El quipo 7 junto con su maestro y su inseparable libro versión Yaoi se dirigían hacia Suna aun faltaban dos días para llegar o eso decía el sensei y la verdad es que ya estaban cansados, y por más que caminaban no encontraban ninguna aldea cercana en la cual poder descansar.
En todo el camino la técnica de las manos no sirvió, simplemente Naruto quería estar cerca de Kakashi en todo momento, su sonrisa y cada movimiento eran apreciados por un azabache que no le quitaba la mirada de encima, esperaba el momento perfecto para poder tener un contacto.
Siguieron caminando en busca ahora no solo de una aldea sino de un lugar en donde poder asearse, por suerte un río se encontraba cerca por lo que podían descansar, asearse si gustaban, pescar para cenar algo y sobre todo dormir porque aun faltaba un día, bueno en realidad no, faltaba medio día por llegar a parte de esa noche, pero era gracioso las caras que hacia Sasuke.
- Yataa… mizu, mizu, mizu, mizu, mizu… - gritaba el rubio mientras la ropa volaba por el camino, se acercaba cada vez mas al agua, siendo vigilado por unos orbes oscuros, inspeccionando todo a su paso. - Naruto… no seas tan descuidado… - gritaba Sakura a quien le cayo en la cara la playera negra que llevaba Naruto bajo la chamarra de color naranja.
- Gomen Sakura-chan… Kakashi-sensei… voy a pescar… - comentaba el ojiazul mientras agitaba su brazos antes de lanzarse al agua.
- Esta fría tebayo… - comentó al salir a la superficie abrazándose a sí mismo intentando brindarse calor, sus dientes tiritaban al igual que sus rodillas chocaban entre sí por culpa de los temblores que invadieron su cuerpo.
Sus cabellos mojados resbalaban sobre su rostro, dándole un travieso, Sasuke miraba aquellas gotas con detenimiento, pasando saliva muy pesadamente, ¿Quién fuese esas gotas de agua en ese momento? Para poder tener un contacto con aquella piel que quemaba como fuego en sus entrañas por tan solo ser tocada.
Sin importarle lo frío del agua se volvió a sumergir buscando la manera de sacar a los peces del agua para poder comer algo antes de dormir, su estomago clamaba comida y sentía que si en ese momento no comía algo pronto, moriría y esta vez ni kyuubi le ayudaría, lo se, lo se… que exagerado ¬_¬ pero que esperan es Naruto u_u…
Por suerte los peces estaban muy cooperativos o eso parecía ya que cuando se acercaba ellos corrían y se arrinconaban tratando de huir de su agresor de ojos azules, pero lamentablemente para los peces y afortunadamente para el equipo 7, un bunshin esperaba del lado contrario con algo entre sus manos para atraparlos ¿Qué que era? A pues como no tenían material para redecillas utilizó lo mas cercano que tenía a la mano, no, no era su ropa interior, era algo de su mochila, ¿shuriken?... ¿un pergamino?... ¿aquella envoltura de chocolate de hace tres meses?... pues no, utilizó algo indispensable, bueno ni tan indispensable, pero necesaria para las noches frías, así es, uso su bolsa para dormir como red, capturando a cuanto pez se le atravesara.
Salió del agua con su bolsa de dormir empapada pero llena de peces, nunca pensó en las consecuencias, su estomago era el que dominaba la situación, mientras que Kakashi-sensei preparaba la fogata para los peces que Naruto amablemente pesco, el rubio se fue a jugar, cerca del río sobresalía una gran roca, y como el río era algo profundo se fue a echar un chapuzón, no le importaba que fuera noche, que hiciera frío o que estuvieran en misión, él solo quería divertirse y así lo hizo.
Sakura mientras tanto, había ido por órdenes de Kakashi-sensei al interior del bosque en busca de leños para la fogata, mientras que Sasuke iba por agua potable, el moreno regresaba de buscar el agua cuando encontró a Naruto en lo alto de la roca diciendo quien sabe que a su amigo imaginario y después sin que nadie pudiera siquiera pensarlo el rubio se lanzo en picada cabía el río, salpicando todo a su paso, y a su paso se encontraba Sasuke, quien pensó en golpearlo seriamente hasta que sintió algo en su cara, cuando le había salpicado el agua cerró los ojos por acto reflejo, al abrirlos no vio nada, solo sentía algo mojado, como él, en la cara.
Su sorpresa fue grande cuando al quitarlo supo que era, si efectivamente, el ninja no.1 en sorprender a la gente, el ninja cabeza hueca de la aldea oculta de la hoja, mejor conocido como Uzumaki Naruto, se había golpeado fuertemente contra el agua y fue tal el impacto que su ropa interior, que de por si le quedaba un poco grande saliera disparada sin poder evitarlo.
- Gomen Sasuke… te moje dattebayo… - decía el pequeño rubio con una mano en la nuca mientras la rascaba nerviosamente sin percatarse que la única prenda que le tapaba hasta ese momento su cuerpecito desnudo se encontraba en las manos de Sasuke.
El moreno miraba sin comprender la escena, miraba su mano, ahí estaba, los boxers verdes con peces naranjas de Naruto, miraba hacía al frente y ahí estaba, un rubio mojado de lo mas comestible con una sonrisa en los labios y lo mejor de todo, desnudo, nuevamente a su mano, después al rubio, estuvo así fácil ¿Qué seria? 10, 15 segundos, minutos, horas, no horas es demasiado el rubio ya se hubiera secado o dejado esa mueca en ese tiempo.
- ¿Qué te pasa teme?... – pregunto algo nervioso, curioso, confundido, mejor dicho extrañado rubio por la actitud de su compañero además de su sonrojo que por más que trataba de tapar con su flequillo se notaba, claro cualquiera lo vería, cualquiera que no se llamara Naruto, porque este se preocupo mucho al ver que estaba completamente rojo, ¿se habría enfermado por su culpa? Se preguntaba una y otra vez.
Aun sin percatarse del porque de su sonrojo, se acercó para comprobar que no tuviera fiebre, acercó su rostro tanto que cuando el aliento del rubio choco contra el rostro del Uchiha algo se prendió, algo además de su cara si es que se podía.
- ¿Te encuentras bien?... estas muy rojo tebayo… - al decir esto coloco su frente en la de su compañero para comprobar su temperatura corporal, sonrío al ver que no tenía, entonces porque el sonrojo.
- Oe Usuratonkachi… deja de ser tan exhibicionista… - comentó el mayor apartando un poquito brusco a Naruto de su cuerpo, pero como sabemos, un poquito brusco para Sasuke significa, 3, 4 metros lejos y como si eso no fuera todo, el rubio no sabía como caer correctamente y menos si se encontraba fuera de combate, como era de esperarse se cayó.
Pero no fue una caída normal y eso lo pagaría Sasuke, Naruto cayó con la cara al suelo, sin ser lo suficientemente rápido o siquiera pensar para poner las manos y evitar golpearse fuertemente con las rocas cerca del río, sus pies por otra parte quedaron firmemente aferradas a la tierra, ¿como quedo?... bien digamos que la nariz de Sasuke sangro como si se la hubieran roto de un fuerte golpe, el trasero del rubio al aire le gritaba cosas como “Sasuke dame duro” o “soy todo tuyo”, sacudió su cabeza con fuerza y su entrepierna completamente despierta le decía “esta inconciente, no sabrá que paso” y curiosamente su voz era la de Itachi, después de decir eso comenzaba a reír como loca aquella voz desquiciada en su cabeza.
Tomando uso del poco autocontrol que le quedaba, le arrojó la prenda aun en sus manos al trasero para evitar desmayarse de tanta sangre que le salía de las narices al pequeño moreno “esto es por culpa de Kakashi… si no me hubiera dado esa clase de sexo con el icha icha no me estaría pasando esto” pensaba mientras un pequeño recuerdo de leer el libro de su sensei y una platica de cómo es que nacen los bebes y porque los hombres no se preocupan cuando su pareja es del mismo sexo y sobre todo el porque es mejor un hombre que una mujer durante el acto, su mente quedo igual o quizás más pervertida que su maestro.
Se fue al río a refrescarse las ideas y que ciertas partes bajaran de nivel antes de regresar con los de su equipo, no tardo mucho tiempo el rubio en despertarse y colocarse la ropa que supo se le había caído, quizás por el panzazo al agua, quizás por el golpe que le dio uchiha, cualquiera que sea la razón, no podía permitirse estar desnudo frente a Sakura-chan por una simple razón, ella era tan brutal cuando se molestaba que le partiría la cara mil veces en un día y si sobrevivía a la paliza le daría otra para que no se le olvidará la anterior.
Cuando regresaron los pescados y las ramas para calentarse ya estaban listos, todos comían animadamente, Naruto ya se había vestido puesto que la luna ya que miraba en el cielo plagado de estrellas, todos perdidos en sus pensamientos hasta que la voz de su sensei los saco de sus pensamientos.
- Oe… Naruto… mojaste tu saco para dormir… ¿Qué vas a hacer?... – fue en ese momento que el rubio reaccionó, como era posible que mojo su sacó de dormir solo por unos cuantos peses, unos cuantos que modesto tenían pescado de sobra, claro que con el ojiazul nada sobraba y comió todo hasta que su barriga se hizo grande.
- No pensé en eso, tenía tanta hambre que no me fije… Kakashi-sensei, ayuda onegai… no quiero dormir con frío… - murmuraba el rubio asustado de pensar que su saco estaba empapado, lo habían colgado en una rama cercana al fuego para que se secara, lo tocó y para su sorpresa, seguía húmedo.
- Hace una noche hermosa para dormir al aire libre… - susurro Sasuke mirando al cielo, sin ninguna nube en lo alto, buen indicio, después y esto solo lo notó Kakashi, observó al rubio quien miraba la luna.
- Sasuke-kun eres muy inteligente, todos somos uno… - halagaba la pelirrosada.
- Bien… entonces, saca las sabanas que te puse en la mochila, Sakura y coloca una ahí… - mencionaba mientras apuntaba cerca de la fogata para darse calor pero lo suficientemente lejos para evitar quemarse alguno.
Kakashi se apartó de los niños, colocándose frente a ellos, leyendo su libro, dormitaba con la guardia en alto, para no ser sorprendidos, mientras que Sakura que ya había colocado la manta en donde dormirían esa noche.
Naruto con su almohada entre las manos intentaba tomar el lugar que se encontraba en el medio de esta, pero la pelirrosa marco claramente una línea que les dividía, a él le tocaría en la orilla apartada del fuego, mientras que Sasuke iría en el medio y ella a su lado cerca de la fogata, cansados, con sus cosas recogidas comenzaron a dormir.
El moreno tenía problemas para dormir, tener cerca al rubio era tentador, lamentablemente se encontraba otra personita haciendo mal tercia y tenía aguantarse, kakashi ya se encontraba dormitando para ese entonces, él también se cansaba, aunque no lo pareciera el leer el icha y dar ordenes a diestra y siniestra además del desgaste mental y físico de tener bajo control a sus subordinados le cansaba de sobre manera, sin más el moreno comenzó a soñar teniendo en cuenta de que a su lado se encontraba ese agradable calor.
La noche pasaba normal, pero una joven de cabello rosado si era sumamente difícil de controlar despierta, ahora imagínense dormida, así es la rosa delicada, como se solía llamar, aparte de roncar un poco, no muy fuerte pero aun así roncar, se movía mucho y en uno de esos movimientos tan bruscos se dio media vuelta y con el brazo le pego en el pleno rostro a un tranquilo azabache que no hacía ruido, ni siquiera se movía, hasta que ese fuerte golpe le medio despertó, aún estaba cansado y no perdería la oportunidad de dormir un poco más, así que se dio la media vuelta y se encontró con el rostro tranquilo de un lindo rubio, podía sentir su aliento chocarle en plena cara, no le importaba, se sentía bien, cerró los ojos y volvió a dormir.
Pasaron las horas y todos se encontraban felizmente dormidos, un pequeño rubio que se encontraba en la orilla de la manta al lado de un azabache y de una revoltosa niña de pelo rosa que ya aparcaba la mitad de la manta, haciendo que ambos jóvenes se fueran al extremo del rubio, pues bien ese joven rubio abrió los ojos al sentir algo más que lo frío del lado que le tocó.
Cual fue sorpresa al abrir los ojos, que cierto moreno estaba a menos de un centímetro de su rostro, se sintió incomodo y quiso voltearse pues pensó que si su amigo y compañero de equipo se levantaba y le miraba así de cerca se molestaría, si supiera ¬_¬, cuando giró su cuerpo en dirección contraria descubrió una no muy grata sorpresa, que el ya se encontraba en la orilla de la manta y por lo tanto al girarse tocó el frío del suelo.
Puede que Naruto sea una persona sumamente irritante en ocasiones, pero comprende que el sueño es primordial, claro que el día anterior no cuenta porque fue una broma, así que no tuvo el valor de despertar a Sasuke para pedirle un poco de espacio, observó a su sensei y la manta que el usaba era muy grande además que el estaba sentado en ella.
Lo medito unos segundos, tomó su almohada y se paro de la manta, dejando a Sasuke, que se movió al no sentir a ya saben quien, ocupando de lleno su lugar, pero Sasuke no despertó, la razón, uno estaba muy cansado y dos el calor del cuerpo del rubio aun permanecía en el lugar que acababa de ocupar, lo miró unos momentos y sonrío, de verdad que Sasuke era muy tierno, en particular cuando no esta despierto y le llena de insultos, después de esto marcho con paso silencioso hacia su sensei.
- Kakashi-sensei… - murmuro logrando que el sensei abriera los ojos, bueno el ojo visible y observará con atención el rostro triste de su alumno con una almohada entre los brazos abrazándola de modo suplicante.
- ¿Qué pasa Naruto?... – pregunto quedito para no despertar a los otros que dormían placidamente frente a ellos un poco alejados.
- ¿Puedo dormir contigo? Dattebayo, me han desplazado y ya no queda lugar… - susurro muy triste y en sus ojitos azules parecía que fuese a comenzar a llorar.
- Claro, ven… - se hizo a un lado para dejar un prominente espació para que su alumno lo ocupará, cosa que no tardo en suceder.
- Gracias Kakashi-sensei… oyasumi nasai… sensei… - abrazó a su maestro y se colocó cerca suyo para sentir el calor que desprendía su cuerpo mientras que su maestro le acariciaba los cabellos, de este modo volvieron a dormir.
Pasaron otras horas no muchas pero pasaron y el calor que estaba del lado donde una vez estuvo un rubio si no mal recordaba ya estaba frío, pero no le dio importancia, pensó que era por el lado que su cuerpo se había puesto así de frío, dio la vuelta para sentirse mas a gusto, ya que la pierna de cierta pelirrosa se le estaba encajando en la espalda y lo que descubrió cuando su mano llego a algo firme fue el piso frío, abrió los ojos con sorpresa, donde estaba el rubio que le hacía dormir tan bien, observó a Kakashi-sensei que se encontraba frente a él y al lado suyo un rubio dormido sonriendo y abrazando la cintura de su maestro.
No lo pensó simplemente se levanto y camino hasta su sensei, miró al rubio unos segundos y comentó.
- Sakura tomo todo el lugar… ¿me puedo dormir aquí?... – pregunto seco, su sensei sabía a que se debía este comportamiento, pero como ya se encontraba en la orilla le mostró el lugar al lado del rubio.
Sasuke se recostó cerca del rubio, muy cerca y sonrió un poco antes de volver a quedarse dormido, envuelto por toda la esencia que desprendía el rubio, su olor, calor y presencia le relajaban pronto quedo profundamente dormido.
Kakashi les veía, Naruto volteado dando la cara a Sasuke con las manos cerca del rostro, muy pacifico y tranquilo, Sasuke de cara al cielo, relajado y feliz, no pudo resistirlo, pico con su dedo índice la mejilla de Sasuke hasta hacer que este se volteara de cara a Naruto.
- Así debe de ser… - concluyó su sensei al ver que sus frentes se unieron en un gesto encantador y que las manos del moreno se apoyaron sobre las del rubio.
Ahora solo quedaba hacerse el dormido un poco más para verles despertar, lo más seguro es que la mayor afectada sea su pequeña kunoichi armara un escándalo.
- Va a ser un largo día… Suna nos espera… - susurro Kakashi al viento mientras las últimas horas de la noche pasaban lentas como la brisa que esa noche se sentía.
Mientras en una parte de Suna, en la oficina del kazekage todos peleaban por detener el frenesí desenfrenado que se hizo presente y nadie sabe porqué razón o siquiera como detenerlo, el grupo anbu se apresuraba a detener lo que ocurría antes de que una masacre diera inicio, los hermanos Sabaku se miraron rogando al cielo que se apresuraran y trajeran la cura para lo que se había desatado en ese lugar.
- Que lleguen pronto o esto será peligroso… - murmuro Temari al ver a un grupo anbu salir volando por la ventana gracias a un golpe demasiado fuerte.
- Ya se puso peligroso… espero sobrevivir a esto… - concluyó Kankuro cuando un ninja le cayó encima.
Todos corrían a detenerle, pero nadie controlaba su furia, el equipo 7 tenía que apresurarse o de lo contrario no habría Suna a la cual regresar.