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ESPIAS por MiyaNeko

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Notas del capitulo:

Waa que felicidad, por fin puedo publicar el capítulo 2, sé que me he demorado, pero en realidad fue porque no había podido traspasar el fanfic a word, lo tengo escrito por completo en un cuadernito jiji.

Bueno, quiero que disfruten la historia, a mi me encanta. Besos enormes y no se olviden de pasar por mi blog donde estoy publicando mis novelas propias homoeróticas http://uguale-amore.blogspot.com/, se sorprenderán. ¡Besos enormes! 

Los personajes aquí presenten no me pertenecen, son de autoria de Masashi Kishimoto, no asi la historia que es enteramente mía.

—Naruto…

—Hi, Shikamaru, necesito pedirte algo.

—Por supuesto.

—Investiga a Hinata Hyuga

—Me suena ese apellido, ¿es para alguna misión?

—No, la quiero en nuestro equipo.

—Vaya, que problemático, si lo dices tú es porque es buena. Y mujer.

—Absolutamente-ttebayo. Y que sea mujer creo que será mejor, le dará otra perspectiva. Con ella estaremos completos.

—Oh, vaya, así que ella completará al equipo. Que problemático, bienvenidas nuevas misiones —dijo Shikamaru con voz de agotamiento. Naruto rió por lo bajo, divertido ante el perezoso de su amigo—. Entonces en un minuto llegarán todos los datos a tu celular.

—Perfecto, gracias. —Naruto cortó y metió su celular en su bolsillo mientras kiraba hacia abajo, toda esa gente corriendo de un lado a otro en esas oficinas.

—Creí que no te gustaba trabajar en equipo. —El rubio se volteó y se sorprendió de ver al azabache apoyado contra la pared frente a él, tenía que ser muy bueno para ocultar su presencia. Hizo un puchero que sorprendió a Sasuke.

—Teme… es de mala educación escuchar conversaciones ajenas.

—No escuché porque quisiese, solo salí por la misma puerta que tú.

—Maldito engendro… estúpido… —Naruto le sacó la lengua, aunque fuera infantil, era un gesto bastante normal en Naruto—. Vete al infierno.

—Ten por seguro que eso es exactamente lo que pasará.

—Idiota… —El rubio se dio la vuelta dispuesto a alejarse pero se detuvo ante las palabras del peliazul.

—No me respondiste, dijiste que no trabajabas en equipo, pero aun así tienes el tuyo.

—No es algo que te incumba, pero ese equipo fue formado por mí, y son las únicas personas en as que confío. —Sasuke solo alzó una ceja cuando Naruto lo observó y sonrió cínicamente.

—Adiós, teme, hasta nunca.

—Hasta nunca, dobe —respondió Sasuke sonriendo de medio lado.

Solo con ver esos ojos había sabido que ese chico era peligroso. Si no conociera muy bien lo que era y a lo que se dedicaba, jamás pensaría que Naruto Uzumaki era un asesino, a diferencia de sí mismo, Sasuke se conocía perfectamente y sabía que fácilmente podrían ver que era peligroso, eso no sucedía con el rubio.

****

—Kakashi, ¿qué haremos? —preguntó Iruka preocupado. Estaba sentado frente al peliblanco, separados solo por el escritorio. Kakashi tenía la misma mirada preocupada que el castaño.

—Simple, los obligaremos.

—Conoces a Naruto tanto como yo, es un cabezotas y no querrá hacer equipo con Sasuke y saber muy bien por qué.

—Claro que lo sé, pero siendo un agente no tiene ningún derecho a tener miedo.

—Como siempre pensamos diferente. —Iruka se puso de pie—. Si es un agente no es porque así lo quisiera.

—Aun así, es su destino.

—¡Se lo impusieron!

—Iruka… Sea como sea, Naruto tiene que hacer equipo con Sasuke en esta ocasión, no aceptaré un no por respuesta. Está en juego la libertad de la Unión del Fuego. —Iruka se giró, dándole la espalda a Kakashi y respiró profundo.

—Bien, pero con una condición.

—Dime.

—El equipo de Naruto también entrará en esta misión, de esa forma Naruto aceptará estar dentro.

****

—No estás hablando en serio-ttebayo —dijo Naruto poniéndose de pie, molesto.

—Iruka-san, eso es terriblemente problemático. —Shikamaru, un chico alto, pelo negro y tomado en una coleta, bostezó.

—Me niego, ¿verdad Akamaru? —Kiba, un chico de cabello castaño, con resaltados colmillos y una larga marca roja en cada mejilla, dijo a su gran perro blanco, el que respondió con dos ladridos.

—Ahí tienes, Iruka, si un integrante de mi equipo se niega, no se participa. —Iruka suspiró.

—Kiba, habrá muy buena paga y Akamaru podrá entrenarse bastante.

—¿De cuántos ceros estamos hablando?

—¡Kiba! —reprendió Naruto haciendo un puchero. Iruka escribió un digito en el papel y se lo enseñó al pelicafé.

—Acepto, Shikamaru y Akamaru también. Lo siento Naruto, somos tres contra uno.

—Pero chicos... —Shikamaru suspiró y se estiró en la silla.

—Naruto, hagámoslo, no creo que sea tan malo. —El rubio suspiró resignado.

—Está bien, Iruka, lo haremos.

—Perfecto, llamaré a Kakashi.

—Aun no, antes tenemos que hacer algo y si esto no resulta, no lo haremos.

—¿Qué cosa?

—Te lo contaré después, nos vemos.

—Pero chicos…

—Adiós, Iruka-sensei, nos vemos. —Se despidió Kiba mientras los tres y Akamaru salían de la oficina principal de la agencia sin dejar que Iruka dijera algo más.

Mientras salían los tres conectaron sus bluetooth a sus orejas y subieron al auto de Naruto.

—Shikamaru, ¿qué me puedes decir de ella? —preguntó Naruto mientras conducía al Dojo Genbu—Kai

—Hinata Huyga, 23 años, heredera de la familia Huyga, cinturón negro en karate y defensa personal, excelente puntería con armas, del 100%, y excelente alcance de visión,  es tímida. Su familia la componen sus padres, involucrados con la mafia, una hermana pequeña a la que protege y su primo, quien la odia.  Sus notas en institutos perfectas y actualmente se hace cargo del Dojo familiar.

—Vaya, ella suena perfecta. Esperemos que acepte.

—Ella aceptará-ttebayo, no te preocupes por eso.

****

—¿Qué? ¿Estás loco?

—No, esa fue la condición de Iruka para convencer a Naruto de participar en esta misión.

—¿Por qué es tan importante que ese dobe entre?

—Porque es igual o mejor que tú, Sasuke —Kakashi dijo con sinceridad—. Y no podemos arruinar esta misión, no como están las cosas. Con ustedes juntos, no hay manera de que esto salga mal, o al menos eso espero.

—Es ridículo, ni si quiera conozco como trabaja con su equipo, no hay manera de que confíe mi vida a desconocidos, y lo sabes.

—Es por eso que decidí que tu equipo también entre. Hablé con Neji y estuvo de acuerdo en que las cosas serán mejores con ustedes siete entrando a esto. Él, Shino y Temari son buenos, el equipo de Naruto también es muy bueno, te sorprenderás. —Sasuke lo meditó por unos minutos, en silencio, pensando en las posibilidades que tenían.

—Bien, hablaré con ellos. —Kakashi asintió.

—Los siete se verán mañana al mediodía para afinar detalles. La reunión está planeada en la cafetería “Shy”, en la calle 7.

Sasuke asintió.

Aunque no estaba muy convencido, tomaría las riendas de la misión y lideraría, no había forma de que ese idiota pudiera ser mejor en cuanto a planeación. Era demasiado dobe.

****

—Bien, aquí es. —Naruto asintió a sus amigos—. Esperen aquí, cuando salga será con ella.

—Tienes dos horas. Necesitamos mucho tiempo para informarle y enseñarle nuestros códigos, que conozca la agencia, hablar con Iruka y tener todo listo para la reunión que Iruka planeo con el otro equipo. Todo es tan problemático, desde ya les digo que ustedes tendrán que hacer todo eso —comentó Shikamaru bostezando. Naruto y Kiba se sonrieron divertidos.

—Tsk, le dije a Iruka que no hablara con Kakashi aún.

—Bueno, no te hizo caso —comentó Kiba riendo—. Ve rápido.

—Ok. —Naruto bajó del auto, pero antes de alejarse miró a Kiba—. Necesito que estés listo para partir si las cosas no salen como planeo.

—Tranquilo, jefe, ella aceptará, después de todo eres tú. —Kiba le guiñó un ojo a Naruto y este sonrió asintiendo. Caminó hasta el Dojo, propiedad de los Hyuga y se acercó a la secretaria.

—Buenos días, ¿puedo ayudarle en algo?

—Sí, necesito ver a Hinata Hyuga. Me llamo Harrison Cortázar soy representante de la empresa de útiles deportivos “Kansas” y estoy buscando al mejor espacio o empresa deportiva para patrocinar. Si el Dojo es elegido, se les hará entrega de máquinas de ejercicios, balones, nuevos uniformes, se le publicitará y, además, dos representantes del dojo podrán competir en el Torneo Nacional de Artes Marciales Joveniles que se hará en Tokyo el próximo año. —Naruto terminó su discurso con una sonrisa, que no dejaba lugar a dudas para quien lo escuchara.

—Por supuesto, tome asiento. Veré si la señorita Hyuga puede atenderlo.

—Gracias. —Naruto esperó a que la secretaria abandonara el lugar. Buscó cámaras, no las encontró. Se acercó a la computadora y conectó un dispositivo en ella, llevó su mano a su bluetooth y lo encendió—. Shikamaru, ya puedes iniciar.

—¿Ella aceptó? —preguntó el pelilargo sorprendido. Ni si quiera habían pasado 15 minutos.

 —Aun no la veo, pero sé que aceptará, si empiezas nos ahorraremos algunos segundos.

—Como digas, jefe.

—No me llames así, baka —dijo Naruto con un puchero. Escuchó las risas de Kiba y Shikamaru antes de desconectarse. Miró a la secretaria que le sonreía.

—Puede pasar, ella le atenderá de inmediato. —Naruto siguió a la mujer hasta una oficina que estaba al fondo del lugar, pudo notar lo bien organizado que estaba ese gimnasio y como los chicos que allí practicaban lo hacían con entusiasmo.

—Interesante… —susurró. Cuando al fin entró, Hinata Hyuga lo esperaba de pie tras su escritorio—. Un placer, señorita Hyuga —dijo haciendo una referencia.

—El placer es mío, señor Cortázar. ¿En qué puede ayudarle?

—Iré directo al grano, Hinata Hyuga, no pertenezco a ninguna empresa. Me llamo Naruto Uzumaki y estoy aquí para reclutarte.

Notas finales:

¿Qué tal? Espero sus comentarios para seguir con la historia. Besos enormes. No olviden pasar por mi blog, son historias originales que amarán. Todas Homoeróticas. 

 

http://uguale-amore.blogspot.com/   ----> Mi blog Uguale Amore.


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