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Faraway... por himeko-san

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Notas del capitulo:

HOLAAAAAAAAAAAA

owo..

ya me falta poco para salir de clases..-w-U

...asi podre actualizar mas pronto mi fic...

disculpen el retrazo..uwu

...se les quiere!

disfrute el cap.^^

Capítulo 2: Termina la consulta, ¿Confiaras en mí?...

-Atemu-Kun…- llama una voz que sonaba a lo lejos. Lentamente abre sus ojos y la luz entra en sus ojos, dejándolo ciego por breves segundos. Sus ojos se enfocan en el psicólogo. El cual estaba muy cerca de él, su rostro estaba tan cerca del suyo que el chico sentía el aliento del psicólogo chocar en sus labios- ¿Por qué lloras Atemu-kun?...

-¿Eh…?-murmura el chico sorprendido, lleva una de sus manos debajo de su ojo izquierdo y siente el líquido frío e inconfundible de las lágrimas. Rápidamente se aparta y se levanta de golpe del sofá donde estaba sentado. Con la manga de su chaqueta borra sus lágrimas- Maldita sea…-susurra aquel chico moreno mientras trata con todas sus fuerzas ocultar el hecho de que había llorado.

-Atemu-kun…-el psicólogo se levanta. Se acerca al chico y aparta el brazo del chico que ocultaba su rostro y a la misma vez sus lágrimas- Todo está bien…-con la punta de su pulgar borra las pocas lágrimas que aún se asomaban.

-¡ALEJATE!...-grita el chico empujando al psicólogo. Frunciendo su ceño y con una mirada de rabia- ¡¡¡No eres más que un maldito psicólogo que quiere tacharme de problemático y loco!!!...-en un acto de rabia ciega, el chico comienza a tirar cosas hacia el psicólogo. Libros, porta lápices, carpetas, papeles y todo lo que se cruzara delante de el- ¡¡ALEJATE DE MÍ, ALEJATE, ALEJATE!!!...

-¡¡¡Atemu-kun!!!...-con sus brazos cubre su rostro, para evitar que los objetos que lanzaba el chico lo golpeen, mientras avanza paso a paso hacia el chico-¡Por favor, tranquilízate Atemu-kun!

-¡¡¡VETE, VETE!!!-el chico seguía tirándole cosas, lentamente la oficina del psicólogo comenzó a desarmarse. El chico le tira un retrato y este cae en la cabeza del psicólogo. Este suelta un pequeño alarido del dolor, y pequeñas gotas de sangre comenzaron a bajar desde su cabeza hasta atravesar su cara lentamente.

-¡¿YUGI-SAN, SE ENCUENTRA BIEN?!...-se oye la voz de un chico tras la puerta de la oficina, seguidamente se oyen algunos goles en ella.

-¡JOEY ESTOY BIEN, NO ENTRES!-grita el psicólogo volteándose un momento mirando la puerta, luego se voltea otra vez y encara al chico. Mientras su cara se manchaba aun por la sangre de la herida en su cabeza, comenzó a caminar lentamente hacia el chico mirándolo fijamente. El chico siguió tirándole cosas, con sus ojos fuertemente cerrados y frunciendo su ceño. De sus ojos caían amargas lágrimas de frustración y dolor.

-¡¡¡DEJAME EN PAZ!!!...-Grita fuertemente el chico llorando totalmente frustrado y encolerizado.

-¡¡¡ATEMU-KUN!!!-el psicólogo toma los brazos del chico deteniendo. El chico abre sus ojos sorprendido, deja caer una taza que estaba a punto de lanzarle al psicólogo. Esta se cae y se rompe contra el suelo. Aun varias lágrimas de rabia bajaban por las mejillas del chico, el psicólogo suaviza su mirada- …Atemu-kun…-repentinamente lo rodea con sus brazos, abrazando al chico con fuerza-…Todo está bien ahora… todo está bien…

-…..-El chico se queda en silencio, sorprendido. Aun sus lágrimas fluían lentamente, después de un largo rato comenzó a soltar pequeños sollozos mientras colocaba una mano en sus ojos, tapándolos-….¿Por qué acercarse a mí?....-pregunta el chico en un sollozo- ¡Si usted al final va a alejarse como todos!...

-No lo hare, Atemu-kun….-susurra el psicólogo abrazando más fuerte al chico- no hay razón para alejarme…

-¡Se alejare, yo lo sé…!-el chico solloza un poco más fuerte- al final…-susurra- todos… me abandonan…

…Tengo….Miedo….

…A estar solo por completo…

-Atemu-kun…-susurra y abraza mucho más fuerte al chico. Se separa un poco del chico y limpia con la punta de sus dedos las lágrimas del chico- No voy a dejarte solo…lo prometo…

-Eres un mentiroso…-susurra el chico- como todos… -pone sus manos suavemente en la espalda amplia del psicólogo- mentiroso…mentiroso…

-Atemu-kun…-le dedica una suave sonrisa, con cuidado lo sienta en su sofá. Toma un momento para mirar su oficina, era un verdadero desastre. Suspira sonriendo un poco y va hacia el chico, sentándose a su lado- Llámame mentiroso cuanto quieras, pero no voy a romper mi promesa…no te dejare solo…

-…-el chico no le responde, lo mira fijamente y ve la sangre seca que manchaba la frente, la nariz y parte de las mejillas del psicólogo- Lo siento…

-¿Por esto?...-toca con la punta de sus dedos la sangre seca de su cara- No te preocupes, ¿sabes que no has sido el primero?...-el psicólogo ríe un poco divertido- además no me dolió mucho…-mete su mano en su bolcillo y saca un pañuelo limpiando la sangre seca.

-Lo siento mucho…-vuelve a decir el chico con aire un poco sumiso.

-Tranquilo…-el psicólogo le dedica una sonrisa, por un momento mira el reloj de la pared y suspira un poco- Se ha acabado el tiempo, Atemu-kun…-lo mira tranquilamente- Lamento si te llegaste a sentir incomodo…

-Le acabo de romper la cabeza, ¿y es usted el que se disculpa?...-los cabellos del chico tapan sus ojos- Usted… es realmente raro…-se levanta de una y va hacia la puerta- Adiós…

-Atemu-kun, espera por favor…-llama el psicólogo, el chico se detiene más no se voltea- ten…-el psicólogo le extiende un pequeño papel, el chico se voltea y lo mira a él y al papel- Es mi teléfono, puedes llamarme a la hora que sea, el momento que sea… podrás hablar conmigo…

-…..-El chico le da la espalda, extiende su mano y toma el papel, arrugándolo y metiéndolo en su bolcillo-….

-¿Vendrás mañana?...-pregunta el psicólogo sonriendo un poco.

-Tal… Tal vez…-susurra el chico, mientras abre la puerta y sale del consultorio, rápidamente paso el pasillo de recepción y salió del edificio. El psicólogo se quedó en medio de su oficina destroza mirando como el chico se iba, suspiro un poco y cerro sus ojos.

-Yugi-san…-llama la voz de aquel rubio que estaba en la recepción, entro a la oficina y ve el enorme desastre que había- Oh dios mío, ¿Qué paso aquí?...

-Nada Joey…-sonríe el psicólogo, comenzando a ordenar su oficina- ¿me ayudas?...

-….Yugi-san….-susurra el rubio mirándolo preocupado-…está bien, yo le ayudo…

…………….

El chico mantenía su cabeza baja, estaba en la acerca al frente del edificio del consultorio del psicólogo, sus mechones tapaban sus ojos. El carro de su madre se detuvo a su lado, lentamente el abrió la puerta del asiento trasero y se sentó. Cerro con fuerza la puerta del carro y este arranco. Fue un regreso silencioso, en ningún momento miro a su madre o tan siquiera le hablo. Solo se dedicó a mirar por la ventana del auto mirando como el paisaje cambiaba ante sus ojos. Cuando llego por fin a su casa, bajo rápidamente del auto y prácticamente corriendo entro a la casa, subió las escaleras y se encerró en su cuarto, azotando un poco la puerta. Se recuesta tras una pared, va bajando lentamente hasta sentarse… con su cabeza gacha mirando el suelo…

-Ese sujeto…-susurra el chico- Es raro…-de su bolcillo izquierdo saca un paquete de cigarro junto a un mechero, saca un cigarro se lo coloca en la boca y lo enciende-…Demasiado raro…

……………

Ya su oficina estaba medianamente ordenada, estaba acomodando algunos papeles y carpetas en su escritorio, mientras lo hacía tomo una carpeta, le abre y ve un formulario vació que decía “Informe del paciente”, el psicólogo toma su pluma y comienza a llenar el formulario con los datos que tenía a su disposición.

Nombre: Atemu Hatali.

Edad: 18 años

Sexo: Masculino.

Patología: Desequilibrio emocional y ansiedad por separación.

Observaciones:

“Muestra las típicas señales de un fuerte desequilibrio emocional, tuvo un arranque de ira bastante agresivo. Me intriga saber de dónde viene toda esa ira contenida, además pude observar que presenta una aguda ansiedad por separación, al parecer disgusta estar solo. A pesar de que se aísla socialmente. Puede que tenga más problemas emocionales, pero eso lo averiguare según avance la terapia…”

El psicólogo suspira pesadamente, se levanta de su escritorio, cerrando la carpeta y la mete dentro de su portafolio. Después de despedirse de su secretario toma un taxi y se dirige a su hogar, llega a una casa algo modesta de dos pisos. Se queda viendo la puerta de su hogar un momento, suspira y luego sonríe un poco, pone las lleva en el cerrojo y abre la puerta. Enseguida puede escuchar como unos pasos rápidos se dirigen hacia él.

-¡¡Papi!!...-grita emocionada una niña de unos tres años, vestida con un lindo vestidito azul claro, piel clara como la leche, unos bellos ojos verdes y una hermosa cabellera rubia enrulada.

-¡Mana-chan!...-dice animado el psicólogo recibiendo en sus brazos a la pequeña abrazándola con fuerza- ¿Cómo está mi linda princesita?..

-Muy bien papi…-la niña se acurruca en brazos de su padre- te he eche de menos papi…

-También yo princesa…-el padre acaricia las mejillas de su hija y besa su frente- ¿hace cuánto se fue la niñera?...

-Hace media hora papi, por ahí dejo la cena…-se acurruca otro poco sonrojándose un poco.

-¿Y ya comiste linda?...

-No, quería esperarte papi…

-Hay pequeña, debes de comer…-la carga suavemente- bueno, vamos a comer pequeña, me muero de hambre…

-¡Sii!-dice la niña animada sujetándose al cuello de su padre.

El padre y la niña se sentaron en un pequeño comedor, Ambos disfrutaron su cena. El padre después de cenar, tomo a su niñita. Le lavo los dientes, la baño y le coloco su pijama. El psicólogo la recostó en su cama, la arropo bien y le leyó su cuento favorito. Viéndola dormida, el padre se va dejando a su pequeña dormir tranquilamente, llega a su dormitorio, no se toma la molestia de bañarse o cambiarse. Simplemente se quita el saco, se afloja la corbata y tira los lentes en su mesita de noche. Se acuesta en su cama y sin arroparse se acomoda en ella cerrando sus ojos.

En su mesita de noche, justo al lado del reloj que lo despertaba cada mañana, estaba un retrato. De él mismo unos años más atrás, cargando en sus brazos a una pequeña bebe envuelta en una manta rosada y en una camilla blanca, estaba acostada una hermosa mujer de cabellos rubios largos y de unos bellos ojos azules, sonriendo cansada hacia la cámara, con sus ojos entre abiertos….

 

……..

Se revuele dentro de sus sabanas. Sus ojos aún no se cerraban por más que luchaba por hacerlo. Miro el reloj de su litera, eran las 3: 40 am. Estaba muy intranquilo esa noche y por más que luchaba el chico no podía dormir. Se sentó sobre su cama, de su mesita de noche agarra un cigarro y lo prende. Comienza a fumar lentamente, mientras exhala el humo de su cigarro toma su celular, lo abre y lo mira fijamente.

Sujeta el cigarro entre sus labios, busca en su bolcillo derecho y de allí saca un pequeño papelito arrugado, lo desenvuelve y mira el teléfono ahí escrito. Retira el cigarro de su boca y expulsa un poco de humo. No podía creer lo que pensaba hacer…

Se sentía estúpido…

Se sentía como un gran idiota…

Pero ahí estaba…

Marcando aquel numero en su celular… a las 3: 40 am…

…..

El sonido de una campanita que se repite una y otra vez, atormenta el silencio. Se va despertando lentamente, abre sus ojos aun adormilado busca el sonido. Ya algo más consciente ve que el que sonaba era su celular. Lentamente toma su celular lo abre y ve el número que lo llamaba. No lo reconoció, miro la hora… 3: 41 am. Suspira un poco y contesta la llamada.

-¿Hola?...-dice el psicólogo adormilado.

-….-silencio de parte de la otra línea.

-¿Hola, ahí alguien allí?...-pregunta el psicólogo ya más despierto sentándose en su cama.

-Yugi-san…-escucha el psicólogo, tarda un poco pero reconoce la voz…

…¿Atemu-kun?...

Notas finales:

GRACIAS POR LEER!

dejen comentarios.owo

bye bye!..


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