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Faraway... por himeko-san

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Notas del capitulo:

Hola OwO

ahora actualice un poco mas rapido.^^ 

la inspiracion fue buena conmigo..xD

en fin disfruten el cap owo

 

Capítulo 5: Consuelos…

Cuando salió de la consulta,  su madre le había mando un mensaje diciéndole que no podía ir a buscarlo. Después de soltar un pesado suspiro. Se quedó de pie, fuera del edificio.  Pensó por un momento que demonios hacer y una sonrisa se curvo en sus labios. Encamino sus pasos hacia la derecha, camino por las calles un buen rato.  Entre toda la gente mirando rostros desconocidos oyendo voces lejanas que no eran familiares, guiándose solamente de sus pasos lentos y de su instinto.

Alzo la vista y vio frente de sí lo que tanto estaba buscando. Embozo una sonrisa ligera mirando la entrada del viejo parque de diversiones que ahora se encontraba totalmente abandonado. Las puertas estaban cubiertas por cintas amarillas que decían “clausurado”,  el río un poco y con la gracia de un felino se metió entre esas  cintas entrando finalmente al parque. Miro su alrededor percatándose de que nadie lo hubiese visto, sonrío  un poco y comenzó a caminar. El parque estaba hecho ruinas, lo habían cerrado ya que uno de los juegos (por negligencia de uno de los empleados del parque) por accidento mato a un chico.  La tragedia sucedió en la montaña rusa cuando uno de los vagones de la misma se separó del resto, causando que el joven que iba en el saliera disparado y cayera vertiginosamente al pavimento, aplastando su cabeza en el acto.

Debido a eso se habían creado números rumanos sobre el parque, que si el fantasma del chico penaba, que si te quedabas a más de media noche se oían sus gritos de agonía, que si esto, que si lo otro y un gran etc. El adolecente había escuchado todos esos rumores pero no había cambiado su parecer por ese parque. Cada que podía visitaba ese lugar, era como su pequeño escondite, a pesar del aura macabra que transmitía ese parque.  Los juegos desarmado y oxidados, los puestos de juegos y comida hechos ruinas y como un toque un poco macabro, la montaña rusa donde había muerto el chico estaba en pie aun y si te acercabas lo suficiente podía ver perfectamente la sangre seca del chico en casi toda su entrada.

Pero aun así…

Aquel joven adoraba ese lugar.

Ese joven se encamino a un puesto, el cual estaba casi hecho ruinas se mantenía en pie por muy poco, una puerta fuera bisagras tapaba la entrada, el chico sin problemas la aparto quitándola un lado entra y ante él se muestra un gran letrero que estaba casi en toda la entrada que decía en grandes letras rojas “Museo de deformidades”, el chico río un poco y siguió su paso. Entro a una largo pasillo que tenía anaqueles a los lados, en esos anaqueles había miles de recipientes con criaturas muy extrañas adentro, habían ojos, intestinos, cabezas, animales con miembros de más y un gran etc. dándole a ese lugar una enorme aura terrorífica.

Pero el joven seguía tranquilo, caminando por el largo pasillo. Aun permaneció impasible cuando escucho un ruido, se dio vuelta y mira que de un hueco de una de las paredes salía un gato totalmente negro de unos hermosos ojos verdes. El joven sonríe ampliamente mirando al gato.

-Hola Salem…-murmura mirando al gato- ven gatita, ven…-llama a la gata la cual sin dudar va hacia atemu, la felina se deja cargar  por el muchacho el cual acurruca a la animal en su pecho- ¿Cómo estas Salem?-murmura el chico acariciando la cabeza de la felina haciendo que está ronronease levemente- llevo tiempo sin verte pequeña… estas más delgada, de seguro te has comido todos los ratones de esta pocilga. Te llevare a comer, ¿quieres?...-mira a la gata la cual mira el rostro de Atemu, estira su pequeña cabeza y lame la mejilla del muchacho- lo tomare como si…-el chico sonríe ampliamente.

El joven sale de aquel lugar macabro, y va hacia la entrada del parque, con la misma gracia de felino que uso para entrar en ese lugar, así salió de él.  Camino por las calles, ya el atardecer había pasado ahora el manto negro de la noche había cubierto el cielo, mientras las luces de los faroles edificios y carros iluminaban la penumbra el joven cargando a su gata en brazos se encamino hacia una pequeña farmacia que estaba abierta. Dejo a la gata en el suelo y la mira fijamente.

-Quédate aquí…-murmura el chico mientras entra a la farmacia, poco después sale con una bolsa que contenía leche de cartón y unas anchoas, se agacha ante la gatita y  saca la leche junto con las anchoas. Le sirve la leche y las ancho a la gatita, la cual no duda en devorarlas ni un momento, el chico se quedó sentado en la será frente a la farmacia viendo a la felina comer- ¿Sabes Salem?...-murmura mirando el cielo oscuro de esa noche- estoy viendo a un psicólogo…

El muchacho nota como la gata se le queda mirando, como si está hubiese entendido lo que él había dicho.

-Si es extraño Salem, pero ¿sabes?, creo que me… es agradable ir con ese psicólogo…-murmura el chico cerrando los ojos- es buena persona al parecer y tiene una hijita… -murmura- me da cierta envidia… su hijita tendrá una familia pequeña, pero será cálida….-el chico sonríe con un toque triste- algo que yo jamás tuve…-el joven siente como la gata soba su cabeza contra su ante brazo, el chico sonríe y acaricia la cabeza la gata- Salem me tengo que ir, ya se está haciendo tarde, sé que sabes volver a casa sola…-le sonríe a la gatita- disfruta tu cena…

-Miau…- maúlla la gata mirando al chico, esté le acaricia detrás de las orejas para luego levantarse  y salir de allí.

El chico vuelve a caminar por las calles, durante un buen rato hasta llegar a su casa. Suspiro pesadamente y puso las llaves en la cerradura, lentamente giro la perilla y cuando ni bien habían entrado a su casa, puedo distinguir perfectamente unos jadeos y gemidos que provenían de la parte de arriba de su casa, el chico bajo la mirada tapando sus ojos con sus mechones rubios.

-Con que por eso no pudiste venir a buscarme…-murmura bajo, en silencio se da la vuelta, cerrando otra vez la puerta de su casa- ...me da asco…-musita el chico entre dientes para luego salir corriendo de allí lo más pronto posible,  por fin se detuvo en un parque cercano a su casa, lentamente se  fue hacia los columpios y se sentó en uno de ellos,  se sentía asqueado, su estómago estaba revuelto y sus latidos iban más rápido de lo normal, casi por impulso saca su celular y marca un numera, espera y le atienden la llamada.

-Marik…-murmura el chico- Soy yo Atemu…

-“Oh, hola yami…. ¿Qué pasa, porque me llamas tan repentinamente…” –Dice la voz de un chico del otro lado de la línea.

-Quería proponerte reunirnos esta noche, puedo llamar a Mahad y a seth, ellos traerán algunas chicas y así nos divertiríamos un rato… ¿te parece?...-murmura el chico embozando una sonrisa nerviosa en sus labios

-“Me gusta esa idea, justo acabo de comprar una caja de cervezas… está bien, traerlos aquí y así armaremos una buena fiesta…. Nos vemos yami “ –

Aquel chico corta la llamada, el muchacho suspira pesadamente cerrando sus ojos, lentamente se levanta del columpio, se puso a pensar un poco “¿Cuándo llegue a este punto?”, “¿Cuándo me perdí de esta manera” pensaba aquel muchacho, cerrando con fuerza los ojos apretando fuertemente sus puños y sus dientes,  un gélido viento sopla tras de sus espaldas haciéndolo volar sus mechones rubios mientras el silencio carcome su alma  y la noche termina por arroparlo, el muchacho emprende la camina por última vez esa noche.

…..

….

Las horas pasaron, ahora estaba bajo las influencias del alcohol. No sabía cómo o cuando o por qué tan siquiera  ahora en ese momento se encontraba en brazos de una mujer que no conocía, que se notaba a metros que era una fácil debido a la tremenda mini falda y por el profundo escote,  el chico no sabía nada ni entendía nada. Estaba atrapado en un beso profundo, mientras las ropas de ambos caían, el alcohol solo le permitía distinguir algo: los ojos azul profundo que poseía aquella mujer. Nada más, el joven estaba sumergido en un profundo abismo, cayendo en  el propio vacío de su ser, atrapado en el propio remolino de su cabeza girando sin control volviendo un caos su mente y cuando todo parecía no acabar, cuando todo parecía llegar a su clímax máximo todo…sin previo aviso…

….Se acaba….

Cuando menos se percata, abre muy lentamente los ojos. Se encontraba en una cama blanca desordenada, su cabeza dolía y todo su ser daba vueltas, una simple sabana fina cubría su pecho, tenían aun puesto sus pantalones y su camisa brillaba por su ausencia. Se sienta en la cama sintiendo un gran mareo junto con una enorme jaqueca. Con dificultad se levanta de la cama y consigue por fin su camisa, se voltea y ve a la mujer que dormía a su lado.

-Por lo menos esta zorra está de buen de ver….-murmura el chico cerrando los ojos poniéndose la camisa nuevamente,  instintivamente busca su teléfono y lo encuentra en su bolsillo- …ah…-suspira, ahora vería  que clase de locuras hizo estando borracho. Abrió su celular y reviso cada cosa, se relajó un poco al no ver ningún mensaje mandando o recibido, pero se alarmo al ver que había realizado una llamada de la cual no tenía recuerdos y se alarmo aún más cuando reconoció el número al cual llamo.

 

…Yugi-san…

Notas finales:

Muchas gracias por leer ^^

matta ne..owo


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