Cuando Sam baja al infierno

Sam asintió, otra vez le pesó en el fondo de su alma que todo su ser tirase hacia James, que le gustara tanto, después de todo estar con alguien de tu mismo sexo era tan antinatural y asqueroso que merecía ser castigado con el infierno.

(Estoy tan contenta por todos los reviews que recibí que como recompensa les subo capítulo nuevo altiro)

Sam se había devuelto corriendo a la casa, aún se estaba martirizando por la estupidez que se le salió… Tanto pensarlo que finalmente se le escapó como el aliento por entre sus labios.

Sam sintió escalofríos, no quiso saber el plan de Mike, él sólo quería hacer su parte y salir corriendo. Recordó la plática en el bus, su  gentileza, el detalle de comentar en voz baja y de hacerlo bajar la voz. Bajó la cabeza, no podía hacerlo, no podía entregárselo al diablo en persona ¡¡NO PODÍA!!

- ¿Cuántos años tienes? – le preguntó el taxista mirándolo por el retrovisor, era extraño que alguien como ese chiquillo anduviese solo tan tarde.

- 19 – mintió.

Entraron en una habitación individual, un chico conectado a monitores tenía los ojos cerrados como si durmiera plácidamente.

- ¿Qué sabes? – lo acuchilló con la mirada, la emoción del momento estaba incrementándose.

- Que eres cinturón negro…

- Suenas como esas viejas locas – se rió con soltura, nunca se habría imaginado esa faceta del moreno, ni en sus más raras fantasías.

Para todos aquellos que se preguntaban qué fue lo que pasó con Zack.

- Hola nuevo, me llamo Zack, este es mi amigo Mike – el otro se veía sombrío, larguirucho y tenía una expresión firme y severa, no como la del gordito que lo saludaba.

- Hola…

- Tiendo a no molestar a nadie con lo que me pasa – susurró hipnotizado -, mi madre siempre parecía tener más problemas de los que podía encargarse, nunca quise ser uno para ella…

- Bastante – apoyó el codo en la abrazadera del sofá y se sostuvo la cara con la mano, creía no ser capaz de seguir mirándolo por demasiado tiempo.

No se puede escribir lo que no se siente, por eso no había actualizado, y este capítulo es la prueba misma de un estado anímico complejo, no me he sentido muy cuerda últimamente, pero espero que se entienda y  que les guste, porque la espera trae buenos resultados.

Disfruten el capítulo, y comenten para hacer a la escritora feliz :)

- Tendrías que haberlos visto – sonrió con la mirada perdida -, era como si se aferrara  a un bote salvavidas, nunca pensé que lo vería así de enamorado, me llega hasta a dar celos que mi pequeño ame a otra persona…

- Al menos serás la mujer de su vida – la despeinó y siguió manejando.

- Sí, me conformo con eso – la sonrisa se ensanchó.

- No cargo contigo – se sentó en la cama, el comentario le dolió como el hielo -, en realidad me siento responsable de ti… No… - tomó su mano, sin  tener el valor de girarle la cabeza para que lo mirara – ya te dije porque estoy aquí.

Loretta curvó una seductora sonrisa, Sam se preguntó si él también era capaz de poner esa expresión.

- ¿Por qué llevaste a Sam al trabajo? – esperó a que todos se sentaran para hablarle directamente a la rubia - ¿Querías que me viera?

Loretta no pudo llevar a Sam en la mañana, ambas mujeres se durmieron en el living y él decidió no molestarlas y salir, notando como cada pisada pesaba 10 veces más que la anterior.

- Sin embargo de no ser por ti los estaría acompañando en el otro mundo – estiró el brazo y lo tironeó de la ropa para que se acercara -. Te queda bien ese corte – sonrió con sus rasgos felinos característicos.

- Sam – se acercó al rubio y lo abrazó, realmente Sam era parte suya, lo adoraba, en fotos, en persona, cuando era bebé, ahora de adolescente… -, por favor llámame.

- Tienes que – la estrechó con fuerza – ayudarme con mi mamá.

- Ya anda malgastando el dinero, queríamos venir a verlos y vaya noticias con las que nos reciben – Georgia se levantó, Sam pensó que su música había comenzado a sonar ¿Cuándo volvería a sentarse? -. La casa esta desordenada.

La verdad es que tuve tanto sueño y flojera y todo que ni ganas de escribir, pero acá esta el capítulo 20, disfruten! 

No se queden pegoteados.

Yo nunca pensé que iba a estar acá escribiendo el capítulo número 21.

Reitero la advertencia del capítulo anterior, no se queden pegados y disfruten.

Fue terrible, este semestre fue un parto ¿Qué les puedo decir? 

Que me feliciten porque aunque me eché la suerte de una vida, la escritora aquí, pasó todo!! 

Yey por míiiiii!!!

Así que más James y Sam sólo para ustedes, sus lecturas y comentarios. Disfruten!

- Fue demasiado para mí – declaró, observó como James se tapaba la cara y se reía con angustia.

- Eso fue cruel – lloriqueó -, manerita de terminar… - tenía el corazón en la garganta.

- Eras una niña, te exigí demasiado, aunque asumo que lesbiana eres de nacimiento – se mordió el labio inferior -. ¿Por qué sigues aquí?

- Porque te amo.

- Deberíamos hacerle lo mismo que le hicieron a James – dijo uno de los tipos.

Porque él tiene ojos para mí, por eso le quiero.

Volví, abajo explico la razón de mi ausencia, pero enjoy el capítulo.

Empujó suavemente a Sam contra la pared y lo besó con furia, se comió sus labios en un suspiro. Sujetó sus caderas y al soltarlo le dio un mordisco en el cuello. El rubio estaba jadeando, aún presa de la sorpresa, el corazón se le detuvo al sentir los labios calientes del otro en el lóbulo de su oreja.

- El almuerzo puede esperar – lo alzó en brazos y se lo llevó a la pieza. James le mordió con suavidad el cuello y se rió despacio.

Uff, hasta que me senté a escribir. Ha pasado muchísimo tiempo, disfruten