Había pasado el festival y Akashi actuaba extraño, nunca sé lo que piensa o planea pero su manera de ser hoy es extraña, estuve explicándole tres veces seguidas el mismo asunto.
-Y bien Akashi, ¿qué haremos al respecto?
- ... - Otra vez Akashi sin decir nada era extraño, se quedó mirando el tablero de ajedrez sin responder, yo le hablaba del equipo pero el no parecía reaccionar.
-Sabes, el otro día Murasakibara vino al aula a preguntar por ti- dije para sacarlo del trance, lo que funcionó ya que me miró con asombro esperando a que continuará
-Por fin me prestas atención.- le dije y el se dio cuenta sólo para levantarse de su sitió y dirigirse a la ventada, no sé si estaba enfermo, la ventana estaba cerrada por las cortinas, así que me pregunté que era lo que miraba, siempre me daba curiosidad que era lo que los ojos de Akashi percibían, aunque a veces me hacía una idea de que o mejor dicho, quien.
-hoy estas en las nubes Akashi, ¿hay algo que te esté preocupando?- le dije mientras me acerqué a él .
-lo siento shitaro- dijo sin ánimos, me acerqué a él y abracé por detrás, era su prometido y estas eran cosas que se me pasaban por alto, -Creo que hoy no podemos fingir que no pasa nada, esto podría perjudicar al equipo
-lo sé, estuve pensando en ello y en lo nuestro- mis ojos se abrieron como platos pero fuera de ello no tuve otra reacción
-Akashi, ¿crees qué puedes permitirme relajarte un poco? No me importa si no es en mi en quien piensas- dije y lo giré a verme, lo besé y el se safo gentilmente, pegando su mejilla con la mía.
-Shitarou ¿que se supone que haces y a que te refieres con lo de no pensar en ti?- dijo y me miró serio
-Respondere a lo primero, tu eres un genio para entender lo demás- dije y me quite la corbata, cubriendo sus ojos y tomando su barbilla para besarlo de nuevo, él no opuso resistencia, lo que me parecía extraño ya que en innumerables veces intenté ir más allá de lo que se me permitía.
El rodeo sus brazos en mi cuello y yo lo sujeté de la cintura, lo senté sobre la carpeta y seguí besándolo, sabía que estaba haciendo trampa pero era ahora o nunca. Besé su cuello y él reaccionaba con pequeños gemidos, desabroche su camisa para acariciar su torso, sus gemidos me encendían, realmente lo amaba.
Me limité a no decir nada, sabía que eso lo arruinaría, pegué mi cuerpo al suyo y él me atrapó con sus piernas logrando que nuestros miembros ya prominentes y aún ocultos por nuestras ropas se juntarán, frotándose entré ellos. Hábilmente desabroche su correa y pentatlón para exponer su miembro de Akashi, y haciendo lo mismo con el mío. Estaba en mi limité, esto no era algo que esperaba pero no podía negar que no tuve sueños húmedos así, a diferencia de que yo era el sometido.
Quería ver el rostro de Akashi, quite la corbata de su rostro y vi sus lágrimas, sin dudas me sentí de lo peor. Le coloque de nuevo su camisa y pantalón para abrazarlo. -lo siento Akashi- le dije, fue suficiente, él me abrazó sin dejar de llorar y temblar. Me prometí hacerlo feliz, así no sea a mi lado.