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Amando de Nuevo por Serenamoon

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Notas del capitulo:

Me atrase, casi casi que no subo hoy, porque estoy con mucho trabajo y un poco enferma tambien, asi que imaginaran mi cabeza no esta en su mejor momento. Estoy al borde de la gripe o de un fuerte resfrio, cada rato me duele mas el cuerpo y me congestiono mas... pero hice un sacrificio para actualizar.

Creo qeu me quedo un poco cursi... pero es un fic ROMANTICO, para todos aquellos que estamos hartos de sufrir el desamor de Naru (capaz que soy la unica que sufre leyendo, pero hago terapia escribiendo historias felices... si ya se que estoy loca)

Probablemente el proximo capi ya vuelve el POv de Naru y comenzamos la cuenta regresiva para el inicio de la vida sexual de estos dos... lemon... proximamente.

FAMILIA

Casi dos horas después del nacimiento me dejaron pasar a ver a mi Naru, Deidara me fulminaba con la mirada porque todos en el hospital me daban prioridad por ser el padre de los niños y el “esposo” de la “madre”. Pero yo no lo tomaba a mal, sabia que solo estaba celoso, y lo entendía pero no por eso iba a dejar a mi rubio. Ingrese lentamente a la habitación, para no despertarlo por las dudas aun durmiera, pero sus hermosos ojos azules ya estaban abiertos.

- Hola mi amor – lo salude con una sonrisa, que ni queriendo se me borraba - ¿Cómo te sientes?

- Un poco aturdido – confeso, seguramente por el efecto del anestesia – pero bien – me miro fijo - ¿los viste? – asentí ampliando mas mi sonrisa.

- Son tan perfectos – le conté – pequeñitos, pero hermosos – el sonrió y unas lagrimas descendieron de sus pedacitos de cielo. Se las limpie con mis dedos delicadamente – están bien, deben pasar unos días en la incubadora, pero no corren ningún peligro – el cerro los ojos – lamento haber hecho que se adelantara el nacimiento, no pensé en eso la verdad.

- Descuida – dijo quedito – aunque debes ser el único al que se le ocurre sorprender a su muy embarazada pareja de esa manera – sonrió y lo imite – eres un bobo.

- Pero soy tu bobo – me acerque dejando mi cabeza en su pecho para que me acariciara el cabello – lo siento mucho.

- Ya bobo, ya paso, yo estoy bien y los niños igual – suspire cerrando los ojos, era muy relajante estar así - ¿y Dei?

- Se fue a ver a los bebes, seguro viene en un rato a reclamar su lugar de hermano – comente sin cambiar la postura – le dije a la enfermera los nombres que habíamos escogido – asintió – Akira y Takeshi.

- Son nombres hermosos – dijo - ¿sabes? En el fondo yo sabia que serian dos varones, cuando decidimos los nombres sentí que esos eran los correctos.

- El sexto sentido de la madre – bromee y me jalo el cabello.

- No soy madre, soy padre doncel – aclaro – no soy una mujer dattebayo.

- Lo se amor – me senté para darle un cálido beso en los labios – eres un doncel, mi doncel ¿verdad? – asintió con las mejillas sonrojadas – pero aun no me respondiste.

- ¿Qué cosa? – pregunto intrigado.

- Si te gusto la casa y cuando vamos a vivir juntos – el suspiro.

- No vi mucho de la casa – aclaro – pero se la veía bonita y el vecindario igual – asentí.

- Hay un escuela excelente a unas cuadras, un parque, un centro comercial – suspire, había pensado en todo cuando elegí la casa – y no se han registrado crímenes ni accidentes en los alrededores en los últimos ocho años.

- Si que investigaste – exclamo sonrojado.

- Claro bebe, no puedo exponer a mi familia a peligros innecesarios, tengo que cuidar todos los detalles – el negó con la cabeza.

- No se como haces para vivir pensando tanto – sonreí – de verdad necesitas relajarte un poco a veces.

- Ya lo se, tu me relajas – volví a acomodarme en su pecho – nada es mas relajante que esto.

- Mi bobito – dijo tiernamente.

- Y ya deja de cambiar de tema y responde – ordene y me jalo los cabellos – por favor – agregue con sarcasmo.

- Así esta mejor, pero solo un poco – se quedo callado unos instantes - ¿estas seguro que quieres eso? – Me senté para mirarlo - ¿quieres tener a un adolescente y a dos bebes en tu casa?

- Si no lo quisiera no te habría propuesto nada – dije serio.

- Pero Gaara, son muchas responsabilidades, no dormir de noche, cambiar pañales, el pediatra – le puse un dedo en los labios.

- Lo se Naru, estoy muy al tanto las obligaciones que conlleva el ser padres y estoy dispuesto a afrontarlas.

- Es que no entiendo por qué – se quejo.

- Porque te amo – al parecer no lo entendía del todo – mira no sé que significa para ti la palabra amor, teniendo en cuenta que el bastardo de tu ex te dijo que te amaba y luego te dejo es comprensible que desconfíes – cerré los ojos – pero para mi amarte significa estar contigo siempre, en las buenas y en las malas, de manera incondicional. Cuidándote, mimándote, regañándote cuando sea necesario – sus ojitos estaban llorosos de nuevo – quiero todo de ti, y quiero todo contigo ¿lo entiendes? – Asintió en silencio – y si piensas que no estas listo para un compromiso tan grande conmigo lo entiendo. Igual pienso que deberías mudarte a la casa con los niños, yo seguiré viviendo en mi departamento – me puse de pie – apresure las cosas, lo lamento pero hay veces que olvido que solo eres un  niño.

- Yo no soy un niño – se quejo.

- No lo digo de mala manera, pero es que aun te quedan muchas cosas por vivir, y fui muy egoísta al pedirte que dejes todo para venir conmigo, aunque jamás te prohibiría nada que desees ¿lo sabes verdad? – Otro asentimiento – me encantaría que acabaras el colegio y luego fueras a la universidad, tengas amigos, salgas, viajes, no quiero que te prives de nada.

- Gaara – susurro.

- No digas nada, fue un error de mi parte ir tan deprisa, lo siento – me dolía decir esas palabras, pero en mi afán de tener una familia había dejado totalmente de lado los deseos de Naruto, no había considerado ni por un instante que querría el. Simplemente decidí por los dos y actué impulsivamente. Fui un tonto y por eso me estaban rechazando.

- Gaara ven aquí – pidió ya que me encontraba junto a la ventana. A paso lento me acerque pero me senté en la silla que había junto a su cama, nos miramos a los ojos unos instantes – has supuesto muchas cosas pelirrojo – dijo tiernamente – en primer lugar yo no dudo de tu amor, si lo hiciera no estaría contigo ¿entiendes? – Asentí – en segundo lugar Sasuke y tu no tienen nada que ver el uno con el otro, así que deja de compararte con el, no tiene sentido, tu lo superas en todo – sonreí levemente por esa confesión – no estoy dudando de tu propuesta porque sienta que me voy a quedar sin vivir cosas ¿sabes? Desde el momento en que decidí dejar a mi familia y vivir por mi cuenta me propuse hacer precisamente eso, vivir a mi manera sin rendirle cuentas a nadie de nada es por eso que no me preocupa que tu me prohíbas o no cosas, porque si lo hicieras de todas maneras no te obedecería ¿entendido? – asentí nuevamente – lo que me preocupa eres tu, soy yo el que tiene dos hijos, el que tiene que desvelarse y posiblemente dejar de lado muchas cosas que hacen los de mi edad por que voy a tener que criar a mis hijos, pero no corresponde que lo hagas tu, no quiero que cargues un peso que no te corresponde y te sacrifiques.

- A ver Naru – la charla me estaba poniendo nervioso ¿acaso no entendía que lo quería todo de el? – Esos dos pequeños angelitos que están en la sala de neonatología son mis hijos – recalque las ultimas palabras - ¿lo entiendes? Míos, no importa que pase entre tu y yo, ellos son mis niños y no voy a dejar de lado mis responsabilidades con ellos.

- ¿Lo dices en serio? – pregunto mordiéndose el labio para no llorar.

- ¿Acaso parezco alguien que bromearía sobre eso? – Negó con la cabeza – lo digo en serio. Te amo a ti y quiero pasar mi vida a tu lado. Amo a los niños y lo voy a hacer hasta que me muera, si lo hacemos juntos o separados es decisión tuya, ya sabes que es lo que yo quiero – y me cruce de brazos, me dolía su desconfianza, la entendía pero igual me molestaba.

- Gaara – me llamo y lo mire – ven aquí por favor.

- No quiero golpearte las heridas – replique, porque en realidad me sentía un poco ofendido.

- Ahora – ordeno elevando un poco el tono de voz y no me quedo otra que obedecer me senté en la cama, él se enderezo y antes de decir nada tomo mi rostro entre sus delicadas manitos y me beso dulce y cálidamente – eres un bobo, pero así y todo te amo – lo dijo, me dijo que me amaba, interiormente saltaba de la felicidad – y si es tu deseo yo estaría mas que feliz de comenzar una vida juntos ¿estas listo para lidiar con tres niños? – sonreí y volví a besarlo.

- Claro que si bebe, yo voy a encargarme que tu y esos chiquillos salgan bien criaditos – reímos por eso y pegamos nuestras frentes, mirándonos a los ojos, disfrutando de la compañía – entonces ¿si te mudas conmigo? – quería asegurarme, el blanqueo los ojos.

- Si baka, me mudo contigo y nuestros hijos – volví a besarlo, en los labios, las mejillas, la nariz, la frente, por todo su hermoso rostro, hasta que un carraspeo nos hizo separarnos. Deidara y la doctora estaban dentro de la habitación. Me puse de pie y la doctora se acercó a mi rubio.

- ¿Cómo te sientes? – pregunto.

- Muy bien dattebayo – respondió – aunque muero de ganas de ver a mis bebes.

- Mañana te llevaran a neonatología, hoy es necesario que te quedes en la cama, por la cirugía – asintió con el rostro triste - ¿quieres estar sano para tus hijos verdad?

- Si – dijo tímidamente.

- Entonces hazme caso y quédate hoy en cama – asintió resignado – de todas maneras voy a mantenerte informado si sucede algo con los pequeños, aunque no tienes que preocuparte porque están muy bien – Naru le sonrió – bueno nos vemos luego, si necesitan algo me llaman ¿tienen mi numero personal? – Me pregunto y asentí – muy bien, muchas felicidades de nuevo, los niños Subaku no son los mas bonitos de la sala – la doctora se fue y sentí las miradas de los dos rubios sobre mi.

- ¿Subaku no? – pregunto Deidara.

- Dei, es el apellido de Saso-chan, recuerda que el me adopto – suspire – es lo mas lógico.

- Dudo que Gaara haya puesto el apellido pensando en Sasori – siguió mi cuñado - ¿verdad Gaara?

- La enfermera dio por sentado que yo era el padre y lo anoto sin que pudiera evitarlo – respondí – pero eso ya lo habíamos hablado ¿verdad? – Naruto estaba serio – los niños son mis hijos.

- Si Gaara – dijo Naruto.

- Pero lo que hiciste no se debe – siguió Deidara – lo que correspondía era iniciar el tramite de adopción por tu parte luego de que te casaras con Naru, ahora va a figurar que son tus hijos bilógicos cuando no lo son.

- Para mi no es relevante – dije serio.

- Pero es ilegal – siguió el – alguien podría demandarte.

- No pasara, si alguien dice algo mentiremos que Naru me engaño diciéndome que si eran mis hijos, la gente lo hace todo el tiempo – replique, Dei frunció el seño – no lo hice premeditadamente, me preguntaron mi apellido y lo di, después me entero que era para completar la partida de nacimiento de los bebes, no va a pasar nada Dei, tranquilo.

- Eso espero Gaara, yo hubiera preferido hacer todo legal para evitar problemas futuros – cerré los ojos.

- Cualquier problema futuro que venga voy a hacerme cargo ¿lo entiendes? Nadie va a dañarlos, porque son mi familia – el asintió – y eso te incluye a ti, al idiota de tu novio y a tu adorable hija ¿si?

- Gaara con esa labia deberías ser abogado o político – bromeo mi cuñado – puedes convencer a cualquiera de cualquier cosa.

- Es un don que tengo – fingí modestia y reímos - ¿a ti te molesta lo que hice? – le pregunte a mi rubio sujetando su mano.

- No – dijo sincero – creo que fue lo mejor, después de todo son tus hijos solo agilizamos los papeles.

- Te tiene idiotizado hermanito – bromeo Dei – pero confió en que harás solo lo mejor para mi Naru y mis sobrinos.

- Claro cuñadito, pero te informo que es mi Naru, no el tuyo – lo abrace posesivamente por los hombros.

- Nada de eso, antes de ser tu pareja era mi hermano, así que es mas mio que tuyo – se quejo Dei.

- Nop, Naru es mio y de nadie mas – y di por finalizada la charla.

- Ya veremos cuando los niños crezcan – se burlo Dei – es sabido que los varones desarrollan mucho el complejo de Edipo con sus padres donceles.

- Yo me hare cargo de enseñarles que su papi es mio y solo lo comparto con ellos – claro que lo haría.

- Gaara no vas a pelear con los niños – dijo Naruto – ellos necesitan a su papi.

- Y yo necesito a mi doncel – nadie iba a ganarme esa discusión y así estuvimos por horas, los tres riendo y hablando idioteces. Mis hermanos pasaron a saludarnos y dejar regalitos, aunque también habían mandado unos cuantos a la casa. Sasori fue a cerrarla y llevo a la vecina que había cruzado en mi salida al hospital. Nos felicito y se ofreció en ayudarnos con todo y cuidar de la casa siempre que quisiéramos. Deidara se ocupo de trasladar las cosas de mi solcito a nuestra casa junto con la de los niños así cuando le dieran el alta nos mudáramos a ella. Estaba muy emocionado por comenzar la convivencia con mi familia, me sentía el hombre mas afortunado del mundo entero.

Notas finales:

Hay mi Gaarita, es taaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan todo, yo quiero uno asi ¿porque no consigo?

Me frustro yo sola describiendo hombres tan perfectos y despues cuando conozco alguno real caigo en comparaciones que no favorecen al verdadero... pobre de mi, pobre de mi.

Espero que hayan disfrutado y no hagan a caso a mis desvarios, estoy medicada (para el resfrio, no piensen mal)


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