Terminó de escribir la oración en el pizarrón y se dio vuelta para mirar a sus alumnos. De vuelta su mirada iba hacia el mismo lugar. Ahí, en la fila junto a la ventana, le estaba mirando con la cabeza tendida sobre sus brazos que reposaban sobre la mesa y una tenue sonrisa. La campana sonó y él pudo respirar.
_ Recuerden terminar estos ejercicios para la siguiente clase- dijo mientras volvía a su escritorio.
Se sentó y comenzó a juntar los papeles para irse, el aula pronto se vació por el recreo y él se dispuso a volver a la sala de maestros. Cuando se levantó lo vio en el mismo lugar, en la misma posición y con la misma sonrisa.
_ ¿Qué sucede Sehun?- preguntó.
_ Nada…
_ ¿Por qué no saliste al recreo?
_ Pensé que estaría castigado…
_ ¿Por qué habrías de estarlo?
_ Porque no hice nada durante toda la clase.
_ Lo sé, pero no te he castigado.
_ ¿Por qué no?
_ Porque no quiero hacerlo.
_ Pero yo quiero que me castigue.
_ No lo haré así que sal al recreo.
Se irguió e inspiro hondo sin quitar sus ojos de él- ¿lo molesto profesor?
_ No, pero es hora de recreo.
_ Pero yo tengo miedo.
_ ¿De qué?
_ De que usted me desapruebe… no he entendido nada de lo que ha dicho…
_ Haz tu tarea, la clase que viene volveré a explicar para ti.
_ ¿Por qué no me explica ahora?
_ Porque la clase ya acabó.
Sehun sonrió y se levantó para retirarse. Al pasar a su lado se detuvo, miro al pizarrón y luego a Luhan.
_ Su caligrafía es muy bonita.
Las manos de Luhan temblaron, no pudo contestarle solo se abstuvo asentir.
Sostuvo la taza de café entre sus manos un largo rato, a la misma solo le quedaba un fondo que ya se había enfriado. Él la balanceaba en sus manos y miraba ese fondo como si tratara de ver algo. Sentía un poco de calor, pensaba que era porque la primavera estaba próxima. Se levantó y abrió la ventana de la sala de profesores, miró hacia el pateo de la escuela y le volvió a ver ahí. Estaba sentado en un banco, con la camisa fuera del pantalón y los tres primeros botones desabotonados. La brisa le agitaba el cabello y el sol calentaba su cuerpo. Desde ahí le miraba, sabía que estaba ahí y probablemente le imaginaba corrigiendo exámenes con una café frío junto a él. Probablemente imaginaba que Luhan le imaginaba y eso le causaba placer, estaba ahí disfrutando imaginarle mientras le imaginaban.
Luhan se apartó de la ventana tomó su taza, volcó el fondo de café frío y sirvió más. Volvió a sentarse y tomó la pila de trabajos que tenía que corregir y comenzó a trabajar en ello. Pero su concentración era pobre y terminó yendo y viniendo sin poder cumplir con su tarea.
Ya en su casa decidió volver a su tarea cuando se convenció de que la comida de microondas que había preparado ya se había enfriado y él no la comería. Preparó un café y se sentó en la sala a corregir los trabajos de sus alumnos. Cuando llegó a la de Sehun notó que las respuestas eran alevosamente incorrectas; como si tratara de provocarlo con ellas. Sentía que la situación comenzaba a superarlo pero no quería admitirlo. Dejó la hoja a un costado y fue hasta su ventana; afuera llovía. Había sido un día tan hermoso y de repente se había vuelto tormentoso…
Como era habitual, no había podido dormir bien en toda la noche llego muy temprano al colegio. Al caminar por el pasillo principal del edificio de paredes blancas y piso de mármol, sus pisadas hacían eco en el silencio. Pero no tardó en oír unas pisadas detrás de él. Miro disimuladamente por la rendija del ojo y lo vio caminando tras de él con esa habitual cornisa calma que acostumbraba. Casi hipnótica, atrapando su mente como un vil hechizo de sutil engaño.
Su cuerpo golpeó algo, el amago a caerse hacia atrás por el impacto pero sintió una mano sostenerlo. Miro y vio a un hombre joven de su misma edad de cabellos castaños mirarle con una sonrisa divertida mientras le sostenía por la muñeca.
_ Discúlpeme- se apartó e hizo una reverencia.
El joven sonrió y le devolvió la reverencia. Luhan incluso si no le estaba mirando pudo sentir la mirada molesta de Sehun puesta en él pasando detrás de ellos.
_ No se preocupe, yo también soy muy distraído- dijo con amabilidad.
Luhan percibió el acento de aquel joven y se dio cuenta al mirarle con más detenimiento que también era chino como él.
_ Soy Lu Han, un gusto. Soy profesor de mandarín, nací en Beijing.
_ Mi nombre es Zhang Yixing, soy profesor de música. También soy de china, nací en Changsha. Es un placer tener a un compatriota como compañero de trabajo, espero podamos colaborar mutuamente.
_ Claro- sonrió- estoy desde el principio del año trabajando aquí, no le había visto.
_ Me acabo de incorporar este semestre como reemplazo.
En su absoluta negación decidió forzarse a ignorar lo que sucedía socializando con aquel profesor. Pensaba que todo iba a pasar solo, sólo que eso tardaba mucho en suceder y cada día los ojos de su alumnos estaban más fijo sobre él. Era tan intensa su mirada y tan atravesada por un profundo deseo que a veces soñaba con aquello y despertaba todo cubierto en sudor.
Nadie podía negar que Luhan fuera un joven muy apuesto, recién graduado de la universidad era el profesor de los sueños de cualquier alumna. Y estas no dejaban de hacérselo notar, pero era solo la mirada de Sehun lo que le quitaba el sueño.
Aquellos días primaverales donde había un inusual buen clima una de sus alumnas parecía estar determinada a llamar su atención. No hacía mucho que parecía más atenta a Sehun pero en el último tiempo toda su atención se había volcado su persona. Tal vez la falta de atención por parte de Sehun la habían desanimado.
En esos días la expresión de Sehun había cambiado y ahora le parecía molesta. Arrugaba el ceño y mantenía sus labios sellados como una tumba. Luhan pensaba que lo mejor era ignorarlo, pero difícilmente lo lograba.
Cuando al terminar la clase todos se habían ido, solo quedo Sehun con una expresión molesta mirándole fijo como siempre. Se levantó y fue hasta su escritorio con su cuaderno de apuntes.
_ No entiendo tus clases- dijo- si sigo así desaprobaré y mi padre estará molesto. Quiero que me expliques- puso su cuaderno sobre el escritorio.
_ Las preguntas las haces en clase no luego de que haya terminado.
_ ¿Y por qué a Soonan si? Sé que ha ido a la sala de profesores a hacerte consultas fuera de clase ¿tienes preferencia por ella?
_ Soonan hace las tareas durante clase no está haciendo anda como tú.
Sehun arrugó el ceño.
_ No puedo darte clases particulares, haz tu tarea en clase si llegaras a necesitar más ayuda te la daré, pero sólo en ese caso.
_ ¿Me vas a desaprobar? Y a ella les das clase particulares ¿es por qué es mujer?
_ Basta.
_ ¿es porque es mujer y yo no?
_ Suficiente.
_ No es tan buena como parece, ya ha tenido varios novios…
_ ¡Es suficiente!- al instante de haberle levantado la voz se sorprendió de sí mismo, él nunca había hecho algo así.
_ Te voy demostrar que tengo razón- tomó su cuaderno y se fue.
Yixing pasó a buscarle para ir a almorzar y lo encontró parado junto al escritorio, con la cabeza gacha y sus manos temblando.
_ ¿Te sucede algo?
_ Nada- levantó el rostro y forzó una sonrisa- vamos a comer.
Durante los siguientes días notó un acercamiento entre Soonan y Sehun, él de repente había comenzado a hablarle y a ella le parecía gustar. Pensó que era mejor así y decidió no decir nada al respecto.
Fue un día de mucha lluvia cuando el noto con claridad al punto en que todo había llegado. En la sala de maestros encontró una nota para él que le decía que fuera detrás del gimnasio. De inmediato percibió que algo malo sucedería y pensó en no ir, pero él reconocía la letra de esa nota y finalmente su voluntad se doblegó. Fue hacia aquel lugar bajo la lluvia intensa, mientras se acercaba escucho ruidos en el cuarto del conserje y entro. Ahí los encontró a los dos, Sehun tenía el pantalón desbrochado y ella el uniforme revuelto. Trató de cubrirse a penas lo vio pero era inútil para esconder lo que acababan de hacer. Ella de inmediato comenzó a lamentarse, mientras que Sehun se mantenía calmo.
_ ¡¿Qué han hecho?!- exclamó Luhan envuelto en una furia que apenas controlaban.
_ ¡Profesor, no es lo que usted piensa déjeme explicarle!- suplicaba Soonan pensando que sería expulsada.
_ Te lo dije, no es más que una puta. Como todas las mujeres.
Ella lo miro atónita. Luhan de inmediato comprendió porque lo había hecho.
_ Soonan, ve adentro y no hables con nadie. Luego iré a hablar contigo.
Ella se fue corriendo ya casi llorando. Sehun terminó de acomodarse la ropa sin perturbarse en ningún momento.
_ ¿Qué quieres que haga?- le pregunto consternado- ¿Qué quieres de mí?
Sehun le sostuvo la mirada.
_ ¿Sabes lo que has hecho? No puedo ocultar lo que ha pasado aquí.
_ Puedes hacer lo que quieras.
_ ¡¿Por qué me haces esto?!- le increpó sosteniéndolo por la camisa.
_ Eres un mentiroso y un hipócrita.
Luhan le soltó y llevó sus manos hacia su cabeza.
_ Vete.
Sehun no se movió.
_ ¡Vete!
Entonces se fue.
No había parado de llover, entro al establecimiento todo empapado. Ahí le esperaban.
_ ¿dónde está Sehun?- preguntó Yixing.
Luhan le miro.
_ Lee Soonan dijo que la había forzado a tener relaciones sexuales con él. Acabamos de llamar a los padres.
Luhan le miro casi quebrado y luego cerró sus ojos con fuerza.
Aunque la situación era más que caótica, nadie quería que fuera un escándalo del que todos se enteraran. Especialmente, porque era un colegio de alto prestigio al que asistían hijos de familias acomodadas. Luego de que Luhan dijera que él no había visto que la chica estuviera siendo forzada los padres se tranquilizaron y comenzaron a dialogar. Luego de estar toda la tarde ahí decidieron que Sehun sería cambiado a otro colegio. Luhan sintió un poco de alivio.
Cuando ya caía la noche y todo creían haber resuelto el problema se inició uno nuevo cuando le comunicaron a Sehun le cambiarían de colegio. De repente perdió toda su indiferencia y tranquilidad comenzando a gritar amenazas de que se suicidaría si le cambiaban a otra escuela.
Luhan estaba en la sala contigua aún con la ropa húmeda oyendo los quejidos de su alumno desesperado como jamás le había oído. Yixing se sacó su chaqueta y se la entregó al mismo tiempo que le daba una taza de café.
_ Deberías haberte cambiado de ropa por lo menos, te resfriaras.
_ ¿Cómo podría?
_ No es tu culpa lo que está ocurriendo. Son cosas que sucedes con los adolescentes.
No respondió, solo dejo que su mirada se perdiera aún más en la oscuridad mientras aquellos gritos lo mortificaban.
Yixing puso su mano sobre la suya para reconfortarlo y le sonrió.
Todo acabó a entrada la noche, Luhan volvió a su casa caminando bajo la lluvia con la mirada completamente ida. Al llegar a su casa se derrumbó sobre su cama todo empapado, hundió la cara en la almohada y con su mano derecho comenzó a golpear el respaldar hasta que sus nudillos se pelaron.
Al otro día no se presentó a trabajar, Yixing preocupado por él le llamo varias veces pero no respondía. Terminó por ir a su casa, le pidió las llaves al conserje y entro; Luhan estaba en un estado deplorable, cubierto en sudor frío y con mucha fiebre, tuvo que ser internado de urgencia. Presentó un cuadro de neumonía.
Pasada una semana, mejorando de a poco, recibió una visita inesperada. Era el padre de Sehun, llamo a la puerta con cortesía y pidió entrar.
_ Me entere de casualidad que estaba usted aquí- dijo- cuando vi al profesor Zhang en el pasillo. Mi hijo está internado aquí del otro lado del pasillo.
Luhan empalideció- ¿Qué ocurrió?
_ Cumplió con su amenaza… realmente pensé que no lo haría… aunque debí imaginarlo por el estado en el que estaba. Nunca le vi así.
Luhan agachó la mirada arrugando el ceño- ¿Cómo está?
_ mejora, aunque es difícil cuidarle solo por mi trabajo. Quisiera pasar más horas con él pero no puedo.
_ ¿Y la madre?
_ Me abandonó cuando Sehun tenía cinco años, le crie solo.
_ Disculpe…
_ No se preocupe. Fue un duro golpe para ambos pero lo superamos. Él es un buen chico no sé qué ocurrió.
Cuando la hora de visitas pasó él se levantó de la cama, se vistió y fue a la habitación de Sehun. Se veía muy débil atado a la cama y con vendas en sus muñecas.
Estaba despierto, así que cuando entro le miro de inmediato. Con esa mirada penetrante que tenía.
_ ¿Qué has hecho contigo?- le pregunto lamentándose.
_ ¿Qué has hecho tú conmigo?
Luhan le miró contrariado- yo jamás quise que hicieras estas cosas.
_ Eres un hipócrita y un mentiroso. Por tu culpa llegamos a este punto ¿o acaso pensabas que no me daba cuenta cómo te ponías cuando te hablaba, cuando te miraba? No me digas que esto es solo cosa mía. Yo solo he sido honesto con mis sentimientos, tú eres un hipócrita y tu hipocresías me arrastró hasta aquí.
_ Yo no puedo corresponderte.
_ ¿Por qué?
_ ¡Porque soy tu profesor!
_ ¿y un hombre?
_ Y un hombre… estas equivocado. Confiaba con que te aburriría y lo dejarías.
_ Como ves no lo he dejado.
_ Nunca quise hacerte daño, Sehun- su voz comenzó a temblar.
_ Mentira… me querías fuera de tu vida y lo lograste. Eres libre de ir a vivir tu vida de hipocresía. Sé que nunca me olvidaras, no te dejare hacerlo ¿ves estas marcas en mis muñecas? Son las marcas que dejaste sobre mi cuerpo.
Luhan salió de ahí casi corriendo, fue escabulléndose evitando ser visto y finalmente logro salir del hospital. Estaba vestido con ropa ligera y el frío de aquella tarde le hacía estremecerse. Pero era tan agudo su confusión y dolor que casi no lo sentía. Se sentía como si estuviera envuelto en llamas, ardiendo desde adentro.
_ ¡Luhan!- le llamó Yixing.
Pero siguió caminado, hasta que este le detuvo sosteniéndolo de los brazos.
_ ¿Qué haces?- preguntó confundido.
_ ¿Yixing me amas?- su voz temblaba.
_ ¿Qué?- la pregunta le había tomado por sorpresa.
Luhan se abrazó con fuerza y le beso apasionadamente, liberando todo ese fuego que le consumía. Aunque besaba a Yixing, eran en Sehun en quien pensaba, a quien deseaba tanto que apenas podía respirar.