusión, una fantasía hermosa que le devolvía la alegría escapada de su alma, un vez más el Sol brillaba.
—¿Tienes tiempo? quisiera platicar contigo.—Hablo seriamente el mayor quien tenía la vista en otro lugar.—Vamos al departamento de Guk.
El menor asintió temeroso, era consiente que se había equivocado, sus decisiones no eran sencillas de perdonar aun en su interior estaba presente su temor a la confrontación, era momento de hablar todo lo que una vez callo, miedos, anhelos, debía aceptar que se había equivocado, se aferró a su brazo para ser arrastrado hacia un auto y después llegar al famoso departamento dándose cuenta que lucía distinto, tenía más luz, había varios folletos de varias organizaciones humanitarias regados en la mesa se detuvo dejando que el mayor tomara asiento antes de que el hablara decidió decir todo lo que tenía acumulado en su pecho.
—La razón porque acepte venir a Corea fue con la intención de separar a mi padre y a tu madre, lo quería de vuelta conmigo.—Grito parado a la vista pegada al piso, frotaba sus manos con nerviosismo.—Tenia muchos planes pero ninguno de ellos contemplo usarte, me enamore de ti así que desistí de mi objetivo inicial.
El silencio gobernó en la habitación el rubio froto sus manos desesperadamente no esperaba que Up le digiera todo de golpe, esos días separados pensó mejor la situación, necesitaba tiempo, mucho tiempo para lograr volver a confiar en él, las mentiras de Bang con Zelo, el hecho de que quisiera separar a su madre de su reciente esposo sus pensamientos no estaban claros , él también tenía miedo de equivocarse, de provocar más problemas su mamá no volvió a dirigirla la palabra al Sr Moon, algo en ellos se rompió a tal grado de no poder estar juntos, Him se sentía culpable, el remordimiento lo aprensaba cuando la miraba triste tratando de forzar una sonrisa, odiaba al padre de Up por lastimarla.
—Lo lograste, mejor dicho lo logramos, mi madre odia a tu padre quien parece feliz a lado de mamá.—Hablo amargamente, esa era la realidad el sr Moon y la sra Moon se estaban reconciliando.—Ahora tienes lo que tanto deseaste por eso te ibas a ir esa tarde ¿ no?
Él tampoco estaba dispuesto a quedarse con toda la amargura, debía expulsarla, sacarla para ser libre, se culpaba por la desdicha de la persona que lo trajo al mundo, detestaba escucharla llorar en las noches, le dolía admitirlo pero también era culpa de Jong, ambos debían cargar con el castigo.
—Tenía miedo de enfrentarte temía que creyeras que te había usado, sé que soy un cobarde.—Grito con los ojos vidriosos.—No entiendes que no tengo confianza en mí mismo, me aterraba escucharte decir que me odiabas, me duele el solo pensar que en cualquier momento me lo digas.
Las lágrimas rodaron por el rostro del menor quien apretaba sus manos fuertemente, diría todo lo que sentía, ya no seguiría escondiendo sus emociones, sus sentimientos, ya no sonreiría cuando no era feliz solo para que el resto no se preocupara, se enfrentaría a las personas, era momento de ser valiente, daría la cara.
Flash back
Zelo y JongUp estaban recostados en el pasto esperando que la hora del receso terminara, el chico del cabello rosa se incorporó sentándose dándole una mordida a su pan de melón.
—Le diré la verdad a Yong, me he equivocado al mentirle.—Dijo nostálgicamente tratando de sonreír.—Él estaba cansado de las mentiras, me acobarde con la idea de perderlo de que no quisiera estar conmigo que me odiara por haber sido su amante.
—No tuviste confianza en él.—Dijo JongUp dándole la espalda .—Eso es lo que temes decirle, lo sé por qué siento lo mismo.
Un celular comenzó a sonar anunciando una llamada pero el mayor se negó a contestarla, no quería hablar con sus padres porque con ellos no era el problema, su ánimo se debía a que tenía atorados sus emociones en la garganta, debía decirle la verdad, debía decirle adiós correctamente, el fallo al no confiar en las palabra dichas por su pareja.
—No tenemos ser negativos, confió en que Bang y yo estaremos juntos tal vez ambos necesitamos tiempo.—Hablo más tranquilamente el pelirrosa.—¿Confías en HimChan?
Fin flashback
Claro que confiaba en el amor del mayor, sería positivo, tendría fe que podrían estar nuevamente juntos, solo era cuestión de darle tiempo al tiempo, en su mirada la luz continuaba brillando esbozo una sonrisa aún con las lágrimas empapando su rostro,
—Sé que no confiar en tus palabras me llevaron a tomar una mala decisión pero te amo y soy capaz de volver a comenzar desde cero.—Volvió a gritar esta vez levantando la mirada.— Te amo es lo único que puedo decir en mi defensa y perdóname por el daño que mis actos le hicieron a tu madre.
—No sabes cuánto significas para mí no tienes la mínima idea de lo que te necesito.—Contesto el mayor caminando hacia el joven para tomar su rostro entre sus manos, beso sus labios.—Te quiero pero necesito tiempo.
2 meses después.
YoungJae miraba nervioso a su alrededor acaban de anunciar el vuelo para Francia, movía su boleto desesperado, anhelaba ver a su amante aparecer debajo de esa puerta pero no hacia acto de presencia, la sala de espera poco a poco se fue llenando hacia solo unos minutos que se despidió de su Familia, su teléfono comenzó a sonar así que contesto.
—Perdóname pero no huiré contigo.—Una quebradiza voz se escuchaba por el auricular.—No puedo irme sabiendo que mi Familia me necesita.
—¿Dijiste que tu padre te odiaba?—Contesto con un nudo en la garganta.—¿ Entonces que haremos?
DaeHyun observaba por el cristal a su pareja en el piso estaba su maleta, en su mano libre el boleto pero no podía irse, no con tantas dudas, no con tantos asuntos por resolver, siempre escapo de casa, siempre huyo de su padre pensando que era lo mejor, pero tal vez aplazaba lo que tanto le temía hacer, enfrentar a su progenitor.
—Tú mismo lo dijiste, la gente demuestra su amor de distintas maneras, él me necesita tengo que regresar a Busan a limpiar su nombre no puedo abandonarlo.—Hablo pegándose al vidrio tratando de ocultar su rostro lleno de lágrimas.—Debo quitarme todos los fantasmas que me agobian, si quiero saber quién soy debo averiguar primero de donde provengo, no puedo irme.
—Tu padre te dejo solo cuando lo necesitaste.—Hablo duramente dejándose caer en el piso.—Por favor vente conmigo, por favor sigue huyendo.
YoungJae no quería decir esas palabras, esa era su última prueba, él no se quedaría en Corea anhelaba conocer el mundo, su destino estaba fuera de ese país, lejos de su hogar, porque él sabía quién era, sabía que sus padres lo apoyarían, no tenía fantasmas que destruir, era libre para emprender su vuelo lejos del nido, era momento de ser libre.
—Estoy cansado de huir Jae, mi destino esta en Busan, mi padre nunca me abandono estuvo a mi lado cuidándome desde la lejania.—Dijo más calmado al notar como el pelinegro sonreía.—Me quedare, te amo ¿Me crees?
—Sí, te creo.—Soltó llorando, Dae no podía irse y él no quería quedarse.—Te amo.
Los dos se mantuvieron pegados al celular para escuchar sus sollozos, sus caminos se separaban en ese momento pero estaban seguros que se volverían a unir en algún momento de su vida, confiaban que su amor no desaparecería, era tiempo de caminar solos, separados para descubrir quienes eran, el anuncio permitiendo el abordaje del vuelo 123 los trajo a la realidad, el pelinegro se puso de pie tomando su maleta caminando hacia la puerta continuaba el celular pegado a su oído hasta que una azafata le pidió apagarlo, no miro hacia atrás porque temía arrepentirse. DaeHyun acaricio el vidrio observando como la persona que amaba desaparecía, escucho cuando el vuelo cambio su estatus tomo su maleta dirigiéndose al estacionamiento una vez más saco el celular.
—Hola papa llegare en un par de horas.—Dijo nostálgicamente.—No te preocupes yo resolveré todo.
—Gracias hijo, gracias por creer en mi.—La voz de un hombre mayor se escuchó.—Te quiero DaeHyun y estoy orgulloso de ti.
El castaño agradeció apagando el móvil tapo su boca con el dorso de su mano soltándose a llorar, grito golpeando el volante para después recargar su frente, las lágrimas recorrieron sus morenas mejillas, como el peor día se convertía en el mejor, las dos personas que amaba le habían dicho las palabras que siempre deseo escuchar “Si, te creo” “Estoy orgulloso de ti”, el llanto ceso después de varios minutos encendió el auto mientras que en la radio una canción comenzó a sonar, al escuchar la letra una sonrisa se dibujó en su rostro, una nueva aventura aparecía en su camino dejo que su boleto de avión escarpara por su ventana, era libre de comenzar una vez más, creía que el destino una vez más en el futuro lo uniría a la persona que amaba.
“No puedo olvidarte aún
Nuestros recuerdos aún quedan
Así que sin saber, como un hábito
Estoy aquí”