Habían pasado más de dos meses desde que habían dejado ciudad central, E-chan se encontraba aún viajando con ellos, negándose a abandonar a los amos que con tanto afecto lo acogieron entre ellos, Al estaba muy contento de que E-chan decidiera por cuenta propia quedarse con él. Descubrió con gracia que al igual que su hermano E-chan terminaba metido en problemas, siempre dependiendo de Al para librarlos de quienes trataban de perjudicarlos por sus propias idioteces.
Hace poco E-chan al parecer fue a buscar un poco de compañía, se perdió por dos horas, en lo que Al lo buscaba, E-chan regresaba a gran velocidad a brazos de Al buscando refugio, se veía bastante agitado, no tardó mucho en darse cuenta el porqué la agitación de E-chan, tras él una jauría de perros callejeros furiosos por alguna razón intentaban en vano llegar a alcanzar a aquel gato que les había hecho rabiar, Al tomó a E-chan y logró esconderlo dentro de sí para evitar que su mascota y amigo fuera linchado por aquellos perros. No muy lejos de ahí, Ed corría buscando a Al para huir del lugar, al parecer alguien le recordó su estatura y Ed tuvo una rabieta, sin saber que aquel hombre era el líder de una pandilla peligrosa en ese lugar, al encarar al líder de aquella pandilla, el resto comenzó a amenazar a Ed quien no se dejó intimidar y comenzó el pleito hasta que la mitad de la ciudad se encontraba detrás de él.
Al siguió a su hermano que corría frenéticamente tratando de perder a la horda de gente que corría ansiosa de venganza. Corrieron por varios cientos de metros hasta que la gente se cansó de perseguir al pequeño, lo que alivio a ambos hermanos que se miraron con una tierna sonrisa que mostraba tranquilidad, después de la agitación pasada.
- Nii-san ¿Qué paso? – preguntaba intrigado Al mientras Ed intentaba recuperar el tan preciado oxigeno.
- Nada importante Al, ese tipo era un verdadero problema… creo que por un tiempo no podemos volver a esta ciudad ^-^… además… en esta ciudad no hay nada de información relacionada con la piedra… - decía Ed intentando calmar a su muy ansioso hermano pequeño.
- Ahora… ¿dónde nos vamos a pasar la noche? El siguiente pueblo está a varios kilómetros de aquí nii-san, no debiste armar tanto ajetreo –w- - Al reprendía el comportamiento inapropiado de Ed.
- Descuida Al, dormiremos al aire libre esta noche ^u^… ya se esta haciendo tarde y estoy algo cansado, vamos a dormir Al… - sentencio con voz calmada el mayor de los Elric mientras chocaba sus manos y las unía a la tierra blanda para formar una improvisada guarida contra el frío de la noche.
“Al… no se que estoy haciendo… por más que lo intento no logró conseguir lo que buscó… comienzo a creer que esta búsqueda no nos traerá más que desilusiones… probablemente la mejor opción sea dejarla y seguir con nuestras vidas tal y como están..”
Ed no podía conciliar el sueño y no era precisamente porque se encontrará durmiendo en la fría y dura tierra, el hecho era que se estaba perdiendo en aquellos pensamientos egoístas que de vez en cuando lo embargaban, dejando que las esperanzas se perdieran lentamente, hundiéndolo en la depresión y dejándose llevar por al tristeza al pensar que nunca cumpliría su promesa, aquella piedra con cada pista parecía acercarse un poco, para después alejarse tan abruptamente dejando desairado al rubio de cabello trenzado.
Se encontraba hundido en sus pensamientos, tratando de encontrar la manera de disculparse con Al, todo lo que a pasado era su culpa, quería remediarlo, pero el camino hacia aquella felicidad que tanto merecían se les escapaba de las manos en un sinnúmero de veces, miraba a un punto fijo de la pared, aquella construcción con alquimia, no era muy confortante pero los protegía del frío de la noche.
Un pequeño maullido lo hizo volver en si, poco después encontró a E-chan tocando con su cabeza la mano de Ed buscando una caricia reconfortante, Ed extendió la mano con delicadeza, esbozando una pequeña sonrisa, el gato estaba muy contento por la caricia de uno de sus amos y ronroneo ligeramente mientras meneaba la cola, no paso mucho tiempo para que E-chan se soltará de la caricia para dirigirse al lado contrario de donde se encontraba Ed, él lo siguió con la mirada. E-chan se había parado justo frente de Alphonse más no le dio la cara a la armadura, sino que miraba firmemente a Ed mientras maullaba al sentarse.
La mirada de Ed cambio radicalmente, sabía que sin decir palabra alguna el gato le había recordado porque se encontraban en una búsqueda que parecía no tenía sentido.
- Tienes razón E-chan… ya no dudaré otra vez… esto es por Al… - decía susurrando, esperando que su pequeño hermano no lo hubiera escuchado.
- Nii-san, ¿decías algo? – murmuró Al cuando se dio cuenta de que su hermano mayor no dormía como debía estar haciendo.
- ¿Ah? Al… ¿estabas despierto? – preguntaba algo nervioso de que lo hubiera despertado escuchado mientras conversaba con E-chan.
- Sabes que con este cuerpo no necesito dormir… en las noches me pongo a recordar los viejos tiempos… a veces creo que hasta sueño despierto ^w^ - decía inocente al sin considerar el dolor que estas palabras causaban en su hermano.
- Sou ka… - decía con algo de decepción en su voz el rubio alquimista. - Pronto recuperaré tu cuerpo Al… - decía Ed con un dejo de tristeza en su voz mientras su mirada se perdía en el suelo.
- Y cuando eso ocurra… buscaré la manera de entregarte el tuyo, nii-san… - contesto más convencido de sus palabras el menor.
- Baka… no te preocupes por eso… yo estoy bien así… además… - sus ojos comenzaron a nublarse amenazando con escapar las lagrimas reprimidas desde hace tiempo.
- No… no sabemos que ocurra si llego a perder mi sacrificio… - menciono Ed limpiando con cuidado las lagrimas que aun no salían se sus orbes doradas
- Nii-san… ¿estas seguro que estas bien así? – pregunto Al sabiendo la respuesta.
- Si no te preocupes por mi, además… sería raro no sentir el automail por las mañanas ^u^- termino el rubio con una sonrisa, mostrándose decidido a que él sería la última de sus prioridades.
- Vamos a descansar Al… buenas noches… - un poco más tranquilo y siendo vencido por el sueño se dejo llevar, recostándose nuevamente y quedando dormido poco tiempo después.
- Buenas noches nii-san – decía Al quien permaneció en silencio esperando a que el alba lo sacara de la oscuridad en la que se encontraba.
“Me encuentro perdido en la oscuridad… tengo miedo… a veces desearía dejar de sentir este dolor que oprime mi pecho… hay ocasiones en las que deseo desaparecer para separarme de mi sufrimiento… tu voz siempre me hace ver la luz nii-san, lo que más quiero en este mundo es estar a tu lado y sentir nuevamente tus brazos alrededor de mi cuerpo, mostrándome que no todo es oscuro que siempre estarás para protegerme… lo recuerdo perfectamente nii-san… aquella vez que las oscuridad y el pánico se apoderaron de mi… estaba asustado, gritando sin que mis palabras te alcanzarán, sentí por primera vez en mi vida que todo se volvía en contra mía y que la oscuridad me apartaría para siempre de tu lado… tu voz fue la que me salvó de ese martirio, mostrándome la luz que había perdido en el camino, la calidez de tus brazos me indicaban que no estaba solo, no contigo a mi lado… pero ahora… todo es oscuridad en las noches… me pierdo nuevamente en la oscuridad hasta que el alba aparece y con tu voz me regresas a la realidad… a eso tu le llamas soñar… a eso yo le llamo perderte por un instante…“
______________________flash back_______________________
Ed y Al esperaban el regreso de Trisha mientras esperaban se divertían disfrutando la compañía de uno con el otro, hacía mas de 6 años que su padre los había abandonado. Al se encontraba apoyado en un árbol cercano a la casa, mientras que Ed se escondía lo mejor que podía, Al había terminado de contar y antes de que poduela Ed darse cuenta Al ya lo había encontrado.
Disgustado el rubio tomo la posición para comenzar a contar mientras que Al corría rumbo a la casa buscando un lugar donde su hermano no lo encontrará, intento esconderse en el cuarto de su madre, pero recordó que ella se enfadaba mucho si entraban sin su permiso, vio la puerta del cobertizo abierta y entró, observó con detenimiento una de las enormes armaduras que su padre solía coleccionar, una idea se cruzó por su mente, sin pensarlo dos veces, desabrocho los amarres de la armadura y se colocó dentro, pensando que su hermano mayor no lo encontraría en ese lugar.
Ed buscaba sin éxito alguno a su pequeño hermano, lo busco en todos los lugares donde se imaginaba estaría Al, pero nada… se dirigió hacía el río donde siempre solía ir Al, pero no lo encontró, comenzaba a preocuparse de que algo malo le hubiese ocurrido al pequeño, caminaba rumbo a su casa esperanzado en encontrarlo allí.
Al se había quedado dormido dentro de la gran armadura, habían pasado cerca de 3 horas desde que se había escondido en ese lugar.
Trisha llegó a casa y al no ver a sus pequeños supuso que estaban afuera jugando, algo fuera de lo común la sacó de sus pensamientos mientras se dirigía a la cocina, la puerta que conecta al cobertizo estaba abierta, sabía que era peligroso que los niños jugarán allí, se aventuro hasta la puerta llamando a alguien, para no dejar a nadie encerrado.
Entró en el lugar inspeccionando que realmente estaba vació, notó que la armadura completa que el padre de los pequeños dejó como un recuerdo se encontraba abierta, y como toda buena amante del orden, la cerró, sin percatarse que dentro suyo se encontraba el menor de sus hijos.
Las horas pasaron y ed no encontraba a Al por ningún lado, decidió ir a casa pensando que quizás éste se encontraría ahí, su sorpresa fue grande cuando en lugar de encontrar a su hermano encontró a su madre preparando la cena.
- Edward ¿dónde está Alphonse? – preguntaba con algo de preocupación Trisha.
- No lo se… estábamos jugando a las escondidas, pero no logró encontrarlo… - decía Ed con la cabeza gacha en forma de derrota.
- Entonces te ganó… ^-^ - Trisha se mostraba un poco contenta sin dejar que la preocupación dejará su rostro.
- Pero ya ha pasado mucho tiempo desde que lo fui a buscar… - decía el mayor de los hijos
- Ya debería estar aquí. Es demasiado tarde… él no suele tardar tanto en llegar a casa… es peligroso y lo sabe… - mencionaba Ed sintiendo una opresión en su pecho.
Al se había despertado y se dio cuenta que su hermano no lo había encontrado, “tal vez se canso de buscarme y se fue a hacer otra cosa” este pensamiento ataco al joven Elric, mientras se despabilaba, ya estaba oscuro y el miedo a la oscuridad se hizo evidente en el pequeño quien ya quería salir y comer algo, el hambre comenzaba a sentirse insoportable.
- Ya parecerá, ven vamos a comer… - decía Trisha intentando calmar a su pequeño que miraba fijamente al suelo y apretaba con ira sus pequeños puños.
- ¡¡No pienso cenar si no esta Al!! – grito mientras alzaba la vista con un poco de enojo ante la despreocupación su madre.
- Quiero salir, ¿Por qué no se abre? Déjame salir de aquí, no me gusta la oscuridad… me siento solo… no quiero estar mas tiempo aquí déjame salir… - decía Al mientras notaba que la armadura se encontraba cerrada y que le era imposible salir de allí sin problemas.
- ¡¡¡¡Nii-san daskette!!!! Quiero salir, quiero salir, déjame salir de aquí… tengo miedo a la oscuridad, no quiero estar solo ¡¡¡¡¡Nii-san!!!!! – gritaba Al con todas sus fuerzas mientras que golpeaba la armadura tratando de liberarse de su atadura de metal.
-O_O – Ed se paró sorpresivamente de la mesa, dejando caer una silla por el movimiento tan brusco y repentino.
- ¿Ocurre algo? – pregunto Trisha intrigada por el comportamiento de su pequeño
- Al… me llama… tengo que ayudarle… - decía Ed buscando de donde podía provenir el llamado de su hermano.
Al había hecho un movimiento tan brusco mientras pedía ayuda que la armadura cayó pesadamente al suelo, haciendo que el pequeño en su interior se lastimará la frente, sangrándole sin que este lo notará.
Ed corrió a donde le pareció que había escuchado a Al y que ahora se escuchaba el desmonte de la armadura cayendo al suelo, abrió la puerta de golpe azotándola tras de sí, en el interior de la armadura y como un susurro que hacía eco dentro de la pieza de metal en el suelo, Ed pudo distinguir las palabras en forma de susurro de su pequeño hermano, rogando porque llegara a salvarlo.
Al pudo ver con claridad como la luz entraba por la armadura sobre la parte superior de está, se acostumbro un poco a la luz y pudo distinguir la figura de su hermano con una cara de preocupación y amenazando con llorar.
- Al… ¿estas bien? Descuida… ya estoy aquí… - decía Ed mientras tomaba en brazos a su hermano, separándolo de la armadura y proporcionándole protección entre sus brazos.
Al posó su cabeza en el pecho de su hermano, mientras las lágrimas se apoderaban de él sin que pudiera evitarlo, estaba a salvo, gracias a su hermano.
Trisha miraba sorprendida del fuerte lazo que unía a sus pequeños, se sintió orgullosa del mayor, que siempre procuraba hacer sentir bien al más pequeño.
- Gomene Alphonse… no sabía que te encontrabas allí yo cerré la armadura… fue mi culpa… lo lamento… - Trisha sabía que era su culpa que su pequeño hubiera pasado un mal momento.
- Estoy bien mamá, gracias por preocuparte, fue mi culpa por meterme donde se nos tiene prohibida la entrada, no lo vuelvo a hacer… ^-^ - decía Al tratando de calmar a su madre que se sentía la peor persona del planeta en esos momentos.
- Gracias a mi nii-san ya estoy bien ^u^… ¡ah! Nii-san estas herido, mira tienes sangre en tu camisa… - decía Al separándose un poco del abrazo de su hermano que tanta calma le traía y mirando la mancha de color carmesí que este traía aun fresca.
- Baka… no es mi sangre… es la tuya… te golpeaste la cabeza… - mencionó Ed mientras que con suavidad le revolvía los cabellos al pequeño.
- Vamos a entrar a la casa, después de curarte la herida, vamos a cenar ^u^ - decía Trisha mientras les daba la espalda a sus pequeños buscando el botiquín para curar a su pequeño herido. Después del susto y el rescate, se sentaron felices en la mesa de la cocina mientras cenaban y discutían un poco mientras que las cosas que pasaron se quedaban como recuerdos en el olvido.
_____________Fin de flash back________________________
“De nueva cuenta me encuentro en la oscuridad de la armadura… atrapado entre dos mundos… esperando ser rescatado nuevamente por mi nii-san tratando de no caer en la depresión mientras espero el alba nuevamente, antes, cuando mamá murió podía soportar aquellas noches, pues ambos nos quedábamos hasta altas horas de la noche hablando sobre alquimia y discutiendo quien se quedaría con Winly, hasta que el sueño se apoderaba de nosotros… pero ahora… aunque permanezcan un poco charlando conmigo, el sueño te vence y es en esos momentos en los que me pierdo en la oscuridad de la armadura”
- Al… buenos días… hoy será un día muy atareado para nosotros… ¿estás listo? ^u^ - preguntaba Ed mientras se estiraba tratando de quitarse el sueño que aún le embargaba, pero feliz de saber que un día más su hermano estaba a su lado.
Ed había hecho con su voz, nuevamente que Al despejará sus pensamientos oscuros y mirara nuevamente hacía el frente, esperando que todo se arreglará, buscando las caricias de su hermano mayor cuando el final de aquel túnel oscuro, donde la luz que se miraba al final tenía un cuerpo, un nombre, y una voz… la luz de su vida y razón por la que seguía adelante en este mundo lleno de penumbras… Edward Elric el alquimista de acero y su hermano mayor.