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Erecciones por Gabilliam is love

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Notas del fanfic:

Hola hola!

Okay okay, soy una persona irresponsable y bipolar y lo reconosco bien jaja

Es una historia extraña y estoy segura de ello, los personas tienen una cierta similitud con algunos animales.

 

 

Notas del capitulo:

Hello!

Si ya se que aun les debo muchas otras historias y lo siento mucho, pero simplemente no podia desperdiciar lo que mi solitaria y castigada imaginacion me brindaba.

Y como dije antiguamente "el resumen no cuenta mucho" ¿Verdad?

Bueno nos basamos en un incesto no incesto. Osea son hermanos adoptivos.

Ademas hay una chiquita sorpresa en el, ya saben que si no les agrada me lo hacen saber y listo :D

Enjoy!

¡Pipipipi!

Abrió los ojos lentamente y esperó que la visión se le aclarara. Sus músculos estaban entumecidos y dolieron a la hora de ponerse boca arriba, suspiró adormecido y estiró el brazo para apagar el aparato que lo despertaba los cinco días de la semana.

Ya parado y con algo de frío estiró los brazos junto a las piernas y estos tronaron de forma algo violenta para el, algo contento de no tener más dolor se encaminó hacia el baño. Desnudo esperó el contacto de la tibia agua contra su piel, esta no tardó en bajar sobre su espalda para terminar en el piso de la bañera y luego bajar por el conducto del agua y terminar quién sabe donde.

-Esta genial- pronunció sintiendo la cálida sensación.

Enjabonó sus cabellos con shampoo y delineó cada linea de su cuerpo junto la esponja, cuando la espuma estuvo completamente fuera de su cuerpo apagó el agua y salió con su cintura cubierta por una toalla fina, secó revolviéndose sus cabellos y lavó sus dientes con extremo cuidado. Al terminar cada cosa salió del cuarto de baño para mirar a cierta persona tapada hasta la cabeza sobre su cama, enarcó una ceja y caminó en silencio para dejar la ropa sucia sobre una cesta observando como una figura comenzaba a formarse entre las sabanas. Al ver como esta se removía pudo diferenciar una rodilla asomarse, extrañado decidió investigar a su invasor.

Con cuidado se subió a la cama agazapándose, su cola se removió en el aire y sus orejas se bajaron. De un salto atrapó a su víctima entre su cuerpo, este comenzó a reír llenando la habitación silenciosa, una gran batalla se desató entre empujones y gritos, como pudo quitó la sabana tirándola al piso y dejando a su víctima sonrojada de tanto reír bajo todo su peso.

-¿Naruto?- pronunció extrañado.

-Hola Sasuke- las orejas color naranja de este se bajaron mientras sus mejillas se tornaban de rojo, una sonrisa de niño pequeño se cruzó en sus labios y los celestes ojos brillaron-Buenos días- ambos brazos del rubio se colocaron en sus hombros y sonrió de forma inocente.

Y ahí fue cuando cayó en cuenta de que este solo portaba una de sus piyamas, bueno solo la parte de la camisa y al bajar la mirada solo veía las delicadas piernas rozando su vientre.

Un tic en su ceja hizo presencia.

-¿Sasuke?- preguntó Naruto extrañado de que este no respondiera y solo dejara su flequillo cubriendo sus ojos-¿Que ocurre?

-Tengo que cambiarme- respondió saltando de la cama y caminando rápidamente hacia el baño de nuevo, azoto la puerta y pegó espalda contra esta deslizándose contra el piso.

Respiró profundo e intentó calmar su nerviosismo, se limpió el sudor de la frente y incomodo por la situación bajo su mirada hasta captar la abultada toalla mostrando su problema.

Hacía ya más de tres semanas era todo lo mismo. Naruto era su hermano adoptivo y ambos compartían desde los seis años una relación muy cariñosa. Para Sasuke, Naruto era como su mejor amigo y viceversa, siempre solían jugar de esa manera, los buenos días solían convertirse en juegos y a tardar a bajar a desayunar. Pero desde que Sasuke había cumplido sus dieciséis años comenzaron los problemas: se interesaba en las mujeres y hasta incluso era de acostarse con alguna bien dotada de sus compañeras de curso.

Según su padre era porque ya a esa edad su especie entraba a su época de "adolescente desarrollado" y era normal satisfacer sus inquietudes teniendo algún revolcón, después de todo eran instintos. Pero luego de cierto tiempo esto de acostarse con chicas no daba resultados.

Cuando lo consultó con su padre este se había largado a las risas diciéndole que era porque ya había encontrado pareja. "Es normal que un lobo a cierta edad tenga su pareja escogida" le había respondido luego de muchas preguntas acerca de la sexualidad de su especie.

PERO, lo que no se esperaba era que el provocador de dichos instintos fuera su inocente hermanito-mejor-amigo. Ciertamente siempre que este intentaba jugar o dar cariños su "amigo" despertaba y la situación se volvía demasiado incomoda, por lo que prefería estar alejado de Naruto.

Más concentrado en alejar aquel problema sacó la toalla que cubría sus partes bajas y comenzó a masturbarse. ¡Y por todos los demonios! Las únicas imagenes excitantes que se le venían a la mente eran las de su adoptivo hermano sonrojado, gimiendo, pidiendo ''más fuerte", en cuatro, sobre el, y en todas siendo empalado hasta el fondo por su miembro. Y así terminó con un gemido ahogado manchando el suelo y su mano, su respiración agitada hizo eco en la silenciosa habitación del baño.

Luego de pegarse un segundo baño y limpiar cierta esencia salió reluciente y algo más tranquilo. Allí sentado de nuevo en la cama encontró a Naruto mirándolo extrañado, su uniforme ya estaba puesto y acomodaba su corbata.

-¿Que ves?- preguntó serio y colocándose una camisa blanca.

-¿Te bañaste dos veces?- Sasuke asintió poniéndose el saco del uniforme-¿A los perros les gusta tanto el agua?- malhumorado por la broma le mando una mirada asesina de reojo.

-No soy un perro, soy  mejor que un simple perro- pronunció saliendo de la habitación siendo seguido.

-Disculpe alteza- dijo en broma Naruto.

-Deberías llamarme así más seguido.

-No hasta que seas mejor que yo- Naruto se trepó a su espalda y enroscó sus piernas en la cintura del mayor-Sigues siendo un simple perro para mi- cantó contento.

Para sorpresa de Sasuke, una esponjosa y suave cola rodeó su brazo y unos dientes mordieron con cariño su oreja izquierda, sintió un escalofrío corriendo por su vientre y temió lo peor.

-"Tranquilo Sasuke... No te desesperes, todo esta bien, todo esta bien"- pensó mordiéndose los labios.

-¡Anda Sasuke!- ahora acariciaba una y otra vez su cuello dejando alguno que otro pellizco.

-"Cuenta hasta diez. Uno, dos, tres, cuatro...- cuando termino se sintió más calmado y suspiró de forma pesada.

-¡Sasuke!

-Vamos déjate de juegos o llegaremos tarde- su voz tembló por unos segundos pero luego sonó igual de seria como siempre, el rubio se bajó con una gran incognita en su mirada triste.

-Eres un amargado- respondió cruzándose de brazos-Antes solíamos jugar sin importarnos el horario- el de cabellos negros solo caminó hasta la sala colgando su mochila en el hombro-Sasuke estoy hablándote- agarró el almuerzo encima de la mesa e ignoró olimpicamente al otro.

De forma inesperada para Sasuke, el menor corrió hacia afuera de su casa dejando un para nada agradable portazo. Sorprendido solo fue por el mismo camino y cerró con llave tratando de ver hacia donde se había ido su hermano.

-¡Naruto!- gritó al no verlo por la silenciosa calle-¿Donde estas?

¡Naruto!

-¡Aquí estoy deja de gritar!- volteó sobre si mismo encontrando al rubio cruzados de brazos-¿Que quieres?

-Pensé que te habías ido sin mi- dijo pensativo preguntándose acerca de la reacción bipolar del menor-¿Nos vamos?- el menor asintió y como de costumbre caminó a su lado.

Sasuke más calmado trató de concentrarse en algo que no fuera la persona que caminaba a su lado, algo que no funcionó ya que su cola tocó accidentalmente la cola del rubio, y este tomándolo como juego enroscó la suya con la del mayor. Sus orejas bajaron de vergüenza mientras sentía sus mejillas algo acaloradas.

Después de caminar en silencio por un buen rato llegaron al edificio que conformaba el instituto.

-Hey Sasuke- escuchó que el otro lo llamaba, volteó y miró como su hermano algo ¿Nervioso? esquivaba sus ojos, esperando alguna palabra este solo fue directo-¿Hoy almorzamos juntos?- enarcó una ceja y Naruto solo rió-Quiero decir, nunca lo hacemos. Siempre voy con mis amigos, y tú casi siempre vas solo, ¡Vamos a compartir uno juntos!

Miró con atención la sonrisa que los labios de su hermano emitían además de un ligero rosa cubriendo aquellas líneas de parecían bigotes.

-Ok, ok. Luego nos vemos.

-¿En que lugar?

-En el patio del fondo, allí nunca hay nadie- la alarma sonó y muchos ya corrían para entrar a las aulas-Ya vete o te van a castigar.

-Eso es algo de todos los días, Sasuke- dijo caminando a paso lento.

...

-Entonces dejamos este trabajo para la clase próxima que es...- miró al profesor hojear una carpeta-El viernes, bien hasta el viernes- el profesor se retiró justo al tiempo que la alarma anunció la hora del almuerzo.

Guardó su carpeta bajo la mesa y sacó el paquete que su madre había dejado en la cocina, se desprendió los primeros dos botones de la camisa (pues el no usaba corbata) y salió siendo perseguido por cierta chica que le venía rompiendo la paciencia desde hacía tiempo.

-¡Sasuke!- escuchó a su lado-¿Porqué no almorzamos juntos?
Sakura Haruno era un felino, un gato específicamente, y era una de las tantas mujeres que querían ser su pareja.

-Veo que estas yendo solo, ¿Que dices?- preguntó tomando en una de sus manos una blanca oreja, la cola de está se enroscó en la suya y sintió varias amenazas para la Haruno desde las demás chicas.

Algo nervioso se preguntó que tenían todos con enroscar su cola a la de el. Sasuke era una persona muy ególatra y orgullosa, estaba seguro que su vida no siendo un lobo sería un completo desastre. Amaba su forma animal, grande, musculoso, poderosas patas y dientes capases de desgarrar sin pudor la carne, y amaba aun más a su cuerpo de humano: músculos bastante marcados, piel blanca como la nieve y su cabello y ojos eran su orgullo.

Una media sonrisa se dibujó en su rostro al pensar aquello de el mismo, varias chicas guiñaron sus ojos y su pecho se infló aun más. Pero cierta persona a su lado se abrazó a su brazo.

-Lo siento Sakura, ya tengo mi acompañante hoy- esta solo bufó y lo dejó caminar solo-Gracias al cielo- dijo al salir del edificio solo.

-¡Sasuke! ¿Quieres almorzar con nosotras?- un grupo de chicas sentadas en una mesa levantaban sus manos saludándolo.

-Lo siento, otro día- dijo restando importancia a todas las personas que lo invitaban a comer.

Era normal para el, después de todo era uno de los jóvenes más populares y que además que compartía el famoso linaje lobuno.

Alejándose de los demás encontró lugar cerca de un solitario árbol que brindaba sombra, allí se recostó contra este y observó al cielo, pocas nubes cubrían el celeste y un ligero viento hacia sonar las hojas del árbol. Solo los gritos de los estudiantes se oían desde allí, cerró los ojos y esperó que su hermano llegara.

...

Corriendo por todos lados, Naruto buscaba a su hermano mayor. Después de recorrer preguntando lo encontró alejado y cerca de la cancha de football bajo un árbol, silenciosamente se acercó hasta él y lo observó, se veían tan calmado. Sonrió de forma inocente y solo se lanzó encima dejando caer todo su peso sobre el pecho del mayor.

-¡Naruto pesas!- exclamó sujetando las caderas de este para lograr separase.

-¿Me estas diciendo gordo?- Sasuke observó las orejas de este doblarse de forma amenazante hacia atrás y comprendió que estaba ofendiéndose mucho, sonriendo como pocas veces se sentó dejando al menor sentado sobre sus piernas.

-No dije eso, solo que te tiraste muy confiado y duele- aun así la sonrisa de este no aparecía dejándolo algo confundido-Vamos sonríe, me gustas más así- le comunicó sin pensar sonrojando al rubio-Quiero decir...

-¿Te parezco lindo?- sus ojos celestes se agrandaron y pestañaron de forma coqueta, sus orejitas se inclinaron de nuevo hacia atrás creando una cara de borreguito a punto de ser degollado.

Su entrepierna dio un tirón. Una gota de sudor corrió por su mejilla, jamás solía pasar dos veces al día.

-¿Para ti soy lindo Sasuke?- algo nervioso dejo su mano sobre la cintura de Naruto tratando de alejarlo-Vamos díme.

-S-si, eres lindo- una sonrisa iluminó la cara del menor al oír esa respuesta-Ahora vas a comer.

-No, vamos a jugar un poco- pidió moviendo su cola naranja de un lado a otro.

-No estoy con ganas de jugar Naruto- acostándose completo sobre el pasto observó a este colocarse sobre su cuerpo-Tampoco de comer.

-Oh vamos amargado- su nariz tocó la suya y sintió como la cola de este rozaba sin cesar sus piernas cerca de su miembro, la cual dio otro tirón-Siempre lo hacemos.

Al abrir los ojos miró con atención lo cerca que el rubio se encontraba. Solo tenía que levantar su rostro unos centímetros y los labios podrían unirse sin problema, tal idea hizo que su corazón comenzara a latir rápidamente. Levantó una mano y entre sus dedos tomó la pequeña oreja larga y naranja, allí comenzó un suave masaje.

-Nnh- escapó de los labios de Naruto-Mn.
Soprendido por esa nueva reacción bajó su mano hasta su cuello deslizando cuidadosamente sus largos dedos arrancando más gemidos, con la otra mano recorrió su cintura y parte del pecho ganando más estremecimientos.

-Aah Sasuke... ¡Mnnh!

Estaba llegando al limite, sus ojos seguramente ya estaban dilatados, su cola impaciente se agitaba contenta y ese agradable aroma estaba allí, en Naruto. Su entrepierna dolía a más no poder, ya era un castigo tener su miembro encerrado allí sin poder sacarlo y darle aquello que tanto necesitaban.

-¡Sasuke nh, no me gusta tu juego!- con enojo mordió su oreja derecha provocando que adolorido Sasuke cayera de espaldas sujetándola-¡No me gusta!- reclamó enojado y cruzado de brazos, Sasuke solo respiró agitado y hasta asustado.

-Yo, perdón...- trató de decir, pasó su mano por sus cabellos y temió lo peor cuando este se dio vuelta dando su espalda-Naruto...

-Aunque se sentía muy bien- de la nada este giró sonriendo, abrazaba su cola naranja ocultando parte de su rostro con aquella punta blanca-Ahora te toca a ti- sin poder evitarlo este acarició su cabeza como si fuera un perro, la única reacción de Sasuke fue enarcar una ceja, la caricia le daba un cosquilleo agradable pero no las caricias no eran cosas de lobos-¿No te causan nada Sasuke?- confundido miró a su hermano mayor sin reacción.

-No soy un perro para que me acaricies de esa forma- dijo de forma simple ignorando cada mano pasarse por su cabeza y orejas.

-Uff ¿Tu no sientes nada cierto?- cuando Naruto se sentó con fuerza sobre su pelvis lo quitó lo más rápido que pudo, pues allí abajo aun estaba duro-¡Oye! ¿No quieres que este junto a ti?

-No es necesario estar tan cerca- respondió nervioso cuando este regreso encima suyo-Naruto...

-Sasuke ya ni pasamos tiempo juntos.

Y eso fue algo parecido a un detonante. Los ojos suplicantes de su compañero se hicieron opacos al momento de decir aquello y las orejas bajas se escondían sobre el cabello rubio, de una manera poco habitual, Naruto, suspiró.

-Si hay algo que estoy haciendo mal, dímelo ¿Ok?- una mueca disgustada cruzó por un segundo en el rostro infantil del rubio-Papá dijo que tu ya estabas madurando, y dejame decirte que voy en contra totalmente de eso- pronunció con un infantil puchero en sus labios.

-¿Y eso porque?- casi como reflejo apoyó su cabeza en el hombro del menor mirando como la cola de este se agitaba de un lado a otro.

-Porque ya no jugaras conmigo- se sorprendió también por lo triste que había sonado esa pequeña oración, pero sonrió de forma ligera sintiendo el porque quería tanto a su hermano.
Por que por más que ambos supieran que no eran de la misma sangre, había algo que los mantenía así como conectados. Ambos ya habían forzado un vinculo bastante fuerte.
Naruto sabía lo que le pasaba a Sasuke, y Sasuke sentía que le pasaba a Naruto.

Pero para Sasuke la cosa estaba convirtiéndose de otra forma, ya no podía ver de la misma manera a su hermanito adoptivo. Ahora Naruto le parecía la cosa más sexy que en su vida podía haber visto. Porque Naruto era mucho más que aquellas mujeres de las películas porno que su amigo Kiba le mostraba, su rubio mejor amigo era algo que le provocaba ganas de sexo y eso era algo que no tenía que pasar por que ambos vivían en la misma casa, bajo el mismo techo y para rematar ¡Se habían criado juntos! Practicamente eran como hermanos.

-El que está haciendo mal las cosas aquí soy yo Naruto- respondió acariciando sus cabellos dorados, este solo lo observó confundido-Es mejor que dejemos las cosas allí.

-Pero no me aclaras nada. ¿Porque piensas que estás haciendo mal las cosas?

-Porque me pareces lindo- respondió avergonzado de si mismo.

-Eso ya me lo dijiste, ¿Que tiene de malo?
Puso los ojos en blanco al sentir la inocencia de este, solo respondió besando su frente en un beso que ambos disfrutaron.

-No es nada realmente- le dijo apretándolo en sus brazos.

-¿Sabes? Me encanta cuando eres así de cariñoso- de imprevisto dejó un ligero beso en sus labios-Sasuke.

-¡Naruto estás loco!- gritó desesperado alejando lo más que podía al pequeño que se mantenía de piedra-¡No vuelvas a hacer eso!

-¡Pero los que se quieren se dan besos!- respondió de forma natural.

-E-e-eso no es cierto.

-Claro que si, eso dice papá.

-Pero papá es un viejo loco, Naruto- suspiró calmándose, su cola cubría su entrepierna, la cual estaba abultada a más no poder, ciertamente ese beso le había gustado, ya que sabía que aquel era el primer beso de Naruto-No vuelvas a hacer ¿Ok?- sabía a la perfección que aquello que decía no era cierto, si fuera por el le pediría a su pequeño zorro mucho mas de esos.

¿Estaba mal que le gustara un pequeño zorro? ¿Los lobos no son algo enemigos de los zorros?

Notas finales:

¿Y que opinan de esta humilde escritora (?)?

Ya saben que si no les gusta me lo hacen saber, y si les gusta y me lo dicen voy a estar infinitamente agradecida :3

Gracias a las que me apoyan en otras historias x3

Me hacen feliz n.n


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