Seres Alados, aquellas mitológicas criaturas que solían contar con la protección de los cielos, pero también eran conocidos como los guardianes de estos. Las leyendas cuentan que fueron  magníficos y poderosos; de una belleza absoluta. Pero han pasados siglos desde los tiempos en el que sus alas rozaban el eterno mar azulado que solemos ver encima de nosotros.

Pero, debido al miedo y codicia del ser humano, ríos se formaron con la sangre de los Alados, los cuales recorrieron la tierra de los hombres por varios años.

Se dice que el último, dejo una profecía que prometía el regreso de su especie, y el elegido portaría ojos como la plata y cristalinos como el agua.

En algún lugar, un joven de cabellera tan negra como la noche y piel como la porcelana quien al parecer responde al nombre de Alejandro, se encuentra encerrado en la biblioteca de su casa. Tras horas de estudio y ya algo cansado, decide parar su lectura por unos minutos y estirar su cuerpo. Lentamente frota sus ojos, ya cerrados,  con su mano derecha mientras deja salir un pequeño bostezo. Poco a poco, los vuelve a abrir dejando al descubierto unas pequeñas esferas grises.

Este chico, aun si ser del todo consciente de ello, lleva en sus manos el destino de toda un especie de seres que se creía extinta por demasiado tiempo.

¿Qué secretos esconden aquellos ojos que parecen ser las puertas a su alma?

Era una noche que al parecer prometía tranquilidad, pero en algún lugar, una pequeña mansión era quemada por soldados decididos a matar al dueño de esta.

Un joven, el último de su especie, quien era dueño de unas blancas alas que lo llevarían hacia lo oscuro de la noche, se encontraba a unos cuantos metros de dicha mansión, mientras le ofrecía lo último que le quedaba de vida a una pequeña perla de color plateado, la cual en pocos segundos desapareció sin dejar rastro alguno de sus existencia junto al último ser alado que surco con sus suaves alas los cielos que estas tanto amaban.

En la época moderna, un joven de 15 años, se dirigía como todas las mañanas hacía la escuela. Debido al extraño color de sus ojos fue obligado a vivir experiencias que le hicieron perder la confianza en los seres humanos. Su mirada era tan fría y sin emoción alguna, era imposible decir que aquellos ojos de color plata que adornaban su rostro estuvieron en algún punto llenos de inocencia y pureza, pero ahora solo parecian un par de perlas sin vida. Ese día, un encuentro inesperado se dará lugar. Un extraño joven, quien refleja con su mirada el  azul del cielo, tratara de descubrir los misterios que se encuentran detrás del chico de ojos grises, descubriendo así un lazo que los une desde aquella época en donde aquel conocido como el último ser alado soltó su último suspiro junto con una perla de color como la plata.