No podemos dormir si no estás en casa
Abrió los ojos ante la molesta luz anaranjada de su mesita de noche. Se revolvió en la cama un segundo antes de percatarse de la razón de su despertar repentino. El llanto de un bebé se escuchó desde la esquina de la habitación y Kyuhyun se levantó presuroso para llegar hasta él, ni siquiera sabía si había conseguido dormirse.
-No llores -le pidió cogiéndolo en brazos suavemente de la cuna-. ¿Qué pasa? ¿Qué tienes? -le preguntó como si realmente la pequeña criatura pudiese contestarle.
El bebé hipó un par de veces, dejando de llorar al conseguir lo que tanto deseaba, ser abrazado por la calidez de uno de sus appas.
-¿No quieres que appa descanse? -preguntó Kyuhyun empezando a andar con el bebé en brazos, acunándolo suavemente procurando dormirle-. Empiezas a llorar en cuanto estoy a punto de dormirme -se lamentó.
El bebé le miró con unos preciosos ojos color chocolate aún algo húmedos por las cuatro lágrimas que había soltado antes de que su appa llegase a su rescate.
-¿Tienes hambre? -preguntó Kyuhyun-. Quizá un poco de leche caliente te ayude a dormir... -murmuró echando a andar con el bebé en brazos hacia la cocina.
Suho, su pequeño bebé, no tenía más de dos meses, pero Kyuhyun tenía la suficiente práctica en llevarlo en brazos como para poder preparar el biberón únicamente con una sola mano.
Cuando lo tuvo listo, comprobó que la cálida bebida tenía la temperatura correcta y llevó la boquilla del biberón a la boquita de su pequeño hijito. Suho abrió la boca y agarró con fuerza la tetina del biberón bebiendo con ganas. Era un comilón al igual que él. Kyuhyun sonrió al pensar en ello, Siwon siempre decía que parecía que fuese su hijo realmente, pues parecía haber heredado su apetito.
Kyuhyun sostuvo al bebé en su brazo mientras sujetaba el biberón en la boca del pequeño. Decidió andar con cuidado hasta el salón y sentarse en el sofá hasta que el chiquitín saciara su hambre.
Sentado en el mueble, desvió un segundo su mirada del pequeño hambriento y miró el reloj digital del reproductor de DVD. Las tres y media de la mañana, no hacía ni media hora que había conseguido calmar una de las tantas llantinas nocturnas del pequeño antes de acostarse en la cama esperando por fin dormir algunas horas seguidas. Sin embargo, el pequeñín no tenía intención de dejarlo dormir al parecer.
El débil tintineo de unas llaves sonando contra la cerradura de la puerta, le obligó a dirigir su mirada hacia el recibidor, no sin antes echar un vistazo otra vez al pequeño Suho que seguía bebiendo pausadamente del biberón.
Siwon apareció en la entrada, descalzándose en silencio y entrando al comedor procurando hacer el menor ruido posible. Sin embargo, al ver a Kyuhyun sentado en el sofá, abrió los ojos sorprendido un segundo antes de acercarse hasta él.
-Hyunnie... ¿Qué haces levantado a estas horas? -preguntó.
-Suho no me deja dormir -respondió él haciendo un pequeño gesto al bebé que tenía en brazos-. Se pone a llorar cada media hora -le explicó-. Me preocupa, ¿crees que le pasa algo? -le preguntó angustiado.
Siwon acarició suavemente la frente del bebé y después le dio un beso en la cabeza a Kyuhyun.
-No le pasa nada -aseguró-. No tiene fiebre, ni parece enfermo, sólo mira como come -bromeó al ver el biberón prácticamente vacío-. No tienes que preocuparte por nada.
-Ya pero... es que es tan pequeño...
-Los bebés son más fuertes de lo que parecen Kyu. No te preocupes, Suho está bien.
-Me moriría si le pasara algo Hyung... -se lamentó Kyuhyun-. Es el bebé de Ahra...
Siwon se sentó a su lado y pasó un brazo por encima de sus hombros para abrazarlo cariñosamente. Kyuhyun llevaba varios días durmiendo mal, parecía que las pesadillas volvían a acecharle igual que habían hecho dos meses atrás tras la muerte de su hermana en aquel accidente de coche junto a su marido.
-Hyunnie... no llores -le consoló pasando suavemente su pulgar por la mejilla de su chico, secando una diminuta lágrima.
-¿Crees que lo estamos haciendo bien, Hyung? -preguntó Kyuhyun mirando al pequeño Suho.
-Claro que sí Hyunnie. Suho está bien, hemos sabido cuidar de él estos dos meses. Podremos cuidar de él toda su vida, hasta que se haga mayor y ya no nos necesite.
Kyuhyun sonrió melancólicamente. No quería que llegara el día en que aquel pequeño niño ya no le necesitase.
-Ven, dámelo -le pidió llevando las manos hasta el pequeño bebé que ya había terminado su leche.
Lo cogió en brazos y Kyuhyun se puso en pie para llegar a la cocina y dejar el biberón en el fregadero. Siwon acomodó al pequeñín entre sus brazos y siguió a Kyuhyun hasta la cocina.
-Vamos a acostarlo, ¿sí? -le dijo tomándole cariñosamente de la mano para llevarlo hasta la habitación que compartían.
Siwon y Kyuhyun entraron en el cuarto y el primero guió al segundo hasta la cuna blanca de la esquina para dejar en ella al pequeñín. Suho no se quejó de regresar a su cama, todo lo contrario, bostezó cansado y cerró sus ojos despacio dispuesto a volver a dormirse.
-¿Porqué no te metes también en la cama? -le pidió Siwon abrazándolo suavemente por la cintura mientras contemplaban la tierna escena frente a sus ojos-. Te ves cansado...
-¿No te acuestas conmigo? -preguntó.
-Voy a ducharme antes, ¿vale? -respondió-. Ha sido un día agotador...
Kyuhyun asintió y estiró un poco su cuello para darle un piquito antes de soltarse de su abrazo y dirigirse a la cama.
Siwon le vio meterse bajo las sábanas y ponerse de lado, mirando hacia la cuna. Eso le hizo sonreír. Kyuhyun tenía un instinto maternal del que él mismo ni siquiera se daba cuenta. Inconscientemente, siempre tenía un ojo puesto sobre el bebé. Inconscientemente, siempre sabía qué le pasaba al pequeño, siempre sabía cómo calmarle cuando lloraba. No podía entender como aún pensaba que no estaba haciendo un buen trabajo con el pequeñín. Sonrió otra vez y echó a andar hacia el baño, no sin antes acercarse a la cama y depositar un suave beso sobre la mejilla de Kyuhyun, el cual abrió los ojos sorprendido ante el contacto, pues creía que Siwon ya estaría en el baño.
-Duerme bien -susurró Siwon y se metió en el baño.
Después de ducharse, salió de vuelta a la habitación con una toalla sobre la cabeza y otra anudada en su cintura. Se acercó al armario, sacó su pijama y se vistió antes de regresar al baño a secarse el pelo y dejar las toallas en su lugar.
-Wonnie -le llamó Kyuhyun en un murmullo al oírle salir del baño-. Ven a la cama -le pidió.
-¿Todavía sigues despierto? -preguntó Siwon metiéndose bajo las sábanas a su lado.
En seguida sintió a Kyuhyun acercarse a él en busca de un cálido abrazo como sólo él podía proporcionarle.
-Tienes razón cuando dices que Suho y yo nos parecemos -comentó el chico.
-¿Mm? -preguntó Siwon sin comprender a qué se refería.
-Ninguno de los dos podemos dormir si no estás en casa -respondió Kyuhyun acercándose más a él.
Siwon se volteó y pasó una mano sobre la cintura de Kyuhyun, atrayéndolo hacia él hasta que lo tuvo pegado a su pecho, completamente rodeado por sus brazos.
-Puedes dormir ahora -aseguró Siwon conmovido-. No me voy a ir a ningún lado.
Kyuhyun sonrió como un niño pequeño y se apretó contra él. Siwon agachó un poco su cabeza y le dio un beso en la coronilla a Kyuhyun.
-No voy a volver a trabajar hasta tan tarde -le prometió-. No puedo dejar que mis niños tengan insomnio por eso.
Kyuhyun alzó la cabeza y le sonrió antes de estirarse un poco y darle un piquito.
-Te quiero hyung.
-Y yo a ti Kyu -confesó-. Ahora descansa.
Kyuhyun asintió y regresó a su posición inicial, colocando su nariz en el cuello de Siwon sintiendo aquel embriagante aroma de su jabón.
Y de ese modo, envuelto en el abrazo de su amor, oyendo el suave sonido de la profunda respiración acompasada del pequeño Suho dormido en su cuna, Kyuhyun por fin pudo dormirse completamente en calma. Sin pesadillas, ni molestas preocupaciones, porque cuando Siwon estaba a su lado, todas ellas parecían desaparecer completamente. Ahogadas en la ternura y cariño que el mayor siempre le proporcionaba.