Las miradas de Yong Guk y HimChan se quedaron clavadas en una pareja ya que el novio del primero iba abrazado por la espalda por un sonriente castaño, ambos universitarios sintieron celos, un sentimiento común en el pelinegro pero algo nuevo en el más grande. El rubio al darse cuenta de la potente mirada que le regalaban deshizo el abrazo de un golpe para mostrar su más bella sonrisa.
—¿Pensé que trabajarías hasta tarde? —Cuestionaba nervioso ya que los cuatro mayores lo miraban con duda. —¿Cómo han estado?
—Decidimos sacarlo un rato a pasear. —Respondió mordazmente CAP, a él no le agradaban esos dos primos ya que su querido Niel no paraba de hablar de ellos. —Ya que tú pareces muy ocupado.
Todos se quedaron sorprendidos por esas crueles palabras, todos conocían que CAP y Zico querían demasiado a su líder pero meterse en su vida personal era demasiado, Ren sonrío complacido era bueno saber que esa relación que tenía YJ y DH no era normal.
—Sí hemos estado ocupados con los exámenes. —Defendía Niel a su amigo. —Así que decidimos salir a pasear para recompensarnos.
—Ustedes deben ser DaeHyun y JR. —Interrumpía el mayor de todos. —Mucho gusto en conocerlos, MI novio YoungJae me ha platicado mucho de ustedes.
Era notorio que Bang se encontraba algo molesto por la imagen que había visto hace unos momentos sabía que su pareja tenía un nuevo mejor amigo pero jamás pensó que fueran tan “cercanos” eso le mosqueaba, el ambiente se tensó, los mencionado asintieron pero DaeHyun no bajó la mirada, ciertamente ese sujeto era amenazante pero no bajaría la cabeza por nada, estaba dispuesto a llevarse a la cama a ese hermoso rubio.
—Que bien que todos estemos juntos. —Trataba de calmar los ánimos Zico. —Ha sido una perfecta casualidad. Podemos ir a un karaoke a divertirnos.
—Me parece perfecta la idea. —Hablaba por primera vez JR tratando de aliviar el ambiente tenso. —Vamos a divertirnos ya que todos somos amigos.
YoungJae tenía baja la mirada, se sentía culpable, sabía que era un idiota en creer que jamás DaeHyun y YonGuk se conocerían, eso era más que obvio aunque intento de mil maneras de evitarlo porque ese incomodo momento le hacía recordar los pecaminosos besos que llego a compartir esa cálida mañana con su mejor amigo, lo frio que últimamente era con su pareja, sus pensamientos fueron interrumpidos cuando sintió que una mano lo jalaba para después ser besado apasionadamente, sus labios conocían ese sabor, la calma llego a su cuerpo, sus dudas se disiparon, era verdad no debía preocuparse porque DaeHyun solo era su amigo mientras que Bang era su novio, contesto el beso sin importarle nada, raramente llegaban a tener esas muestras cariñosas en público así que disfrutaría del contacto. HimChan por primera vez se alegró que su amigo tomara en serio su papel de novio, ya era demasiado frustrante tener un rival para que ahora se agregara otro.
—Consíganse una habitación. —Se burlaba un rubio de cabello largo quien también agradecía tan apasionada muestra de amor. —Se nota que se aman, tal vez pueden estar separados por meses pero al final terminan juntos.
—Que cursi eres muñequita de porcelana. —Comentaba coquetamente Zico. —Por favor ya paren, no coman frente a los pobres.
La pareja dejo de besarse pero Bang abrazo posesivamente a su pareja para voltear a mirar a un desafiante DaeHyun, estaba seguro que ese chico frente a él, era un rival del cual era normal tener miedo, pero no dejaría que alguien le quitará lo que era suyo, no podía dejar a la única persona que calmaba su alma. Zelo sintió como su corazón se rompía en mil pedazos, frente a él estaban los dos maravillosos seres que había conocido hace tres meses, ambos compartían un abrazo, vio con sus propios ojos el beso que protagonizaron, le dolía, le hería verlos juntos, no era justo, Shishimato era suyo, Shishimato era la persona con quien compartiría toda su vida, era el humano que nació para él, deseaba salir corriendo pero sus piernas quedaron pegadas al piso, su respiración se volvió intermitente, deseaba despertar de ese amargo sueño que le arrebataba las ganas de vivir, una agobiante desesperación se colaba por su piel congelando todo a su paso. JongUp fijo la mirada en su hermano mayor, su sonrisa se borró por que vio como el pelinegro sufría al ver a la persona que quería en brazos de otro, giro su mirada para ahora fijarla en su compañero quien tenía ese mismo aire, su corazón se detuvo.
—¿Shishimato es quien está abrazando a tu hermano mayor? —Preguntaba con miedo. —Por favor dime que no es él.
Zelo asintió, el pelirrojo por primera vez deseo llorar sin motivos, le lastimaba que dos personas que amaba sufrieran por la misma razón, ya no había luz en esos enormes ojos solo se veía reflejado el dolor causado por un corazón roto, por un sueño desvanecido, por una promesa jamás cumplida.
—¿Él es Bang? —Cuestiono con voz quebrada, su compañero asintió con temor. —No es justo, él es mío, se supone que él me amaría solo a mí.
—Si quieres podemos irnos. —Le invitaba el pelirrojo al ver que su amigo estaba a punto de llorar. —Si no estás listo para enfrentarlos siempre nos queda la opción de huir.
JunHong asintió con la cabeza, no quería despertar de su bello sueño, quería seguir creyendo que Shishimato y Bang eran dos personas diferentes, que no estaba enamorado de la misma persona que amaba su nuevo hermano, decidieron darse la vuelta pero una voz los detuvo.
—Hey Zelo, JongUp! —Gritaba un emocionado Niel. —Únanse a la fiesta.
Los dos chicos voltearon sin muchos ánimos deseaban huir pero de un momento a otro se vieron rodeados por esos alegres jóvenes, saludaron tranquilamente, todos se conocían, bueno Bang y Zelo formalmente no se conocían, cuando los dos cruzaron la mirada no sabían cómo actuar, el segundo se comportó indiferente si su hermano mayor descubría que su pareja en realidad era Shishimato el asunto se complicarían y en ese momento no estaba para discutir, honestamente no está listo para nada.
—Mira JunHong, él es mi novio Bang. —Presentaba un atento rubio. —Mira Bang él es mi nuevo hermano menor.
—Mucho gusto en concerté Bang. —Le ganaba a decir el peliazul para que el mayor no metiera la pata. —Lo siento pero tenemos que irnos. ¿Verdad JongUp?
El joven le daba un codazo a su amigo buscando desesperadamente que le ayudara a escaparse de ese infierno.
—Sí, lo sentimos pero ya teníamos planes. —Se excusaba nerviosamente el pelirrojo tomando la mano de Zelo. —Gracias y espero que se diviertan.
—Hey tu mocoso insolente. —Ahora interrumpía un pelinegro quien se había mosqueado al ver como su hermano menor agarraba a su amigo. —Tus mayores te están invitando a pasear así que deberías dejar todo para acompañarlos.
JongUp y HimChan una vez más se enfrascaban en una guerra de miradas, el resto de las personas estaban sorprendidas la facilidad que el segundo perdía la calma. Bang solo tenía enfocados sus ojos en ese chico de cabello azul, le había sorprendido su manera de actuar, de reaccionar, haciendo como si no lo conociera, de cierta manera se sintió dolido pero lo que más le preocupaba era su actitud, parecía deseoso de salir huyendo, evitaba su mirada, se mordía el labio inferior con ansiedad, sus ojos estaban algo vidriosos deseaba correr abrazarlo a preguntarle qué pasaba pero se dio cuenta que aún estaba atado a su pareja, de pronto observo como el chico salía corriendo del sitio.
—No tengo tiempo para pelear contigo, pedobear. —Grito perdiendo la calma, al ver que su amigo salía huyendo corrió tras de él. —Espérame Zelo.
—¿Qué diablos le pasa a tu hermanito? —Cuestionaba intrigado CAP. —¿Pedobear? HimChan que le has estado haciendo a ese niño.
Casi todos voltearon a ver a un sonrojado pelinegro quien deseaba que la tierra se lo tragará, cuando viera a su hermanito haría que se tragara sus palabras, Bang fue el único que continuaban con su mirada fija en la dirección donde los jóvenes se habían perdido, algo dentro de su pecho se rompió. De pronto el grupo se deshizo parecía que la huida de los pequeños les habían quitado las ganas de salir a pasear, HimChan salió huyendo por las burlas, Ren encontró a unos amigos así que decidió irse con ellos ya que DaeHyun y JR también comentaron que tenían que ir a trabajar, Niel y CAP fueron al cine mientras que Zico se quedó coqueteando con el empleado de la cafetería por lo tanto Bang y YoungJae decidieron tener una cita hacía mucho tiempo que no salían solos así que necesitaban darle pasión a su relación. JR miraba burlonamente a su primo quien tenía la ceja levantada en señal de enojo.
—Creo que va estar difícil que ganes la apuesta, el novio de tu amiguito se ve que es peligroso. —Comentaba al aire mientras encendía la televisión. —Déjalo pasar hay muchos peces en el agua podemos probar con su hermanito.
—Yo nunca me echó para atrás, te aposte que me acostaría con YoungJae y es lo que voy hacer. —Contestaba con el orgullo herido. —No le tengo miedo a su noviecito, sabes que no es la primera vez que conquisto a una persona comprometida.
El pelinegro movió la cabeza, era cierto su primo era una gran persona pero cuando se trataba de desafíos o apuestas era un jugador perverso, no le gustaba perder, siempre obsesionado con ganar, además de amar la adrenalina y eso le provocaba enamorar a una persona que literalmente estaba fuera de su alcance, desgraciadamente su arrogancia era una de sus debilidades.
—Pero no solo lo digo por su novio sino porque a mi parecer YoungJae es una persona decente y se nota que lo quiere. —Comentaba con algo de remordimiento. —No sería justo que le rompieras el corazón solo por un a costón.
—¿Quién dice que solo lo quiero para una noche? —Se defendía sin pensarlo, aceptaba que sintió celos al ver a su amigo besarse con ese sujeto. —YJ es demasiado bello, lo quiero para estar una buena temporada a su lado hasta que logre mi objetivo y pueda largarme de Corea.
JR se sorprendió por la respuesta era la segunda vez que su primo demostraba tener sentimientos hacia otro ser humano, temía que se volviera a enamorar, porque lamentablemente saldría perdiendo como la primera vez, no era ciego notaba que ese rubio despertaba sentimientos en su primo que no eran comunes al inicio tuvo la esperanza que solo fueran amigos pero cuando con el paso del tiempo esa relación fue transformándose en un lazo demasiado poderoso.
—¿No me digas que te has enamorado de él? —Volvía a cuestionar. —Recuerda que tu no sirves para amar, todo lo que tocas lo destruyes, solo quédate como su amigo no le hagas lo que le hiciste a Minzy.
—Yo nunca me volveré a enamorarme y no la menciones. —Grito molesto levantándose del sillón. —Ella se merecía lo que le hice, YoungJae es diferente porque solo jugaremos un rato, al final del día él regresara con su querido Bang y yo me largare de este sitio. Él jamás me odiara porque no nos enamoraremos.
DaeHyun entró a su habitación, se recargo en la pared para dejarse caer en el piso, saco su celular para observar una foto, ahí estaba la causa por la que quisiera huir de Corea, MInzy, la única chica que llego amar alguna vez en su pasado, la imagen de una pelinegra llorando llego a su mente, se agarró el cabello con desesperación, él no lastimaría de esa manera a YoungJae, ellos solo se divertirían, harían crecer su amistad, compartirían varias noches de pasión para que al final cada uno hiciera su vida por separado, deseaba no sentir esa hambre por su piel, anhelaba no tener ese deseo por su cuerpo y que solo fueran amigos pero fue inevitable, aquel beso despertó toda su pasión, lo deseaba con él, quería dormir a su lado, lo necesitaba para seguir viviendo, “Yo no te haré llorar como la hice llorar a ella, tú no te enamoraras de mi ¿Verdad YoungJae? Prométeme que jamás me amaras” le decía a una foto que tenia de fondo de pantalla, “Por favor no dejes que me enamore yo tampoco de ti, porque soy una bestia que terminará por lastimarte” miro hacia el techo, cerró los ojos para recordar el dulce sabor de los labios de su bello tormento. HimChan estaba furioso en su habitación CAP y Zico no dejaban de mandarle mensajes con imágenes de ese meme llamado pedobear ahora era foco de burlas eso realmente le cabreaba cuando vio que su hermano entraba a la casa espero hasta escuchar que se metía a su habitación, haría que se retractara de sus ofensas lo torturaría hasta que lograra convencer a sus amigos que no era un acosador, cuando escucho que la puerta era cerrada salió de su cuarto y entro sin aviso a la del pelirrojo.
—¿Por qué rayos entras sin mi permiso? —Se defendía un sorprendido joven. —Realmente eres un pederasta.
—Me están cansando tus apodos, niño raro. —Gritaba un alterado pelinegro, lo sujeto de los hombros para pegarlo a una pared. —Les dirás a todos que ese estúpido apodo es mentira.
JongUp lo miro desafiante, no entendía porque ese tipo era tan quisquilloso solo había sido una estúpida broma ¿Qué no aguantaba unas simples burlas? ¿Por qué tenía que ser tan pesado? Le desagradaban los tipos como él, llenos de orgullo, de vanidad, siempre coqueteando con todos pensando que son la última coca cola en el desierto, le cansaba que se creyera tanto pero que al final llorara en los rincones por un amor no correspondido.
—Pues es la verdad ¿Recuerdas cómo me dejaste el labio? —Le enfrentaba señalando su boca. —Además siempre entras a mi habitación sin pedir permiso además siempre andas viéndome el trasero.
—Mira mocoso, ni te creas que estas tan bueno, he visto mejores. —Le gritaba algo ofendido aunque era verdad que siempre andaba viéndole el trasero pero no lo aceptaría. —¿Sabes lo que ha de estar pensando YoungJae de mí?
La última palabra enfureció al más joven, su hermano no tenía ni una piza de dignidad o vergüenza, ese chico era novio de uno de sus amigos y él estaba preocupado que podría pensar sobre un estúpido sobrenombre, trato de zafarse del agarre pero le era imposible, levanto la mirada para que sus ojos se fusionaran con los negros del mayor.
—Mira quien dice de dignidad, tu noviecito te deja sin decir nada y sales corriendo tras de él. —Lo miraba fijamente con un tono algo celoso. —Estoy cansado de ti niño malcriado necesitas que te den un par de buenas nalgadas.
—Crees que soy como tú que me ligo a cualquier cosa que se mueve, Zelo solo es mi amigo. —Le decía ofendido, admitía que JunHong era lindo pero no era su estilo además no quería complicarse la vida con fijarse en una persona que amaba a otra. —¿Qué tú me vas a dar esas par de nalgadas que me hacen falta? Eres un enfermo mental.
La paciencia de HimChan llegó su límite tomo al chico por los hombros para nuevamente lanzarlo en la cama, camino hacia la puerta para ponerle el seguro se dirigió hacia la cama una vez más pero antes se quitó el suéter que traía para después desabrocharse la camisa, si ese niño seguía diciendo que era un pederasta que lo acosaba, pues haría realidad sus comentarios, para que ahora si hablara con razón vio como JongUp se arrinconaba en el espacio entre la pared y la cama, lo jalo de un pie para sacarlo, se colocó encima de él.
—Ahora si te dará razones para que digan que soy un pedobear. —Le dijo sensualmente al oído. —Veamos si tu trasero es tan perfecto como aparenta serlo.
—Suéltame, Suéltame. —Gritaba entre asustado y excitado, verlo de aquella manera había despertado la pasión acumulada por lo que sus pantalones se hacían más ajustados. —Esto es incesto más pedofilia, iras a la cárcel…
HimChan lo beso sin previo aviso, le estaba cansando sus palabras así que decidió callarlo con sus labios al inicio el más joven se negó pero poco a poco fue cediendo, sus lenguas se entrelazaron, sus manos se fueron metiendo bajo esa camisa/sudadera negra para acariciar ese bien formado abdomen, logró con maestría quitársela, sus labios se posaron en el obligo del pelirrojo quien cerró los ojos al contacto, el pelinegro sonrió maravillado, saco la lengua y con la punta fue recorriendo el abdomen, el pecho hasta llegar al cuello donde se vengó plácidamente logrando hacerle dos marcas rojas, continua hasta llegar a su oído, lo mordió levemente logrando sacar un gemido.
—Eres un niño muy malo. —Le decía sensualmente golpeando con su aliento la oreja del pelirrojo. —Tendré que castigarte.
—Por favor pará. —Decía extasiado al sentir como el mayor se entretenía besando su pecho. —No es justo lo que me estás haciendo, Ahh, Ahh…
Los gemidos escapaban de los labios del más joven, no soportaba esa tortura así que se animó acariciar el blanco pecho del pelinegro, era suave como el pétalo de una rosa, tan perfecto, se embriago por su varonil aroma, mordió su hombro, su mandíbula, él también se vengaría sonrió complacido al escuchar un sonoro gemido agradecía que estuvieran solos en casa, sus labio se unieron en un desesperado beso, ambos se miraron excitados.
—Mira quién es el pervertido de la familia. —Comentaba burlonamente el mayor al señalar la visible excitación del pelirrojo. —¿Qué quieres que haga?
—Nada, déjame. —Contestaba entrecortadamente. —Eres un acosador, si me haces algo te acusare de violación.
HimChan lo acaricio por encima del pantalón, el pecho del más joven bajaba y subía con rapidez, había mentido vilmente, quería, no mejor dicho deseaba que le hiciera el amor, había perdido la cordura en su mente, pero de pronto sintió como las caricias se detenían, el atacante se bajaba de la cama, JongUp abrió los ojos lográndose sentar en la cama, su orgullo fue pisoteado por esa terrible sonrisa que su hermano mayor tenía en los labios.
—No haré nada hasta que me lo pidas. —Le decía guiñando el ojo. —Me has pedido parar y así lo e hecho.
—Eres un maldito enfermo. —Le gritaba lanzándole una almohada. —Te juró que tú serás quien me ruegue.
HimChan salió de la casa, ni un baño frio podría acabar con sus terribles ganas así que decidió salir con alguna amiga que le bajara el calor, “Maldito niño, voy a tirar todos tus estúpidos juguetes por el excusado” gritaba molesto. En el departamento de YongGuk la pasión también estaba al límite, la pareja de novios tenía una apasionada cita, sus labios se devoraban mutuamente, sus pieles se volvían a reencontrar después de tanto tiempo separados, terminaron rendidos en la cama, el rubio estaba abrazado al varonil pecho de su pareja.
—Me molesta que ese sujeto te abrace con tanto cariño. —Comentaba seriamente el mayor. —Sentí celos, sé que es tu amigo pero me sorprendió la confianza que se tienen. Prometo darte tu espacio y no interferir en su amistad.
—No tienes por qué sentir celos, sabes que solo te quiero a ti. —Contestaba dándole un beso en la comisura de los labios. —Nuestra relación es demasiado madura como para andar peleando por mal entendidos, somos dos personas racionales que saben lo que quieren.
Bang lo guardo en sus brazos, por eso lo amaba tanto, por ser una persona inteligente capaz de racionar sus emociones, donde no había picos de emociones, solo una eterna calma, al sentir que se había quedado dormido salió de la cama, lamentablemente su mente no podía dormir ya que su corazón tenía la duda de su Totomato, no estaba tranquilo al pensar que algo malo le sucedió, marco pero no había respuesta, envió uno, dos, tres, cuatro, cinco, n mensajes pero jamás hubo contestación, el miedo lo paralizaba ¿Qué lo podría haber pasado? Se cuestionaba una y otra vez, saco el arete para besarlo, “Que te paso mi pequeño niño, ¿Por qué no contestas mis llamadas?” cerró los ojos, se sentía culpable, no entendía por qué, tal vez por haber escondido su identidad, su relación con YoungJae, una punzada crecía en su pecho. Zelo estaba sentado en el piso con la espalda recargada en el borde de la cama, se abrazaba a sus piernas, le dolía tanto su pecho que le impedía poder respirar con facilidad, escucho la tonada que indicaba que Shishimato lo llamaba pero se negó a contestar, no estaba preparado para escuchar su voz, estaba confiado a que lloraría sin previo aviso, tapo sus oídos para dejar de escucharla, el tono de mensaje sonó una vez, dos veces, tres veces, cuatro veces, cinco veces, n veces su cuerpo le gritaba que abriera el celular pero su alma estaba destrozada, el dolor lo había inmovilizado, lo había congelado, nuevamente el sonido llegaba a sus oídos, "Por favor para, deja de buscarme, deja de enamorarme" se gritaba mentalmente, pero el sonido se colaba en su alma, destrozándolo por dentro, era agobiante el martirio al que estaba atado, una parte de le gritaba que le contestara que se ahogara nuevamente en ese prohibido sentimiento pero su parte herida le aconsejaba dejarlo ir, que nunca seria suyo. Bang jalo su cabello con desesperación, siempre contestaba sus llamadas, sus mensajes, temía pensar que algo malo le hubiera sucedido, no soportaría perderlo, necesitaba escuchar su voz, saber que estaba bien, "Por favor contesta, por favor déjame escuchar tu voz, déjame saber que todo está bien, deja de torturarme" pedía mentalmente de pronto la llamado entro.
—Moshi, moshi. —Decía una distante voz. —Estoy cansado por favor hablamos otro día.
—Totomato necesito hablar contigo. —Contestaba desesperado el mayor. —Me tienes preocupado, ¿Quieres que vaya a tu casa?
El silencio fue el protagonista principal en esa fría llamada, las lágrimas comenzaron a recorrer esa blanca piel, el sonido de su voz era tan punzante, tan cruel, porque ahora lo aceptaba, amaba a Bang, amaba a Shishimato, amaba al novio de su hermano, era su primer amor y tentativamente el único, ¿por qué se conocieron? ¿Por qué descubrió lo perfecto que era para él? ¿Por qué no era libre para amarlo? su respiración se volvió entrecortada.
—¿Que tienes? por favor contesta no sabes lo preocupado que estoy por ti. —Comentaba exaltado el mayor mientras se ponía los zapatos para salir de su departamento. —¿Estás en tu casa? llegare en un par de minutos, por favor contéstame, Zelo dime que tienes.
Su nombre dicho de sus labios se escuchaba tan perfecto, tan hermoso, que ahora su corazón latía de felicidad, porque el destino era tan injusto, ellos nacieron para estar juntos, se complementaban, sus dedos meñiques estaban atados por el lazo rojo llamado destino.
—No, por favor no vengas. —Soltó de repente. —He atrapado un resfriado y solo quiero dormir, gracias pero necesito descansar.
—Me habías asustado, no te imaginas el miedo que sentí al pensar que estabas molesto conmigo. —Respondió más tranquilo el mayor, se detuvo en la entrada del elevador. —Por favor cuida de ti, si necesitas algo llámame y estaré a tu lado para cuidarte, llevare sopa caliente, te apapachare, seré tu guardián.
Zelo tapo su boca con la palma de su mano para que sus sollozos no se escucharan, las lágrimas salían a borbones, por que sencillamente era imposible dejar de quererlo, era el hombre más perfecto sobre la tierra, su corazón no se había equivocado a elegirlo, porque era el ser indicado para complementarlo, se despidieron el peliazul lanzo el celular en la cama, lo amaba, lo quería, dolía saber que no podía tenerlo, gritó desesperado, trataba de sacar su angustia, su pesar.
—Te amo Bang, te quiero para mí. —Vociferaba a los cuatros vientos mientras la oscuridad lo inundaba. —No es justo, no es justo, yo sé que soy la persona indicada para ti, por favor ámame a mí, elígeme a mí, déjalo, déjalo por mí.
Nuevamente las lágrimas salieron de sus ojos, estaba perdido en un mar de emociones difícilmente entendibles, la cordura escapo con sus ganas de seguir respirando, tenía roto el corazón. YongGuk miraba su celular, su instinto le gritaba que algo no andaba bien, que Zelo estaba sufriendo, el solo pensamiento le aterraba, no quería ver que esa blanca piel se manchara de lágrimas, de dolor, deseaba protegerlo que nunca alguien lo dañara, era un ángel que merecía la eterna felicidad.
—Mi pequeño Totomato prometo que no dejare que nada te lastime. —Le confesaba a una foto del peliazul. —Cuidare de ti, porque me complementas.
Los días pasaron la relación entre JongUp y HimChan estaba más complicada ambos continuaban molestándose, se acosaban mutuamente, el primero no paraba de pasearse solo en boxer por al casa (cuando solo estaban los dos) mientras que el segundo continuamente sin querer le agarraba las pompas al más joven, no le importaba el sitio o lugar, lo acosaba sin sentido. DeHyun y YoungJae continuaron igual, evadían el tema referente al novio del segundo así que decidieron no mencionar la palabra engaño o traición. La relación de Bang y Zelo iba en picada el segundo no contestaba las llamadas del primero, evadía sus invitaciones, no estaba listo para enfrentarlo. Cada pareja estaba en un punto donde no confiaban en sus instintos, no estaban seguros que decisión tomar, los primeros se debatían entre la pasión, el deseo, pero también por ese sentimiento que había nacido en su pecho, los segundos ya habían probado el sabor de la traición, solo era cuestión que volvieran a ceder ante sus deseos carnales sin importarles las consecuencias, sin pensar las razones por lo que sienten esa terrible atracción por último la tercera pareja , la más perdida, solo el pequeño conoce lo que hay en su pecho pero no sabe qué camino seguir, mientras que el segundo tiene una venda en los ojos, su agradecimiento y lealtad a YoungJae no le dejan aceptar lo que su corazón le grita a todo pulmón.