El sabor al café sin ti.
La oscura noche se hacía más intensa y fría, solitaria…
- Te necesito-susurro para si mismo.
El frio se colaba por la ventana abierta, dado al simple hecho que para el ya no era importante, para el ya nada era importante, nada excepto una única cosa, mas bien persona, el culpable de que ni siquiera pudiera dormir de noche, el culpable de que su cama se volviera incomoda, el culpable de que todo se volviera ajeno ahora, que todo de restara importancia incluso su extraña e incomprendida obsesión por el café, desde que el ya no estaba su sabor había cambiado, culpando a veces la marca o simplemente a que su paladar se había acostumbrado al amargo sabor, ahora era como beber agua, ordinaria y simple agua, sonrió, seria ingenuo o tal vez hipócrita seguir engañándose el mismo porque sabia cual era la verdadera razón, aunque sonara extraño era por la falta de Kim Myungsoo, realmente no se explicaba como podía dejar de sentir su sabor, hasta que ridículamente lo explico como que el sabor de sus labios era el que realmente le daba el tono a cafeína a la exquisita bebida que se había vuelto su obsesión, cuando en realidad siempre supo que nunca fue así, que era myungsoo su verdadera obsesión, el que dia y noche atacaba su mente con estúpidos pensamientos de colegiala enamorada.
Sungyeol estaba sentado en su cama desde que se dio cuenta que ya no podía dormir como todas las noches de ese mes, todas las noches desde que myungsoo no estaba ahí.
Se paro en dirección a la cocina tomo la jarra con café y sirvió un enorme vaso, se sentó y probo el primer sorbo.
- Nada- susurro.
Ni un rastro de sabor, en su mente solo estaba la imagen de los deliciosos labios del menor, los labios que se vio obligado a besar cuando tuvo la oportunidad, porque lo incitaban cada vez que los miraba, cuando myungsoo estaba tan cerca, por una razón que ignoró, que tuvo que hacerlo, hecho por el cual myungsoo ya no estaba. Culpaba totalmente al café, por querer sentir su maldito sabor amargo ahora su mas grande obsesión ya no estaba.
Flashback
Sungyeol corrió lo mas rápido que pudo cuando supo que myungsoo ya estaba en casa esperándolo, lo había llamado al celular para avisarle, ahora corría por las calles de Seúl con el corazón en la garganta.
Entro corriendo en el edificio ignorando incluso al portero, entro en su departamento y cerró la puerta tirándola y ahí estaba sentado en el sillón con el control en la mano vestido con sus típicas ropas oscuras y la miraba perdida en la ventana.
Tiro su bolso quien sabe dónde y se sentó de golpe al lado del pelinegro mirándolo.
- Al fin llegaste.
- Lo siento , es que no pude salir antes.
- No importa, ahora veamos la película- dijo regalándole una de sus hermosas sonrisas.
- Myung ¿hay café?-myungsoo lo miro algo fastidiado pero luego suavizo su mirada
- Si, hice esta mañana luego de que te fueras.
- ¡si!-dijo el choding corriendo para llenar una taza y volver a su puesto.
Comenzó mirar perdidamente el perfil del menor mientras bebía café, su cabello, su frente, sus ojos, su nariz y luego sus labios, sus perfectos labios… y fue ahí cuando perdió toda conciencia de este mundo y se perdió en sus pensamientos, ¿a que sabrían esos perfectos labios?¿que tan suave serian? Lo llamaban a ser besados. No lo creyó posible nunca pero en ese momento seria capaz de dejar su café por probar esos labios.
No escuchaba nada a su alrededor, ni la televisión, si siquiera sus latidos y menos cuando myungsoo le pregunto dónde estaba en control de la TV y se extendió una vez que lo vio al lado de la pierna de yeol quedando asi a escasos centímetros del rostro del mayor, pero yeol no lo interpreto mas que como una oportunidad de probar esos labios y asi lo hizo, poso sus labios sobre los del menor sorprendiéndolo, fue un toque suave pero no suficiente para lo que exigía yeol, profundizo, y cuando sentía que myung cedía y comenzaba a responder el pelinegro se separó incorporándose de golpe, lo miro estupefacto sin ser capaz de decir nada.
- Myung yo…-susurro mirándolo, pero este no respondió, solo se limitó a caminar y desaparecer por la puerta- Myung …-susurro esta vez para si mismo y fue entonces cuando sintió que todo sabor a cafeína lo abandonaba.
Fin Flashback
Tomo la taza que café que permanecía entre sus manos recordándolo todo agacho su cabeza, la tomo con rabia y la tiro contra la pared haciéndose trizas observando como escurría el líquido por la muralla, no quería volver a probarlo, no quería volver a recordar sus labios.
La puerta sonó lentamente abriéndose para dejar ver un cuerpo entrar, entonces el corazón del castaño se agito, luego de todo un mes lo volvía a ver, su cabello oscuro al igual que sus ropas, sus profundos ojos, sus labios…
Entro silenciosamente sin hacer ruido alguno, seguramente esperando que el mayor estuviera durmiendo, no por nada eran las 3 de la mañana.
- Al fin apareciste-dijo el castaño asustando al pelinegro, myungsoo dirigió su mirada al mayor quien lo miraba atentamente para luego dirigir su mirada a la taza destrozada en el piso, entonces se giró rápidamente para seguir su camino a su habitación.
Sungyeol comenzó a seguirlo hasta que llego a la habitación, su corazón se contrajo al ver las acciones del menor quien había sacado una maleta y la llenaba de su ropa, sus ojos se aguaron, para eso había venido a las 3 de la mañana, su plan era irse sin dejar rastro alguno, sin siquiera decirle adiós, sin verlo una última vez ¿enserio Myungsoo iba a dejarlo?
- Myung ¿Qué haces?-dijo tratando de controlar su voz.
- ¿Qué no es obvio?- respondió el menor continuando con su tarea, sungyeol tomo su brazo y lo giro para mirarlo a los ojos, el menor lo miro durante un segundo para luego desviar su mirada al suelo.
- ¿Por qué?-susurro mientras su voz se quebraba- ¿Por qué me haces esto?- myung lo miro con ira y explotó.
- ¡no! Tu dime porque me besaste, porque haces todo tan complicado, solo era una estúpida película pero tu lo arruinaste todo- sungyeol lo miro, no sabia como describir lo que sentía por el menor, como decirlo… y menos explicar porque lo había besado.
- No se… yo no sé cómo decirlo, desde que te fuiste mi cama ya no es cómoda, ya no puedo dormir, no me importa comer, no soy capaz de pensar en alguien mas quien no seas tu… desde que te fuiste mi café ya no sabe igual, no me dejes.
Vio como myungsoo estaba estático ahí mirando los vivos ojos del choding sin decir nada, no había más, ¿que haría ahora?, no podía hacer nada, quizás ahora que le había dicho lo que sentía al menor podría dormir, pero a quien engañaba, sabia que eso nunca pasaría. Resignado soltó la mano del menor, se giró para salir de ahí y fue ahí cuando myungsoo se llenó de furia, tiro con ira la muñeca del castaño para estamparlo contra la pared, Sungyeol resintió el golpe en su espalda y para cuando abrió los ojos el menor lo miraba con furia a escasos centímetros de su rostro y con ambas manos a los lados de su cabeza, su miraba solo contenía inexplicable enojo.
- ¿Qué suce…?- el pelinegro lo interrumpió.
- ¡silencio! No quiero oír tu estúpida voz que hace que todo a mi alrededor se desvanezca, tus ojos que me vuelven loco, tu boca con exquisito sabor a café …-miro sus labios sin quitar la mirada de ellos para seguir hablando-¿Por qué haces todo tan complicado? Me besas y no puedo evitar querer repetirlo, intento alejarme pero apareces en mis sueños sin dejarme dormir y cuando decido irme para no volver a sentir esto ¡te confiesas de esta manera!- apretó los puños y sungyeol no podía creer lo que estaba escuchando, vio los labios del menor y algo dentro suyo gritaba por cafeína.
- Myung…-entonces con toda la furia contenida el menor beso al choding, inmediatamente profundizando aquel adictivo beso, con ira tomo el rostro del castaño para sentirlo aun mas cerca y con la otra mano atrajo su cadera hacia si.
Termino aquel beso y lo miro, su furia se había convertido en deseo, lo tomo levantándolo colocando sus piernas alrededor de su cadera para luego tirarlo a la cama y el subiéndose sobre el, comenzó un nuevo beso desesperado mordiendo y lamiendo sus labios, sus manos se colaron bajo la el pijama del mas alto sintiendo la ardiente piel se su torso y asi escucho el primer gemido de Sungyeol, sonrió complacido de haber sido el, Kim Myungsoo, quien lo provocara.
Se despertó entre los brazos del menor, por fin luego de todo un mes durmió sintiendo el aroma del pelinegro. Con cuidado de no despertarlo se levantó acercándose lentamente a los labios del menor saboreando lo ocurrido anoche, pero también sintiendo un dolor punzante en su espalda baja. En ese momento recordó con precisión cada suspiro, gemido y jadeo salido de los labios de myungsoo.
Con dificultad se acercó a la ventana abierta para cerrarla cuidadosamente sin hacer ruido alguno para luego dirigirse a la cocina.
Ahí estaba su preciada bebida esperándolo, tomo una taza, la lleno y se sentó frente a esta, entonces probo el primer sorbo.
- Mmmmm… exquisito-susurró sonriendo.
Delicioso, intenso y amargo sabor a café.