Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Cuanto me haces falta por Arteemisse

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Espero que les haya gustado, ¡Actualizo una vez por semana!

¡Nos vemos! ¡¡Saludos a todos!!

—Natsu, yo te conocí antes de que perdieras la memoria—

Al escucharme, sus ojos se abrieron a todo su esplendor; y me miraba de una manera que no puedo explicar.

La noche se hizo más silenciosa a cada segundo que pasaba; y Natsu aún seguía mirándome con una expresión anonada y confundida.

—¿Es… cierto? –exclamo por fin, agachando la mirada; no podía ver sus gestos, y su voz se escuchaba entrecortada.

—¿¡Ahh!?—

—¿Lo que me dices es cierto? ¿Lo dices de verdad? —su voz se escuchaba como si estuviera reprimiendo el llanto; debía estar muy sorprendido con mi revelación.

—Sí, lo es—exclame con una sonrisa, y con un tono de alegría; como iba a mentirle a la persona que amo.

—L-lo siento, p-pero no te creo—musito en voz baja; mientras sus manos se aferraban a su camisa.

—¿P-pero… por qué? —dije algo sorprendido, yo esperaba otra reacción.

—S-solo conozco a una persona que me ha hablado de mi pasado; y-y n-nunca me ha contado de ti—exclamo mientras daba ligeros pasos hacia atrás; como si estuviera huyendo de algo.

—¡Pero yo te conozco de toda la vida; prácticamente crecimos en la misma casa! —musite lleno de furia, tomándole de los hombros; no podía creer que no me creyera.

—¡Lo siento! ¡Lo siento!

No lo soporto más; rápidamente, lo tomé por la nuca y le di un beso en los labios.
Seguían con el mismo sabor de hace ocho años; se sentía igual a como lo recordaba.

Podía sentir como temblaba ante mi acto; no se movía, estaba paralizado de miedo.

Cuando lo solté, noté que estaba llorando; sus preciosos ojos verdes estaban llenos de tristeza.

—¡Lo siento! –exclamo con lágrimas, mientras corría hacía la casa.

¡MALDICION!

Podía sentir como la furia corría por mis venas; tenía que esperar a tranquilizarme, antes de que llegara a hacerle algo malo.

¿¡PORQUE DEMONIOS NO ME CREE!? ¿¡YO JAMAS LE MENTIRIA!?

—¡Maldita sea! —fue un error, debería haber esperado más para decirle.
Ahora no solo corre riesgo nuestra relación; si no que puede influir en el acuerdo entre la empresa “Fernández” y “Scarlet”; si Jellal-san se da cuenta de que le hice llorar, de seguro y me matan.

Tengo que tranquilizarme, no puedo permanecer enojado por siempre.

Esperando a que me pasara el enojo; una criada me dio aviso de que la cena estaba lista, así que le seguí hasta el comedor; no quería volver a perderme dentro de la casa.

Cuando llegue no había nadie; supongo que todavía no llegaban, así que tome asiento lo más alejado posible del lugar principal. No podría mirar a Natsu a los ojos con el enojo que cargo.

—¿¡QUE FUE LO QUE LE HICISTE A NATSU-SAN!?—exclamo Erza, tomando mi camisa y levantándome de la silla.

—¡YO NO LE HICE NADA! ¡NO SE DE QUE ESTAS HABLANDO! —

—¿Conque no sabes de que estoy hablando, ehhh…, Gray? Pues veraz, hace unos minutos; Laxus y yo estábamos charlando amablemente con Jellal-san; pero de pronto entro Driant-san cargando con un lloroso Natsu-san en brazos—exclamo con un tono molesto.

—¿¡Y eso que tiene que ver conmigo!? —

—¿Qué tiene que ver contigo? ¡Pues… cuando le preguntamos qué era lo que tenía, Driant-san dijo que te había visto a ti y a Natsu-san hablando en el jardín, y que de repente él salió corriendo hacia la casa; ¡Jellal-san se molestó, tomo a su esposo en brazos y se fue diciéndole al mayordomo que le llevara su cena a la habitación! —

—¿¡Y eso que!? ¡Yo no le hice nada! — en cambio, él fue el que me hizo daño a mí.

—¡Más te vale que no le hayas hecho nada! ¡Pero te juro que, si eso perjudica a la compañía, te despediré y le daré tu puesto al primer vago que encuentre! –dijo ella, saliendo furiosamente de la habitación.

Me sentía más molesto y lleno de rabia; pero no con Natsu, no con nadie más; si no conmigo.
Si hubiera esperado algo más de tiempo, si no le hubiera gritado, si no…

Pero eso quedo en el pasado, ya no puedo cambiar mis acciones; ya no puedo hacer nada.

No pude dormir en toda la noche, pensando en lo que había hecho; ahora no solo Natsu me odia, si no tambien Jellal-san y Harumi; y probablemente todos los trabajadores de la casa.

¡Qué error tan estúpido!

A la mañana siguiente, nadie vino a despertarme; supongo que mi superstición era correcta.

Demore mucho tiempo en arreglarme, aún estaba un poco molesto; y no quería ver a nadie el día de hoy.
A punto de salir de la habitación, la puerta se abrió de repente, topándome cara a cara con mi jefa; quien no se veía muy contenta que digamos.

—¡TOMA TODAS TUS COSAS! ¡NOS VAMOS EN CINCO MINUTOS! —exclamo gritando, estaba hecha fuego.

—¿¡QUE!? ¿¡PORQUE!?—no entendía su actitud; y tampoco él porque teníamos que irnos.

—¡SOLO HAZLO! ¡TE QUIERO EN LA PUERTA EN CINCO MINUTOS! —y desapareció de mi vista.

¿¡QUE RAYOS PASA AQUÍ!?

Espero y no tenga nada que ver con lo de ayer; aunque, pensándolo bien; si eso hubiera sido, Erza me hubiera golpeado hasta desangrarme… Supongo que es otra cosa.

Cuando salí, no había nadie afuera; solo estaba mi jefa, Laxus y Juvia; quienes parecían estar esperándome.

—¡Por fin llegas, bello durmiente! exclamo Laxus, con una mirada desaprobadora.

—Juvia estaba muy preocupada, Gray-sama—musito Juvia, con corazones en sus ojos.
¿Acaso es bipolar?

—¡Bien, no hay tiempo para ello! ¡Suban al auto! —dijo Erza; dando a entender que estaba molesta.

—¿Qué fue lo que ocurrió? Cuando salimos no había nadie en la casa, ni siquiera Jellal-san salió a despedirnos—musite un poco aturdido; no sabía que era lo que estaba pasando.

—Uno de los hospitales de Jellal-san tuvo un percance, y tenía que volver a la ciudad; se fue ayer por la noche, con su esposo e hijos; además de todos los trabajadores, solo se quedaron los encargados de cuidar la casa—exclamo ella, con un tono de voz cansado.

—Entonces… ¿Esto no tiene nada que ver con lo de ayer? ¿Cierto? —

—No, creo que no—dijo la pelirroja, soltando un suspiro.

Me sentía aliviado; y a la vez preocupado, no sabía si era verdadero; ¿Y si estaba mintiendo?

—¿Y qué paso con el acuerdo? ¿Si se hará? —

—Discutiremos eso mañana; por ahora, no quiero oír ninguna palabra más—

Eso era como decir “¡CALLENSE!” pero de una manera más sutil…

El viaje en avión fue lo más incómodo que me había pasado; mi asiento estaba junto al de Juvia, y no paraba de mirarme y hacerme ojitos.
Un día me odiaba, al otro me amaba; ¿Qué pasa con esta bipolar?

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

—¿Y en que me beneficiaria a mi este contrato? —exclamo Jellal-san, con un tono serio; se veía totalmente diferente a lo que había visto hacía pocos días.

—Bien, podríamos tener mayores ganancias si unimos nuestras fuerzas en las costas del norte y sur de Japón; llamando a mas inversionistas, y con una ganancia parcial, de acuerdo con el sistema capitalista—dije mientras mostraba la información en la pantalla de la sala de conferencias.
Teníamos que convencer a este hombre cueste lo que cueste.

—Sus planes me parecen perfectos; pero tengo que discutirlo con el vicepresidente de mi compañía—

—¿No vino con usted? —pregunto la presidenta; con un ligero tono de desaprobación.

—En realidad no se ha sentido muy bien estos días, así que se está tomando un pequeño descanso—exclamó el peliazul, con un rastro de preocupación.

 —L-lo siento mucho—

—No hay problema—

—Entonces… ¿Tenemos un trato? —exclame, mostrándole los papeles del acuerdo.

—¿Qué tal si les propongo algo? —dijo, poniéndose en un modo que asustaba; si como empresarial/yakuza.

—¿Y qué seria eso? —

—Siempre he confiado en el vicepresidente para hacer este tipo de tratos; tiene una buena intuición; mañana saldremos a cenar, ustedes, yo y mi asociado; si logran convencerle, aceptare su oferta—

—Trato hecho—

Ahh… por fin termino todo esto.

Me sentía cansado, molesto; los pocos días que estuve fuera de la ciudad, solo sirvieron para ocasionarme mas estrés del que tenía, y mis preocupaciones no me habían dejado dormir estas últimas noches.

—Buenos días, Gray-san—dijo el peliazul; quien estaba recargado en la puerta de mi oficina— ¿Puedo hablar contigo por unos minutos? —

No sabía porque, pero esto me daba mal espina.

—S-sí, no hay problema; por favor, adelante—musite haciendo un ademan para que pasara.

El entro a paso rápido a mi oficina, y se sentó cómodamente en uno de los sofás.

—¿Quiere algo de beber? —dije para alivianar un poco la incómoda atmosfera que estaba a nuestro alrededor.

—No vine a beber nada; estoy aquí para aclarar algunas cosas contigo—

Su voz se escuchaba fuerte; y me daba algo de miedo.

—¿De qué cosas quería hablar, Jellal-san? —

—No voy a andar con rodeos; ¿Qué fue lo que le hiciste a Natsu la noche pasada? —parecía como si sus ojos quisieran perforarme hasta el alma; sentía todo ese miedo fluyendo por mis venas.
Se toma su papel de esposo muy enserio.

—Y-yo no le hice nada; n-no sé de qué está hablando—

 —¡ENTONCES PORQUE NATSU ESTABA LLORANDO Y DICIENDO “PERDONAME, JELLAL; ¡YO NO QUERIA HACERLO, EL ME OBLIGO”!¡RESPONDEME! —

Me daba miedo esta nueva faceta; se notaba a leguas que estaba muy molesto; y yo no podía decirle “no se preocupe; solo lo bese a la fuerza” Seria el peor error de mi vida.

—Bien eso no importa; Natsu se durmió antes de poder escribirlo, así que no recuerda nada de esa noche—exclamo con un bufido, aunque ahora parecía un poco más relajado.

Ahhh, gracias al cielo que no recuerda nada.

—Pero te hare una pregunta, Gray Fullbuster—

—¿S-si? —

—Tu conocías a Natsu antes de su accidente, cierto—

—S-se podría decir que sí; ¿hay algún problema con eso? –

—Entonces tu eres el bastardo que le engaño; tu eres ese Gray Fullbuster—

Notas finales:

También público en Wattpad; el link se encuentra en mi perfil...


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).