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Obseción por Riolu

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Notas del capitulo:

NYAAAAAAAAAAAAN...no nyan, en verdad lamento demorarme tanto pero es que digamos que han pasado muchas cosas, en la Psu me fue mas o menos pero entrare en universidad y otras cosas que honestamente me esta comenzando a dar depresion,

 

Lo siento se que no importa, el cap es de punto de vista de Sora y es algo largo ojala guste

 

los personajes no me pertenecen, le pertenecen a Square Enix y a su creador 

Capítulo 12 felicidad momentánea

 

No puede ser posible tanta felicidad, es decir, yo mate a una persona aun sin saber que podía merecerlo por como jugaba con los sentimientos de mi Roxas, lo había drogado y casi abusado de él pero hace poco me había rogado o más bien suplicado que intentáramos ser novios, me besaba con una pasión y fiereza que desconocía e incluso pensaba que me iba a comer vivo...que lo haga pues voy a confiar en él, voy a volver a ignorar mi sentido común que decía que él me hacía mal para poder estar junto a él, la persona que más amo y que ahora me estaba dando una felicidad que creía no tener en mucho tiempo, cuando su mano entro bajo mi playera y comenzó a tocarme pensé que llegaríamos a un punto en el cual me haría suyo al igual que una de mis fantasías pero como siempre algo arruina estos momentos de novela, en este caso fue mi prima la cual nos grabó y se encerró en su habitación en la cual nosotros intentábamos entrar para recuperar la cinta hasta que ella cansada de tanto golpeteo nos abrió la puerta molesta


-Si quieren la cinta se las daré, pero primero Roxas saldrá de la vida de mi primo pues ya ha causado demasiados problemas-le recrimino en su cara y ese punto de enfado nunca lo vi en ella, por primera vez me sentí impotente ante ella pero el miedo era más fuerte pues pensé que esta vez sería mi familia la que nos separara y aun no había respuesta del rubio...estoy aterrado de que me deje ahora que había decidido estar con él, estaba seguro de que enloquecería y destrozaría todo a mi paso si escuchaba una aceptación.


-Si quieres muéstrasela hasta a mis padres pero aun así no voy a dejar a Sora-la desafío mientras me apretaba la mano con fuerza, tanto Iris como yo nos quedamos mudos por ello y antes de darme cuenta él me estaba abrazando de manera posesiva, le correspondí mientras disfrutaba la calidez de su cuerpo finalmente a mi lado y lo mejor es que era por su voluntad, Iris se enfureció tanto por ello que nos separó y lo comenzó a empujar para que se fuera de la casa y yo aún asustado le pedía que lo dejara tranquilo, llego un momento en que Roxas se enfureció y la agarro de las muñecas para intentar detenerla pero ella reacciono de un modo agresivo dándole una fuerte patada en el pecho alejándolo y dejándolo sin aire, antes de que nos diéramos cuenta lo tenía contra el piso y le estaba doblando el brazo casi al punto de rompérselo...¿todo esto en una sola lección de autodefensa?, debo considerar el tomar una.

-Basta ya, si en verdad deseas verme feliz deja de lastimarlo y de alejarlo de mi...lo amo y simplemente quiero que este junto a mí para siempre-le grite mientras la apartaba de él solo que por el impulso ella termino en el suelo, inmediatamente mis mejillas se sonrojaron por lo que dije y estaba algo arrepentido por empujarla, era la persona que junto a mi hermano siempre me apoyaba pero ahora estaba prefiriendo al rubio que se había levantado para colocarse a mi lado, pareció reírse de mi sonrojo o la cara de shock de mi prima pero el termino besándome la mejilla avergonzándome un poco, miraba molesto por como ella me desviaba la mirada dudando de que hacer, esperaba preocupado su decisión y por alguna razón me sentía como si una madre me vigilara, sentí algo rodearme y eran los brazos de Roxas abrazándome por mi espalda intentando calmarme mientras el veía nervioso y algo asustado a Iris

-....Si te vuelve a hacer daño me asegurare de que no deje descendencia-lo amenazo con una mirada asesina antes de levantarse e irse a su habitación cerrando de un portazo, el suspiro que solté a continuación fue interrumpido por los labios de Roxas tomándome por sorpresa, me voltee un poco y pude corresponderle de mejor manera, nos perdimos en los labios de él otro sin percibir la realidad hasta que un balde de agua fría nos cayó encima, quien sino mi prima lo hizo pero ella ya estaba bañada y en pijama, le di un vistazo el reloj de la sala y ya iban a ser las 23:00 , observe el lugar confundido pues estaba en el sofá y mi playera estaba en el suelo al igual que la de Roxas y nuestras ropas restantes estaban muy desarregladas, yo me quedé sorprendido por lo que hacíamos inconscientemente y ahora me enoje porque nos interrumpiera por algo que tanto deseaba, ella lo agarró del cuello y lo comenzó a dirigir hacia la salida pero él se agarró a la puerta diciendo que no pensaba irse porque yo aún estaba demasiado débil y era su turno de cuidarme....además de que aún no se había vestido bien, ellos comenzaron a discutir un buen rato el cual yo aproveche para escapar disimuladamente a la habitación de mi prima a robar la grabación y me encerraba en la mía, la escondí junto a mi álbum y tras notar que necesitaba refrescarme por lo ocurrido decidí entrar a bañarme y la imagen que encontré me avergonzó un poco, tenía múltiples chupones en el cuello, marcas de dedos en mi pecho y mi cabello estaba más despeinado de lo normal, me lave rápidamente sin dejar de pensar en todo lo ocurrido sacándome una sonrisa y me puse un cómodo pijama planeando bajar para ver si dejaron de discutir.


Cuando intente salir me di cuenta que estaba encerrado con llave y comencé a gritar pidiendo que me sacaran bastante furioso, una nota paso por debajo y en ella decía que Roxas ya se había ido y que yo estaba castigado por el desastre de la cocina....maldita sea, mi oportunidad arruinada por esa adorable pero ahora sobreprotectora Iris, sé que no desea que me lastime pero ahora ella me hace daño, aunque si lo pienso bien no tengo derecho a reclamar nada pues yo actuaria igual si ella trajera a un chico a esta casa y comenzaran a besarse en la sala hasta el punto de sacarse las ropas, dándome por vencido me acosté y me revolví entre las sabanas intentando dormirme sin lograrlo, deseaba tener a Roxas a mi lado, no para hacer el amor sino porque simplemente deseaba su presencia junto a mí, no se cuanto a pasado pero finalmente me estaba llegando el sueño hasta que escuche un sonido desde mi ventana abierta y antes de que me diera cuenta alguien se metió en mis sabanas abrazando mi cintura


-¿Me extrañaste mi Julieta?-se burló de mi esa voz y me voltee a ver sorprendido a mi amado rubio, él se quedó esperando mi reacción pero yo me apegue a él con fuerza por ser este un momento muy romántico desde mi punto de vista, ignorando las amenazas, apareciendo en mi habitación, se parecía en algo a la obra creo pues solo la vi una vez y me quede dormido cerca del final.


-No recuerdo haberme asomado por el balcón Romeo-le dije siguiéndole el juego solo que pareció saltarse gran parte de esa obra pues comenzó a besarme nuevamente y yo no lo hice esperar, esos suaves labios que calmaban mis ansias de momento aunque parecía despertar las suyas pues ahora comenzaba a introducir su lengua como si deseara conocer la mía por completo hasta que el aire me hizo falta y nos separamos agitados-....no sabía que eras tan apasionado-le dije mirándolo aun alborotado y satisfecho por su afecto hacia mí, pareció reírse de mi rostro y me atrajo hasta su pecho para que descansara tranquilamente y el acariciaba mis cabellos

-Una pasión únicamente para ti mi amado Sora-susurro en mi oreja viéndome con una enorme alegría desde sus ojos, comencé a sollozar de la felicidad y el simplemente me abrazo protectoramente, mis lágrimas no salían pues no las necesitaba más, él estaba aquí y ahora me cuidaba como su novio, sin darnos cuenta el sueño parecía apoderarse de ambos, había sido un día de muchas emociones y no era de asombrarse que estuviéramos cansado, solo ocurrió un último beso y mi mente se nubló.

Los rayos de sol me comenzaron a dar en el rostro despertándome, Finalmente llego la mañana pero aun no quería levantarme, estaba acomodado en algo muy cálido y reconfortante pero unos gritos me obligaron a abrir los ojos, alce la vista observando feliz que en verdad era Roxas el que estaba a mi lado y lo de ayer no fue una fantasía, me acerque para poder besarlo pero esos gritos llamaron más mi atención por lo que tuve que posponer mis planes, me escape como pude y en contra de mis deseos de los brazos de mi amado para disimuladamente asomarme por la ventana, resulto ser mi prima practicando artes marciales con un muñeco colgado del cuello de una rama del árbol, me entretuve observándola un rato hasta que alguien me tapo los ojos con sus manos.


-Al parecer se me escapo mi peluche para dormir-susurraron en mi oreja con un tono de malicia y eso me provoco un escalofrió por toda mi espalda, voltee un poco mi rostro y me dio un suave beso el cual correspondí feliz de que fuera el quien lo hiciera, cambio sus manos a mi cintura y comenzó a observar curioso por la ventana y juraría que su mirada reflejo algo de miedo, observe mejor y vi que el muñeco con el que practicaba mi prima tenia pegada una fotografía de Roxas y cada vez lo golpeaba con más fuerza, finalmente dio un chillido de rabia y de una patada le arranco la cabeza al muñeco que se quedó varios metros lejos del cuerpo…ouch.

-N-No te preocupes, no creo que lo haga de verdad.....creo-susurre yo intentando calmarlo pues ahora me abrazaba aterrado aunque era yo el que más lo estaba, llevo apenas un día siendo novio de Roxas y ahora mi prima pareciera querer matarlo, una vez logre calmarlo le propuse que fuéramos a desayunar cosa que acepto, le pedí que bajara mientras yo me cambiaba aunque realmente deseaba que hiciéramos algo más íntimo pero no me puedo permitir el traumar a mi prima, menos que descubra que el si se quedó a dormir o el que estaría colgado del árbol no sería el muñeco, el me protesto pidiéndome que no lo dejara solo cuando mi prima estaba por algún lugar pero yo termine convenciéndolo pues no podía bajar en pijama a estas horas, es decir son más de las 11:00 y deseaba salir con él, termino cediendo aunque me lanzo una mirada algo pervertida que llegue a pensar que me espiaría por el ojo de la cerradura, el no sería capaz....¿o sí?, apenas el salió decidí cambiarme rápido, únicamente me puse una playera sin mangas, mis boxers y unos shorts rojos en el que puse mi celular, suspire un poco esperando que nada malo pasara y salí encontrándolo algo sonrojado al lado de mi puerta por lo cual supuse que en verdad me espió y por ello me sonroje bastante.

-Parece que estas recuperando peso, eso es bueno-me dijo intentando ocultar su sonrojo pero ello lo delato por completo, estaba por reclamarle pero él me dijo que ahora que éramos pareja no tendría nada de malo observar el cuerpo del otro, estaba por contradecirlo pero el coloco un dedo en mis labios pidiéndome silencio-aun no olvido la maldad que me hiciste cuando estaba enfermo-susurro mirándome de un modo provocativo pero mi rostro me ardía por completo, comencé a balbucear algunas cosas para excusarme por ello pero el simplemente se reía de mi actitud molestándome un poco, me di vuelta con intensión de alejarme pero él me acorralo contra la puerta de mi habitación sujetando mis manos con las suyas-muy pronto estaremos a mano, aunque quizás terminaras debiéndome-me advirtió mientras sus labios terminaban en mi cuello comenzando a morderlo, unos pequeños gemidos salían de mis labios hasta que me libero para observarme complacido, aun sentía mi cuello arder sabiendo que de seguro tendría una marca muy notoria pero ello me encantaba, lo mire algo apenado aunque afirmándole con mi cabeza recibiendo un beso como recompensa, bajamos a la sala aunque claro yo tuve que hacer la comida para evitar un accidente como el de ayer y el me observaba apenado, a los pocos minutos recordé algo que podía poner una discusión.

 

-¿Crees que Ven y mi hermano se quedaron a dormir juntos en tu casa?-le pregunte algo nervioso porque esa pregunta llegara a malinterpretarse y así fue, mi rubio comenzó a comer algo enfadado mientras le mandaba un mensaje a Vanitas advirtiéndole que no regresara a casa por unas horas en que lograba calmarlo, apenas lo envié me sobresalte cuando Roxas casi tiraba su vaso en un arrebato de rabia.

-Si me entero que él y Van llegaron a hacer algo anoche, los castrare a ambos-me respondió molesto y me di cuenta que conociendo a Ventus lo más seguro es que haya hecho un berrinche hasta que lo hicieran, creo que no fue bueno imaginármelo pues mi rostro se sonrojo mucho y me sentía algo acalorado, desvié mi vista hacia Roxas y vi como el también se había sonrojado un poco al imaginarse lo mismo que yo y ahora se me quedaba viendo, mi única reacción fue reírme nervioso mientras comía mi desayuno para distraerme hasta que su mano tomo la mía con cuidado, sentí que me la acariciaba con cariño y él se acercaba a mí con una sonrisa que parecía tener otras intensiones poniendo en alerta mi cuerpo.

-.....Sé que anoche casi llegamos a ese punto, y en el pasillo me dijiste cosas que en verdad me…excitaron, pero honestamente a mi aun me cuesta todo este asunto de que estemos juntos por mi actitud algo…posesiva, solo dame un poco de tiempo, sin embargo nunca dudes de que te amo Roxas, ¿me amaras sin importar lo que haya pasado?-le pregunte de un modo tímido y suplicante pues no podría contarle nunca lo que he hecho, el enredo su meñique con el mío y no pude ver otra cosa que honestidad en su mirada por lo cual me abrace a él con una inmensa sonrisa, finalmente mis sueños se hacen realidad y estoy con él, tomo mi rostro con sus manos y se acercó a besarme hasta que la puerta se abrió de golpe y el muñeco decapitado de prácticas de mi prima se ubicó entre nosotros asustándonos y obligándonos a separarnos.


-¿Sora me ayudas a repararlo?, creo que tuvo un....accidente, además la cabeza la mordió un perro-me pidió Iris viendo de mala manera a Roxas y este se alejó unos pasos de ella por precaución, solté un fuerte suspiro imaginándome que sería un largo día antes de que ella subiera escaleras arriba buscando las cosas para reparar al muñeco, Roxas sin perder tiempo me tomo del brazo y me jalo hacia la salida indicándome que escapáramos mientras podíamos, mire hacia atrás dudoso de abandonar a mi prima a esta hora tan temprano pero mi novio me seguía jalando como una súplica, termine rindiéndome ante él y lo seguí aun si no sabía a donde íbamos. Caminamos por varias calles hasta llegar a ese parque donde íbamos de pequeños, lo que más me alegraba es que íbamos de la mano sin pena de que nos vieran...bueno yo si tenía algo de pena pero no era nada comparado a cuando me llevo en brazos a casa, pensé que iríamos hacia las bancas pero en vez de eso me guio hacia la zona verde donde había un camino por el cual las personas solían ir en bicicleta, yo lo miraba algo confundido pero aun así 

lo dejaba guiarme hasta que nos adentramos en un espacio que estaba escondido por toda la maleza, era un pequeño claro bien escondido, habían árboles que dejaban pasar unos pequeños haces de luz y el pasto se veía bastante cómodo, el me jalo de la mano indicándome que me sentara y así lo hice apoyándome contra un árbol, el viento pasando entre las hojas dejando pocos rayos de sol pasar, ningún ruido molesto, nadie que nos observara extraños, era bastante pacifico este lugar.

 

-Este lugar es genial, ¿es tu lugar secreto?-le pregunte imaginándome celoso que aquí era donde muchas veces él y Naminé se ocultaban para sus citas, el pareció leer mi mente pues se comenzó a reír un poco y me tomo de mi cintura para sentarme en sus piernas, yo lo vi algo extrañado pero el simplemente me abrazaba por mi espalda hundiendo su rostro en mi cuello, simplemente suspire y me deje apoyar la espalda en su pecho sin hacer mucho peso.

 

-Celoso, honestamente eres al primero que se lo muestro, también te lo iba a mostrar mucho antes pero…ya sabes paso lo de Naminé y luego lo otro, no importa ya, logre mostrarte mi secreto y con ello estoy feliz-susurro en mi oreja antes de mordérmela un poco sacándome un gemido-además de poder hacer otras cosas-susurro ahora con un tono malicioso llegando a asustarme y él se rio un poco lo que tome como broma, pasamos el tiempo así, en silencio pero era tranquilizante, nuestras respiraciones juntas, sus dedos acariciando mi pecho o mis cabellos aunque en más de una ocasión quería propasarse y yo lo regañaba con la mirada, un beso era la única disculpa que me daba y era todo lo que necesitaba…estaba en paz y mi cordura parecía regresar.

 

Pero algo siempre lo interrumpe…desgraciadamente.

 

Mi celular no dejaba de sonar irritándonos pues estábamos a gusto, lo saque y vi que era mi molesto hermano, tuve que contestar y lo puse en altavoz para que pudiéramos gritarle.

 

-¡Sora idiota!, ¡Iris me acaba de llamar y me dijo que la dejaste sola!-me grito Vanitas y en su voz se notaba furia y preocupación haciéndome reaccionar, observe el reloj y note que eran más de las 15:00 de la tarde, una cosa que no podía hacerle a mi prima es dejarla sola varias horas pues sino sus miedos regresan, comienza a alborotarse y…solo diré que tuvimos que reconstruir 1/3 de la casa-¡Ventus y yo estamos cerca del parque más te vale venir o estar en casa antes de que llegue, sino te juro que te hare sufrir!-me amenazo por última vez y ahora si tenía miedo, me disculpe con mi rubio planeando irme pero él ya se había levantando indicando que me acompañaría, es justo pues si me hundo me asegurare de que se hunda conmigo, bueno mejor dicho eso será siempre a partir de ahora y nos pusimos a caminar hacia el parque agradeciendo que quedábamos cerca, debía notarse que estaba nervioso pues Roxas me apretaba la mano para calmarme, solo que creo pasarme de fuerza pues en más de una ocasión me daba palmadas en el brazo para que relajara el agarre, termino con varias marcas de mis dedos pero yo más tranquilo mientras veíamos a lo lejos como se acercaban ambos, Vanitas con una mirada asesina en cuanto me diviso y a su lado algo aterrado lo seguía Ventus…aunque el caminaba algo raro, Roxas y yo nos observamos de reojo llegando a la misma conclusión, en verdad ellos terminaron haciéndolo anoche, mi rubio ahora ardía de rabia y planeaba calmarlo pero mis ideas se quedaron en mi cabeza por el coscorrón que me llego.


-Oye idiota no le pegues a mi Sora-lo reprendió Roxas mientras me abrazaba, los dos que nos observaban estaban impactados, Ven fue el primero en reaccionar y nos felicitó por aclararlo todo, mi azabache hermano amenazo a mi novio con la mirada y este le correspondió del mismo modo mientras yo le decía a su gemelo como había pasado todo y se reía de los chupones visibles en mi cuello, tras haber explicado las cosas recordamos que teníamos que ir por mi prima antes de que ocurriera algo malo y nos pensábamos poner en marcha.


-¡Esperen!-grito Ventus atrayendo nuestra atención-podríamos ir despacio, con calma, sin mucho movimiento-nos pidió aunque sonó mas como suplica, mi pareja y yo observamos a Vanitas de un modo culpable pero este ya había subido a su novio en la espalda antes de soltar un suspiro, los mire algo celoso y como única compensación me iba agarrado de la mano con mi rubio pues estaba a punto de echarse encima a atacarlos, el viaje fue algo incómodo por los constantes gemidos de dolor que soltaba Ven y mis burlonas preguntas de "¿tan duro te dieron?" o "¿mi hermano la tenía tan grande?" en que la mayoría me daba un golpe incluyendo a mi pareja por la vergüenza, supongo que una de las ventajas de recuperar la compostura es recuperar el sentido del humor, finalmente llegamos a casa y tanto mi hermano y yo nos pusimos en guardia para esquivar alguna cosas que fueran a salir, los gemelos rubios nos miraban confusos pero es que ella puede tener fuerza sobre humana cuando tiene miedo, incluso podría levantar una lavadora y arrojarla lejos.

Lentamente entramos en silencio, la sala parecía normal, subimos a las habitaciones preparados para un caos pero todas estaban en orden exceptuando la mía que no había aseado y note algo que casi me dio un infarto.


La tabla debajo de mi cama estaba movida.


Inmediatamente di un grito y me encerré en mi habitación colocándole seguro, los otros tres comenzaron a golpear la puerta preguntándome que me ocurría pero yo estaba revisando mi álbum espantado, tres de mis fotografías de Roxas habían desaparecido al igual que la cinta de video que le había quitado, comencé a respirar agitado temiendo que ella hubiera ido a enviársela a mis padres...¿hubiera ido?, me asome por la ventana notando el patio donde tampoco estaba y entonces comprendí que ella no estaba en casa, coloque el álbum de regreso a su escondite, acomode la tabla y entonces les abrí la puerta.



-Iris no está en casa, debió haber salido a buscarnos-les dije antes de que me fueran a preguntar algo y salí corriendo hacia afuera dejándolos atrás, estaba sudando del miedo mientras la llamaba a su celular desesperado, mi relación estaba en peligro, mi vida amorosa estaba en peligro y si seguía así, me aseguraría de que su vida también esté en peligro, la demencia me estaba regresando por el miedo recriminándome de que si ella sabía mi crimen debería haber desaparecido hace mucho, yo desesperado la intentaba alejar de mi mente pues era mi familia, era la que aguanto mis lágrimas y no podía en ningún momento pensar que la podía matar, corrí hacia el centro comercial buscándola en sus lugares favoritos, las personas parecían notar mi preocupación y querían acercase a ayudarme pero las mandaba al diablo, finalmente mis piernas se rindieron y comencé a respirar agitado deteniéndome un momento, volteaba mi cabeza a todos lados para encontrarla, agradecía inmensamente que ella no supiera donde estaba la oficina de Correos pero con su celular podía hacer varias cosas así que no me relaje, note que estaba frente a una biblioteca siendo imposible que estuviera ahí así que la pase de largo, camine unos momentos más y entonces alguien me jalo del brazo dejándome aprisionado.



-Vaya el lindo Sora, parece que estas asustado-se burló de mi quien más sino Riku, estaba con su clásica mirada de lujuria y deseo hacia mí pero yo me reía de él pues tenía un moretón en su mejilla, después le agradecería a mi Roxas eso pero ahora me intentaba liberar del agarre pues no tenía tiempo-no te iras, ¿recuerdas que nos interrumpieron la última vez?, esta vez planeo tenerte el doble de lo que deseaba antes-me dijo en mi oído antes de lamerlo ocasionándome un escalofrío de asco, su mano comenzó a meterse en mi pantalón para agarrar mi trasero-parece que el rubio aun no te ha tomado, ese imbécil simplemente quería hacerse el héroe, seguro no quería contigo-se burlaba él y ese fue mi limite, levante mi rodilla y termino en su estómago obligando a que me soltara el brazo y le comencé a dar golpes en el rostro, por el dolor termino en el piso pero yo estaba con rabia, mi miedo se había convertido en odio y rabia ante esas palabras que parecían dirigir mi cuerpo, le estaba dando patadas mientras el solo se cubría, era más grande que yo y por ello más fuerte pero se había descuidado y ahora estaba a mi merced, recordaba todas las cosas malas que me intento hacer y en mi mente solo tenía un pensamiento, matarlo a golpes ahora.



-¡Sora no!, ¡¿déjalo que haces¡ ¡Ya es suficiente!-me grito Iris saliendo de la biblioteca con una mochila y me intentaba alejar de él, apenas logro alejarme un poco el comenzaba a levantarse y dándome un último vistazo se fue algo adolorido al parecer-¿qué diablos te pasa?, primero me dejas sola por ese idiota de Roxas y ahora golpeas al único que paso a cuidarme-me regañaba claramente enfadada y yo le desviaba la mirada, aun sentía esa rabia en mi queriendo salir pero ella no dejaba de decir estupideces, "es culpa de ese maldito", "sabes que no te hace bien", "solo lo hace por lastima", ahí fue demasiado para mí y le di una fuerte bofetada dejándola a ella asombrada.

 


-¡Cállate!, ¡cállate de una maldita vez!, ¡no tienes ni idea de cómo me siento y peor andas con el idiota que intento violarme un vez!-le gritaba ya fuera de sí, su mirada mostro asombro ante lo último pero aun así me miraba con miedo, es la primera vez que la golpeo pero mi paciencia se había acabado-entraste en mi habitación, te robaste la cinta y tres fotos, más te vale que las regreses a su lugar o ten por seguro que tendremos problemas-le amenace mientras ella afirmaba con la cabeza asustada y sus ojos amenazaban con llorar, la agarre del brazo y comenzamos a caminar aunque más bien la estaba jalando y ella lloraba en silencio, me sentía mal por lo que le hice pero estaba molesto por todo, esta mañana se suponía que mi día seria excelente pero por su culpa todo se había arruinado, el primer día de noviazgo arruinado por esta tonta...bruja, dimos una vuelta en una calle topándonos con mi hermano y los demás, enseguida Iris se soltó de mi brazo y corrió a esconderse detrás de él como si me tuviera miedo, tanto Roxas como su gemelo se miraron confundidos y sentí la mirada de Vanitas sobre mi indicándome que estaba molesto.

 

-Ven, Roxas, será mejor que se vayan a su casa-les ordeno el mientras ambos parecían estar dispuestos a reclamar pero guardaron sus palabras ante su mirada, mi pareja se acercó a mi besándome los labios levemente diciéndome que me vería después y ayudo a su hermano a caminar, apenas estuvieron alejados sentí un puñetazo de parte de mi hermano en mi cara haciéndome voltear el rostro, me dolía bastante y pensaba atacar pero me detuve pues mi prima seguía llorando en silencio, recibí una mirada de decepción de Vanitas y entonces la tomo de la mano para irse, me apoye en la pared y entonces comencé a intentar calmarme.



-...Soy un idiota, un completo idiota-susurre mientras ahora sentía odio contra mí mismo, era mi prima, tenía problemas por sus traumas y aun así la deje sola, golpee a la única persona que se preocupó por ella y después le di una bofetada siendo que nunca antes la había golpeado, peor que todo es que pensé en ella como una bruja, las peores palabras que se le podían decir después de todo lo que había sufrido, ahora esos ojos temiendo de mí y como lloraba me estaba destrozando pues ella era la única que sabía mi crimen, ella sabía que había matado a Naminé y no me entrego a la policía ni nada, sino que me estaba dando su apoyo emocional entendiendo que fue mi error imperdonable, estaba de mi parte y siempre seria así, corrí hacia mi casa y la puerta aún estaba abierta, en la sala ella estaba sentada en un sofá mientras mi hermano le daba unas palmadas intentando calmarla, apenas noto que entre pareció encogerse tras el azabache que me vigilaba constantemente, camine hacia ella colocándome enfrente y entonces me rompí ante su mirada, comencé a llorar mientras la abrazaba pidiéndole perdón, ella estaba quieta mientras yo le suplicaba que me perdonara todo mientras que entre el llanto me di cuenta de algo, mi obsesión se había tornado en una peligrosa defensa, me volvía agresivo en cuanto alguien ofendía a mi amado o decía que él no me amaba, que solo sentía lastima y eso me hacía enloquecer, me estaba arriesgado en todo por la oportunidad de estar a su lado, había creído en sus palabras y lágrimas que cualquier palabra que me hiciera pensar que era un engaño me hacía actuar neurótico, sentí finalmente unas palmadas en mi espalda sacándome de mis pensamientos y entonces note que estaba sonriendo, con sus manos me comenzó a quitar las lágrimas y se reía al parecer de mí, con ello me comencé a reír también un poco aliviado y entonces me regreso el abrazo, permanecimos así agradeciendo el tener a alguien que siempre nos apoyaría, una familia somos, es por ello que incluimos contra su voluntad a Vanitas el cual se quejaba por su orgullo, una familia que me apoya, quizás con ello pueda convertir mi obsesión en un amor puro.


-Muy bien mucho, me muero de hambre así que pediré algo-se quejó separándose de nosotros, "amargado" le dijimos riéndonos y entonces caí en la realidad que eran más de las 7 de la tarde, pareciera que me salte el almuerzo y ahora mi estómago gruñía por algo de comer, escuche la risa de mi prima y ella saco de su mochila la cinta junto a las fotos extendiéndola hacia mi aliviándome bastante, suspire de alivio tomándolas y corrí a mi habitación a esconderlas, los tres tuvimos que esperar un rato para que llegara la comida china que encargaron en el que me pasaba enviándome correos con mi rubio, lo más curioso es que parecía molestarme diciéndome Julieta y yo le seguía escribiéndole Romeo…tiempo fuera, ¿entonces yo soy la chica de la relación?, si es con el estoy dispuesto a todo, finalmente sonó el timbre extrañándonos por la hora y decidimos a la suerte quien de los tres iría a atender perdiendo mi hermano, Iris aposto a que sería Ven dispuesto a pasar la noche con Van y yo le aposte a eso también recibiendo un regaño de parte de él.

 

-Ya era hora, no es bueno dejar esperar a un anciano-se escuchó esa voz molesta y enseguida me abrace a mi prima reconociendo esa voz, vi como mi hermano se tensó por completo y Iris temblaba un poco, la piel morena y arrugada, esos ojos ámbar similares a Vanitas pero que expresaban desprecio, ese poco cabello y barba blanca y por ultimo su figura encorvada.

 

Nuestro abuelo Xehanort vino de visita…eso nunca es bueno

Notas finales:

cuidense nyan, ¿reviews?


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