Un día como otro, en cualquier otro lujoso hotel en la ciudad de Tokio, donde más de una cantidad exacta de personas rondan sus pasillos y se hospedan en sus habitaciones… habría entre todas esas personas, está un hombre de cabellos negros verde sinos y ojos morados fuerte; muy formal a decir verdad, que estaba en la recepción del mismo.
—buenas tardes… —una amable señorita que trabajaba en el mismo le estaba atendiendo— ¿en qué le puedo ayudar?
—buenas… hice una reservación en la suite más lujosa de aquí…
— ¿Cuál es su nombre, señor? —la señorita sonrió mientras estaba viendo su computadora y atenta a lo que dijera—.
—Miyagi You… —le concluyo en tono bastante serio—.
— ¡ahh! Si… lo tengo… —sale de escena un momento y viene con unas llaves y se las entrega en la mano— aquí está, su cuarto está en el último piso. Disfrute su estadía… —sonrió por última vez—.
El mayor estaba retirándose fue a donde el ascensor que estaba bastante lleno para ser de los días menos vacacionales del año.
—“maldita sea… odio que me apresen de esta manera— refunfuño en su mente—.
Cuando este estaba por cerrarse, vio con el rabillo de sus ojos a una chica que estaba corriendo para alcanzar el elevador: era rubia… y más baja que el… aunque ya no puso hacer nada, ya que las puertas de inmediato se cerraron.
—“pobre… a veces la vida es así…” —su semblante seguía siendo serio y bastante tranquilo… eso le pasaba porque su esposa se había divorciado de el solo porque lo engaño y él no la quería… —“simplemente… cosas de la vida” —era como decía el a las cosas que pasaban… para colmo, en la empresa donde trabaja, su ex cuñado era su jefe.
Saliendo del ascensor, el mayor tomo rumbo a la habitación que le tocaba.
—498… 499… 500… —deslizo la tarjeta que le dieron y esta de inmediato dio acceso al hospedado, dándole la vista a un cuarto bastante extenso… todo debidamente ordenado y colocado para cobrar una exuberante cantidad… —no está nada mal… —dejo su maleta botada en no sé qué lugar y –literalmente- se botó de la cama a descansar—.
El peliverde estaba acostado viendo al techo como si fuera el remedio de sus problemas… aunque literalmente no tenía ninguno, de hecho, no estaba pensando en absolutamente nada: su mente estaba en el blanco total… era como un vacío extraño que ni el mismo se podía comprender… mucho menos nadie que fuera excluyente de su mente o de su familiaridad.
—Pediré algo… —se levantó y tomo su típica cajetilla de cigarros, tomando uno y encendiéndolo para ponérselo a la boca. Alzo la bocina del teléfono y marco—
—Servicio a la habitación— dijo una misteriosa voz—.
—Quisiera una botella de sake a la habitación 500 por favor—.
—llegara en 10 minutos…
Repentinamente colgó y eso le extraño a este.
—es bonito el hotel, pero que pésimo reciben a la gente…
En cuestión de 5 minutos, con medio cigarro por acabar, tocaron a la puerta de este. Al abrir, se sorprendió bastante al ver a esa chica rubia, pero esta vez, con un traje de maid y su cara algo sonrojada… ahora veía que sus ojos eran grises… unos grises bastante extraños…
—usted… ¿fue el que pidió una botella de sake…?
—sí, fui yo…
La chica traía consigo un carrito donde estaban varias cosa, en él estaba una cubeta de aluminio; llena de hielos y con la botella en el
—Que tenga un buen día… —hizo una leve reverencia y dio media vuelta, antes de irse, fue detenida por el mayor—.
—qué raro… —sujeto su cara de manera algo brusca viéndola detenidamente— me pareces conocida…
— ¡suélteme! —Quiso zafarse de su agarre—.
—espera, ¿Cómo te llamas? –pregunto tranquilamente—.
—a usted… ¡no le importa! –al por fin quitarse de You, la chica hizo un movimiento que hizo que su “cabello” quedara en el suelo, y su verdadero quedara expuesto—.
-espera… que no tu eres… ¿Shinobu?
— ¡tsk! —Gruño entre dientes mientras se acomodaba de nuevo la peluca que estaba tirada en el suelo—
— ¿Qué haces trabajando aquí?
—Eso, a ti, no te incumbe… —cuando estaba a punto de irse, este la volvió a detenerlo con la mano— ¿ahora qué quieres?
—si tú eres hijo de los empresarios más ricos de todo Japón, el segundo hijo de la familia Takatsuki… entonces, ¿Por qué trabajas aquí?
—Como dije, no te incumbe… —cuando se volvió a levantar, Miyagi lo boto a la cama, apresándolo de las manos— ¡suéltame… Miyagi!
— ¿Por qué? —pregunto de nuevo al casi pegarse en su boca—.
—porque… porque… —tomo aire para no dejarse llevar por esos labios, lo cual dejo de lado, ya que los beso en solo el tacto de la yema de estos— porque ahora que estas soltero… quiero que me mires solo a mi…— Todo ya se estaba tornando extraño para el mayor, el cual el pequeño aprovecho y se le quedo encima de él, sentándose en su regazo— y ahora que te tengo… no desaprovechare la oportunidad… —
— ¿Shinobu…? —el rubio estaba quitándole la camisa y metiéndole la lengua a su boca. El mayor estaba hecho una piedra, porque el hermano de su ex esposa, e hijo de su jefe ahora se estaba aprovechando de el—.
—no sé si sepas… pero estaba muy celoso que mi hermana te tuviera… me he quedado con las ganas desde cuando… —una mano traviesa de él estaba recorriendo su pecho desnudo, descendiendo mas allá de el para posar su mano en la entrepierna de este, que apretó gustoso— y creo que le gusto, es cierta parte… —
Miyagi, por su parte, ahora estaba hartado de esto, entonces ahora el volvió a botar en la cama a este, que ahora estaba más que sorprendido.
—no hagas eso… que de seguro te arrepentirás… —su semblante estaba bastante serio, y sin poner algún sentimiento más—.
—Pero… —Shinobu estaba rodeando sus brazos en su cuello, llevándose su boca a la oreja del otro— pero… quiero que sigamos… Miyagi… cógeme…
Este no soporto y lo beso apasionadamente, haciendo un beso que más que brusco, era bastante erótico y ensalivado. Cuando acabaron con eso, el peliverde estaba tomando terreno en el cuello del ojigris que disfrutaba gustoso las carisias.
—no quiero que después te quejes de lo que paso aquí…
—no… ahh… porque lo haría…
El mismo se quitó el vestido que traía puesto, dándole a el mayor como era su cuerpo en realidad. El rubio entonces le quito el pantalón al activo que se posiciono debajo de este, metiéndose de un solo tirón el miembro de este
—ah… Shinobu…
—Mmm… —estaba hábilmente manejando esa gruesa carne que era suculenta a su gusto… cuando en eso sintió un jalón de cabellos—.
—No sigas… —volvió a posicionarse encima de el menor y entonces, sin ninguna excusa o titubeo dio besos a su pecho, quedándose donde estaban los pezones que mordió libremente—.
— ¡ahhh~! —Estaba retorciéndose de la excitación, con un toque de estremecimiento que le ponía la piel de gallina—
Después dejar esos botones empapados en saliva, volvió a bajar más y más hasta dar con ese miembro duro que estaba gustoso porque lo probaran, el cual solo dio una mordisqueada y succiono la punta
— Mi… ¡Miyagi! —estaba a punto de venirse, cuando este dejo su miembro en paz y para alzar su cadera y meter su lengua en su entrada
— ¡¡¡AHH!! —Dio un gran gemido por lo que estaba haciendo, que eso le dio señales de seguir con su deber y entonces sentarlo en su regazo y penetrarlo poco a poco— AH… MI… MIYAGI… ¡¡AHH!! SIGUE… —Shinobu ya se había venido por eso acción que estaba inconsciente de tanto placer recibido… que no sabía que más hacer—.
—porque… —el mayor estaba envistiéndolo en lo que el menor seguía inconsciente de su entorno— ¿Por qué… entonces me has seducido y seguido…?
—porque… ¡ahh! Y-yo… t…te he… ¡querido! Desde que te vi… ahh… ahh… ¡AHH!
Ya estaba en la cúspide máxima de todo, solo esperando que recibiera el premio mayor, lo cual estaba apaciguando con un beso suyo para callar a ese chico tan ruidoso… cuando de pronto, una de sus tantas contracciones, y, apretándolo con tal fuerza, You se vino en el interior de Takatsuki con el cual fue un gemido mutuo el que supieron en como acababan…
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—Entonces… esas son tus razones… —le mayor estaba fumando otro cigarro a la orilla de la cama y de junto estaba de nuevo el menor vestido y hasta con su peluca—.
—después de todo nunca nos conocimos a ciencia cierta…
—Tienes razón… —lo volvió a mirar y le dio un beso a sus labios de nuevo—.
—lo siento, pero tengo que trabajar…
—oye, ¡espera! ¿Porque tienes esa peluca?, ¿porque te vistes así?
El menor sonrió y cuando estaba dirigiéndose a la puerta, antes de cerrarla, le dijo su respuesta:
—Eso tal vez lo sepas en otra sesión… —cerro al puerta y eso le hizo sacar otra gota en su frente a el ojimorado, el cual solo lo vio la puerta con algo de duda y confusión
— ¡¿ha?! Vaya… debo de dejar de juntarme con chicos así… —dijo una última inhalada a su cigarro el cual dejo la colilla del mismo en el cenicero y exhalo el aire— vaya… Shinobu Takatsuki… que mocoso tan mas raro…