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Memorias de un guapo Kai por Malenny

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DÍA 29

Desperté, no quería dormir, no quería desperdiciar mis últimos momentos en casa con Kyungsoo durmiendo, pero el había insistido.
Volteé a mi lado, él no estaba, traidor, me había dicho que se quedaría conmigo toda la noche, seguramente se había ido en cuanto me quede dormido. Soy un débil, no debí pegar los ojos, pensé que solo descansaría por unos minutos pero al parecer mi cuerpo también me traiciono y me dejo inconsciente por toda la noche.
Baje y estaba él preparando el desayuno, era temprano, serian si acaso las 8 de la mañana cuando muy tarde, recordé esos días de escuela, desperdiciados en quejas y berrinches mios.
- Hola – dije y me acerque abrazándolo por la espalda, puse mi barbilla en su hombro y suspire.
- Buenos días – solo eso dijo pero después agrego – ya casi está el desayuno.
Después de unos minutos puso sobre la mesa los hot cakes que tanto me gustaba que hiciera, fruta y avena.
Desayunamos casi en silencio, yo no sabía que decirle, pero tampoco quería estar triste, aunque no podía evitar pensar que solo nos quedaba un día, imagino que él pensaba lo mismo.
- Que ya no vivas aquí…no significa nada –dije al fin - nos seguiremos viendo todos los dias… ¿verdad? – pregunte mientras comía.
- Tal vez – contesto.
- ¿Tal vez?... ¿a qué te refieres con eso?
- Quiero estar contigo Jongin…pero el sábado en la tarde sale mi avión a Japón, estudiare un tiempo ahí de intercambio - ¿Qué? ¿Japón? ¿Cuándo paso esto? Sentí un nudo en la garganta.
- Pero….yo no lo sabia – a decir verdad, no es que supiera muchas cosas de Kyungsoo.
- Planee hacer este viaje desde hace tiempo, pero lo pospuse porque tu padre me insistió en tomar el trabajo – decia casi en voz baja.
- Oh...Suena emocionante…. ¿porque no me lo habías dicho? – mis palabras no sonaban nada felices y casi sonó a un reclamo.
- No lo sé…
- Porque sabias que me podría triste – dije contestando a mi propia pregunta – no quiero terminar contigo – agregue.
- Yo tampoco Kai – dijo serio, de alguna forma me sorprendió su respuesta, pensé que a lo que iba con todo esto era decirme que lo nuestro terminaría.
- …Tal vez te acompañe a Japón – dije con una esperanza – y podamos hacer futuro allá….juntos – comente y él sonrió, quizás no le parecía tan mala la idea.
- Tenemos un día – dijo al final.
- Lo sé – sonreí un poco débil - ¿podemos al menos hacer algo como las parejas normales? – sugerí y el me sonio asintiendo.
- Te espero a las 10 am, en el parque del centro – dije, termine de desayunar y deje mi plato en el fregadero – es una cita, no llegues tarde – sonreí y Salí de la cocina.

Mi reloj de pulso marco exactamente las 10 de la mañana, ahí estaba el, lo vi a lo lejos, estaba solo sentado sobre una banca con las piernas juntas y las manos sobre sus rodillas, su cabello estaba peinado hacia abajo y de lado, le daba un aire dulce y juvenil, vestía ropa casual y bien escogida para la ocasión, estaba impecable, hermoso.
Me acerque a él lentamente con las manos en la espalda.
- Hola – dije amable.
- Hola – me contesto levantando la mirada.
- ¿Cómo te llamas? – le mire con una sonrisa.
- Kyungsoo, ¿y tú?
- Jongin…pero puedes decirme Kai – estire la mano – Me pareció que estabas muy solo aquí ¿Te gustaría tener una cita conmigo? – El tomo mi mano y asintió.
Caminamos juntos un poco tímidos por el parque, compre un helado para el de uno de los puestos que había dentro, compre uno para mi también.
- Gracias, la fresa es mi favorita – me dijo sonriendo.
- ¿Si? El mío es el chocolate…pero también me gusta la vainilla – dije comiendo de mi helado al igual que él.
- Kyungsoo, ¿Quieres pasear en bicicleta? – dije cuando terminamos el helado.
- si – contesto y ambos sa

Salimos hacia donde las rentaban, tomamos una para dos personas, nos subimos y empezamos a pedalear rodeando el parque, pasamos por el lago y vimos a los patos en este, incluso les lanzamos algunas migajas de galletas, seguimos nuestro paseo pero él se cansó, por lo que solo iba sentado en el asiento de atrás disfrutando del paisaje mientras yo le daba a la bicicleta. Cuando el tiempo que teníamos se terminó, regresamos.
Quisimos aprovechar un poco más de tiempo en el parque y compre dos cometas, uno para cada quien, nos fuimos a un lugar despejado y libre de gente, desenrollamos los cometas, el rápidamente logro que el suyo se elevara por el cielo, en cambio el mío parecía rehusarse a subir, por más que yo corría por todos lados, simplemente no quería volar.
- ¡Esto no sirve! – exclame en un puchero.
- Es que no lo haces con amor – me dijo y me mostro la técnica, me dijo como tenía que correr y soltarlo, seguí sus instrucciones y finalmente lo logre. Ahora si parecía como niño de 5 años emocionado con un juguete nuevo.
- Kyungsoo mira…vuela – dije sonriéndole, el sonrió conmigo. Seguía corriendo por todas partes al igual que él.
Hasta que nuestros cometas se enredaron y fue prácticamente imposible despegarlos, a penas que se ponía divertido, suspiramos y nos quedamos sentados en el pasto, descansando.

- ¿No tienes hambre? – pregunte.
- Algo – me miro.
- Vamos por unas hamburguesas.
Caminamos fuera del parque y anduvimos por la banqueta, recorrimos varios locales céntricos de la ciudad hasta que llegamos a un lugar donde vendían hamburguesas deliciosas, si, en “malteadas retro”.
- ¿Les puedo tomar su orden? –

un chico amable, de voz suave y acento extranjero nos atendió.
- Si, queremos dos hamburguesas clásicas, papas y refrescos– dije al mesero.
 - enseguida viene su orden- este se alejó no sin antes regalarnos una sonrisa adornada por un pequeño hoyuelo.
- ¿Que te gusta hacer? – me pregunto.
- Me gusta bailar, la música, y pasar tiempo con mis amigos – sonreí.
- ¿tienes algún animal favorito? – siguió preguntando.
- sí, me gustan los perros – dije al final - ¿y tú?
- Me gustan…también los gatos y los peces – dijo él.
Seguimos platicando mientras comíamos, reímos haciendo bromas de cosas y anécdotas que nos habían ocurrido en el pasado, cosas que el otro desconocía y quisiéramos compartir.
- Mis padres están separados, pero me llevo bien con ambos – me decía – mi hermana está casada, aun no tiene hijos pero espero que sea pronto…me gustaría tener un sobrino – agrego en una hermosa sonrisa.
- Yo no tengo hermanos – dije – debe ser lindo tener alguien con quien compartir momentos o pelear.
- siempre hay alguien – añadió.
- Chanyeol…él es mi mejor amigo, es como mi hermano, mi cómplice de todo –sonreí al hablar de él.

Terminamos de comer y dejamos una buena propina para el mesero que nos había atendido, Yixing era de lo más amable.
- ¿Te gusta el karaoke? – me pregunto.
- No soy muy bueno – dije al mismo tiempo que pasaba la mano por mi cuello un poco avergonzado.
- Yo tampoco…pero es divertido, vamos – su sonrisa me conquisto, por lo que salimos directo al karaoke, pedimos un cuarto para ambos.
Cuando estábamos dentro, nos costó un poco de trabajo decidir que canción queríamos cantar, pero finalmente nos decidimos por una que nos gustó a ambos.
Vaya que tenía una voz hermosa, no sé cómo dentro de ese cuerpo tan pequeño y delgado de encontraba aquella melodiosa voz, quizá desafino un poco, pero era nada a comparación de mí que definitivamente no había nacido para cantar.
Reímos una y otra vez al intentar hacer los pasos seguidos de las canciones, a mí al menos me salían bien los pasos, al final decidimos que el cantaría y yo bailaría. Solo estábamos nosotros dos, pero seguro que nuestro escándalo y risas se escuchaban hasta afuera del local.
- Kyungsoo, tu canto es pobre – le dije jugando y el solo se reía.
- el tuyo lo es – me decía.

Salimos del Karaoke, realmente queríamos aprovechar todo el día para hacer más cosas, y aun nos quedaba tiempo.
- Te apuesto la cena de hoy, a que no me ganas – dije cuando pasamos por un local lleno de juegos y maquinitas.
- hecho – dijo y entramos, nos paramos frente a uno donde te dan dardos y debes lanzarlos a los globos, según los que lances te dan un premio. A cada quien le dieron 5 dardos, yo tenía los azules y el los rojos.
- Los Kyungsoos primero – dije con aire de superioridad, el me contesto la mirada del mismo modo y lanzo el primer dardo, lo hizo con fuerza y ni si quiera dudo o midió la distancia, nada, simplemente lo lanzo y dio en el blanco ¿Cómo le hizo? Suerte de principiante, eso fue lo que pensé.
Llego mi turno de lanzar el dardo, me sentí inseguro, según yo cerré un ojo y lance, afortunadamente le di.
- ¡Sí! – exclame emocionado, el solo sonrió de lado y de inmediato lanzo el otro, justo en el blanco como el anterior.
Hice los mismos pasos que mi tiro anterior pero esta vez falle, estúpidos dardos.
Kyungsoo lanzo todos y cada uno de ellos del mismo modo y todos dieron en el objetivo, yo no lo podía creer, yo apenas había logrado atinar uno.
- Felicidades – le dijo el señor que atendía el juego y le dio un Perrito de peluche gigante a Kyungsoo, este se puso feliz, yo hice una mueca, me habría gustado ganarlo para él.
- Toma – me dijo dándomelo.
- ¿Qué? – abrí los ojos.
- es para ti – me dijo.
- ¿Para mí?
- sí, vas a pagar la cena, al menos quiero que ganes algo – dijo sonriendo pícaro.
- Dame eso – dije arrebatándole el peluche.
Seguimos andando y jugando maquinitas, algunos ganaba yo, algunos el, pero las risas nuevamente se hicieron presentes así como los retos.
Finalmente decidimos tomar un descanso sentados en una fuente, había comprado bubble tea para ambos, así que lo estábamos tomando.
- ¿entonces tienes 18 años? – pregunto.
- Si – dije, era la verdad.
- Entonces soy tu Hyung – agrego.
- Si…pero a mí no me importa la edad – dije antes de que algo más saliera de su boca.
- A mi….me importaba – bebió un poco – ahora no – volteo hacia mi sonriéndome, cuando lo dijo yo sentí que mi corazón emocionado latía mil por hora.
- ¿tienes novia? – pregunte.
- No – me dijo.
- ¿no? – Sonreí
- No me preguntaste si tenía novio – añadió y entonces recordé aquella situación, y se me revolvió un poco el estómago.
- Tengo novio – dijo después.
- ¿ah sí? – le mire curioso.
- Si…casualmente se llama como tú.
- ¿de verdad? ¿Qué más? – quise saber.
- Es un necio, además de ser un niño rico...siempre ha tenido todo y no sabe de las responsabilidades de la vida – fruncí el labio al escucharlo – se queja de todo, quiere que las cosas se hagan siempre como él dice, es un miedoso de los bichos, además de ser un poco babo – yo solo me le quede viendo como diciendo “ ya déjalo así” – Pero…lo quiero y no cambiaría nada de él, porque así es perfecto, es mi babo, mi niño consentido. – dijo y sus mejillas se ruborizaron, casi al instante las mías también lo hicieron – también es muy sexy, no sabes cuánto, creo que él no lo sabe pero tiene una sonrisa que realmente me provoca.
- Estoy celoso de tu novio – dije cuando el hizo una pausa.
- ¿sí?
- Si…él debe ser el hombre más afortunado por tener a alguien como tú.
- sí, debe serlo – dijo sonriendo yo también lo hice.
- Vamos, ya está atardeciendo- caminamos de regreso al auto, nos subimos y conduje hacia un edificio que yo ya conocía, salimos del auto y entramos subiendo por las escaleras hasta la terraza.
Desde arriba se podía ver gran parte de la ciudad, y el cielo naranja de lo que había sido un hermoso día soleado de verano.
Ambos nos quedamos en la orilla observando aquel atardecer, recordé nuestro día en la playa, esos momentos que se me habían quedado grabados.
Sentí sus dedos rosar mi mano tímidamente, tome su mano con delicadeza, nuestro puño se cerró fuerte, ahora no quería soltarlo, voltee hacia él y observe su rostro fijamente, en sus ojos había un brillo, nadie decía nada, pero no es que las palabras fueran necesarias.
Lo abrace contra mi pecho, el me rodeo con sus brazos ocultando su rostro en mi cuello, nos quedamos en esa posición hasta que el sol se ocultó y llego con él la noche.
- Empezara la película – dije rompiendo el silencio.
Bajamos de la terraza y subimos al auto, conduje hasta el auto cinema, esos lugares donde proyectaban una película en una pantalla gigante y todos la veíamos desde nuestros autos. El mío no era convertible por lo que tuvimos que salir y sentarnos sobre el frente del auto para poder ver la película, incluso compramos algunas palomitas.
Pase mi mano sobre sus hombros y el recargo la cabeza en el mío, nos quedamos así mirando aquella película romántica, no es que hubiera puesto mucha atención a esta, más bien me la pase mirando a Kyungsoo, quería grabarme cada expresión de él, cada movimiento y cada facción. Probablemente estuviéramos pasando nuestros últimos días en Seoul, después nos esperaría toda una vida en otro país, en otro ambiente, para empezar de nuevo, juntos.

La película termino.
- Bueno, creo que te debo esa cena – dije, el no quería que deshiciéramos esa posición en la que estábamos, pero era necesario, era momento de irnos. Subimos al auto y nos lleve hasta un restaurante que me gustaba mucho.
Entramos y pedimos mesa para dos, nos asignaron una en el área de no fumadores, en la terraza, se podía ver la calle desde aquí, y el paisaje nocturno, ordenamos un pescado grande para los dos y complementos para comerlo, olía delicioso cuando lo trajeron.
- Di Aaaa – le dije y tome un bocado con mis palillos.
-aaaa – dijo él y metí aquel en su boca- mm, es delicioso – exclamo.
- sí, es la mejor parte, sabe muy rico.
- Kai – me miró fijamente – Gracias por esta cita.
- aún no termina- le dije
-  ya es noche.
- ¿y eso que? La noche aun es joven – sonreí.

Seguimos comiendo, hubo momentos de silencio, en realidad yo me quedaba como pensando en cosas.
- ¿Qué piensas? – me pregunto, seguramente se dio cuenta.
- En lo que le diré a mis padres.
- ¿a qué te refieres?
- No sé cómo se tomaran el hecho de que les diga “Mamá, Papá…Soy Gay y me iré al extranjero con Kyungsoo a vivir felices por siempre” – dije y el soltó una risa al oírme.
- No tienes que venir, si no quieres – me dijo.
- ¿tú no quieres?
- Yo quisiera…pero no debes dejar tu futuro a la decisión de alguien más…si vienes a Japón, quiero que sea porque tu así lo quieres, no por mí – dijo serio, no me gustaba el D.O maduro, me gustaba el infantil que se divertía conmigo.
- Es lo que yo quiero... quizás busque los medios para seguir estudiando allá, no sé si después de irme mis padres quieran seguir manteniendo mis estudios.
-¿Entonces lo decidiste ya?
- Si, nos iremos juntos – le sonreí y tome su mano.

La cena se nos pasó después entre platica y algunas risas, como toda la tarde, no sentimos el tiempo avanzar tan rápido, terminamos y pague la cuenta, salimos del restaurante caminando por las calles iluminadas de Seoul incluso compramos otro de esos churros deliciosos que nos gustaban.
-Iré por otra servilleta – me dijo Kyungsoo dando la vuelta, yo lo espere ahí pues no estaba tan lejos el puesto de los churros, me quede solo por unos instantes, cuando sentí que alguien toco mi hombro, voltee y estaba un hombre frente a mí, de unos 30 y algo.

-Hola, me llamo Chil Hyun
- ¿me habla a mí? – me le quede viendo, el hombre vestía elegante, era alto y hasta un poco atractivo.
- sí, ¿tienes tiempo? Podemos ir por un café.
- No…no tengo mucho tiempo a decir verdad – intente ser amable.
- Bueno, tal vez esto te suene extraño pero te he estado observando hace unos minutos y, hay algo en ti… - extendió una tarjeta frente a mí, yo la tome con ambas manos observándola con los ojos abiertos.
- Me gustaría que te presentaras, te veo futuro….piénsalo muy bien, espero verte ahí – Dijo y se dio la vuelta, yo me quede sin palabras. Justo en ese momento Kyungsoo venia llegando detrás de mí.
- ¿Qué paso? ¿Quién era ese hombre? – me pregunto quedando a mi lado.
- Nada importante – dije y le regale una sonrisa, pero aunque no me creyó mucho, decidió dejarlo así. Puse mi mano sobre sus hombros y caminamos de regreso al auto, subimos y conduje hasta llegar a la casa. Bajamos y nos quedamos frente a la entrada.
- Gracias por traerme – me dijo sonriendo.
- No es nada, Gracias por regalarme esta cita – dije y le regale otra flor besando su mejilla a lo que él se sonrojo.
- Espero que tu novio no se enoje – dije y guiñe el ojo, el me abrazo y beso mis labios.
- No se enoja – me dijo y me volvió a besar, fue un beso lento y dulce, después de un rato entramos a la casa dejando todas nuestras cosas sobre la sala.

- ¿me dirás que fue eso que te dijo ese hombre? –sabía que no se quedaría con la duda, suspire, después de todo no podía haber secretos entre nosotros, no ahora que éramos una pareja formal.
- solo es es…. Esto – le dije enseñándole la tarjeta, él la tomo y leyó todo.
- ….. Fecha de audición… 6:00pm – solo lo último lo leyó en voz alta.
- ¿es lo que creo que es? – me miro abriendo los ojos yo solo asentí.
- La empresa más importante del entretenimiento de Corea te mando una fecha de audición, Kai, ¿sabes lo que eso significa? – yo solo me le quede viendo, no sabía que decir.
- Te están reclutando, estas prácticamente dentro – me dijo, se miraba emocionado – ¡Por Dios!, Jongin, estoy tan feliz por ti –decía emocionado.
- Kyungsoo….no voy a ir a esa audición – le dije y él se puso serio.
- ¿Por qué?
- ¿Ya viste bien la fecha y la hora? – hice énfasis, el hasta entonces comprendió.
- es mañana, después de que te vas….de que nos vamos, no puedo asistir.
- Kai…
- Nada – dije – iré a Japón contigo.
- Pero…tu siempre has querido esto Jongin, tienes talento.
- He dicho.
Después de un rato subimos a su habitación, le ayude a sacar las cosas de su armario así como a doblar la ropa y meterla en la maleta.
- Kyungsoo….no estés enojado conmigo –le dije abrazándolo por la espalda.
- Solo sé que estas dejando ir una oportunidad única en la vida.
- Pero quiero estar contigo – dije y lo voltee besando sus labios.

Terminamos de bajar algunas cosas que había en la parte de arriba, para acomodar todo.
- No puedo creer que nos iremos juntos – dije – estoy emocionado.
- no finjas – me dijo el – sé que quisieras ir a la audición.
- No te mentiré…parte de mi quiere hacerlo, quiero ir y mostrar mi talento – dije un poco melancólico – pero, ese es un futuro incierto quien sabe si me elijan y yo quiero estar contigo, ire donde tu estes.
-Pues, Si yo fuera un juez, te escogería – me dijo con una sonrisa la cual le correspondí.
Se sentía un poco triste el guardar todas sus cosas, pero me emocionaba la aventura que se avecinaba para ambos.
- Espero que mis amigos no estén muy tristes, les prometeré visitarlos – dije al final.
- ¿a qué hora dijiste que salía el avión? – pregunte después.
- a las 5 pm – me contesto – así que no te apures en levantarte temprano, puedes dormir – dicho esto me sonrió.

Sentí que sus brazos me rodearon mientras guardaba las cosas en una esquina de la maleta, puso su barbilla en mi espalda, su abrazo era cálido y lleno de afecto, inmediatamente me vote y lo abrace del mismo modo. Bese sus labios con pasión, sus manos subieron por mi pecho desabrochando un botón, después otro y así hasta quitarla dejándola caer al suelo, yo sonreí sin dejar de besarlo, quite su camisa del mismo modo, las caricias se hicieron presentes al instante.
Sus cálidos dedos subían y bajaban por mi espalda.
Le siguió el pantalón, el con habilidad lo quito, haciendo lo mismo con el suyo, cuando menos lo pensé ya estábamos los dos desnudos el uno frente al otro, bese su cuello repartiendo mordidas, escuche un suspiro salir de su boca, el cual me excito.
Lo tome de las caderas uniéndolo a mi cuerpo, después lo levante en peso y camine con el hacia su cama, lo acosté con delicadeza, bese su cuello y mentón una vez más, subiendo por su mejilla hasta encontrarme de nuevo con sus labios los cuales mordí casi desesperadamente; estaba excitado igual que yo, lo podía sentir en su cuerpo.
- Jongin – susurro – Te amo – lo dijo en voz baja pero clara, no puedo explicar lo feliz que se sintió mi corazón, mi vida, mis emociones, todo se sentía al doble.
- dilo otra vez –dije besándolo, no quería que fuera una ilusión.
- te amo, te amo, te amo – me dijo abrazándome. Acaricie su cuerpo, para acompañar las hermosas palabras y llenarlas de placer.
Entonces hicimos el amor como nunca antes, como si no hubiera un mañana.

Notas finales:


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