A pesar de que ya habían pasado varios días desde el incidente de la luz, los miembros aún no podían olvidar la vergüenza que habían sentido y los problemas que todo aquello había provocado, y aunque trataron de hacer como si nada hubiera sucedido seguían sintiéndose incómodos, Heechul no paraba de lanzarle miradas recriminatorias a Siwon mientras éste sólo huía para evitar cualquier discusión, Ryeowook casi no le dirigía la palabra a Yesung, Sungmin y Kyuhyun evitaban verse a los ojos, Donghae y Eunhyuk sólo se sentían indignados con los demás y Leeteuk veía con recelo a cualquiera que se acercara a Kangin porque sabía que alguno de ellos le gustaba su dongsaeng, a veces Shindong se sentaba cómodamente en la sala a comer patatas fritas mientras observaba la obra completa.
Ese día era sábado, no tenían programada ninguna práctica ni evento por lo que aprovecharon a despertarse hasta tarde y a deambular en pijamas por ambos departamentos; Ryeowook se encontraba desayunando frutas tranquilamente en la cocina cuando vio que entró Sungmin saludando, el más bajo lo miró detenidamente, su hyung llevaba un pijama azul, detalle que no le pasó desapercibido, lo observó hasta que se dirigió a tomar un vaso, luego lo siguió con la mirada hasta la despensa.
— Ryeowook, ¿Puedo saber por qué me miras tanto el trasero?
— ¿Qué?
— No me molesta que la gente me mire el trasero, por algo lo ejercito mucho pero lo tuyo ya es descarado.
— ¿De qué me hablas?
— ¡Ryeowook, me estabas mirando el trasero!
— ¿En serio? Lo siento hyung, no me di cuenta…
Sungmin lo miro fijamente tratando de descubrir alguna mentira pero sólo pudo ver en la mirada del menor confusión y curiosidad.
— Ya sé… ¡Me estabas mirando para comprobar si uso ropa interior de mujer! ¿Verdad? ¡Eres horrible Ryeowook!
— ¿Qué? ¡Claro que no! —. Pero no pudo agregar más, se dio cuenta que de forma inconsciente eso es lo que quería ver.
— Perdóname, sí es verdad, pero no lo hice a propósito, es que es muy raro que uses ropa interior de mujer.
— Maldito el infeliz chismoso que contó ese secreto.
— Yo aún me siento mal por lo que escribieron de mí y cómo Yesung en el fondo piensa lo mismo.
Sungmin iba a sentir pena por Wookie pero recordó que igual de él mismo escribieron una obscenidad, lo invadió la frustración porque los pervertidos se habían salido con la suya.
— ¿Sabes qué? Esto no se va a quedar así, vamos a averiguar quiénes fueron los lujuriosos que escribieron esas cosas de nosotros.
— ¿Qué lujuriosos? —preguntó Leeteuk entrando a la cocina.
Los cuestionados guardaron silencio, Sungmin decidió darle un giro al asunto.
— Desde aquella noche cuando se revelaron los secretos todos nos hemos sentido incómodos, ya no es lo mismo: Eunhyuk mira mal a todo aquel que se acerque a su laptop, Heechul siempre está detrás de Siwon tratando de enfrentarlo, Yesung y Ryeowook ya no se hablan como antes, Kyuhyun y yo tampoco, todo por culpa de esos secretos.
Leeteuk se sintió mal por ambos, por otro lado él mismo tenía curiosidad por saber quién había escrito el secreto sobre Kangin, y a la vez sentía miedo, tampoco podía estar sospechando de todo aquel que se le acercara a Kangin, terminaría odiando a todos o volviéndose loco, los menores tenían razón, las cosas no estaban bien y tarde o temprano terminaría afectando sus trabajos.
— Está bien chicos, hoy en la noche nos reuniremos todos y sabremos la verdad.
Luego de una tarde aburrida, el líder estuvo pensando seriamente como podría reunirlos sin que se negaran a la invitación… dejó de quebrarse la cabeza y compró mucha comida.
Sungmin y Ryeowook lo ayudaron a colocar una mesa grande en la sala y acomodaron toda la comida, a mitad de la cena Leeteuk soltaría la bomba y nadie podría escapar porque estarían comiendo, ese era el gran plan.
El mayor le avisó a todos sus dongsaengs que llegaran a cenar y como lo pensó, ninguno se negó, mientras fuera gratis todos llegarían corriendo a comer; ya todos sentados comenzaron a disfrutar de la comida en un ambiente tranquilo, aparentemente.
— ¿Leeteuk se puede saber qué ocasión celebramos? Es que normalmente no comemos así, la cena se ve muy cara.
El aludido miró serio al preguntón de Donghae mientras masticaba un bocado, se supone que nadie debía cuestionarse la ocasión, se darían cuenta que todo era una trampa.
— Donghae tiene razón, casi nunca invitas nada y cuando quieres invitar la comida siempre me pides que coopere contigo.
Ahora el bocón de Kangin, terminó de masticar y tragó.
— ¿Su hyung no puede de vez en cuando invitarles a comer algo caro?
— No —respondieron todos.
— Todos son unos horribles tacaños, por eso estoy aprovechando a llenarme —soltó Heechul sirviéndose más de todo.
— ¿Pues saben qué? Tuve ganas de darles un detalle, como líder y hyung de todos me siento comprometido en hacerlos sentir bien, como grupo, como familia, como uno mismo…
— Ya córtale al discurso, ¿Qué es lo que quieres? —interrumpió el maknae.
Leeteuk miró mal a Kyuhyun y azotó los palillos contra la mesa.
— Está bien, vamos a discutir sobre los secretos de la noche que se fue la luz.
En ese momento todos dejaron de comer.
— ¿Leeteuk no es mejor olvidar todo eso? —sugirió Siwon muy angustiado, sabía que todo iba a terminar mal.
— No, no lo vamos a olvidar, si no se han dado cuenta desde aquella noche todos nos hemos distanciado un poco, ya no nos comportamos igual con los demás, tratamos de olvidar lo sucedido pero sólo nos esquivamos, si no le ponemos solución a esto comenzará a complicarnos el trabajo y no podemos estar arrastrando nuestros problemas personales al público y en especial a ELF.
Los demás asintieron, la tensión comenzaría a notarse en las entrevistas, en los programas y principalmente en las presentaciones cuando tuvieran que hacer fanservice, se percibiría el rechazo entre los miembros por todos los malentendidos.
— Ya que estamos de acuerdo, los autores tendrán que revelar qué secreto fue el suyo.
— ¿QUÉ? —. Todos se sorprendieron de muerte.
— Yo creo que las cosas se pondrán peor si sabe quiénes escribieron los secretos.
— Kyuhyun eso me hace pensar que tú escribiste uno de los secretos polémicos —le respondió el líder.
El menor se calló mordiéndose la lengua, los demás se encontraban nerviosos, preocupados, la situación se había vuelto muy tensa.
— Voy a empezar, recuerdo perfectamente los 7 secretos que leí, el primero fue: me gusta Kangin, y bien, ¿A quién le gusta Kangin?
Más de uno estuvo tentado en hacer una broma pero al ver la mirada terriblemente seria del mayor desistieron.
— Yo fui…