Era una mañana de otoño, la brisa fresca entraba por la ventana junto con el cantar de las aves y el ruido del tráfico de las calles vecinas. Se movió un poco en búsqueda de más calor, en búsqueda de su calor y ahí estaba ella, durmiendo plácidamente.
La observo unos instantes, tan bella como siempre, sus facciones eran delicadas, sus ojos escondían un verde que no se encontraba fácilmente, sus esponjosos chinos brillaban al color de un atardecer, su boca era una invitación a los besos y su lunar bajo el ojo derecho le daba un aire sexy.
Acarició suavemente su cara haciéndola estremecer pero sin alterar su profundo sueño, alejo la mano y se removió nuevamente, miro el techo y olvido su decisión de permanecer en la cama. Se levanto tratando de no despertarla y corrió la ventana y las cortinas con extremo cuidado para que no interrumpieran el sueño de su pelirroja.
Observó la habitación, había ropa tirada por todos lados, algo que le faltaba a ella en este momento, avanzó hacia su closet y tomo unas bragas y una camiseta enorme al azar, después camino al baño a lavarse la cara y salió del cuarto haciendo el menor ruido posible.
Llego a la sala-comedor de su departamento y vio su guitarra sobre la mesa, acarició el estuche como si acariciara algo extremadamente frágil, avanzo nuevamente y llego a la cocina para preparar un poco de café. Comenzó a sacar lo que necesitaba y volvió a ver su guitarra, era como sí la guitarra la llamara, termino de preparar el café y abrió el balcón y salió junto con ella cerrando la puerta tras de sí.
Primero coloco el café sobre la pequeña mesa que había ahí, se dejo caer en una silla y comenzó a sacar la guitarra, dejó la funda a un lado y comenzó a tocar acordes al azar, el viento la hizo estremecer, pero eso no detuvo su mano. Unos minutos después, el café comenzó a desaparecer en su búsqueda de un poco de calor.
El café termino y su mano seguía inquieta en la guitarra, otra brisa la hizo estremecer recordándole a su cuerpo la falta de calor. Entonces pensó que sería perfecto tener a la pelirroja entre sus brazos en ese momento.
Entonces sus manos comenzaron a moverse tocando unos acordes conocidos, comenzó a tocar perdiendo la noción de lo que pasaba alrededor, en ese instante solo existía la aquella canción y aquellos recuerdos.
Aquella noche haría una locura, ella ni siquiera podía controlar su pánico escénico y sus amigas la habían inscrito a aquel concurso de talentos del bar al que acudían con frecuencia. A pesar de que estudiaba música, aún tenía problemas para tocar frente a la gente, problemas que tenía que superar si es que quería dedicarse a esa industria. El tiempo pasó cruelmente rápido y su turno llego.
Aunque el bar no albergaba miles de personas, esos ojos que la miraban era lo suficientemente fuertes para ponerla nerviosa, avanzó hacia el centro del escenario y comenzó a sacar la guitarra. Algunos borrachos comenzaron a molestar, pero alguien los calmo y ahí fue cuando se topo por primera vez con aquellos ojos verdes. Esa mirada la puso aún más nerviosa, pensó en huir, pero eso no era una opción.
Continúo con lo que estaba haciendo, se coloco la guitarra y se acerco al micrófono. Se presento con su nombre real, como Alex y diciendo que cantaría una de sus canciones favoritas. Sus amigas aplaudieron emocionadas y ella comenzó a ignorar todo alrededor, para solo centrarse en la música.
“See I've got this woman here, she loves me all the time” (8)
“No need for excuses, no pressures in my mind” (8)
“And she said love it all, love it all, love it all” (8)
“And she said love it all, love it all, love it all” (8)
A pesar de los nervios, lo estaba hacienda bastante bien, lo que la gente en el bar reconoció con aplausos, entonces unos ojos verdes se colaron hasta el frente del espectáculo y en su mundo, trató que eso no interfiriera, pero no podía. Siguió cantando pero sin dejar de ver aquellos ojos, como si ellos le rogaran que les cantara solo a ellos.
“My heart was living down and I've been pushed over the line” (8)
“But on your hand, it'd be broken and I'll be all over this time” (8)
“And she said love it all, love it all, love it all” (8)
“And she said love it all, love it all, love it all” (8)
“And she said love it all, love it all, love it all” (8)
“And she said love it all, love it all, love it all” (8)
Podía sentir aquellos ojos sobre ella y eso la ponía más nerviosa y no podía entender porque, la chica era bastante guapa, lo reconocía, pero ¿Qué tenía de especial? Bloqueo esos pensamientos y continúo con la canción.
“And she said love it all, love it all, love it all” (8)
“And she said love it all, love it all, love it all” (8)
“And she said love it all, love it all, love it all” (8)
“And she said love it all, love it all, love it all” (8)
La parte final se acercaba, solo cerró los ojos y se dejo llevar, dejando que la canción la guiase y tratando de escapar de los ojos verdes.
“Love it all, love it all, love it all” (8)
“And she said love it all, love it all, love it all” (8)
Termino entre aplausos y se bajo lo más rápidamente posible para huir de esa mirada, sus amigas la recibieron y se alejaron del escenario en búsqueda de una mesa disponible. Unos instantes después, la chica apareció frente a ellas preguntado si deseaban ordenar algo, al parecer trabajaba en el lugar.
Después de varias copas y actos, la etapa final comenzó, ¿Cuál de los participantes había ganado? Los participantes subieron y los presentes comenzaron a votar por su favorito, estaba bastante reñido, finalmente quedaron ella y un chico al que no había visto actuar. Al final, contra su propio pronóstico, gano ella.
Comenzaron a celebrar y antes de irse la chica le habló para que pasara a la oficina con la jefa, la cual le ofreció un contrato por 6 meses para tocar en el bar. Aunque la paga no era mucha, acepto sin rechistar, más que dinero, lo que buscaba era practica y un poco más de aquellos ojos verdes.
Poco a poco comenzó a tocar con mayor facilidad frente a un público amplio y poco a poco fue perdiéndose en esos ojos, en ese cabello, pero eso no lo sabía su dueña, aunque había podido conocerla mejor conforme pasaron los meses y ella se había declarado su fan, eso solo conseguía ponerla más ansiosa al estar frente a ella y no sabía si la pelirroja tomaría bien que hubiera desarrollado sentimientos hacia ella.
Pero una noche después del espectáculo mientras cerraban el bar, aquellos sentimientos salieron, simplemente paso, paso mientras se encontraban solas porque la dueña había tenido que irse de emergencia y la pelirroja cerraría el bar, ella se quedo a ayudarla y asegurarse que llegara a salvo a casa.
“Me gustas mucho” escucho de repente mientras aquellos ojos verdes la miraban expectantes, “Me encanta como transmites tus sentimientos a través de la música, desde la primea vez que te vi, desde entonces, Alex me gustas mucho” dijo tomando la mano de la cantante.
“A mí también me gustas mucho Eli” dijo ella apretando la mano entre la suya y dando un paso al frente, acortando la distancia, aquel sería su primer beso.
Salió de sus pensamientos mientras tocaba nuevamente los acordes de aquella canción.
“And she said love it all, love it all, love it all” (8)
-Me encanta esa canción, pero ¿Es buena idea tocar a esta hora en el balcón?-pregunto la pelirroja apareciendo en el balcón
-Fue inevitable-se justificó ella
La pelirroja se sentó sobre ella y las cubrió a ambas con la manta que llevaba, la guitarra quedo a un lado junto con los acordes de aquella canción, fue remplazada por el calor de aquella chica pelirroja de ojos verdes.