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El mejor día. por BaniaticaFer

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Notas del capitulo:

e . é Bueno~ xD Esto se me ocurrió cuando leía una entrevista que tuvieron los bananos. Me dio tanta risa que mi mente se puso a planear e imaginar todo e . é y quedó esta cosa fea. Dejen RW *^* [dudo que alguien lo lea pero bueh~ si alguien lo hace... ¡Dejen amor ¬¬"! (?

—Deullie~ —dijo Baro después de terminar toda aquella entrevista, de verdad estaba agotado y lo que más quería era descansar junto a su pato.

 

—Aléjate —bufó enojado Sandeul mientras se alejaba de él con una mueca de enojo. Baro le miró con sorpresa, ¿qué había pasado? ¿Acaso era porque dijo aquello de las chicas? Si era así Sandeul debía comprender que solo era por la entrevista y para no quedar mal.

 

— ¿Qué pasó Deullie? —preguntó preocupado mientras se acercaba de nuevo. Pero solo recibió un pucherito y una cara triste que no pudo resistir —Aww~ te ves tan lindo —soltó mientras estaba a punto de tragárselo de la ternura.

 

—Pues eso no dijiste afuera "No le encuentro el lado sexy a Sandeul" —imitó con humor la voz de la ardilla y este sonrió con gracia.

 

—Así que era eso —comprendió mientras abrazaba por detrás a Sandeul y este seguía haciendo su puchero, de verdad lo había molestado. Va, que tal vez no era la persona con mejor físico y que a veces -por no decir siempre- era escandaloso, pero, no era tan feo, ¿o sí? —Eres hermoso, y te lo repetiré toda la noche para que me perdones. ¿Sí? —respondió besando el cuello del mayor el cual solo se dejó hacer, dejándose llevar por las caricias de la ardilla que le susurraba lentamente lo sexy, hermoso y ardiente que era.

 

 

—Chicos, iremos a comer afuera. ¿Vamos? —interrumpió ShinWoo con una pregunta a lo que los chicos se separaron.

 

—No Hyung. Sandeullie me ayudará a algo que tengo pendiente en el apartamento. Es más, nos vamos ya. ¡Cuídense y no lleguen tarde! —gritó lo último ya que había empezado a caminar con Sandeul cogido de la mano prácticamente arrastrándolo.

 

Baro abrió la puerta del apartamento y esperó a que Sandeul entrara. Este estaba con la mirada baja, y sonrojado; ya sabía que iba a pasar.  

El menor lo acorraló contra una de las paredes y empezó a besarlo con desespero y lujuria, aun ni prendían las luces y ni tenían intenciones de hacerlo.

Abandonó su boca para bajar lentamente dando pequeños mordiscos en aquella piel blanca hasta que se topó con su molesta camisa, se quedó besando el cuello del pato mientras sus manos se deslizaban debajo blusón, masajeando suavemente cada parte hasta que le quitó aquella prenda molesta. Sus labios bajaron de nuevo topándose con los pezones del mayor, le encantaban. Empezó a jugar con uno de ellos con su boca, succionándolo y mordiéndolo y el otro lo consintió con su mano, masajeándolo  en forma circular y jalándolo un poco haciendo que el castaño soltaras algunos jadeos. Dejó de jugar con aquellos botones rosa —ya erectos —, y siguió bajando dejando un pequeño rastro de saliva. De nuevo algo le impidió seguir bajando; le molestaba de sobremanera así que no esperó y casi literalmente arrancó los pantalones de Sandeul, el cual solo se dejaba hacer; tenía un gran sonrojo y los ojos entreabiertos, agradeció que todo estuviera a obscuras.

Baro masajeó por encima de la tela el ya erecto miembro de Sandeul y lambió sus propios labios. Bajó también el bóxer y consintió al “amiguito” del pato. Manoseó lentamente la punta con sus dedos en forma circular sintiendo un suave líquido empezar a salir. Rosó con la puta de la lengua aquella zona provocando un gemido ahogado por parte de Sandeul.

 

—Que sexy —susurró con una sonrisa recibiendo un golpe por parte del pato a lo que Baro rio. Se metió por completo el miembro en su boca, y empezó a succionar mientras también jugaba con su lengua.

 

—Ahh… B-Baro… Agh —Sandeul tiró la cabeza hacia atrás pegándose con la pared, pero no le importó, por el contrario este acto hizo que sus caderas se tiraran más hacia adelante haciendo que Baro mordiera un poco su miembro sacándole otro sonoro gemido a Sandeul por lo que Baro empezó a chupar más rápido —. Baro… ahh… v-voy ahh… voy a correrme… ahh —intentó separarse pero la ardilla no lo dejó, al contrario, succionó con tanta fuerza que Sandeul no resistió viniéndose con un sonoro jadeo en la boca de Baro.

 

El chico sonrió mientras subía de nuevo a los labios del pato, dándole un beso y al mismo tiempo pasándole un poco de semen que aún tenía en la boca; Sandeul quiso escupirlo pero la boca de Baro no lo dejó por lo que terminó por tragarlo.

Baro tomó la mano de Sandeul y lo dirigió a la habitación haciendo que se quedara de espalda en la orilla de la cama, acarició su cuerpo hasta llegar a lo que más le gustaba: su trasero. Era hermoso, blanco, grande, ahh.

 

—Hermoso… Sandeul, eres hermoso. ¡Me pones demasiado! —dijo mientras tomaba las grandes caderas del pato quien solo hizo un sonido de desagrado con la boca, aunque en realidad le encantaba que Baro dijera aquello.

Baro lamió toda la espalda de Sandeul haciéndolo estremecer, pero más lo logró cuando llegó a su trasero y lo abrió lamiendo con suma dedicación su entrada, jugando con su lengua haciendo círculos y presión al mismo tiempo hasta que su entrada se fue acostumbrando, metió dos de sus dedos con facilidad, entraban y salían, luego fueron tres. Baro jugaban con aquella entrada y aquel hermoso trasero mientras Sandeul solo gemía completamente a su merced.

Sandeul se giró un poco intentando agarrar el miembro de Baro, también quería escucharlo gemir pero Baro lo hizo girar de nuevo.

 

—Hoy no patito. Hoy te complazco yo a ti… —le informó con una sonrisa sin dejar de abrir y cerrar su dedos dentro de Sandeul —… porque eres hermoso —susurró en su oído provocando que se estremeciera y soltara un pequeño gemido. Baro sacó sus dedos y los cambió por su miembro que introdujo lentamente. Sandeul se sorprendió por la intromisión, pero no dijo nada solo se pegó más a la baranda de la cama y se preguntó en que maldito momento Baro se había quitado la ropa. Después de un momento Baro sintió como Sandeul se empezó a mover lentamente soltando pequeños y tímidos jadeos.

 

—Carajo… ahh… Sandeul… ahh… eres tan estrecho, me encanta… aghh —gemía entre palabra Baro mientras envestía al pato con esfuerzo provocando que Sandeul también gimiera al escuchar aquello.

Baro entraba y salía fuertemente de Sandeul pegando su pelvis cada vez más fuerte contra el trasero del pato.

Las envestidas eran cada vez más rápidas y al mismo tiempo Baro empezó a masajear el de nuevo erecto miembro del pato sacándole más gritos de placer y al escucharlo él también dejaba salir unos cuantos gemidos. La cama se golpeaba fuertemente contra la pared por el movimiento brusco de los dos chicos y para ellos ese sonido de vaivén junto con el de su cuerpo pegando era sumamente excitante.

 

—Ahh, Baro… ahh, voy a venirm… aghhh… —gimió al sentir el miembro de Baro pegar con algo que le hizo ver estrellas y olvidarse de todo —Ahh… ahí Baro… ahh, más… más… ¡ahh! —gritó dejándose caer mientras se corría en la mano de Baro y apretaba su interior por el orgasmo apretando más el pene de la ardilla que gimió al sentirlo y dando la última estocada en aquel punto también se corrió cayendo junto a Sandeul. Se salió lentamente de Sandeul dejando salir junto con él el líquido blanco que había dentro del pato.

 

— ¿Sabes que es más hermoso que tú? —le preguntó Baro regulando su respiración.

 

— ¿Qué? —susurró el pato bastante cansado.

 

—Tus gemidos pidiéndome más —rio Baro mientras recibía otro golpe por parte del pato que estaba totalmente rojo.

 

Baro tomó cargado a Sandeul y lo adentró en el baño; se lavaron entre besos y caricias tiernas y al final, como vieron que no llegaban los demás chicos se acostaron juntos con sumo agotamiento, después de unos minutos Baro habló.

 

—Te amo, Sandeul... —susurró más para sí mismo que para el pato mientras con las yemas de los dedos se paseaba lentamente por la piel nívea y suave del mayor, el cual se había sorprendido un poco. Siempre pensó que para Baro solo era un juguete, alguien con quien quitar su estrés y a veces, cuando no hacían esas cosas... su mejor amigo. Entonces, ¿Baro de verdad lo amaba? Su corazón dio un vuelco y un calor lo invadió. Baro pensó que Sandeul estaba dormido y por ello siguió hablando. Le daba miedo ser escuchado, perder su amistad, su conexión ¿y si Sandeul no lo amaba tanto como él lo hacía?

 

—Nunca me abandones... te amo, no me dejes... —susurró en voz demasiado baja, casi imperceptible para el pato. Nunca lo hubiera dicho si no hubiera pensado que Sandeul estaba totalmente dormido, era vergonzoso. Intentó dormirse sin dejar de acariciar a SU Sandeul y estaba a punto de conseguirlo hasta que oyó un pequeño susurro.

 

—Yo te amo más..., nunca te dejaré y no lo hagas tu tampoco —solo eso bastó, no hubo que hablar más, las palabras ya no eran suficiente para explicar lo que sentían. Baro simplemente se acomodó abrazándolo con fuerza, besó su frente y se dejó caer en un sueño profundo, reconfortarle, hermoso; al igual de Sandeul.

 

Ambos estaban felices, había sido la mejor noche. Tal vez Sandeul debería enojarse más seguido con Baro porque le dijera que no era sexy.

Notas finales:

Y... si. -huye y deja un cartel: "Perdonen esta... emmm, ¿cómo decirlo? Cosa tan fea que les he dejado D: no sé hacer lemmon lo sé ù ^ ú Gomen Q ^ Q Pero lean, ¿si? Y dejen su RW~ ~ *^* 


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