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Last Night. por MrsJung

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Notas del fanfic:

Algo que se me ocurrió de repente :3

Notas del capitulo:

~

     Me subo a mi motocicleta y arranco lo más rápido que puedo para alejarme del mundo, incluso si eso significa seguir dentro de éste. Veo la luz del Sol colarse por las copas de los árboles iluminando mi camino, en un pensamiento bastante romántico y ridículo, para variar, me atrevo a pensar que me está guiando hacia mi destino. Ju… ¿Qué clase de destino será? ¿Uno feliz? ¿Triste? ¿Desesperado? Espero que el primero porque de los otros dos ya me ha dado mucho. Se me sale una risa amarga.

 

Para mí la felicidad absoluta no existe, no se puede estar completamente aliviado pero eso no es un problema, es que todo en éste mundo es subjetivo, puedes tomarlo como gustes siempre y cuando te convenga, ¿No es así como lo hacen todos? Matar es malo, pero si es en defensa propia es aplaudido, golpear está prohibido…pero si se lo haces al matón que te ha fastidiado desde niño todos te alaban…porque la sociedad está llena de personas doble-moralistas. Les encanta y les parece perfecto cuando les trae beneficios, pero aunque no los perjudique ven una situación que no les beneficia con malos ojos, porque a nadie le gusta estar equivocado y prefieren sentirse egoístas para consolar su soledad pero todos sabemos que están solos porque nadie soporta sus ideas que buenas o malas no van de acuerdo a los valores propios. Todos somos hipócritas en cierta medida pero unos momentos de alivio nunca son mal recibidos.

 

Ésta mañana he discutido con Changmin y ni siquiera recuerdo la maldita razón, sólo sé que me he enfadado y casi le he roto la nariz de un golpe para que se callara ¡Puede ser tan fastidioso a veces! Él intentó golpearme, pero lo esquivé y le cerré la puerta en la cara antes de que pudiese salir de su casa, esperé a que dejara de forecejear para destrabarla. Qué jodido estoy, y supongo que tendré que pedirle perdón la próxima vez que le vea, pero ahora ni siquiera quiero pensar en ello.

 

Las nubes grises alcanzan a hacer su aparición antes de que anochezca y no se pueda ver nada más que las luces brillantes de la ciudad que está preparándose para enfrentar la oscuridad con su faceta más rebelde. Me detengo ante un semáforo rojo y observo distraídamente lo que está alrededor; hay un par de taxis estacionados afuera de uno de los edificios más importantes de Busán, un convertible rojo a mi derecha con una despampanante mujer de unos 40 años rubia que me guiña el ojo apenas nota mi mirada, un par de mujeres embarazadas platicando tranquilas en la parada de autobús del otro lado de la calle y el tránsito guiando a los peatones por las blancas del pavimento. Me pongo a contar una a una mientras espero el sonido de que el semáforo se ha puesto en verde y de repente un par de gotas de agua caen en mi brazo descubierto, me vuelvo hacia el cielo y empiezan los leves destellos de los poderosos rayos golpeando con fuerza la parte superior de las nubes oscuras.

 

Por eso la lluvia es lo más sincero que existe porque no es como el hipócrita Sol que intenta hacer que todo parezca estar bien ni como la terrible Luna que te hace sentir solo… la lluvia te acompaña y limpia tus lágrimas mezclándolas con las suyas para que nadie pueda reírse de tu debilidad. Si muriera… me gustaría que fuese en un día nublado y frío como éste, pero morir no es algo que esté en mis planes por ahora porque aunque no esté completamente convencido sigo caminando en línea recta hacia el futuro aunque ya no estoy tan seguro de que tenga una sorpresa que valga la pena y sin embargo vivir es todo lo que trato de hacer.

 

La luz aún no cambia a verde y la lluvia se ha intensificado mojando mi camiseta blanca marcando mis hombros y haciendo a mi cabello gotear. La mujer rubia sube el capo de su convertible pero no deja de mirarme lascivamente y me sonríe mientras yo bajo la cabeza desesperado, ¿Es que ésa luz nunca dejará de ser roja? Me muevo incómodo en mi motocicleta lamentándome por no traer casco. Pasan unos segundos en los que termino de empaparme por completo y la luz se vuelve verde. Arranco cuidadoso debido al pavimento mojado y aunque veo que la mujer aumenta la velocidad de su convertible no tarda en rendirse y perderse en mi espejo retrovisor.

 

El viento seca un poco mi rostro pero mis labios siguen húmedos y veo un retorno cercano, aumento la velocidad y llego a éste para entrar por la avenida que me llevará de vuelta a casa. La lluvia cae más fuerte y reduzco un poco la velocidad para no tener ningún accidente, peor aún porque no traigo casco ya que me salí de la casa de Changmin de prisa; tendré que volver por el casco pero no quiero verlo ¿Y si compro otro? Oh, Jung Yunho ya tienes 23 años así que no puedes comportarte como un  adolescente estúpido, aún así, lo evitaré por unos días.

 

Entro a la larga calle para llegar a mi complejo de apartamentos y me permito admirar los árboles que ya con hojas marrones y rojizas empiezan a dejarlas caer poco a poco con ayuda del viento. La lluvia se calma por lo que aumento la velocidad un poco viendo a los lados de vez en cuando.

 

Una motocicleta igual a la mía se cruza en mi camino pero no es eso lo que me llama la atención, sino la persona que la conduce. Él o ella no lleva un casco al igual que yo, su piel blanca está completamente mojada y escurren gruesas gotas de su cabello totalmente negro; él o ella se vuelve a mirarme y por un momento parece desconcertarse cómo si se hubiese asustado pero de inmediato cambia su semblante y me sonríe dejándome apreciar sus labios rojos y sus ojos se curvan como medias lunas. Esos grandes y amables ojos. No tengo mucho tiempo para reaccionar, no le doy más  que una leve sonrisa y después de alejarnos unos cuantos metros me detengo de golpe para mirar hacia su dirección, su camiseta blanca pegada a su espalda delgada se aleja por el lado contrario y la motocicleta aumenta su velocidad.

 

Es como si hubiese visto algo sobrenatural.

 

¡Pero si parece una película romántica! Incluso después de que movió su cabeza parece que las luces empezaron a brillar más de lo normal iluminando todo a su alrededor. Ésa persona no se parece a ninguna que yo haya visto y sin embargo un sentimiento de familiaridad me invade al recordar su rostro.

Las farolas de la calle ya se han prendido, y suspiro para dar un último vistazo atrás mientras enciendo mi motocicleta para llegar a casa. Los árboles son los únicos que parecen acompañarme en mi letargo como si con sus hojas impidieran que me pierda en el camino hacia aquél bloque feo y gris en donde vivo; cuando llego estaciono mi motocicleta junto al automóvil de la dueña –con eso aseguro que nadie va a robarla- y sin ánimos de que me reprenda por mojar la recepción subo por la escalerilla de bomberos hacia mi sexto piso.

Mientras subo por el fierro oscuro escucho toda clase de ruidos que van desde el llanto de un bebé, los gritos enojados de una pareja que recién se casó y los gemidos placenteros de la amante de mi mejor amigo, que aprovecha cuando su esposa sale para dárselas de príncipe con una chica que trabaja con él en el banco y aunque no me interesa en lo absoluto lo que haga con su vida marital no puedo evitar encontrar una manera de joderlo y toco fuertemente la ventana haciendo que los gemidos desaparezcan y un apresurado “Oppa, tu esposa está tocando la puerta” sea lo que empiece una serie de ruidos entre los que destacan el chirrido de su colchón, los pasos de ella por el azulejo tratando de recoger su ropa y Yoochun maldiciendo por lo bajo mientras trata de subir varias veces –y sin éxito- su cremallera. Subo rápidamente por las escaleras hacia mi ventana que está arriba de la de Yoochun y veo a EunHye saliendo por la ventana de la habitación con la camisa blanca de Yoochun que casi le llega al borde de la minifalda negra y mientras trataba de ponerse los tacones apresuradamente un hombre de no menos de 30 años sonríe ante la buena vista.

 

“¡Pero qué buen espectáculo! ¡Me conviene pasar por aquí más seguido!”

 

EunHye baja la cabeza con, lo que me imagino es, una expresión furiosa.

 

“¡Vete a la mierda! Déjame en paz” Termina de ponerse las zapatillas y se echa todo el cabello hacia atrás para hacerse una coleta.

 

“Baja preciosa, te espero aquí para que pasemos un buen rato. No acoso por nada, te va a gustar” Apunta a su entrepierna –que se nota abultada- y empieza a pasarse la palma de la mano por encima de su pantalón. Bueno, eso sí que es desagradable.

 

“Lo dudo mucho, viejo. La chica ya tiene quién la complazca” Bajo de a dos los escalones y la abrazo. Ella se pone tensa pero cuando le susurro el nombre de Yoochun se tranquiliza un poco.  “Así que es mejor que te vayas”

 

“¿Un mocoso como tú la complace? ¡Vamos, tengo algo que mide mucho más.” Se palmea su erección obscenamente

 

“¡Espero que te mida mucho, sino tendré que arrancártela para poder meterlo en tu puta boca si no te largas!” Lo miro furioso y él da unos pasos hacia atrás mientras se abrocha su gabardina para tapar su erección. “Y pobre de ti si te veo un cabello cerca de ella porque te hago algo mucho peor”

 

No espero a ver qué hace el hombre y toco la ventana de Yoochun. EunHye se queda sorprendida y luego me mira furiosa

 

“¡Tú tocaste la ventana! ¡Bastardo!” Me da un empujón y empieza a bajar los escalones molesta

 

“¡Vamos! Era una broma, no pensé que te fueras a salir por la ventana sin ropa interior” Ella se detiene, mira sus bragas negras encima de su montón de ropa y las esconde de prisa mientras sus mejillas se tiñen de rojo. “Entra a la casa de Yoochun, también me espera una golpiza de su parte. Kahi estaba en el centro, la vi cuando venía.”

 

EunHye sube las escaleras de nuevo y cuando abre sus piernas para poner un pie encima de la cama de Yoochun escucho un silbido a lo lejos, ella se vuelve molesta y le levanta el dedo medio al chico de secundaria que está sonriente mirando.

 

Ella se impulsa y cae sentada en el colchón donde se queda esperando a que entre. La imito pero mis zapatos lodosos dejan una huella en la sábana blanca y cuando apenas voy a bajar de la cama entra Yoochun con una taza de café en las manos.

 

“¡Oye! Ésas sábanas están recién lava…” Chun se queda estupefacto al ver a EunHye sentada en la cama y luego me mira a mí.

 

“No era tu esposa.” Y es lo único que ella necesita decir para que Chun frunza el ceño.

 

“Eres un hijo de puta, Jung Yunho.”

 

“Ya me lo habían dicho” Me encojo de hombros y me bajo de la cama para sentarme en uno de los sillones del centro de la habitación “Deberías de agradecerme, a diario bajan muchas personas por ésa escalera y podrían escucharte”

 

“¡Casi haces que me lastime el pene con la cremallera del susto! ¿Qué va a pasar si me lastimo y me lo tienen que amputar?”

 

“Con tu meñique todo seguiría funcionando como siempre.” Cruzo mis brazos detrás de mi cabeza y sonrío mientras Yoochun me levanta el dedo medio con desdén “Calma, Kahi estaba en el centro. Supongo que no regresará durante una hora o dos.”

 

“¿Y por qué vienes mojado? ¿No estabas en la casa de Changmin?”

 

“No quiero hablar de Changmin, y tú” Apunto a EunHye “Ve a ponerte las bragas.”

 

“¿Cómo sabes que no llevaba bragas?” Pregunta Chun con recelo.

 

“¿Tú lo sabías? Joder, Yoochun eres un maldito bastardo, ¿Cómo dejas que ella salga por la ventana sin bragas? ¿Sabes que si no llego yo, un obseso pervertido la iba a estar esperando toda la tarde al final de las escaleras?”

 

Ella baja la mirada un poco. Supongo que son las desventajas de ser la amante pero a pesar de eso no se merece que Yoochun la trate así. En todo caso, debería de tratarla bien por hacerla prestarse a éste tipo de cosas.

 

“¡Lo siento! No supe qué hacer, tengo el tiempo contemplado totalmente para estar con ella y de repente llegas a asustarme.”

 

“Vamos preciosa, ve a cambiarte decentemente y yo te acompaño a la recepción.” Suspiro con cansancio y me pongo la mano en la frente. Genial. Fiebre.

 

“No es necesario.”

 

“Contempla tu tiempo, Yoochun” Frunzo el ceño. “No me importa que seas mi amigo, vuelves a hacerle lo mismo a EunHye y no será por la cremallera por lo que tendrán que amputarte eso.”

 

Ella entra al baño con la cabeza baja y puedo ver, mordiendo sus labios para evitar llorar.

 

“¿Qué pasó con Changmin?” Pregunta para después tomar algo de café.

 

“Ni siquiera lo recuerdo, sólo recuerdo que terminó por fastidiarme y le rompí la nariz de un puñetazo” Me puse de pie y cerré la ventana de su habitación. “Pero arreglaré las cosas con él después.”

 

“¿Y para qué quería verte en primer lugar?”

 

“Dijo algo de que lo ayudara, creo que en el hospital pero ya sabes que eso de cuidar a las personas no es lo mío.”

 

“Ya estoy lista.” Ella sale aún con la camisa de Chun pero con su sostén bien puesto y la falda lo más abajo que pudo. Le sonrío amable.

 

“Bien, bajemos.” EunHye asienta y Yoochun la abraza fuertemente.

 

“Cuídate, nos vemos luego. Te llamaré.”

 

Ni siquiera puedo describir la manera en la que los ojos de ella brillan de alegría y hunde su rostro en el cuello de mi amigo.

 

“Está bien, esperaré tu llamada.” Él levanta su rostro y le da un beso en los labios para después separarse.

 

EunHye sale por la puerta hacia la sala de Chun y yo me encojo de hombros.

 

“La iré a dejar y luego subiré a mi departamento, estoy hecho un asco y quiero darme una ducha.”

 

“Claro. Gracias y… lo siento.”

 

“No es a mí a quién le debes disculpas, Chun. Es a ella.” Sin dejarle decir nada más salgo y la veo de pie en la entrada.

 

“Vamos.”

 

Bajamos por las escaleras principales en un silencio algo incómodo, pero no tengo nada que decir. Ella se gira hacia mí y suspira pesadamente.

 

“Te llamas Jung Yunho.”

 

“Sí, tú eres EunHye”

 

“¿Cómo lo sabes?”

 

“Yoochun me ha contado mucho sobre ti.”

 

“¿En serio? Eso… es genial.” Aún así puedo ver sus ojos rojos del reciente llanto. “Me alegra que el mejor amigo de Oppa-ah sepa de mí.”

Cuando estoy a punto de replicar veo el rostro de Kahi de repente.

 

“Noona…”

 

“¡Yunho-ah!” Ella llevaba algunas bolsas de compras y llevaba una de las camisas de Yoochun. Su favorita. Y parece que EunHye lo nota porque frunce el ceño acariciando casi imperceptiblemente la manga de la que ella trae. “¡Hola! Eh…” Kahi se queda mirando sorprendida a mi acompañante y me doy cuenta de que es porque reconoce la camisa de Yoochun.

 

“Es Lee Sooyeon. Es la hija de mi hermana, la he encontrado totalmente empapada y tu esposo le ha prestado una de sus camisas.” Sonrío levemente y Kahi asienta alegre.

 

“Serbang es muy amable, ¿No es así?” EunHye aprieta la quijada un poco. “¿Te quedarás por mucho tiempo, Sooyeon-sshi?”

 

“Lo dudo.” Corta EunHye groseramente “Yunho-sshi, ¿Podemos irnos? Tengo prisa.”

 

“Nos vemos luego Noona.” Le hago una reverencia y Kahi hace una leve inclinación con la cabeza sonriendo amablemente.

 

“Nos demos luego, Yunho-ah. Mucha suerte, Sooyeon-sshi.” Sube las escaleras un poco más de prisa.

 

Llegamos hasta la calle y camino junto a EunHye hasta la parada de taxis.

 

“Debes de creer que soy una estúpida.”

 

“Al menos te das cuenta de algo.”

 

“¿No puedes al menos animarme?”

 

“No eres nada mío, no tengo la obligación.” Levanto el brazo para detener un taxi y empieza a llover. “Pero sólo te digo que tengas respeto por ti misma, Hyung no lo es todo en éste mundo y cuando se aburra de ti, te dejará. Si esto se lo está haciendo a Noona, ¿Qué te hace pensar que eres diferente?”

 

Sus ojos se llenan de lágrimas pero frunce el ceño enojada.

 

“Eres un idiota, Jung Yunho.” Se sube al taxi y azota la puerta. Dirijo la mirada a la ventana que ya se ha llenado de gotas de lluvia pero ella está mirando al lado contrario. Segundos después, el taxi arranca.

 

Me quedo mirando hacia los árboles por los que me he encontrado a aquella persona en su motocicleta. Las luces de los faroles se empañan en mi visión mientras las gotas de lluvia se deslizan por mi rostro, recorriendo mis cejas, algunas cayendo en mis ojos y otras muriendo en mi barbilla. El viento es frío, y un escalofrío recorre mi cuerpo entero haciéndome temblar.

 

Aquella persona… la persona llena de contrastes y belleza… ¿Estará bajo la lluvia también?

 

Objetivo y subjetivo. Pienso en ésa persona porque es hermosa y porque es hermosa yo pienso en ésa persona. De un momento a otro, inunda mi mente como una leve ventisca en invierno… no puedo sentirlo mucho, pero está ahí.

 

Me doy la media vuelta y camino hacia mi edificio, ignorando totalmente los gritos de la dueña y subo a mi habitación completamente empapado. Kahi y Yoochun salen de su apartamento de la mano, aquella mano que seguro había tocado a EunHye y ambos me sonríen amables. Kahi lleva una bufanda roja pero puedo ver en una parte descubierta de su cuello las frescas marcas rojas que seguro Yoochun acaba de hacerle. Niego levemente con la cabeza y subo a mi apartamento, abro la puerta y después de cerrarla me dirijo a mi sillón viejo donde me acuesto mirando hacia la ventana. ¿La lluvia se ha detenido ya?

 

Notas finales:

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