Merezco un premio, realmente merezco uno después de toda la paciencia que he tenido con mi hermano y sus problemas, desde lo ocurrido entre Sora y Roxas he tenido que ser un pilar para sus penas, por tener que cuidarlo y animarlo no puedo salir con mi novio y eso es algo que deseo cada día, a pesar de que Van me de afecto en la escuela no es suficiente para mí, para nadie lo seria siendo que es poco tiempo, tenemos algunas clases separados y esas fanáticas aun no aprenden la lección, pero por amor a Van le prometí que no volvería a hacer esas bromas ¡que alguien me de reconocimiento por controlarme por favor!, definitivamente soy buen hermano pero este día no, pues este día voy a salir finalmente con mi amado y eso me lo asegure con creces pues camino a mi casa me puse a soltar el peor berrinche para que me jurara que saldríamos este fin de semana, puedo ser infantil pero yo digo que estoy enamorado y con algo de suerte lograre hacer algo que mis hormonas me exigen a cada momento que estoy a solas con el…esos eran mis planes hasta que el MALDITO de Roxas me colocara este candado en mis pantalones el cual no me he logrado arrancar.
Mi gemelo me estuvo hablando esta mañana nuevamente sobre sus problemas y yo lo incitaba a hablar con el castaño para que me dejara ir a arreglarme pero siempre negaba esa idea, con algo de discusión y sugerencias acepto que era bisexual lo cual considere un avance, lo malo fue que salió el incomodo tema del sexo diciendo que podría terminar en eso con Sora por lo cual yo comencé a burlarme hasta que me pregunto si…seguía siendo virgen, ¿por qué diablos tenia que preguntarlo?, lo soy pero por ello descubrió mis planes de esta noche y fue como este candado acabo aprisionando mi parte inferior, me fui a mi habitación y sentí como el salía de la casa por lo cual solté un grito de rabia, Vanitas me vendría a buscar en una hora para nuestra primera cita oficial en un parque de diversiones del cual lo había molestado hasta prometerme que iríamos los dos sin nuestros hermanos, maldito sea el que invento los candados pues ya he buscado hasta en el jardín y no consigo encontrar la llave o algún duplicado de esta…decidido Roxas es muy bueno para arruinar mi vida pero no permitiré que me gane en mi día.
Regrese a mi habitación con unas tijeras y vi con tristeza mis pantalones favoritos y contra mi voluntad corte la tela alrededor del candado hasta que cayo al piso, me comencé a lamentar por mis pantalones pero poco me duro pues escuche unos fuertes golpes en la puerta, los reconocí como los de mi novio y en ese momento me di cuenta que la hora me paso demasiado rápido, busque en mis ropas desesperado por algo que me hiciera lucir bien o al menos adorable a la vista de mi novio…aunque no se muy bien su definición de adorable, termine colocándome unos jeans azules y una polera blanca con verde de mangas cortas, me apresure a bajar las escaleras colocándome mis zapatillas y casi cayéndome en el proceso pero aun así logre abrir la puerta antes de saltar y colgarme del cuello de mi amado.
-Al fin, un poco mas y me hubiera ido-me reclamo Vanitas viéndome molesto y yo algo arrepentido baje la mirada…me encanta esta situación pues el siempre toma mi rostro y me da un dulce beso que termina sonrojándome, nos separamos y observe mejor sus ropas, llevaba una polera y un chaleco negro con líneas rojas ambos sin mangas que mostraba los músculos de sus brazos, unos jeans negros y zapatillas de igual color, sumando esa imagen y su mirada ámbar sobre mi lo encuentro demasiado apuesto, siempre y cuando esa mirada se mantenga sobre mi y nadie mas estaré bien.
Tome mis llaves y mi billetera antes de agarrarme a su brazo como de costumbre al igual que el soltaba un suspiro, comenzamos a caminar y el comenzó a sacar diversos temas para que habláramos aunque las personas nos quedaran viendo extrañadas pero honestamente no me importa pues estoy muy ocupado en la fragancia y la calidez de Van…tanto esperar valió la pena.
Finalmente llegamos al parque de diversiones y comenzamos a recorrer el lugar que no estaba tan abarrotado como de costumbre, fuimos a diversos juegos en que obligaba a Van a conseguirme un premio aunque a el no parecía molestarle eso, en menos de 15 minutos ya tenia un pequeño oso y un delfín de tamaño mediano…la gente pensara que soy infantil pero para mi son pruebas de que Van me ama y eso me hace abrazarlos con fuerza…demasiada diría yo pues por tal presión termine cortándole la cabeza al delfín y el relleno termino en el piso.
-Nunca me abraces con tal fuerza-me pidió Vanitas algo asustado al igual que la mayoría de los presentes, me deprimí un poco por perderlo tan rápido que el tuvo que jugar tiro al blanco para ganarme otro delfín, simplemente me reí antes de darle un beso en la mejilla como agradecimiento y apretaba los peluches con fuerza moderada para evitar otro accidente, seguimos explorando y compramos algo de comer pues mi estomago gruñía con demasiada fuerza y mi novio no dejaba de reírse de mi vergüenza, está por reclamarle hasta que mi instinto se despertó diciéndome que tomáramos otra ruta, estaba por avisarle cuando escuchamos un grito.
-¡Oye Vanitas por aquí!-escuchamos una voz gritar a lo lejos y mi instinto se puso en alerta al tener un mal presentimiento diciéndome que lo agarrara y nos alejáramos, desviamos la mirada y maldita sea mi suerte pues eran Aqua y Terra llamándonos desde lejos antes de venir a nuestro lado…tengo envidia pues la peliazul se veía realmente linda y ahora tenia toda la atención de Vanitas, de MI Vanitas, en cuanto al castaño este se me quedo viendo algo embobado y temía que mi antigua amabilidad en clases la hubiera malinterpretado, solo fue para poner celoso a mi amado pero ese día se me vino al revés y el único celoso fui yo, le prometí controlarme y eso hare…aunque siento que el me esta imaginando con menos ropa de la que llevo puesta.
-Hola, ¿están en una cita?-les pregunto mi azabache mientras saludaba a Aqua con un beso en la mejilla y a Terra con un apretón de manos, esta obligando a mis celos a salir a flote sin intención pero tuve que controlarme pues no permitiría que me lanzara su mirada de decepción otra vez, ella le negó diciendo que salieron en plan de amigos y yo me presente con ellos de la misma forma que mi novio pero cuando le di la mano a Terra este mas bien parecía acariciármela, la aparte algo espantado convenciéndome a mi mismo de que era mi imaginación pero lo que no fue mi imaginación fue que Aqua se acercara demasiado a mi novio y eso no lo permitiré.
-Disculpen pero nosotros estamos en una c-c-cita-les dije yo abrazando a mi Van posesivamente aunque sentí mi rostro arder por la palabra que dije, creí ver algo de decepción en la mirada de Terra que ignore mientras que Aqua nos miraba con toda normalidad y con una sonrisa tranquila, quizás mis ideas sobre ella eran equivocadas, nos propuso que disfrutáramos el parque juntos y nos jalo para que los acompañáramos, honestamente estoy molesto pues mis planes del día se han ido a la basura y tendré que actuar para lograr algo.
Tuvimos que aceptar para no sonar mal pero yo tome la mano de Van para que no me lo quitaran y el solo se dejaba, con varios engaños y mentiras logre que en la mayoría de las atracciones me tocara junto a el, tales como una casa embrujada que realmente me asustaba pero era una excusa para abrazarme a el y que me diera uno que otro beso, lo mas romántico fue la rueda de la fortuna donde Terra me proponía ir juntos y yo de un modo educado lo engañaba para negarme, claro está que las ganas de decirle “Maldita sea déjame estar con mi novio, han pasado varios días y necesito su afecto así que lárgate antes de que te de un golpe en el ****” me las tenía que reservar para no dar mala impresión, por ello no me despegue de él mientras disfrutaba la hermosa vista, aunque sus besos y su mirada de cariño hacia mi sin duda eran mejor. Los malos ratos fueron cuando me toco hacer equipo con Terra para cosas como el hockey de mesa en que disimuladamente tocaba mis manos lo cual me ponía nervioso, la montaña rusa donde se apoyaba en mi a la salida supuestamente por mareos e incluso llegaba a propasarse tocando mi espalda baja, puedo tolerar eso pero no puedo tolerar que a Van y a Aqua les tocara juntos…ahora que lo pienso no los veo, maldita sea creo que tomamos otro camino y nos perdimos y lo peor es que estoy a solas con ese castaño acosador, apenas encuentre a mi novio le implantare un GPS, lo juro.
-¿Dónde podrán estar?-le pregunte a Terra algo preocupado porque ellos dos estuvieran a solas, que me estuviera engañando o algo así pero descarte esa idea pues debo confiar en el si quiero una buena relación, me señalo que fuéramos por un lado para buscarlos y yo lo seguí sin soltar los peluches, caminamos aunque sentí su mirada sobre mi como si me desnudara y las personas se comenzaban a retirar de ese lugar lo cual me estaba asustando, mis temores se cumplieron pues resulto ser un callejón sin salida y antes de que protestara Terra me agarro con brusquedad estampándome contra la pared y mis peluches caían al piso.
-Dejémonos de juegos Ven, ¿recuerdas cómo me coqueteabas en clases? Pues ahora yo soy el que te desea a ti-me dijo mirándome de un modo cariñoso pero yo únicamente le di un rodillazo en el estómago para que se apartara, él se agarró esa parte adolorido y yo me sentía algo culpable pero era su culpa por querer propasarse, apenas recupero el aliento me miro algo arrepentido-ese idiota no te va a apreciar, estoy seguro de que apenas te acuestes con él te dejara por otra u otro-me advirtió y en ese momento mi rostro se puso rojo de vergüenza y de rabia, no quería seguir escuchándolo y recogí mis peluches para alejarme maldiciéndolo a cada momento, apenas estuve lo suficientemente lejos me senté en una banca sin dejar de pensar en sus últimas palabras, sé que Vanitas me quiere pero…no sé si en verdad me ama como yo a él, es decir yo podría fácilmente incendiar todo este parque para encontrarlo ahora-¿en dónde puedo conseguir uno ahora?-me preguntaba algo desesperado hasta sentir una mano sobre mi cabeza, estaba por sobresaltarme pero ese tacto lo conocía y me acurruque en él.
-Entonces aquí es donde estabas, ¿Dónde está Terra? ¿te dejo solo?-me pregunto Vanitas mientras acariciaba mis cabellos pero yo le ignore su pregunta, al parecer estaba preocupado por mí, le dedique una pequeña sonrisa y el pareció notar que algo me tenía todavía asustado, lo mire a los ojos tímidamente buscando la suya, el junto nuestras frentes antes de besarme y entonces mi corazón latió muy acelerado, le correspondí pues no podía evitar estos sentimientos y decidí no preocuparme por las tonterías que dijo Terra, estoy a su lado y con ello estoy feliz, confió en el.
-Me tenias preocupado por desaparecerte-le reclame enfadado pero el golpeo mi frente con su dedo, por su mirada recordé que fui yo el que se perdió por lo cual me reí un poco-pero estoy mas feliz por verte ahora…¿Dónde esta Aqua?-pregunte cambiando el tema al no verla cerca, me dijo que ella se fue pues la llamaron desde su casa y pareció ocurrir algo por lo cual me busco solo, le volví a agradecer sin despegarme de el y parecía que tampoco deseaba separarme por lo que una enorme sonrisa se formo en mis labios, vimos como estaba atardeciendo y el me propuso que fuéramos a mi casa pues ya iban a cerrar, apenas el comenzó a caminar yo me abalance sobre su espalda pues me encantaba hacerlo.
-¿Por que siempre termino cargándote?-me pregunto algo molesto pero yo simplemente le sonreí antes de acomodarme mejor en el escuchando un suspiro de felicidad de su parte, ojala pudiera ser así frente a los demás pero sabía que era algo orgulloso, a final de cuentas me gusta pues así creo ser yo el único que conoce este lado de él, en todo el trayecto no dejaba de interrogarlo sobre que había hecho con Aqua y él me contestaba si a todo dándome a entender que no me escuchaba, infle mis mejillas molesto por eso al tiempo que llegamos a mi casa, por el silencio parecía que mi hermano todavía no había llegado, Vanitas me dejo en la sala para descansar un poco y entonces mi mente trabajo a toda velocidad.
-La televisión de la sala se echó a perder, si quieres ve a mi habitación mientras preparo algo para beber-le propuse con una inocente sonrisa y el pareció creerme, tomo los peluches que me regalo para poder ir y apenas desapareció escaleras arriba me dirigí a la cocina para mojarme la cara pues mi rostro me ardía bastante, tengo la casa para mí solo, mi pareja está conmigo y este día se supone que compensaría el tiempo que me dejo de lado, inmediatamente malos pensamientos me comenzaban a abordar casi teniendo una hemorragia nasal, apenas pude calmarme serví dos vasos de limonada y comencé a subir a mi habitación, apenas entre se me cayeron los vasos de las manos que por suerte eran de plástico, Vanitas estaba sentado en mi cama revisando un libro, solo que ese libro es MI diario personal, a pesar de que noto mi presencia no dejo de leer soltando una pequeña risa entre ratos.
-Vaya, no sabía que tenías este tipo de pensamientos Ven-se burló de mi mientras yo me arroje sobre el intentando arrebatárselo, maldije el momento en que Iris me había convencido de escribir un diario para escribir mis pensamientos-“desearía que Vanitas fuera un poco más egoísta en cuanto a mí persona, que no dejara que alguien se me acercara o que fuera celoso, por lo menos me gustaría que hiciéramos el amor de una vez pero siempre me pongo mojigato en esos momentos”-leyó el en voz alta y para ese entonces yo me ocultaba el rostro con uno de los peluches, sentí como ahora tomaba mis caderas obligándome a mirarlo pero yo estaba tan avergonzado que no podía, escuche un pequeño gruñido de su parte y entonces sentí como besaba mi cuello lentamente, comencé a retorcerme mientras el daba vuelta la situación ahora me encontraba bajo el, entre cada beso mis gemidos comenzaban a salir aun cubriendo mi rostro incapaz de mirarlo, cuando él se detuvo comencé a desesperarme por pensar que no seguiría y quite parte del peluche observando que se había quitado su camisa y ahora me miraba lujurioso, antes de que pudiera detenerlo se encontraba besando mis labios y no pude hacer más que rendirme ante él, sus labios junto a los míos, su lengua encontrándose con la mía hizo que mi mente comenzara a nublarse por las sensaciones y cuando nos separamos nos observábamos llenos de lujuria y cariño.
-Hazme tuyo-le pedí con una gran vergüenza y él se rio por ello, me quito la playera y comenzó a succionar mis sensibles pezones, estaba demasiado sonrojado y lo peor eran los gemidos que me ocasionaba al tocar unos puntos sensibles en mí, continuo bajando mientras dejaba un camino de saliva y llego a mis pantalones, me los quito con facilidad y me vio morbosamente por el hecho de que tenía una fuerte erección, me tape mi sonrojado rostro con mis manos por la vergüenza aunque comencé a gemir en cuanto el lamio la punta de mi miembro, comenzó a bajar desde la punta hasta la base disfrutando mis gemidos y como me tenía a su merced, finalmente grite de placer cuando su cálida boca lo cubrió por completo, su lengua aún se movía por toda la extensión y cuando comenzó a moverse creí que me desmayaría por el placer, comencé a apretar las sabanas con fuerza a la vez que soltaba fuertes gemidos que parecían motivarlo cada vez más pero era su culpa por gustarme demasiado, me miro a los ojos fijamente y yo volví a cubrirme el rostro aunque el parecía complacido por esa lujuria que vi en sus ojos, pronto sentí como mi orgasmo se acercaba e intente advertirle pero mi voz no parecía querer salir, grite su nombre y finalmente termine en su boca, los espasmos me recorrieron junto a mi orgasmo y me caí rendido en la cama, se acercó a mi rostro y me beso con pasión, nuestras lenguas se enredaban una en la otra y yo saboree mi propia esencia a lo cual me resultaba excitante, tome su mano y yo mismo lamí tres de sus dedos sin dejar de mirarlo a los ojos, aun haciendo esto era el quien con esa mirada ámbar me tenía como su pequeña presa la cual devoraría…y eso es lo que más deseaba ahora.
Introdujo un dedo en mi entrada y sufrí un leve espasmo al sentirlo algo incómodo por el modo que se movía, cuando entro el segundo di un leve gimoteo de dolor y el comenzó a besar mis mejillas para calmarme, una vez comencé a gemir al estar más acostumbrado mientras él me mordía el cuello suavemente dejándome marcas, chille de dolor por el tercero y el parecía querer detenerse pero con mi mirada le dije que esto era lo que yo deseaba, nuevamente me beso con pasión y yo aproveche para quitarle sus pantalones descubriendo que él estaba realmente excitado por el bulto en su ropa interior, el saber que yo lo he causado me hacía feliz y sin esperar más se los quite dejándolo igual de desnudo que yo, ese cuerpo que era más desarrollado que el mío me estaba tentando demasiado y me rendí a este momento de locura, quite sus dedos de mi entrada y el me observaba de un modo morboso que me excitaba más.
-Hazlo…te deseo…unido a mí-le suplique abriendo mis piernas para darle permiso a que me hiciera suyo, me dio una sonrisa burlona y yo me moleste por ello pero cambio en cuanto sentí como el entraba lentamente en mí, respire algo agitado por el dolor que ello me causaba pero aun así no deseaba que se detuviera, finalmente lo sentí por completo pero mis ojos me traicionaron y unas lágrimas salieron, poco duraron pues él las beso preguntándome si estaba bien pero mi rostro le pidió un poco de tiempo para acostumbrarme, estaba unido al finalmente, haciendo algo que varias veces me había fantaseado pero realmente estaba pasando ahora, me abrace a él con cariño mientras soltaba una leve risita aunque se convirtió en grito y por ultimo como gemido en cuanto el movió su cadera, me dolía pero al mismo tiempo disfrutaba esos suaves golpes en mi interior los cuales fueron cada vez más rápidos, mi vista se nublo ante ese placer y lo único que podía hacer era disfrutarlo mientras gemía con fuerza su nombre, era suyo por completo y eso me daba una gran felicidad hasta que toco un punto en mí el cual me hizo soltar un grito tan fuerte que temía que los vecinos escucharan, el pareció disfrutar eso y dirigió las estocadas hacia ese lugar acabando con la cordura que aun podía conservar, me agarre con fuerza a las sabanas para controlarme pero no podía en este momento y mordí su hombro como un modo de silenciarme, desde esa posición pude escuchar sus leves gemidos y una de sus manos comenzó a atender mi miembro nuevamente erecto al compás de sus movimientos los cuales terminaron causándome espasmos de placer, termine gritando su nombre con fuerza antes de eyacular entre nosotros, las embestidas siguieron cada vez con más fuerza sacándome nuevamente gemidos hasta que sentí su semilla derramarse en mi interior mientras el gemía mi nombre, nos quedamos unidos unos momentos más hasta que el con cuidado comenzó a salir y caímos exhaustos en la cama.
-Se ve que te gusta gritar, aunque me pregunto cómo estarás al momento de sentarte-se burló de mí y yo con una almohada intente ocultar mi rostro, maldita sea porque tiene que ser tan sexy después de este momentos, sus cabellos despeinados su cuerpo sudado y esos ojos ámbar que me miran con anhelo son demasiado para alguien como yo, esos pensamientos se quitaron cuando sentí como nos cubría con una sábana y tomaba mis adoloridas caderas para abrasarme.
-…Veremos eso después, solamente no arruines el momento-le pedí abrazándome a su pecho pero para mí nada podía arruinarlo, lo había hecho con la persona que más amaba y el me correspondía de igual manera mientras acariciaba mis cabellos, finalmente el cansancio me estaba ganando pero estaba con él por lo tanto estaba protegido y feliz, nos vimos a los ojos y un simple beso de buenas noches hubo entre nosotros, solté una sonrisa y finalmente me dormí pensando en el buen premio que tuve.