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Amando de Nuevo por Serenamoon

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Notas del capitulo:

Hola a todos, antes que nada mil disculpas por no haber publicado el jueves pasado, pero como ya comente en los otros fics tenia la cabeza con otra cosa y no andaba con mucho tiempo.

Aqui les dejo el capitulo, espero que les guste y digamos que queda menos para que nuestra adorable parejita comience su vida sexual.

CONOCERLOS

 

Al día siguiente desperté muy ansioso, Gaara no se había despegado de mi lado y estaba dormido en el sofá de la habitación.

- Gaara – lo llame – Gaara – al parecer estaba muy cansado porque no despertaba – Gaaaaaaaaaaaaaara – lo llame mas fuerte y comenzó a removerse, pero nada. Bufe frustrado, ¿Cómo lo despertaría? Pensé unos instantes y se me ocurrió algo – No creo que sea necesario – hable con voz algo sorprendida, la actuación no era lo mio, pero si mis sospechas eran ciertas funcionaria – estoy seguro que podre bañarme yo solo en un rato – mientras hablaba miraba a mi pelirrojo novio – señor no creo que deba hacerme un baño de esponja – eleve la voz – por favor, no me toque – Gaara se levanto como si tuviera un resorte con una mirada asesina en el rostro, buscando a alguien en la habitación - ¿Gaara pasa algo? – pregunte fingiendo inocencia, el frunció el seño y luego de comprobar en el pasillo que no hubiera nadie se acercó a mi.

- Buenos días bebe – dijo besando mi frente – tuve un sueño horrible – me conto y me mordí el labio para no reír - ¿estas bien? – asentí.

- Quiero ver a mis hijos Gaara – el asintió.

- Iré por una enfermera ¿espera si? – como si pudiera ir a algún lugar, asentí sonriente y se marcho. Suspire mirando la habitación, era cómoda y bonita, se notaba que era costosa, pero era inútil discutir con Gaara sobre eso, él se empeñaba en darme lo mejor siempre. Regreso a los minutos con una enfermera, que me reviso.

- Después de desayunar iremos a verlos – me dijo, quise protestar – sin peros, primero desayune y luego ve a sus hijos – asentí haciendo un puchero y ella se fue. Sasori llego a los segundos con un enorme ramo de flores y otros regalos.

- Buenos días Naru-chan – se sentó en la cama y me acaricio el cabello - ¿Cómo te sientes?

- Muy bien, pero muero por ver a mi niños – el sonrió.

- Son hermosos, mira – me paso su teléfono con fotos de los bebitos y si eran tan hermosos, no pude evitar comenzar a llorar, pero de pura felicidad. Sasori se acercó a mi abrazándome hasta que el carraspeo de Gaara nos hizo separarnos – no puedes estar celoso de mi – dijo con burla, pero la mirada fría de su primo lo hizo levantarse – eres un caso serio Gaara, no puedes ser tan celoso teniendo un novio tan lindo – Gaara seguía fulminándolo con la mirada, hasta yo me estaba poniendo nervioso – eres imposible – bufo Sasori y se acercó a la puerta – me voy a la oficina, te veo mas tarde Naru-chan – me lanzo un beso al aire y se marcho. Gaara se quedo mirando fijo la puerta antes de suspirar y sentarse a mi lado.

- Eres muy celoso granadita – lo regañe - ¿acaso no confías en mi?

- Confío en ti, tanto que pongo mi vida en tus manos, pero no soporto que te toquen o te abracen – respondió cruzándose de brazos – es mejor que lo sepas desde ya, soy celoso y muy posesivo y eso no va a cambiar – nos miramos a los ojos unos instantes y le sonreí para luego acariciar su rostro.

- Si no me lo decías no me enteraba – ironice divertido, el frunció el seño – pero deberías controlarte un poco, es normal que mis seres queridos me abracen en situaciones como esta – estaba por decir algo pero la puerta se abrió. Hanabi corrió y se lanzo sobre mí en la cama, sin importarle Gaara o los puntos de mi operación. Mi pelirrojo se puso de pie con el seño fruncido y yo sonreí.

- Naru, cuando supimos que ya habían nacido vinimos corriendo – me dijo sentándose – tuve que escapar del colegio, pero no podía esperar mas.

- Hanabi – la regañe cariñosamente.

- Fue imposible esperara hasta la salida, Ten Ten ingreso también – los demás vendrán luego, son demasiado responsables como para saltarse las clases – me abrazo - ¿y los niños?

- En la sala de neonatología – les comente – chicas él es Gaara – ambas giraron la cabeza hacia el pelirrojo de la habitación – Gaara ellas son mis amigas, Hanabi y Ten Ten.

- Por fin te conocemos – Hanabi se puso de pie y le extendió una mano – hemos escuchado tanto de ti que la curiosidad me mataba – Gaara solo asintió – Es guapísimo Naru con razón lo tenias escondido – me guiño un ojo y se abrazó a mi pelirrojo – muchas felicidades papá – le dijo para luego besarle la mejilla, causando cierto malestar en mi. Yo también era celoso, pero me controlaba así que no dije nada.

- Niña déjalo antes que Naru te calcine con la mirada – hablo divertida Ten Ten y acerco para saludar a Gaara – pero tienes razón esta guapísimo, eres un suertudo Naru-chan – me sonroje por el comentario y Gaara sonrió de medio lado, al parecer ya no le caían tan mal mis amigas – ahora cuéntanos todo ¿no se supone que nacerían la semana próxima, con cesaría programada? – mire a Gaara que agacho la mirada.

- Digamos que sufrí una emoción muy fuerte y se adelantaron – comente por lo bajo – pero todo salió bien dattebayo – les sonreí, pero ellas tenia clavadas sus miradas en Gaara.

- ¿Qué hiciste pelirrojo sexi? – pregunto Hanabi seria y acusadoramente.

- No hizo nada – salte a defenderlo.

- Silencio tortolito – sentencio Ten Ten – anda habla cerecita ¿Qué hiciste? – Gaara suspiro y las miro a los ojos, intimidándolas.

- Le regale un casa – dijo como si fuera la cosa mas  normal del mundo – lo lleve a ver la casa donde vamos a vivir y se emociono mucho – se rasco la nuca – fue mi error.

- Pero es que ustedes los hombres tienen aserrín en el cerebro – exclamo Hanabi indignada - ¿no podías esperar a que nacieran los niños? Si les pasaba algo a estas horas que estas bajo tierra – lo amenazo.

- Ya sé que metí la pata, pero gracias al cielo todo salió bien – sentencio serio Gaara, sintiéndose incomodo porque una adolescente lo regañara.

- Y bien ¿Cuándo inauguramos la casa entonces? ¿Es bonita? ¿Te gusto? – pregunto Ten Ten.

- No vi mucho, pero si es bonita y el vecindario también – comente con una sonrisa.

- ¿Queda muy lejos? – Pregunto asustada Hanabi – ¿vas a cambiarte de escuela?

- No queda lejos – respondió Gaara – y no va a cambiarse de escuela – los tres sonreímos por su respuesta.

- Menos mal – dijo mi amiga – después me pasas la dirección porque tengo que enviarles unas cosas.

- No te molestes Hanabi – dije apenado.

- No es molestia, mis ahijados necesitan regalos y voy a dárselos – anuncio.

- ¿Ahijados? – pregunto seria Ten Ten ante la auto postulación de mi amiga, me miro preguntadme si era mi decisión y yo eleve los hombros desentendiéndome.

- No eres la madrina, en todo caso seria yo, porque fui la primera amiga de Naru-chan aquí – repuso.

- Ni lo sueñes – respondió mi amiga – yo fui la primera en saber que estaba embarazado, así que me corresponde – se pararon frente a frente y siguieron discutiendo elevando cada vez mas el tono.

- Señoritas – mi pelirrojo intervino separándolas – no peleen porque ninguna de las dos será la madrina – si las miradas mataran Gaara habría muerto en ese momento – no me miren así, vamos a tener mas hijos pueden esperar – ellas lo pensaron.

- En ese caso quiero ser la madrina de la primera niña – dispuso Hanabi firme – Gaara asintió.

- Y yo del primero doncel – agrego en el mismo tono Ten Ten – ¿de acuerdo coloradito?

- ¿Qué piensas amor? – me pregunto.

- Me parece una idea genial dattebayo – respondí sonriente – Hanabi será madrina de Rin y Ten Ten de Sora-chan.

- ¿Ya tienen los nombres? – preguntaron ambas sorprendidas.

- Gaara es un obsesivo que necesita planearlo todo dattebayo – mi novio frunció el seño – sabes que es verdad – suspiro derrotado, porque estaba en lo cierto. Me trajeron el desayuno y antes de acabarlo Temari llego con más flores y dulces para mí.

- Mi cuñadito hermoso – me abrazo cálidamente – he estado dos horas mirando a los niños son tan bonitos – hizo lo mismo que Sasori enseñándome a los bebes con su teléfono. Sonreí con lagrimas en los ojos, yo quería verlos en vivo y en directo, me parecía tan injusto que todos conocieran a mis bebes excepto yo. Suspire para calmarme – les he mostrado las fotos a todas mis amigas, mis sobrinos son mas lindos que los suyos – suspiro - ¿ya los viste? – Negué - ¿y por qué demonios no lo hiciste? – Se puso de pie indignada – voy a quejarme ahora mismo, ¿Dónde se ha visto que el padre doncel sea el ultimo en ver a sus niños?

- Temari – hablo Gaara serio.

- Temari nada, ¿no ves que se muere de ganas por ver a sus bebes? – Yo asentí desesperado – descuida Naru-chan ahora mismo vamos – y salió decidida de la habitación.

- Tu cuñaba es de temer – dijo Hanabi – me agrada – Temari regreso con una silla de ruedas, maldiciendo por lo bajo, con una enfermera detrás suyo.

- Entienda que un doctor debe autorizar que el paciente deje la cama – dijo la mujer pero yo no iba a esperar mas, me senté en la cama y comencé a bajar mis pies - ¡señor,  por favor! – pidió con un agudo gritito.

- Olvídelo voy a ver a mis hijos ahora mismo – quise ponerme de pie.

- Quieto ahí – la intimidante voz de Gaara me congelo en mi sitio – tienes que obedecer a la señora.

- Quiero ver a mi hijos – replique con el seño fruncido.

- Luego, ahora te recuestas – me tomo de los hombros haciendo presión para regresarme a la cama. Comencé a llorar desconsoladamente y se detuvo asustado.

- Por favor Gaara, quiero ver a mi bebes, necesito verlos, por favor – lloraba como un condenado a muerte, pero la necesidad era tan grande que ya no podía mas. Él se quedo mirándome unos segundos y luego me tomo en brazos para acomodarme en la silla de ruedas.

- Iremos pero por favor deja de llorar – me suplico mirándome a los ojos – por favor amor, ya no llores – me limpiaba el rostro con sus dedos y yo hacia el esfuerzo de dejar de llorar, no quería angustiarlo. Me abrace a él, ocultando mi rostro en su pecho, dejándome consolar – ya bebe, ya vas a verlos, pero tienes que calmarte – sus caricias en mi cabello me hacían sentir tan seguro y querido que de a poco me recompuse - ¿mejor? – pregunto con una sonrisa y asentí apenado – bien, ahora vamos a ver a nuestros pequeñitos – se puso detrás mio y me saco de la habitación. Supongo que las demás decidieron darnos privacidad porque no nos siguieron. Al llegar a la sala una enfermera nos coloco la indumentaria correspondiente y nos hizo pasar.

- Estos son sus niños – me apunto dos cuneros, quise ponerme de pie, pero Gaara me lo impidió, decidí no forzar las cosas, después de todo no quería que se me abrieran los puntos. El me acerco al primero.

- Él es Akira – me dijo y sentí un nudo en el pecho al contemplarlo. Era tan pequeñito. Su piel blanca, unas pelusitas negras en la cabeza. Fue inevitable recordar a Sasuke, definitivamente habían sacado los genes Uchiha – y él es Takeshi – me mostro al otro bebe. Idéntico al primero, quizás un poquito más pequeño, pero los rasgos, la piel, todo era igual. Me quede contemplándolos por un largo rato, me sentía tan feliz, tan completo, le sonreí a Gaara, él estaba igual que yo. Con los ojos llorosos y una imborrable sonrisa en el rostro.

- Son hermosos – dije por lo bajo.

- Como su papi – susurro a mi oído y luego me beso la mejilla. La enfermera nos explico los cuidados que tenían allí y nos dijo que un par de días nos dejaría alimentarlos con el biberón. Era tan increíble ver esos dos seres y pensar que hacia menos de dos días habían estado dentro mio. Iba a extrañar tenerlos en mí, sabiendo que estaban a salvo de todo, pero tenerlos al alcance de mi mano me llenaba el alma de la más pura felicidad.  Los amaba con todo mis ser desde que vivían en mi, y a pesar de creerlo imposible al verlos mi amor por ellos creció a niveles imposibles de medir. Eran parte de mí, el resultado de mi primer amor, uno que me hizo sufrir, pero que también me había hecho feliz, y que culminaba de la mejor manera, con mis dos pedacitos de cielo, no podía pedir más a la vida. Tenía a mis hijos y como si fuera poco tenia el amor de un hombre maravilloso, me sentía el doncel mas afortunado del mundo entero.

Notas finales:

Nuestro Naru ya conocio a sus bebitos, ahora queda esperar que puedan salir de la incubadora y regresar a casa, a su nueva casa.

Gaarita es taaaaaaaaaaaaan celoso, pobrecito de Naru.


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