- Ese enano no sabe que le espera… - sonreía para sí cierto homúnculo de cabellos verdes mientras miraba al pequeño alquimista comer junto con su hermano y un gato que la lata no soltaba.
“Si crees que ese pedazo de hojalata te va a salvar, estas equivocado… además flamita… no estará esta vez para interponerse en mi camino… como dije… busco lo que por derecho es mío…” pensaba Envy mientras desaparecía esperando el momento preciso para emboscar al pequeño.
-Al… no le des de mi comida al gato… a él le compramos algo aparte… ¿por que le das mi comida? – preguntaba colérico Ed al ver que aun después de comprarle comida al gato, éste seguía teniendo hambre y Al como la buena persona que es le quitaba parte de la comida a Ed para dársela a E-chan
- Nii-san… sabes que E-chan aún esta pequeñito… necesita alimento para crecer grande… además no te morirás si le convidas un poco de tu comida ¬w¬ - decía Al mientras arrebataba un trozo de carne del plato de su hermano y con una sonrisa se lo entregaba a E-chan quien gustoso comía lo que Al le entregaba.
- Pues pídele más a él y deja de quitarme mi comida que yo también tengo que comer para crecer – decía molesto Ed quien seguía comiendo tan aprisa como sus manos y su boca le permitía.
- Hai… pero luego no te enojes con la cuenta… - resignado pidió otro plato de carne para el felino que gustoso comió de nueva cuenta, hasta que su estomago ya no pudo mas y termino dormido en su regazo.
- Ese gato es un glotón… - bufó molesto Ed.
- A quien se parecerá… ¬w¬ - murmuro Al algo molesto por el comentario.
- ¿Dijiste algo Al? – lo miro enojado el mayor.
- No… nada… ^w^¡ - respondió nervioso el menor con el gato aun entre los brazos.
- Bueno… tengo que ir a la biblioteca, tal vez encontremos algo en esta nueva ciudad, parece prometedora… ¿no crees? Tuvimos suerte de encontrarnos a una persona que nos trajera hasta aquí… ^u^- terminó de comer, se levanto dejando el dinero en la mesa, olvidando lo mucho que había comido, pues a pesar de haber devorado más de 5 platos en una sentada, no se había llenado completo.
- Hai… demo nii-san ¿dejarán pasar a E-chan? – preguntó Al sosteniendo al gato dormido entre sus brazos.
- ¿Eh? No… dudo mucho que lo dejen entrar… mmm… bueno ve a la posada y quédate con él… en un rato llego, ¿vale? – Ed comprendió que estaba solo de nueva cuenta, sin embargo se sentía feliz de saber que desde que E-chan llego con Al, se pierde menos en la oscuridad y el dolor que siente en ese cuerpo.
Caminando hacía la biblioteca se detiene un momento mientras el cielo se oscurecía poco a poco, habían pasado gran parte de la mañana sentados en compañía de un viejito que se ofreció a llevarlos a la ciudad más cercana y algo alejada de donde la noche anterior habían sido echados, tanto por humanos como por los animales del lugar.
Seguía caminando a paso lento, cuando la lluvia comenzaba a caer en silencio mojando su cuerpo, caminaba esperando encontrar la biblioteca aun abierta, pero lo más importante, información de utilidad, no quería pensar que el tiempo que estuvieran investigando fuese en vano.
- Cuanto tiempo sin verte Hagane no… nunca pensé encontrarte por aquí… ¿Estas buscando algo en especial? – decía una voz muy conocida por el pequeño, sacándolo por instantes de sus pensamientos.
- Ah… konichii wa Taisa… ¿qué le trae por aquí? Pensé que seguía en central… - Ed esperaba que al coronel hubiera desistido de aquellos tratos tan malos hacia él.
Roy caminaba de manera brusca, haciendo resonar las suelas de sus zapatos con el firmamento levemente mojado, cerca de la entrada del callejón donde Ed se había perdido momentos antes en sus pensamientos.
Con un movimiento rápido y sin saber como Roy introdujo a Ed en el callejón.
- ¿No puedo pasar a ver al mejor de mis subordinados?... – tenía la mirada fija en los ojos de Ed quien caminaba aterrado pero controlando sus acciones.
- Pero como… no le dijimos a nadie que vendríamos aquí, es más ni siquiera sabíamos que terminaríamos en esta ciudad…
- ¿Por quien me tomas Hagane…? ¿Crees que dejaría a la deriva a tan deliciosa presa? – los ojos de Ed se abrieron en sorpresa por encontrarse acorralado y por la declaración que acababa de escuchar.
- A que se refiere… - no termino su frase cuando sintió que sus labios siendo fuertemente aprisionados por los del mayor.
La figura de Roy cambio drásticamente ante la mirada atónita de Ed quien se quitaba de la comisura de los labios un hilillo de sangre causado por la fuerte presión de los labios del mayor.
Frente a sus ojos se encontraba una figura realmente espeluznante aun más que el mismo Roy, Envy miraba con lujuria y satisfacción el rostro del aterrado Ed al descubrir realmente quien era el que lo había encontrado.
- Te dije que cuando el estorbo de la flama no estuviera vendría por lo mío… - río ante este comentario mientras posaba sus manos sobre su cintura.
Ed trato de escabullirse para salir de aquel callejón, pero fue inútil, Envy lo había agarrado por las muñecas sosteniéndolo con fuerza mientras acercaba su rostro al cuerpo del rubio, quien intento soltarse sin ningún resultado, Envy lamía y mordisqueaba con lujuria el cuello y los lóbulos del pequeño, sacando de sus labios gemidos que mas de placer eran de dolor.
- Suéltame… - pudo articular el menor presente aun siendo sujetado por las muñecas.
- Soltarte… no bromees enano… ahora nadie te salvará… ¿sabes que es lo mejor?... que podré repetir cada vez que yo quiera… tu nunca serás un rival para mí y no pienses en involucrar a tu hermano, porque puedo acabar con esa lata de un solo golpe y lo sabes… - reía ante la mirada de miedo e impotencia que se hizo presente en el rostro de Ed.
Tomó nuevamente los labios de Ed presionándolos contra los suyos, Ed soltó un gemido de dolor, sus labios estaban sangrando nuevamente, el paso que Ed dio en su boca no fue desaprovechado por Envy, introdujo su lengua en la cavidad calida de Ed lamiendo y probando todo cuando con su lengua podía alcanzar, le excitaba de sobremanera el cuerpo pequeño que tenía preso en su agarre que se estremecía ante las caricias que este le proporcionaba.
Los ojos de Ed permanecían cerrados, no quería observar lo que ese monstruo trataba de hacerle y ni saber el hecho de porque le hacía algo parecido, esas caricias realmente ponían nervioso al pequeño, más cuando se acercaban a su entrepierna o rozaban su trasero.
Lentamente las manos de Envy fueron deslizando las prendas del pequeño disfrutando de las expresiones que se posaban en ese angelical rostro, era una imagen digna de observar una y otra vez, esto le causaba un gran placer, las gestos llenos de repulsión del pequeño, su estremecimiento ante las caricias y besos, ese miedo reflejado en sus ojos y el ligero temblor que sacudía su pequeño e indefenso cuerpo, hacían que Envy sintiera un placer absoluto, buscando escuchar salir de esos pequeños y deliciosos labios gritos de dolor, no había más satisfactorio para Envy que ver sufrir al pequeño y no sabía de una forma mejor de dañarlo y arrancarle gritos de suplica que esa.
Al observar al pequeño semidesnudo, no pudo esperar más ese cuerpo tenía que ser suyo de una vez por todas, no le importaba en lo más mínimo si al terminar el rubio no podría moverse, eso sería lo mejor, aunque estaba claro que si lo lastimaba demasiado no podría jugar con el pronto y eso le molestaba un poco, esa vez tendría que moderarse un poco con el enano pensó.
- Se como te gusta enano, espero lo disfrutes o que por lo menos me hagas disfrutar en grande a mi… jejeje… - murmuraba al oído del ojidorado mientras mordía nuevamente el lóbulo de la oreja de Ed y con la mano que tenía libre levantaba las caderas del pequeño alquimista hasta que estas estuvieron a la altura del miembro su miembro ya endurecido por los gemidos de dolor y las lagrimas de Ed.
- Vamos te va a agradar… abre los ojos y ve… - decía Envy mientras se posicionaba para entrar en el chico.
- No… eso nunca… no… - decía entrecortadamente y con dificultad por el dolor que comenzaba a sentir en su espalda que se encontraba apoyada desprotegida de ropas sobre la fría y escarpada pared de ladrillos lastimándole la espalda en el acto, aunando el dolor que se comenzó a hacer presente en su trasero por la punta del miembro de Envy entrando en su interior.
- Enano… vaya que estas estrecho… pensé que ese inútil de la flama te había dilatado bien… pero creo que me equivoque… esto será más placentero de lo que pensé… - Envy se esforzaba por mantener esa postura, si bien no era pesado, los automails tenían su propio peso y eso era algo molesto para Envy quien después de unas cuantas embestidas en esa posición decidió cambiarla.
Salió bruscamente de Ed haciendo que éste gritara de dolor por el acto tan brusco, sin aviso Envy lo tiro al piso boca abajo, Ed al ver una oportunidad por no estar sujeto por ese homúnculo intento correr, pero fue tomado nuevamente, aprisionando sus manos en su espalda un tanto lastimada por el brusco toque de la pared, para ser embestido de nueva cuenta por un muy excitado Envy, esa posición, los gritos del alquimista bajo su cuerpo, la estrechez de su entrada y la sangre que de este emanaba llenaron al homúnculo de gran placer y satisfacción sin evitar con esto que se viniera en el interior de un muy lastimado Ed.
- ummm… no estuvo mal… luego regresare para seguir jugando contigo enano… así que procura no morir o acabarás con mi diversión… - se burlo Envy de Ed mientras este con todas las fuerzas que era capaz de tomar en ese momento se levanta y acomodaba sus ropas bajo la lluvia que había aumentado su intensidad.
La lluvia parecía pedirle que desahogara su dolor, que ella se encargaría de cubrirlo, pero era inútil, se había prometido no llorar y menos por algo de lo que posiblemente era culpable.
- Y ahora… que le digo a Al… no me siento muy bien… - Ed permaneció sentado en el callejón bajo la lluvia, intentaba pararse, pero el dolor en su trasero se lo impedía y en las afueras de callejón parecía que la gente había desaparecido dejándolo solo, lastimado y con dolor.
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Mientras en la posada Al no sabía que hacer, hacía mas de 3 horas que su hermano mayor se había marchado a la biblioteca a recoger un libro, pero aún no llegaba, un mal presentimiento se formo en su mente, puede que algo malo le haya pasado.
- Nii-san espero te encuentres bien… no se que haría si te llegara a perder… mmm… E-chan… espérame aquí, voy a ver porque se tarda tanto mi hermano… no tardo… ^w^ - decía con preocupación en su voz Al.
“No es normal que Nii-san se tarde tanto y no avise antes, solo espero encontrarlo… Nii-san ¿donde estas? No me dejes solo… si tu no estas yo… yo…” pensaba Al mientras corría sin rumbo por las calles.
Pasaron varios minutos donde no había encontrado nada, estaba perdiendo las esperanzas, caminaba a paso lento por las calles, hace poco había llegado a la biblioteca pero nadie en el lugar había visto a su hermano, así que pensó en regresar a la posada pero se encontraba muy desanimado.
Cuando caminaba cerca de uno de los tantos callejones de la ciudad un sonido proveniente de uno de estos le hizo salir de sus pensamientos, “quizás sea un pequeño gatito mojado bajo la lluvia tengo que ayudarlo” pensó, su sorpresa era grande cuando en lugar de un indefenso gatito encontró a un hermano perdido sangrando quien sabe de donde e inconciente.
- Nii-san… ¿que te ha pasado?… ¿quien te hizo esto?… - estas preguntas no eran respondidas.
Ed hacía pocos minutos había perdido el conocimiento por la sangre que había perdido, cayendo cerca de unos botes de aluminio que guardaban los restos de comida de un restaurante cercano, haciendo con esto que los tambos hicieran ruido al caerse las tapas, logrando de esta forma la atención de Al que por ese momento pasaba por ahí. Son pensarlo mucho, cargo a su hermano mayor en brazos y busco un lugar donde pudiera ser atendido por las heridas que seguían sangrando.
- Solo espero que no sea muy tarde… resiste nii-san… tienes que resistir, por mi… por Winly y por E-chan… todos te necesitamos… no me dejes nii-san… te pondrás bien… ya lo verás… - decía Al intentando que su hermano lo escuchara pero era inútil, Ed estaba demasiado inconciente, perdido en sus sueños y pesadillas para poder escuchar las suplicas de su hermano.