Capítulo 6: Entre usted y yo….
Avanza por los destrozos de aquel cuarto, saliendo por la puerta para ir a la sala. Miro la escena frente a él, sus amigos estaban totalmente dormidos. Su fiel amigo Mahad estaba acostado en un sofá, abrazado a él estaba una hermosa chica rubia con un cuerpo despampanante, la desnudes de ambos estaban cubiertas por una sábana blanca, el chico río un poco mirando a su amigo “Que suerte tiene este bastardo” piensa el chico sonriendo de lado, voltea su mirada y se fija en su primo seth el cual estaba dormido encima de una mesa con una botella de cerveza en su mano, recostado en su pecho estaba un joven de melena negra y cuerpo muy esbelto. Para nadie era secreto que su primo era gay y atemu lo aceptaba sin problemas, el chico se quedó viendo la escena y una duda, que se descartó rápidamente pero aun así quedo en lo profundo de su mente, rosando con el paso el tiempo. Una duda, que poco a poco cómo el veneno de una serpiente comenzó a carcomer su mente.
“¿Qué se sentirá estar con un hombre….?”
Esa pregunta, esa duda queda en lo profundo de su mente, haciendo eco en su subconsciente. Pero rápidamente quedo muda ante la preocupación del chico. Esa llamada, la llamada que le había hecho a su psicólogo, esa llamada de la cual no tenía memoria alguna, ¿Qué cosas le habría dicho estando alcoholizado?, ¿Qué clase de barbaridades le habrá dicho?, ¿Acaso habrá dicho cosas de más?, esas preguntas lo atormentaban mientras salía de la casa de su amigo, acomodándose las ropas, miro el reloj de su muñeca y suspiro. Eran la una y treinta de la tarde, en menos de media hora comenzaba la consulta con su psicólogo.
-Ah…-suspira el chico mientras coloca sus manos en sus bolcillos- hay que esperar y ver….-murmura bajo y emprende su caminata.
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Eran las cuatro y cuarenta de la mañana, cuando de repente el silencio acogedor de su cuarto fue brutalmente interrumpido por el fastidioso sonido que hacia su celular cuando una llamada entraba, abre pesadamente los ojos con el cansancio debajo de sus ojos. Muy pesadamente comienza a buscar su celular y lo encuentra, el psicólogo suspira muy pesadamente y toma sus lentes, con el sueño un poco desvanecido mira él número entrante y se sorprende enormemente al reconocerlo.
-¿Yami…?...-murmura el analista sentándose en la cama, sin titubear contesta la llamada, lo primero que oye es el trasfondo de la mismo, se oía música muy fuerte y junto a ella voces, voces de diferente personas diciendo cosas inentendibles para el analista, el cual estaba sumamente extrañado pasa un rato oyendo esa música y esas voces, hasta que por fin divisa una risa un poco burlesca desde el otro lado de la línea, tardo en reconocerla pero al final lo hizo. Era la risa de su paciente, era la risa de Yami.
-Jajajajajajajajaja……-se oye su risa por un rato-.jajajajaja… ¿yugi, yugi-san está ahí verdad? -le pregunta con una voz un poco difusa y algo confusa.
-“…Está borracho…”-piensa el analista sorprendido- Si, si estoy aquí Yami, ¿Qué pasa, donde estas ahora?
-Pero que lindo es usted... se preocupa tanto por mí, es un buen psicólogo, un gran psicólogo…¡¡¡es más…!!!...-el adolecente suelta otro risa- ¡¡¡Usted es la mejor persona que he conocido…!!!
-…Yami….-murmura el psicólogo un poco sorprendido.
-Me sorprende a veces cuando me pregunta cómo estoy o cómo fue mi día. Nadie se ha preocupado tanto por mí, soy una persona muy despreciable Yugi-san… soy el ser más despreciable y rastrero que ha existido….
-No digas eso de ti mismo Yami, no es cierto…-murmura el psicólogo con voz preocupada- eres un ser grandioso, no pienses eso de ti mismo…
-Es la mejor persona que he conocido…. Se preocupa tanto por alguien como yo, me siento tan… feliz por eso… más de lo que usted cree….-Dice aquel chico con la voz temblorosa, casi como si estuviese a punto de llorar -… cuando lo conocí pensé que era un sujeto muy raro, sumamente raro… pero con el paso del tiempo me empezó a caer a bien y vi lo bueno que era, tiene una hija preciosa…. En verdad hermosa yugi-san….
-Eh…- murmura el analista un poco confuso- gracias Yami…
-No me agradezca, ja… me sigue llamando “Yami”, ¿sabe?, debe de sentirse alagado… solo dejo que personas muy cercanas a mí me digan de esa forma…-
-Ya veo yami…-´murmura el analista sonriendo un poco- me alegro mucho entonces…
-Bueno yugi-san, me tengo que ir…. Una zorra me está molestando mucho, las cervezas le han afectado jajajaja- ríe el chico animadamente.
-Yami ten cuidado, si tendrás sexo usa protección….-murmura preocupado el analista.
-Ahí está preocupándose por mi….-murmura el chico con tono ¿alegre?- No se preocupe, siempre llevo un condón conmigo, no soy idiota… nos vemos mañana, yugi-san…-Se oye como el muchacho tranca su celular.
-Ah…-suspira el analista trancando su celular y lo coloca suavemente en su mesita de noche- aun no puedo creer las cosas que escucho y veo en mi trabajo…-quita sus lentes colocándolos a un lado, se acomoda encima de la almohada, acurrucándose en ella cerrando sus ojos suavemente.
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Eran exactamente las dos en punto de la tarde, el analista preparaba su escritorio y sus papeles, esperaba ansioso a su paciente, tenía muchas preguntas que hacerle además de que tenía algunas dudas sobre su autoestima. No había contemplado hasta ese momento que deteriorada podía estar la autoestima de su paciente, puesto que no había aparentado una autoestima baja hasta la noche anterior. El analista estaba tan centrado en sus pensamientos y análisis que no capto cuando su secretario le dio noticia de que su paciente había llegado. Atemu se sentó frente a su psicólogo y se le quedo mirando, el analista tenía la mirada fija en una hoja escribiendo algunas cosas en ella.
-Yugi-san…-llama el analista mirándolo- ¿Yugi-san?....-vuelve a llamarlo sin respuesta- ¡¡¡Yugi-san!!!...
-¿Eh?....-alza la vista y ve a al adolecente, le regala una pequeña sonrisa- perdona yami, estaba distraído….
-Eso lo note…-murmura el chico- etto… yugi-san…-murmura el chico bajaba la vista, con una mirada de vergüenza- ¿cómo… durmió anoche?....
-…-El analista notó la vergüenza en los ojos y en la voz de Atemu. Pensó un rato y luego vocifero una sonrisa pequeña en sus labios finos y miro compresivamente al chico- Si, dormí bastante bien Yami, ¿Por qué lo preguntas?...
-¿Eh, en serio?...-pregunta un poco sorprendido viendo al analista, esté solamente asiente suavemente sonriendo gratamente. El chico suelta un suspiro de alivio bajando su mirada- Por cortesía Yugi-san, me alegro… que haya dormido bien.
-Gracias Yami…-le sonríe amablemente el analista- ¿Y tú como dormiste?....
-Podía decirse que bien Yugi-san…- el adolecente suelta un pequeño suspiro- pero tengo un dolor de cabeza que me mata…
-¿Quieres que te de una pastilla?...-lo mira un poco preocupado.
-No así está bien yugi-san….-murmura el chico mirándolo a los ojos. En ese momento, en la mente del chico resuena la duda que tenía desde esa mañana, esa duda que era tan molesta como una uña encarnada, pero ahora era más fuerte y más recurrente, después de pensarlo por breves segundos el adolecente se arma de valor y decide hacer la pregunta- Yugi-san, ¿me puede responder algo?....
-Oh claro que si Yami, Pregúntame… -el analista mira curiosamente al adolecente.
-Yugi-san….-murmura el chico- ¿Qué se siente estar con un hombre?....
-¿Eh?...-el analista se sorprende y un ligero sonroje carmín se pinta en sus mejillas pálida, después de salir un poco del sobresalto; el analista acomoda sus lentes y aclara un poco su voz- ¿Por qué me haces una pregunta como esa Yami?...
-Es una duda que tengo, si no es molestia…-murmura el chico- quiero que me responda…
-Pues…-el sonroje de sus mejillas se hace más notorio- No es tan diferente a estar con una mujer, es casi igual. Solo es cuestión de gustos…
-Debes haber algo diferente, puede decírmelo Yugi-san…-lo mira sonriendo un poco atrevido el chico- entre usted y yo… nadie va a enterarse….
-Si lo pones así…-murmura el analista sonrojándose un poco más- Con una chica tienes que ser un poco más delicado, en varias cosas, pero si es un hombre puedes ser un poco más… salvaje… -cuando pronuncia la última palabra un sonroje muy intenso aparece en sus mejillas y baja su mirada apenado.
-Salvaje…-murmura bajo el adolecente, lentamente este se levanta de su silla y va hacia el analista, se pone a su lado de pie y lo mira fijamente- Yugi-san…
-¿Dime…?...-murmura el analista mirando al chico, aun algo apenado.
-Yugi-san….-murmura bajo el chico y lentamente lleva su mano hasta la mejilla del analista colocando sus dedos suavemente en la piel pálida del analista.
¿Yo puedo… besarlo?....