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Coffe Shop por ritsuka10

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El olor a hot cakes llego a su nariz, se removió con flojera, estiro su mano para buscar a su pareja pero se encontró solo, un frio recorrió su cuerpo de cierta manera deseaba despertar abrazado a él, sentir como el calor de su piel lo rodeada, su respiración golpeando su rostro, pero nada, tristemente escondió su cabeza entre las almohadas, le dolía, le dolía ese pequeño momento de abandono que le recordaba que siempre vivía en la soledad, no deseaba estar solo esa mañana, no quería sentirse usado, cerró los ojos tratando de contener las lágrimas.


—No todos los días te traeré el desayuno a la cama. —Interrumpía un dulce pelinegro llevando una bandeja de comida en  las manos. —Solo trato de ser bueno contigo, por lo de ayer, sé qué  era tu … bueno tú sabes.


El pelirrosa asintió apenado con la cabeza se incorporó recargándose en el respaldo de la cama, HimChan le coloco la bandeja donde había un enorme plato de fruta, hot cakes, leche, jugo, todo bellamente acomodado, el más joven se sentía como en un sueño, tan mimado, tan querido, ya que el pelinegro le cortaba la comida en pequeños trozos para después llevarlos a su boca como si fuera un bebe, le agradaba la manera que lo trataba, como si temiera que fuera a romperse, protegiéndolo, amándolo, comenzó a crear castillos en el aire imaginándose una vida juntos, hombro con hombro, no paraba de sonreír, de ser feliz.


—Ten ponte una camisa no es agradable ver lo que te hice. —Comentaba apenado el pelinegro mientras le entregaba una sudadera el más joven quien se la coloco con cierto aire de inocencia. —¿Qué te parece si vamos al cine?


—Me parece genial la idea. —Contestaba con su típica sonrisa para después besarlo. —Quiero ir a ver la de Guillermo del Toro dicen que esta genial.


El mayor asintió para tomar por la barbilla al pelirrosa y volver a besarlo, acaricio su cuello con sus dedos blancos llego, delineando cada rasgo, la pasión volvía a nacer en sus cuerpos por el movimiento el jugo se calló así que la pareja tuvo que separe, JongUp no dejaba de sonreír en lo que el mayor limpiaba el desastre de repente se vieron interrumpidos por sus padres y su hermana, el más joven se escondió entre sus cobijas debido a que solo usaba esa sudadera.


—¿Qué te sucedió JongUp? —Cuestionaba algo preocupado el padre mientras tocaba su frente. —¿Por qué te trajo HimChan el desayuno a la cama?


Ambos jóvenes se miraron a la cara algo nerviosos, por obvias razones no podían decir la verdad, no cuando ni ellos mismos entendían lo que estaban haciendo además de que se sorprendieron por la repentina interrupción.


—Lo que pasa es que ayer peleamos por pequeñeces y esta es mi manera de disculparme. —Decía entre risas nerviosas el joven de piel blanca poniéndose de pie. —¿No se supone que llegarían hasta mañana?


—Hubo problemas con el clima.—Respondía más tranquila su madre. —¿Seguro que estas bien Up?


El mencionado asintió ya que su padre estaba sentado al borde de la cama por lo que se comenzó a envolver más en las cobijas, Ailee miraba la escena con cierto aire de curiosidad, su hermano no era de este tipo de personas que llevaran desayunos a la cama, solo les llevaría a sus amantes para conquistarlas fue entonces comenzó a recorrer la habitación con minuciosa mirada es cuando vio algo en el piso, reconocería esa rompa interior donde fuera, ya que ella misma se le había regalado a su hermano en navidad, de pronto se dio cuenta que no era la única que la estaba viendo esa prenda, HimChan también tenía sus ojos clavados en ese objeto, sus miradas se cruzaron, el pelinegro la observo con ojos de borrego a medio morir pidiéndole que se llevara a sus padres.


—Mama vamos a preparar el desayuno. —Comentaba dulcemente mientras jalaba a su progenitora y a su padrastro. —Tu también nos ayudaras.


La joven salió llevándose a sus padres hacia la cocina cuando cerraba la puerta miraba a su hermano con cara de me debes una, Himchan corrió a recoger su ropa para después sentarse en el borde de la cama, su cara estaba más blanca de lo común no sabía cómo iba a mantener callada a su hermana, se estaba metiendo en un problema muy gordo por dejarse llevar por el deseo cuando fijo su mirada en su compañero todas sus dudas desaparecieron, esa sonrisa sencillamente iluminaba su día, se acercó a él para besarlo delicadamente.


—Anda cámbiate para que no despertemos más sospechas. —Comentaba tomando la bandeja. —Creo que mejor deberías bañarte primero.


El más joven asintió algo apenado para ponerse unos pantalones pero antes de que el pelinegro se fuera lo tomo de la mano para besarlo, ambos se fusionaron en una guerra de labios que fue interrumpida por una sorprendida rubia.


—Por dios, HimChan es solo un niño. —Decía entre emocionada y preocupada. —Me van explicar esto después de que nuestros padres se vayan ¿Entendido?


Los dos jóvenes asintieron y la chica salió corriendo ya que su madre les hablaba.


—¿Crees que nos vaya a delatar? —Cuestionaba nervioso. —No quiero que se metan en nuestra "relación".


—Yo la mantendré callada. —Respondía varonilmente el mayor sujetando por la cadera al más joven. —Anda, debes apresurarte.


Sus labios se unieron en un inocente beso sabían que estaban jugando con fuego que si continuaban con esos arranques tarde o temprano los descubrirían pero no les importo, sus pieles se habían vuelto adictas a tocarse, a rozarse, a amarse. Un castaño era despertado a causa de unos besos en su espalda desnuda al ver al perpetrador una sonrisa apareció en sus labios se giró para quedar frente a él, sus labios se unieron en un tierno beso.


—Buenos días. — Comentaba pegado a esa sensual boca. —Es tarde debo irme.


—Que mal he pedido  el desayuno, es tu favorito. —Comentaba con una pícara sonrisa. —Solo quédate a comer conmigo, por favor.


El mayor no dejaba de hacer pucheros, besando las mejillas del más joven quien no paraba de reír ante tanta ternura, realmente era lindo ese joven, se colgó a su cuello para que sus frentes se pegaran.


—Está bien, solo porque eres demasiado cute. —Comentaba pellizcando sus mejillas. —Me duele la cabeza tendrás una aspirina y algo de agua.


El mayor asintió para salir de la cama colocándose unos pantalones se dirigió a la cocina para buscar el botiquín y servir algo de agua estaba muy entretenido en lo suyo que no se dio cuenta que JR también estaba en la sala.


—Tuviste una noche muy salvaje, dejaste la sala hecha un lio. —Comentaba entre risas JR quien también solo llevaba los pantalones puestos. —Lo bueno que a mi habitación no llegaron tus gritos porque si no mi pareja se asustaría.


—¿Hay alguien en tu cuarto? —Comentaba interesado ya que JR no solía llevar visitas, no le gustaba meter a extrañas. —Debe ser muy especial para que dejaras que entrara a tu cuarto.


Los dos primos se miraron a los ojos, eran leales a su amistad por eso el pelinegro había huido junto al castaño, para ayudarlo a escapar de todos, se conocían perfectamente, los dos orgullosos, vanidosos, pero honestos con ellos mismos.


—Sí, es alguien especial. —Comentaba con una tonta sonrisa. —¿Por fin lograste ganar la apuesta? ¿ya pudiste seducirlo? vamos no se supone que te llevas a cualquiera a la cama, el tiempo se está agotando.


—No. —Contesto automáticamente, había jurado que su relación con Jae sería un secreto así que lo cumpliría con su palabra. —No, es otra persona, ya después te ganare la apuesta.


Un preocupado Ren sacaba su cabeza por la puerta cuando escucho que su amante platicaba con su primo decidió no salir, solo le llamo la atención la apuesta, no creyó que el chico que antes le gustara cayera tan bajo para apostar sobre algo tan importante regreso a su cama para continuar pensando sobre lo que había escuchado, deseaba que fuera alguna otra persona pero algo en su interior le gritaba que hablaban de Jae, lo bueno que hasta ahora su amigo se había mantenido fiel a su novio YongGuk, sus pensamientos se vieron interrumpidos por un pelinegro, salto a sus brazos para besarlo. YoungJae miraba curioso a su alrededor, todo estaba como hace un par de días lo había dejado, volvió a mirar la foto de aquella chica sabía que su "amigo" la había guardado en un cajón así que se dispuso a investigar, había varias fotos de Dae cuando era pequeño en todas se veía feliz rodeado de gente, se notaba que nunca sufrió de problemas monetarios debido a que los sitios se veían elegantes y bellos pero le llamaba la atención  esa chica algo de celos apareció en su pecho, tan solo pensar que Dae amara a alguien más lo lastimaba, sabía que no era justo pero era lo que su corazón gritaba, no deseaba compartirlo.


—Deja de ver cosas que no te incumben. —Gritaba en forma de broma mientras lo abrazaba por la espalda para lanzarlo a la cama.- —Eres un bribón de lo peor, he traído el desayuno, espero sea de su agrado mi bello príncipe.


—Que cursi eres. —Gritaba sonrojado mientras trataba de huir del agarre. —Pues estoy acostumbrado a comida de lujo pero creo tu compañía es lo más importante.


Sus labios se unieron en un desesperado beso, el hambre que creyeron que desaparecería con la noche anterior había aumentado, no podían mantenerse separados, sus pieles se deseaban una vez más, el desayuno se enfrió porque ellos una vez más se hundieron en una guerra interminable cuando por fin se dispusieron a comer, el más joven se sentó en el regazo del mayor, le comenzó a dar bocados de comida, nunca había hecho ese tipo de cosas con Bang, su relación era demasiado formal, madura, para esas intimidades, esas niñerías, pero con DaeHyun todo era diferente, nuevo, todo sabia a traición, a culpa pero aun así sabia delicioso.


—Mi propuesta sigue en pie. —Comentaba el mayor mientras delineaba el rostro de Jae. —Acepto ser tu amante con tal de que me dejes seguir disfrutando de tu piel.


—Voy a estar dividido, tendré miedos y dudas, tal vez te lastime en el proceso. —Le contestaba besando sus labios. —Perdóname pero no puedo dejarte pero tampoco estoy dispuesto a perderlo a él. Si estás dispuesto a compartirme me quedare a tu lado.


De cierta manera esas palabras lo herían, pero YoungJae era honesto, hablaba con la verdad, él no escondía nada, eso despertaba en el mayor un profundo respeto, pero algo más se formaba en su pecho, algo indescriptible, nuevo, poderoso, lo tomo por la mejilla para besarlo, ya después lo averiguaría, ahora solo lo deseaba a él, sus labios, su piel, su cuerpo. YoungJae no necesito una respuesta ya que esas caricias le gritaban que sé, que estaba dispuesto aceptar la mitad, de su mente, de su tiempo, de su cuerpo, de su piel, ¿De su corazón? le dolía pensar que algún día descubriera que esa hambre que crecía en su interior fuera amor, porque lloraría mucho por lastimar a dos maravillosas personas, se aferró a su espalda, estaba seguro que toda la mañana se la pasaría encerrado en esa habitación.


Zelo estiraba su mano para impedir que los rayos del sol dieran en su cara al abrir los ojos se llevó una agradable sorpresa al ver que se encontraba en las piernas de su hyung, una de sus manos estaba entrelazada con una del mayor, verlo dormir era la imagen más perfecta, ahí estaba el protagonista de todos sus sueños, su mano libre la estiro de tal manera que logro tocar sus labios, los delineo con ternura, su cabeza estaba a punto de explotar pero no le importo ya que ese despertar había sido el más hermoso de toda su vida, cuando se dio cuenta que esos bellos ojos iban despertando se quedó estático, como piedra.


—Buenos días. —Comentaba con voz varonil. —¿Qué tal tu cabeza?


—Siento como si me hubieran golpeado. —Contestaba con un puchero. —Me siento mal.


El grisáceo se hizo bolita pegándose mas al abdomen del mayor para que este lo mimara, Bang al mirar como sufría su pequeño se acercó a él para abrazarlo, acaricio sus cabellos, su oreja, sus mejillas, hasta darle un beso en la frente.


—Vamos para que comas algo, te doy una aspirina para la cabeza. —Comentaba entre pequeños besos el mayor. —Pero antes de todo ¿Recuerdas lo que paso anoche?


Zelo se quedó mirando fijamente a los ojos del mayor, deseaba decirle que sí, pero mentiría solo tenía pequeñas imágenes pero ninguna concordaba con la anterior temía meter la pata, bajo la cabeza apenado y comenzó a negar, debía ser honesto ya que el castaño era muy astuto, lo menos que quería era que desconfiara de él.


—No te preocupes, creo que es lo mejor. —Contestaba con una nostálgica sonrisa el mayor. —Anda levántate, es tarde.


El corazón de Zelo se estrujo al ver la mirada de su hyung, al inicio lucia tan feliz, tan radiante, después de negar aquella pregunta su rostro lucio triste, oscuro, como si perdiera algo importante.


—Me disculpo si hice pasarte por un mal momento. —Gritaba triste desde el sillón cuando veía que Bang escapaba a la cocina. —Perdóname si te llegue a herir o hacer cosas inapropiadas.


—No te preocupes, solo lava el baño de mi cuarto. —Comentaba con una media sonrisa mientras abría el refrigerador. —Él fue quien sufrió las consecuencias de tus excesos.


Zelo bajo la cabeza apenado, se abrazó a sus piernas deseaba tanto recordar lo que había pasado, algo en su interior se lo gritaba que era importante, se dio cuenta que usaba otra ropa que la suya estaba regada en el piso, ¿ellos habían hecho algo? no creía eso, estaba seguro que si hubiera pasado algo no podría ni sentarse, ante ese pensamiento sus mejillas se sonrojaron además él se sentía bien, solo el dolor de cabeza.


—No te preocupes solo te di un baño para que se bajara la borrachera, no te hice nada. —Comentaba desde la cocina el mayor mientras miraba que el joven miraba su ropa sorprendido. —Anda ven a comer algo.


El joven se acercó a la barra para comenzar a picar su fruta, le daban ganas de vomitar pero decido comerla ya que el mayor la había preparado, comió un emparedado después el mayor le dio una pastilla para el dolor de cabeza, el desayuno estuvo en silencio, ninguno de los dos tenía ganas de hablar.


—No quiero ir  a casa, podría acompañarte al club o vamos al cine. —Comentaba ilusionado el chico de cabellos grisáceos. —Por favor no me lleves a casa.


—Has estado demasiado tiempo fuera, ya es momento que vayas a casa. —Comentaba con una seca sonrisa. —Tengo mucho trabajo, además tu hermano me ha pedido que nos veamos, no puedo seguir jugando contigo.


YongGuk sabía que esas palabras eran mentiras pero le había dolido que no recordara nada, estaba consiente que era un niño que no era su culpa, pero él prometió no olvidar, fue un tonto al creer en sus infantiles promesas aun sabiendo que podían ser mentira, quería inútilmente herirlo pero no sabía que lo había logrado, Zelo bajo la mirada, le dolía esa frialdad se cambió de ropa ambos se dirigieron al auto, todo el camino fue silencioso, doloroso, congelante.


—Gracias por traerme. —Comentaba en voz baja el más joven, no deseaba separase de él. —¿Si recuerdo algo puedo buscarte?


—Claro. —Contesto con una sonrisa sincera, lo tomo por la mejilla, anhelaba que recordara todo. —Ven a mi casa cuando lo recuerdes todo.


Beso la comisura de sus labios, Zelo quedo impactado por aquella muestra de cariño salió del auto con las mejillas sonrojadas, corrió hacia a su habitación, no le importaba lo que tendría que hacer pero debía recordar lo que paso, encendió su computadora buscar consejo vía internet, algún tip que le ayudara a recuperar lo que tal vez ya era suyo. Bang saco su celular para marcarle a su pareja, YoungJae al escuchar el sonido de su teléfono comenzó a buscarlo entre las cobijas,


—Hola, ¿te desperté? —Cuestionaba el mayor. —Estoy frente a tu casa ¿Quieres que vayamos  a tomar algo? en verdad necesito verte.


—No, ya estaba despierto de hecho estoy en la biblioteca. —Comenta buscando su ropa para cambiarse. —Qué te parece si en una hora nos vemos en el caffe de siempre.


DaeHyun escuchaba la conversación se sintió herido cuando trato de besar la espala del más joven y este le dio un manotazo, estaba dispuesto a compartirlo pero le dolía, nunca en su vida tuvo que compartir algo, ni juguetes, ni novias, nada, nunca rogaba por migajas y ahora estaba ahí a lado de una persona suplicándole un poco de atención eso mataba su orgullo, su vanidad.


—Me parece perfecto. —Comentaba con una sonrisa el mayor. —Nos vemos y deja de estudiar tanto, ya eres perfecto como estas.


—Gracias. —Comento sonrojado por un solo minuto olvido donde estaba. —Nos vemos, te quiero.


Se arrepintió de haber dicho esa última frase al momento de sentir una mordida en su hombro izquierdo se giró para ver al culpable quien solo sonreía.


—Lo siento me quede con hambre. —Trataba vanamente de justificarse. —Le hubieras dicho que dentro de dos horas.


YoungJae se levantó algo molesto y dolido, sabía que tarde o temprano comenzarían las peleas ya fuera con Dae o con Yong, se dirigió al baño para ducharse mientras tomaba algo de ropa de su amante.


—Si comienzas con tus berrinches deberíamos dejar en paz esto. —Comento desde la puerta. —Te lo advertí desde el inicio.


YoungJae se metió en la ducha, el agua recorría por su piel la cual estaba llena de mordiscos, mordeduras, le dolía todo el cuerpo, jamás había hecho el amor tantas veces, su relación con YongGuk siempre fue dulce, tierna, que rara vez le dejaba alguna marca, él siempre trataba de ser dulce, suspiro con pesadez, se recargo en el azulejo deseaba que Bang no quisiera estar con él por que no sabría como justificaría esas marcas cuando salió del baño observo a su pareja estaba boca abajo escondido en las almohadas, quiso tocarlo pero el miedo lo invadió.


—Tome algo prestado de tu ropa, te la devolveré después. —Comentaba con algo de temor. —Me tengo que ir.


—Espera. —Grito el castaño levantándose de la cama para arrinconar al más joven en la pared. —Despídete como debe ser.


Sin previo aviso lo beso apasionadamente lo obligo a disfrutar de su sabor para que no lo olvidara, antes de terminar mordió su labio superior provocándole una visible herida, YoungJae movió la cabeza estaba consiente porque lo hacía, no le agrado ese acto, parecía que lo marcaba como si fuera de su propiedad, salió corriendo para dirigirse a su cita al llegar trato de disimular la herida pero era obvio  Bang la detecto.


—¿Que te sucedió en la boca? —Cuestionaba preocupado mientras tocaba la parte herida. —Déjame pedir el botiquín para curarte.


—No te preocupes, sabes que a veces me pongo demasiado nervioso y muerdo muy fuerte mi labio. —Decía apenado, trataba de no mirar a los ojos a su pareja. —Por favor no te preocupes, aishh.


Se quejó el más joven al sentir que su herida era limpiada, su mirada se cruzó con la del mayor, su corazón se paralizo, aun esas mariposas habían sobrevivido a la pasión de anoche, aun se sentía bien a su lado, aun le encantaba su tacto.


—Perdóname si te lastime. —Comentaba dulcemente dándole un beso en la mejilla. —Te he extrañado, que has hecho en los últimos días que me has dejado abandonado.


YoungJae comenzó a platicarle de sus actividades obviamente evitaba hablar de DaeHyun, Bang también le comento todo lo que estaba haciendo y omitía las partes que involucraban a Zelo, ambos pasaron una agradable tarde, caminaron por el parque, visitaron varios lugares, tal vez se sentían demasiado culpables que trataban de limpiar su deshonra pero también estaba ese amor que sintieron desde niños, ese que los llevo a ser quienes eran, sus corazones estaban divididos, no significaba que amaran más  a uno o menos al otro, solo que estaban perdidos y con miedo de separase, siempre compartieron todo,  tenían temor a tomar el camino incorrecto uno donde no había garantías, tomaron asiento en un lejano parque YoungJae descanso en las piernas del mayor quien solo delineaba su rostro, esa era la tranquilidad que crearon después del caos, eso era lo que temían perder, habían jurado cuidarse, protegerse, no deseaban lastimarse. HimChan estaba molesto en su habitación sus planes se fueron abajo debido a que sus padres tuvieron  la agradable idea de quedarse en casa todo el fin de semana claro acaparando a su pequeño bodoque, moría por besarlo cada vez que hacia una monada, una ternura, pero con todos alrededor era imposible ser cariñoso.


—Ahora me vas a explicar que fue lo de esta mañana. —Interrumpía una exaltada rubia. —¿Que rayos estas haciéndole a nuestro pequeño saltamontes?


—Baja la voz. —Trataba de taparle la boca a su hermana. —Nuestros padres están en su habitación, no estoy haciendo nada.


Ailee entrecerró los ojos, estaba segura que su mellizo mayor tenía algo que esconderle, su instinto se lo gritaba, lo señalo con el dedo mirándolo de arriba a abajo, observando cada uno de sus movimientos.


—Por dios es nuestro hermanito. —Grito asustada. —Eso es incesto, te podría acusar de pederasta.


—No somos hermanos. —Grito defendiéndose. —Además él está de acuerdo, yo no hice nada que él no deseara.


Sus miradas se cruzaron, de cierta manera el pelinegro aceptaba su culpabilidad.


—Está bien, me acosté anoche con él. —Contestaba soltando el aire, era una tontería seguir mintiend . —¿Contenta?


—Lo sabía, lo sabía. —Gritaba emocionada, en su interior la fujoshi que dormía despertó. —No lo puedo creer se ve tan lindo tan tierno, en cambio tu eres un despiadado animal, espero no lo hayas lastimado o dejado marcado como es tu costumbre.


HimChan se sintió ofendido por el comentario pero comenzó a platicar los sucedido hubiera deseado omitir ciertas partes pero su hermana le insistía que las contara, de cierta manera se desahogaba no podía andar contándoles a todos que tenía un tipo de romance con su hermanastro además  aun no sabía lo que sentía tal vez su melliza podría darle un consejo. YongGuk y YoungJae se encontraban en el vehículo del mayor, no dejaban de platicar, bromear sobre tantas cosas del pasado que los unía, sus manos estaban entrelazadas, eran como dos par de ancianos recordando su juventud, lo mucho que se amaron.


—¿A veces no has pensado que hemos estado demasiado tiempo juntos? —Comentaba nostálgicamente el mayor besando con delicadeza los labios de su amante. —¿No te gustaría probar otros labios?  ¿Conocer más personas?


—¿Tú has sentido eso? —Cuestionaba con algo de temor mirándolo a la cara, lo aceptaba, le aterraba perderlo, quedarse solo. —Aun te necesito a mi lado, no creo poder soltar tu mano.


YongGuk se enterneció por esa mirada, lo admitía tampoco podía dejarlo ir, no cuando Zelo decía no recordar nada, no cuando dudaba lo que el más joven sentía, si se arriesgaba y perdía a Jae, ¿Que sería de él? ¿Qué haría con tanta soledad? Con tantos fantasmas,  beso sus labios con delicadeza, junto sus frentes, un tiempo más, solo un momento más en lo que sus mentes se aclaraban, en lo que decidían qué camino seguir, que mano soltar.


—Ve a dormir, te vez algo cansado yo debo ir a verificar cómo va el club. —Comentaba soltando agarre le abrió la puerta como todo un caballero. —Descansa mi pequeño amor.


—Soy feliz al saber que decidiste abrir BAP espero tener la fuerza para ir en el futuro. —Comentaba abrazado a su pareja ahí estaba la calma de sus brazos. —Descansa mi querido Gukkie.


Ambos se despidieron, Bang subió a su vehículo , Jae se queco mirando como el auto se desvanecía en la oscuridad cuando sacaba las llaves para abrir la puerta sintió como unas manos se posaban en su cadera, esa colonia, la conocía perfectamente, una mano le obligó a girar sus rostro donde unos gruesos labios lo besaron salvajemente provocando que su labio herido se volviera abrir, temió que su relación fuera de esa manera, que uno lo lastimara mientras el otro lo curaba, se giró para ver a los ojos de esa persona, lucia nervioso, desesperado, preocupado, fue entonces que el joven decidió regalarle una sonrisa, debía calmarlo, aunque su labio doliera le contesto el beso con la misma intensidad.


—Vuelve a dormir conmigo. —Le decía entre ruegos, besaba su cuello con desesperación aprisionándolo en aquel portón. —Por favor, has pasado el día con él, merezco pasar la noche contigo.


—Está bien. —Contesto extasiado, no quería perderlo así que cumpliría cada uno de sus caprichos, porque el malvado de esa historia era él, la persona que decidió tener dos amores. —Pero quiero regresar dormir a mi casa.


DaeHyun sonrió ampliamente, detuvo sus caricias transformándose nuevamente en ese lindo cachorro que siempre era, cargo a su pareja para llevarlo al coche, lo llevaría algún mirador, verían juntos las estrellas, harían el amor, platicarían de banalidad, tal vez le cantaría alguna canción, deseaba conquistarlo, hacer que olvidara a YonGuk, que solo lo mirará a él. Bang había olvidado unos papeles en su departamento así que se dirigió a el cuándo llego a su piso vio a alguien sentado en el piso recargado en su puerta al darse cuenta de quién era se acercó rápidamente, sus rostro estaba lleno de lágrimas, sus sollozos resonaban por el pasillo.


—¿Que te sucedió? —Le cuestionaba preocupado. —¿Te hicieron algo? por favor contesta ¿Que tienes ?


—Eres mío. —Dijo colgándose de su cuello. —Lo he recordado todo.


Bnag lo miro a los ojos, una sonrisa ilumino todo a su alrededor, fue entonces que lo beso, despacio, con dulzura, lo cargo metiéndolo a su departamento, lo sentó en su regazo después de acomodarse en el sillón.


—¿Que recuerdas? —Le preguntaba limpiando sus lágrimas, besando sus ojos. —Dime la verdad, no mientas.


—Que me quieres pero aun amas a mi hermano. —Comentaba con una triste sonrisa. —Déjame conquistarte, déjame demostrarte que yo soy la persona correcta para ti, dame una oportunidad.


A yongGuk le enternecieron esos ojos, esa mirada, esas palabras, ¿pero ese niño estaría dispuesto a compartirlo? ahora más que nunca se encontraba dividido, no quería lastimarlos, no quería verlos llorar, lo guardo posesivamente entre sus brazos, acaricio su espalda, besos sus labios, lo deseaba, su piel era su adicción, moría por hundirse en su cuerpo, estaba consiente que aún era solo un niño pero lo anhelaba.


—¿Sabes lo que significa eso? Tú serias mi amante. —Trato de sonar duró, no quería usar esas palabras pero era necesario. —¿Entiendes lo que conlleva ese sobrenombre?


—No. —Grito algo molesto, detestaba que lo tratara como un niño, que lo alejara más. —No, no me importa solo sé que te quiero para mí, que luchare para conquistarte, que serás mío, como lo prometiste.


Bang suspiro resignado, era solo un niño con un juguete nuevo que no quería soltar pero aun así deseaba ser suyo, deseaba que lo usara, que se divirtiera con él un rato, lo necesitaba, sus besos se habían vuelto su adicción, sus ojos sus verdugos, no podía estar separado de él ni un minuto, beso sus labios, acaricio su espalda, beso su cuello, su cabello, estaba dispuesto a ser su juguete, ser destrozado por esas manos caprichosas, inexpertas.


—Tengo que ir al club. —Comentaba dándole una palmada en el trasero. —¿Te quedas a esperarme o me acompañas?


—Voy contigo. —Contestaba con una gran sonrisa. —No voy a dejar que lagartonas te anden acosando ya vi ayer, pero por favor no dejes que tome ni una gota de alcohol.


El mayor sonrió alzando al grisáceo para llevarlo a su cuarto para que se cambiara, sus labios fueron unidos, al estar listos se dirigieron al Club, siempre comportándose como una pareja de novios, parecían los dueños del lugar aunque Zelo mantuvo oculta una parte de su rostro además casi no era molestado ya que U Kiss fueron sus cómplices y guardaespaldas durante toda la noche. HimChan estaba exhausto en su habitación, no tenía muchas ganas de salir, Zico había encontrado un novio con el cual decidió irse a la playa, CAP y Niel tenían una fiesta familiar, honestamente no estaba para aguantar el humor de YongGuk asi que decidió quedarse en casa, deseaba escabullirse a la habitación de su hermanastro pero tenía miedo de ser cachado, de pronto escucho unos golpes en su puerta al abrirla un escurridizo pelirrosa se metió sin permiso, puso el candado y giro hacia donde estaba su delirio.


—¿Que se supone que haces? —Cuestionaba abrazándolo por la cadera. —Es tarde y los niños como tu deberían estar en la cama.


—Por eso he venido  aquí. —Comentaba coquetamente, beso sus labios. —He venido a dormir contigo.


Sus labios se unieron en un beso, algo que anhelaban desde hace mucho tiempo habían pasado casi 12 horas desde su último contacto.  

Notas finales:

Gracias por los reviews!! Es algo corto, espero les guste xD el proximo se llamara Mistresses (Amantes), estará lleno de romance BangLo, DaeJae y HimUp, una pareja pasara un fin de semana de maravilla, una ira a la playa, otra tendrá su primera cita "formal" pero un rival hará acto de presencia, Zelo y Bang tendran su primera noche ¿? tal vez lo divida en dos partes ya que debo mostrar el avance de la relaciones pero tambien el preambulo para lo inevitable, :) Prox capitulo estará lleno de amor/pasion/romance pero ya despues vendra la verdad. Muero con los teaser de Bad Men, son bellos, perfectos los amo, no tengo palabras para describirlos :D


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