James con sus 27 años iba escapando del pasado mudándose de Europa hacia el sueño Americano. Allí lo esperaba un prometedor y bien pago nuevo empleo, nueva residencia y nueva “familia”. Todo parecía responder a su petición de una nueva vida y tanto lo hacía que se encontraba con nuevas situaciones a las que nunca se había enfrentado, de las que huía. ¿Cómo se suponía que iba a enfrentarse con alguien que lo perseguía, y para peor que este alguien fuera nada más y nada menos que un chico?

Aron era un problemático chico que amaba el arte y se encontraba encasillado como heredero de negocios por su molesto padre. La rutina estaba acabando con su vida hasta que en medio de las vacaciones de verano llegó un nuevo empleado de su padre que no sabía bien si le gustaba o lo aborrecia. Pero las cosas estaban por ponerse buenas.