Ellos estaban en camino al apartamento de Naruto para darle la bienvenida después de estar en una misión por una semana entera. Sakura llevaba una bolsa de fideos instantáneos, los favoritos de Naruto. En cuanto a Ino, tenía un ramo de flores, diciendo que era para darle un toque femenino al apartamento desordenado de Naruto.
Se acercaron a la puerta con la espiral anaranjada en ella. Sakura levantó la mano para tocar, pero se detuvo al escuchar un ruido extraño. Ella miró a Ino y la rubia se encogió de hombros. ¿Qué podría estar detrás de la puerta? Sabían que Naruto estaba de vuelta, ¿pero estaba con alguien? Ellas dieron un paso adelante y escucharon detenidamente.
“Deja de moverte tanto”
Sasuke, ¿qué está haciendo aquí?
“Me duele, ¿qué quieres que haga?” Protestó Naruto.
“Te advertí que lo haría, pero como siempre no me hiciste caso”
Un gruñido se escuchó y luego un gemido, no sabían si era de dolor o... algo más.
“Ouch!” Dolor aparentemente.
“Relájate, no te dolerá tanto una vez que te acostumbres”
“Lo estoy intentando, pero me duele mucho” Naruto susurró.
“Sólo un poco más” dijo Sasuke.
Sakura se apartó de la puerta y lo hizo Ino. Se miraron entre sí, cada una con el ceño fruncido en confusión, un rubor cubriendo sus pálidas mejillas.
“¿Qué diablos están esos dos haciendo ahí?” Preguntó Ino.
“No estoy segura, pero lo voy averiguar”
“¿Estás segura de que es una buena idea? ¿Y si están...ya sabes, y los interrumpimos?”, preguntó Ino, su rubor oscureciéndose.
“No me importa si están o no. ¡Quiero saber lo que están haciendo!” Sakura exclamó obstinadamente.
“Sakura, por favor...”
Sakura no escucho, ella estaba decidida a averiguar lo que los dos ninjas estaban haciendo, cueste los que cueste. Giró el pomo y entró en la habitación, con los ojos cerrados por si las dudas y dijo:
“¿Qué demonios están haciendo?”
Naruto miró a la adolescente de pelo rosa confundido. Sasuke la miró como si ella era la chica más tonta del mundo, lo que probablemente era; según él.
“Tal vez si ha abres los ojos...”, dijo en un tono monótono.
“No, no quiero ver lo que ustedes están haciendo”
“Entonces, ¿qué diablos haces aquí?”, Se preguntó con un suspiro molesto.
“Sakura-chan, sólo abre los ojos”, dijo Naruto, rodando los ojos.
Y así lo hizo. Lo que vio no era lo que ella esperaba. Naruto y Sasuke estaban sentados en el suelo. El rubio estaba sin camisa, de espaldas a Sasuke, mientras que el adolescente de pelo negro aplicaba algún tipo de ungüento en la espalda cubierta de cortes y moretones. Sakura se sonrojó y apartó la mirada avergonzada.
“¿Qué pensaste que estábamos haciendo?” Sasuke preguntó.
“¡Nada! Aquí tienes Naruto, bienvenido” Y desea se dirigió a la puerta.
Segundos después entro Ino, quien había observado cómo la chica de pelo rosa se había humillado en frente a sus amigos y huyó avergonzada.
“Esto es para ti Naruto, bienvenido a casa”, dijo dejando el ramo al lado de la bolsa de ramen.
“Uh, gracias”, dijo sonriendo. “¿Sabes lo que le pasa a Sakura-chan?”
“No tengo idea”, respondió ella. “Hasta luego chicos”
Les sonrió y salió del apartamento. Al bajar se encontró con Sakura, quien estaba apoyada contra un poste de luz, jadeando y ruborizada. Una vez llego a ella, Ino se rió de su expresión.
“No era lo que esperabas, ¿eh?” Ino preguntó divertida.
“Ni una palabra Ino-cerda” Sakura advirtió.
“Lo que sea”, respondió el rubio. “Vamos, vamos a conseguir algo para comer”
“¿Tú pagas?”
“No, es tu turno, ¿recuerdas?”
“Está bien”, suspiró la pelo de color rosa.
De vuelta en el apartamento, Naruto y Sasuke estaban riendo.
“No puedo creer que ella pensaba que estábamos... Oh, Dios, ¡que pervertida!” Naruto se rió.
“Bueno, no la culpo, sonaba como si estuviéramos” Sasuke dijo y luego sonrió pícaramente. “Ahora que lo recuerdo, que me debes la última vez”
“¿Cual la última vez?”
“No te hagas el tonto Naruto. Tú me dijiste hace una semana que no podías a causa de tu misión. Tienes libre mañana, así que...” Él se acercó más, mirándolo sugestivamente.
“Pero estoy cansado” Naruto se quejó, con las mejillas ligeramente rosadas.
“Y yo estoy caliente, así que o te empiezas a desnudar o lo haré yo”
“Tienes suerte de que estoy de ánimo, o que estarías durmiendo en el sofá”, el rubio se quejó.
“Sí, como eso fuese a pasar” Sasuke se inclinó hacia delante y chocó sus labios con su amante. “Tú me amas demasiado para hacer eso”
Naruto le devolvió el beso. “Sí, bastardo suertudo”